Introducción
La Perla del Sur, hoy provincia Cienfuegos, ubicada en la región Central, se caracterizó desde la época de la colonización española por atractivos que determinaron su creación. En tiempos de conquista y colonización, condicionaron el establecimiento de la colonia la situación geográfica ―situada en el centro de la costa sur de la isla―, además de las condiciones económicas. Desde entonces, el desarrollo económico de la provincia se ha basado fundamentalmente en una estructura de base económica agropecuaria e industrial.
Las actividades económicas también han jugado un papel importante en la organización de este territorio, sobre todo las relacionadas con la industria azucarera, donde se estructuraron los centrales Candelaria, Nuestra Señora de Regla y Nuestra Señora de la Concepción, los que originaron grupos poblacionales. La etapa inicial de Jagua está caracterizada por una población compuesta mayoritariamente por negros, resultado de la trata de esclavos, actividad considerada en la época como única alternativa para incrementar la fuerza de trabajo necesaria. En el censo de 1822 aparecían 585 esclavos: de ellos, 459 procedentes de Guinea, África. Una menor población la ocupaban los colonos blancos procedentes de Burdeos, Filadelfia, Baltimore y Nueva Orleans.
En la actualidad, la provincia desarrolla su potencial agroindustrial, con una distribución industrial territorial concentrada en la cabecera provincial, vinculada en lo fundamental al puerto, con ramas las áreas alimenticia, química y energética. En los municipios Cumanayagua y Palmira se encuentran producciones de alimentos, así como la explotación de yacimientos de la construcción; y en el municipio Aguada de Pasajeros con derivados del azúcar. Los municipios donde se concentran la mayor cantidad de empresas son: Cienfuegos (33,3%), Cumanayagua (19,8 %) y Palmira (12,5%).
El sistema de asentamientos humanos de la provincia está integrado por 267 lugares habitados de forma concentrada, de ellos 41 urbanos y 226 rurales, para una densidad de 0,06 asentamientos por km2 de superficie, así como 22 985 habitantes que viven de forma dispersa. Sobre el municipio Cumanayagua se destaca la desaparición de localidades rurales, todas menores de 200 habitantes, mientras surgen otros asentamientos localizados ―en su mayoría― cercanos al centro geográfico de la provincia, considerados asentamientos lineales a lo largo de la vía, resultando significativo en el vial Aguada-Yaguaramas, Cienfuegos-Cruces, Lajas-La Modelo, Abreus-Horquitas (ONEI, 2019).
Desde el punto de vista metodológico, el presente trabajo busca determinar el comportamiento de indicadores demográficos de la provincia Cienfuegos durante el año 2019, con una visión precedente de la fundación de esta provincia. Utiliza información secundaria cuantitativa procedente de los registros de estadísticas continuas publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Para el caso del análisis de las tasas de actividad económica se analiza el período 2013-2019.
El abordaje de este tema debe estar orientado al conocimiento de nuestras raíces y de la cultura nacional, en aras de implementar políticas y programas públicos que favorezcan la estimulación de la fecundidad para lograr el reemplazo poblacional, además de alertar sobre una población que resulta ya envejecida.
Desarrollo
Cienfuegos fue fundada como colonia Fernandina de Jagua, el 22 de abril de 1819, cuando se produce una oleada migratoria procedente de Burdeos, al sur de Francia, y cuyo destino se localizó en un punto nombrado La Majagua, próximo a la bahía de Jagua.
Las condiciones naturales de Fernandina de Jagua resultaron muy propicias para el desarrollo de una zona agrícola, industrial, azucarera y ganadera. Refiriéndose a estas ventajas naturales, Castro (1976) dijo que “Cienfuegos es una región privilegiada, pero por la naturaleza” (p. 5). Indudablemente que estas condiciones bien aprovechadas, en una coyuntura económica histórica, fueron factores decisivos en el desarrollo de la región.
Importantes acontecimientos marcaron el desarrollo de Jagua. En 1745 se concluyó la construcción de la fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua. Posteriormente, ya en el año 1746, en tierras de la hacienda Caunao se levantó el primer ingenio de azúcar, llamado Nuestra Señora de la Candelaria. Se destacó, además, la hacienda El Salado, perteneciente al partido1 Santa Isabel de las Lajas en el año 1749, que fuera constituida por 3 hatos y 7 corrales,2 siendo uno de los primeros engranajes económicos que existiera y diera continuidad hasta convertirse en una de las áreas azucareras más ricas de Cuba, posteriormente a la fundación de Cienfuegos.
En la opinión de García (2012), a inicios del siglo XIX, Jagua era un área poco poblada y volcada principalmente hacia la agricultura de subsistencia, el cultivo de la hoja de tabaco y la cría de ganado de forma extensiva, ubicados principalmente en las haciendas comuneras de Caunao, Salado, Camarones, Ciego Montero, parte de San Felipe de Cumanayagua, Yaguaramas, los corrales de San Antón, San Mateo y Limones, con los varios realengos incluidos, como los de San Pedro y Lomitas. Refiere este investigador como “azúcar y esclavitud todavía no eran elementos esenciales del crecimiento económico y demográfico de la región” (p. 20).
Otro asentamiento que adquiere relevancia dentro de la región cienfueguera, es Cumanayagua, partido de segunda clase,3 con las aldeas Arimao y La Sierra y los caseríos Mandinga y San Antón. Como principal riqueza de este territorio, la ganadería, con más de 4800 cabezas de ganado. Pero no es hasta el año 1976, con la división político administrativa, que Cumanayagua surge como municipio, con 8 asentamientos urbanos y 66 rurales. Para Jacobo de la Pezuela (1863) “este fue uno de los territorios más poblados por los indígenas en la época de la conquista, sin duda por la abundancia de caza y pesca que ofrecían sus bosques, costas y ríos” (p. 224).
En 1822 el padrón de la colonia consignaba 2252 habitantes e incluía las haciendas Caunao y Salado, el realengo San Pedro y San Pablo, y los corrales San Esteban, San Antonio y Viejo Olmo, con 585 esclavos. El 20 de mayo del año 1829 se declaró villa al barrio de Cienfuegos, llegando a obtener el título de ciudad en diciembre de 1880.
Desde la fundación de Cienfuegos, hasta el año 1860, el adelanto más trascendental resultó ser la construcción del ferrocarril, terminado el 19 de noviembre de ese propio año, que permitió la unión de la Perla del Sur con Santa Clara. El binomio azúcar-ferrocarril atrajo población hacia las proximidades de los ingenios. El ferrocarril atravesaba zonas muy ricas en ingenios y facilitaba operaciones que anteriormente se desarrollaban en carretas y caminos intransitables. Así, algunos poblados conectados por el ferrocarril lograron fortalecerse económica y demográficamente, consolidándose un conjunto de lugares habitados: Santa Isabel de las Lajas, Palmira y Cruces.
Según la información brindada por el censo de 1877, solo producían 77 ingenios en Cienfuegos, los que resultaron de la abolición de la esclavitud y el descenso de los precios del azúcar. Pasados dos años, el partido de Cienfuegos, perteneciente a la provincia Santa Clara, fue dividido en 8 ayuntamientos, comprendiendo a Camarones, Cartagