Introducción
La generación de energía eléctrica constituye uno de los indicadores más importantes de desarrollo de una nación, traduciéndose en bienestar y confort para sus habitantes. Su pilar fundamental lo constituyen las termoeléctricas, las centrales eléctricas (conocidas como grupos electrógenos) y las subestaciones, donde se transforma y distribuye la electricidad, procesos todos en los que se generan campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja (CEM-FEB). La frecuencia de las redes de suministro eléctrico es de 50 o 60 Hz, 1) en Cuba es de 60 Hz.
Desde la óptica de la salud ambiental el tema de los CEM-FEB resulta interesante, por su impacto potencial en la salud humana. La exposición a estos es casi inevitable en casi cualquier parte del mundo, 2) para las personas en general, en especial los trabajadores, que llevan a cabo los procesos productivos en las instalaciones eléctricas y las poblaciones de los lugares, donde estas están emplazadas.
Los CEM- FEB son ondas de fuerzas eléctricas y magnéticas, situadas en la parte baja del espectro electromagnético entre 0-300 Hz, en la zona de las radiaciones no ionizantes. El componente magnético es el que acciona sobre los organismos. Dentro de sus propiedades está la inducción magnética que es la intensidad de campo magnético que se genera sobre las cargas que se mueven en un medio no vacío, o sea, es la fuerza que ejerce el campo magnético sobre los cuerpos que lo rodean. Su unidad de medida es el Tesla (T). 1) Mientras mayor sea la intensidad de la corriente mayor será la del campo magnético. 2
Los CEM naturales son no polarizados. Los resultantes de los diferentes procesos en la industria eléctrica son polarizados, lo que puede explicar que sean más bioactivos e incrementar, la probabilidad de la iniciación de efectos biológicos o de consecuencias adversas para la salud, 3) como perturbaciones a nivel de la membrana celular, alteraciones en el funcionamiento la glándula pineal, en la secreción de la hormona la melatonina, en el sistema endocrino, en el transporte de iones intercelular, como los de calcio, alteraciones de los ritmos circadianos del sueño y la vigilia. 4
En el cuerpo humano existe actividad eléctrica en el sistema nervioso central, el corazón y en los nervios periféricos. 1) La fuerza de contracción del miocardio, depende en gran medida de la concentración de los iones de calcio en los líquidos extracelulares. 5) Después de la exposición a CEM- FEB existe un aumento inmediato del calcio intracelular, 6) lo que, a nivel de las células de la musculatura lisa de los vasos sanguíneos, puede ser favorecedor de las acciones constrictivas. Se ha considerado que la exposición a CEM-FEB puede afectar el corazón. 7
La exposición ocupacional a campos electromagnéticos (CEM) y la aparición disturbios cardiovasculares en trabajadores de la industria eléctrica fue reportada por primera vez, por los científicos soviéticos Asanova y Rakov, 8) en los años 60 del siglo pasado. Los CEM pueden ser un factor de riesgo indicador de ECV y tener un efecto negativo sobre el aparato cardiovascular de los trabajadores expuestos. 9
Una exposición laboral prolongada y elevada a CEM-FEB, se relacionó con la mortalidad por arritmia e infarto agudo de miocardio (IAM). 10) En otro estudio el riesgo de muerte por IAM se incrementó en exposiciones muy altas a CEM, con un fuerte efecto en individuos con predisposición genética a sufrirlo, posiblemente inducido por la variabilidad del ritmo cardíaco. 11) Se planteó como resultado de una larga exposición a CEM, la ocurrencia de arritmias y de daños cardíacos. 12) En cuanto a la exposición poblacional se encontró que, de los pacientes hospitalizados por infarto agudo de miocardio, hipertensión, enfermedad isquémica del corazón, el 62 % vivían cerca de las líneas de alta tensión, 13 responsables de la emisión de CEM-FEB.
El riesgo cardiovascular (RCV) se define como la probabilidad de que una persona desarrolle un evento cardiovascular (ECV) durante un período definido. 14 Su estimación puede prevenir estos eventos mayores. 15
Hasta este momento no se ha abordado el tema en Cuba, de si la exposición a CEM- FEB se relaciona con el RCV, por lo que es necesario investigarlo, ya que las enfermedades del sistema circulatorio constituyeron la primera causa de muerte en Cuba, en los últimos 10 años. 16
El impacto socio-económico de estas afecciones vasculares, es importante por la pérdida lamentable de la vida de individuos en general, y cada vez más jóvenes, que no alcanzaron la esperanza de vida para su sexo, o sufrieron deterioro de su calidad de vida, por resultar con secuelas o discapacidades permanentes. El aumento de enfermos hace que se incremente el costo de los servicios médicos para el sistema de salud y de los gastos por concepto de seguridad social.
En Cuba existen emplazamientos de numerosas centrales eléctricas conocidas popularmente por grupos electrógenos. En muchos casos, están enclavadas próximas a núcleos poblacionales, o las urbanizaciones se han extendido en su periferia. Resulta interesante investigar en qué medida las inducciones magnéticas, que acompañan la intensidad de la corriente eléctrica generada en estas instalaciones, influyen sobre la salud de los moradores de esos entornos especialmente sobre el RCV.
Se propuso determinar la densidad del flujo magnético a la que están expuestos los individuos del estudio, calcular su RCV, identificar si se asocia a la exposición a los CEM- FEB y si esta constituye un posible factor del riesgo cardiovascular en esa población.
Métodos
Se realizó un estudio transversal, descriptivo con el fin de determinar la posible influencia de la inducción magnética en el riesgo cardiovascular global en el Área de Salud 27 de Noviembre, del municipio Marianao de la provincia La Habana, en el año 2018, involucrando dos consultorios médicos de familia. Las viviendas de sus pobladores están enclavadas en las proximidades de la central eléctrica José Antonio Echevarría, una parte a menos de 300 metros y otra a más de 300 metros de esta.
El universo conformado por los 806 pobladores entre 40 y 70 años de edad, de los consultorios médicos de familia No. 1 (N=307) y No. 3 (N=499) del Área de Salud ya mencionada.
La muestra por su selección se realizó por factibilidad y estuvo constituida por 152 individuos que cumplieron con los criterios de tener edades entre 40 y 70 años de edad, residir al menos por un año en el lugar de estudio.
Se realizó entrevista personalizada a cada uno de los sujetos del estudio donde se recogieron los antecedentes patológicos personales (APP), antecedentes patológicos familiares (padres e hijos), entre otros. Se efectuó examen físico con medición de la presión arterial, del peso y la talla.
La presión arterial (PA) se medió de acuerdo a lo establecido en la Guía Cubana de Diagnóstico, Evaluación y Tratamiento de la hipertensión arterial. 17) Se reconocieron como hipertensos a las personas que lo refirieron en sus APP y se consideró la PA elevada cuando las cifras registradas fueron de 140 mmHg y más de PA sistólica y de 90 mmHg y más de PA diastólica. Se realizaron tres lecturas de la PA con intervalos de dos a tres minutos entre ellas a cada paciente. Para ello se utilizaron equipos de monitoreo de presión arterial automáticos marca HiperMax, modelo BF A7101 de fabricación cubana, certificados con principio de medición por método oscilométrico con rango de medición de 0-280 mmHg y una precisión de ±3 mmHg.
La medición del peso, la talla y perímetro de la cintura se realizaron de acuerdo a la evaluación antropométrica utilizada en la III Encuesta Nacional de factores de riesgo y actividades preventivas de enfermedades no transmisibles realizada en Cuba 2010-2011. 18 Se utilizó una balanza de brazo de doble romana RGT 160 calibrada y certificada para el peso y se colocó una cinta métrica en una pared sin rodapiés para la talla.
Se calculó el índice de masa corporal (IMC) por la fórmula peso (kg)/ talla (m2) por 100, con los siguientes puntos de corte: deficiencia energética crónica (IMC ≤ 18,4 kg/m2); aceptable (IMC de 18,5-24,9 kg/m2); sobrepeso (IMC 25-29,9 kg/m2); obeso (IMC 30-39,9 kg/m2); y extremadamente obeso (IMC ≥ 40,0 kg/m2). 19
Determinación del riesgo cardiovascular:
Se determinó el riesgo cardiovascular de cada individuo según las tablas predictivas de Gaziano et al., 20 sin laboratorio, evaluación a cinco años validadas en diferentes regiones del mundo. Fueron parcialmente modificadas, ya que se consolidaron en una sola categoría de riesgo bajo, menor de 10 %, dos riesgos que estas consideran: por debajo del 5 % y 10 %.
El riesgo se estratificó en:
Riesgo bajo < 10 %.
Riesgo medio o moderado 10-20 %.
Riesgo alto 21-30 %.
Riesgo muy alto >30 %.
Métodos analíticos:
En el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva dependiendo del tipo de variable: frecuencias absolutas, porcentajes, medias y desviaciones estándares. Para la comparación de medias se aplicó la prueba de Wilcoxon de rangos con signos. Se utilizó correlación de Spearman para identificar relación entre las variables de intensidad de generación de la industria y el riesgo cardiovascular y su valor p asociado, al no cumplirse con el supuesto de normalidad. Se ajustó un modelo de regresión lineal en el caso de la densidad de flujo magnético en la habitación para dormir, con la variable independiente intensidad de generación de la industria, para identificar la velocidad de cambio en dicho flujo. Se realizó un análisis estratificado, se tuvo en cuenta la distancia de la vivienda respecto a la industria.
Mediciones de la densidad del flujo magnético:
Se realizaron mediciones de densidades de flujos magnéticos en las viviendas de solo 120 individuos de los que formaron parte del estudio, que representaron el 78, 95 % de la muestra. No se efectuaron el resto de las mediciones, por factibilidad de tiempo y dificultades logísticas.
Se utilizó como instrumento de medición un medidor densidad de flujo de campo magnético marca Meterk MK08, fabricado en China, con las siguientes características y aplicaciones:
Unidad de medición: μT (micro Tesla).
Pantalla: 4 dígitos.
Gama: campo magnético: 0 ~ 200μT.
Resolución: 0,1 μT.
Ancho de banda: 30 Hz-300 Hz.
Tipo de sensor: eje único.
Precisión: ± 5% (50 μT a 200 μT) a 50 Hz o 60 Hz.
Velocidad de muestreo: 0,5 segundos.
Batería: 3 baterías de AAA 1,5 V.
Condición de funcionamiento: temperatura de 0 a 40 ℃, humedad relativa por debajo de 80 %.
Método de medición:
Se realizaron las mediciones de las densidades de flujos magnéticos en las viviendas de los individuos en diferentes circunstancias de generación de la industria, pues dependía de la disponibilidad de los motores generadores, así el número de ellos que varío en los diferentes momentos, pues la industria generó con cuatro, cinco, seis, nueve y 10 motores, por lo que se hizo necesario considerar la potencia (P) de generación, expresada en mega Watt (MW) de la industria en cada uno de esos momentos, para calcular la intensidad (I) de la generación, expresada en amperes (A), para cada uno de estos. Este vector que es directamente proporcional a la densidad de flujo magnético generada por la industria. Para eso, se tuvo en cuenta el voltaje (V), expresado en V. 21
Se contó con el auxilio de la Fórmula 1: (21
P= I x V, despejando I=P/V
La industria ofreció los datos de la potencia de generación por cada generador fue de 2,2 MW y el voltaje de salida fue 220 V.
Con estos cálculos a cada día de medición le correspondió una determinada intensidad de la corriente que generaba la industria en ese momento, lo que debía determinar la densidad de flujo magnético medida en las viviendas.
Se valoró si la industria fue responsable o no de la densidad de flujo magnético que se registró en las viviendas, de la variación de esta y si fue significativa la intensidad de electricidad generada por el número de motores de la industria, con esos registros.
Se realizó muestreo del campo magnético, a través de la medición de las densidades de flujo magnético en las salas y las habitaciones de dormir de las viviendas de los individuos del estudio, con todos los equipos y luces apagados, apuntando a la dirección de la fuente de emisión de los CEM, o sea, a la industria.
Se efectuó una medición en cada una de estas en horario nocturno, que coincidió con el período de máxima generación de la industria de 6:00 pm a 10:00 pm. Se valoró si las densidades de flujos magnéticos medidas en las viviendas y la distancia de la industria, se asociaron con el riesgo cardiovascular de los individuos del estudio.
Cada sujeto incluido en el estudio, leyó y firmó el consentimiento informado, en el cual se le explicaron los objetivos de la investigación, se le informó la ausencia de riesgos, la confidencialidad y uso exclusivo de los datos obtenidos, con fines del estudio. Además, fueron beneficiados con la evaluación de los factores de riesgo cardiovascular que presentaron y la estimación del riesgo cardiovascular y de allí se derivaron medidas de prevención, promoción y asistencia médica, que contribuyeron a mejorar su estado de salud. Se les comunicó el derecho de abandonar la investigación en el momento que lo desearan y contactar con los miembros del equipo de trabajo para aclarar cualquier duda durante el período de estudio.
Resultados
En la población entrevistada predominaron las personas del grupo de edades de 50 a 59 años que representaron el 38,2 %, seguida por lo de 40 a 49 años. Prevalecieron las personas del sexo femenino con el 61,2 % del total.
Los niveles medio superiores y medio, fueron los grados educacionales más frecuentes, con el 43,4 % y 34,2 % respectivamente. La población trabajadora representó el 53,9 %, secundados por los jubilados que alcanzaron el 27,3 % (Tabla 1).
En la estimación del RCV mediante las tablas de Gaziano et al., 20 sin laboratorio, predominó de manera ligera el riesgo bajo sobre el moderado, pero el alto y muy alto en su conjunto, se les aproximó bastante, pues alcanzaron 31,6 %, o sea, aproximadamente un tercio (Gráfico 1).
Se efectuaron mediciones en las salas y en las habitaciones para dormir, en las viviendas de 120 personas que participaron en el estudio, de las densidades de flujos magnéticos que estuvieron entre los valores mínimo de 0 y máximo de 0,90 µT. Estos fueron mayores en las habitaciones de las viviendas situadas a menos de 300 m de la industria (Tabla 2).
No se observaron diferencias significativas en las densidades de flujos magnéticos medidas en las viviendas respecto a la distancia que se encontraron de la industria, sin embargo, se apreció diferencia estadística de intensidad de generación de la industria, fue mayor la media en las viviendas situados a menos de 300 m, así como la media de las densidades de flujos magnéticos medidas en las habitaciones de estas (Tabla 3).
DE: Desviación estándar *Significación de la prueba de suma de rangos de Wilcoxon.
A continuación, se muestran las correlaciones entre las variables densidad de flujo magnético en las viviendas y la intensidad de generación de la industria, utilizando correlación no paramétrica de Spearman, al no ajustarse a distribución normal las mediciones. Se identificó que existió una correlación significativa estadísticamente entre intensidad de generación de la industria y la densidad de flujo magnético en la habitación para dormir de manera global.
En las viviendas ubicadas a menos de 300 metros, las densidades de flujo magnético de las habitaciones y de las salas estuvieron correlacionas significativamente con la intensidad de generación de la industria, lo cual no ocurrió en las viviendas con localización más alejada. Fue posible obtener un modelo de regresión con una pendiente significativa (F = 7,663; p = 0,007), lo cual se traduce en que detectó un incremento entre 0,001 y 0,003 en la densidad de flujo magnético en la habitación que se usa para dormir por cada un Ampere que incrementa la intensidad de generación de la industria (t = 2,678; p = 0,007). Las densidades de flujo magnético medidas en las salas y las habitaciones estuvieron correlacionadas (Tabla 4).
Existió diferencias significativas en la distribución de sujetos según riesgo cardiovascular global entre los que vivían en las viviendas ubicadas a menos de 300 metros y en las que se encuentran a 300 metros o más de distancia de la industria (p = 0.037). El 31,6 % de los sujetos tienen riesgo cardiovascular de más de 20 %, contrario a lo esperado fue mayor en sujetos que vivían a más de 300 metros de la industria (41,4 %) con diferencia significativa respecto a viviendas más próximas a la industria (p = 0,016) (Tabla 5).
DE: Desviación estándar * Significación de la prueba de homogeneidad basada en distribución Chi Cuadrado.
Con el modelo de regresión logística construido no fue posible identificar asociación entre el riesgo cardiovascular global alto (más de 20 %) con las mediciones de inducción magnética ni con la intensidad de generación de la industria, en tanto se detectó que los sujetos que viven a mayor distancia de la industria tienen un riesgo entre 1,1 y 10,6 veces mayor que los que viven más cercano a estas (Tabla 6).
Discusión
Reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares se ha convertido en un importante objetivo de la comunidad científica en las últimas décadas. Se han desplegado esfuerzos en esa dirección, 22 en la identificación de factores de riesgo, su modificación favorable y con ello la disminución del RCV.
En el estudio las mujeres estuvieron más representadas que los hombres, al igual que en otras investigaciones realizadas en Cuba. 23,24,25,26) Los autores coinciden con el criterio que plantean los de la última investigación citada, que esto puede ser explicado por el hecho de que las mujeres demandan más atención, para tratar sus problemas de salud.
La evaluación del RCV y su uso generalizado podría mejorar el enfoque de los esfuerzos para reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en todo el mundo. 27) A nivel individual, la reducción del RCV comienza con su evaluación y la comunicación eficaz al sujeto y su disminución anticipada, mediante el tratamiento de los factores de riesgo. 28
El modelo propuesto por Gaziano et al., 20 que no incluye exámenes de laboratorio, es una prometedora elección para la evaluación del RCV, con igual capacidad predictiva respecto a otras que sí los incluyen. 29 En el estudio para el cálculo del RCV de esta población, fueron utilizadas las tablas sin laboratorio de ese modelo; 31,6 % de los individuos exhibieron riesgo alto y muy alto, lo que superó los resultados de investigadores que usaron esas tablas, como el de Armas et al. 23 18 % y el de Bustamante et al., 24) 19,3 %. Sin embargo, está casi equiparado con el RCV calculado también con las mismas tablas en la población cubana, bajo 34,1 %, moderado 31,5 % y alto 34,4 %. 30
Una investigación realizada por Paramio et al., 26) en un área del municipio Boyeros con las tablas de predicción de la Organización Mundial de la Salud (OMS) específicas para la región de las Américas área A (AMR A), tuvo como resultados 14,09 % de la población en los niveles de RCV alto, muy y extremadamente alto agrupados.
En un estudio conducido por Santoyo et al. 31) en pacientes hipertensos, en el municipio Playa en La Habana, el RCV se estratificó, según tablas de Gaziano et al., 20 en bajo 34,21 %, moderado 38,60 % y alto 27,19 %.
Según Zamora et al., 25 el RCV existente en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 pertenecientes a un consultorio médico en el municipio Boyeros 34,5 % presentó un riesgo alto o muy alto. Otro estudio, realizado por Góngora et al., 32 en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 de debut en Holguín, el RCV evaluado según la escala de Framingham, fue bajo 9,1 % moderado 16,4 % y alto, muy alto y crítico 74,5 %.
En una población trabajadora colombiana, estudiada por López y Galindez, 33) en la que utilizaron la tabla de predicción de RCV de Encuesta Nacional en Salud y Nutrición en los Estados Unidos (National Health and Nutrition Examination Survey: NHANES), con 82 % de personas menores de 54 años, el RCV se estratificó en bajo 71,9 %, moderado 17,9 % y alto 10,2 %.
En pacientes de Arabia Saudita con ECV, Hasabullah et al. 34) evaluaron el RCV por medio del instrumento de Colegio Estadounidense de Cardiología / Asociación Estadounidense del Corazón (ACC/AHA) y tuvo gran predictibilidad, pues identificó como pacientes de bajo riesgo 26,3 % y de alto riesgo 66,7 %. Estos resultados difirieron de los presentes.
La exposición de humanos a los CEM, ha tenido efectos negativos en el corazón y los vasos sanguíneos, causando alteraciones en sus funciones, como arritmias y cambios isquémicos, 7 con densidades de flujo magnético en el orden de mili y micro Tesla. 12
Las directrices para la exposición a campos magnéticos, de la Comisión Internacional de Protección contra Radiaciones No Ionizantes, ICNIR: 2010, para la población es de una densidad de flujo magnético 0,2 mT= 200 µT, para efectos agudos específicos. 35 Todas las mediciones realizadas en el estudio, estuvieron por debajo de este valor, pero las medias y los máximos registrados, quedaron por encima de los orientados por la Guía Europea de 2016 para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de problemas de salud y enfermedades relacionados con los CEM, 36) que fueron, para la exposición permanente a los de FEB, diurna y nocturna una media aritmética de densidad de flujo magnético de 100 nT (nano Tesla) = 0,1 µT y por debajo de la máxima de 1000 nT= 1 µT.
En la ciudad de Cienfuegos, en la investigación conducida por Barceló et al., 37) se realizaron mediciones de densidad de flujo magnético en áreas peatonales y en el interior de viviendas situadas próximas a fuentes emisoras de CEM-FEB, se obtuvieron valores máximos de 1,22 y 1,58 µT, respectivamente. Las mediciones realizadas en las viviendas de los individuos del presente estudio, estuvieron por debajo de las anteriores.
Las medidas típicas de densidades de flujo magnético en una casa en España fueron de alrededor de 0,1 µT, sin embargo, una cuarta parte de la población que vive por encima o cerca de los transformadores internos, estaría expuesta a un campo ponderado superior a 0,3 µT, 38 lo que supera las medias registradas en este estudio, pero están por debajo de las máximas.
En Francia, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación del Medio Ambiente y del Trabajo, 2) publicó un informe sobre el estimado de exposición a CEM alrededor de líneas de alta tensión del país, que indicó que 0,28 % de su población estuvo expuesta a densidades de flujo magnético superiores a 0,4 µT y 0,74 % a densidades que excedieron los 0,1 µT. Se planteó que a 100 metros de distancia de las líneas alta tensión, la densidad de flujo magnético registrada en los hogares sería 0,3 µT, en el caso de las viviendas más alejadas, pudiera llegar hasta 0,2 µT, 39) En Canadá, McCallum et al., 40) realizaron mediciones de las densidades de flujo magnético en los alrededores de una instalación eléctrica, que oscilaron entre 0,02 y 0,03 µT. Los valores máximos medidos en este estudio, superaron los resultados anteriormente referidos y las medias están por debajo de los niveles máximos citados, excepto en el caso de los de Canadá.
En una investigación realizada en Bulgaria por Zaryabova et al., 41) encontraron que los valores medidos de la densidad de flujo magnético, en viviendas de apartamentos muy próximas a estaciones de transformadores, se movieron en el rango de 4,31 a 33,04 µT. Estos resultados son muy superiores a los presentes.
Existió una correlación estadística significativa, entre las densidades de flujo magnético en las habitaciones y en las salas de las viviendas situadas a menos de 300 m con la intensidad de generación de la industria, lo cual no ocurrió en las viviendas con localización más alejada.
El RCV entre las personas que vivían en las viviendas ubicadas a menos de 300 metros y las que se encontraban a 300 metros o más de distancia de la industria, presentó diferencias significativas, fue mayor en sujetos que residieron a más de 300 metros de la industria con un OR 3,4. No fue posible encontrar una respuesta con los datos disponibles.
No se encontró un referente de un estudio similar en la literatura, por lo que la investigación pudo ser precursora en el intento de relacionar las variables RCV en individuos de una población de la comunidad y la densidad de flujo magnético a la que estuvieron expuestos. En el trabajo se evidenció que la exposición a campos magnéticos no influyó sobre el RCV.
Limitaciones del estudio:
No se trabajó con el universo, solo con una muestra.
Solo se realizaron mediciones de densidades de flujos magnéticos en las viviendas de 120 individuos de los que formaron parte del estudio.
Conclusiones
Los individuos del estudio estuvieron expuestos, en sus viviendas a densidades del flujo magnético, que oscilaron entre 0 y 0,9 µT, relacionadas con la intensidad de la corriente generada por la central eléctrica vecina.
Cerca de un tercio de los individuos del estudio presentaron el riesgo cardiovascular alto y muy alto.
No se observó asociación entre el RCV y las densidades de flujo magnético medidas en las viviendas.
La exposición a los CEM- FEB, no constituyó un factor de riesgo cardiovascular para la población estudiada.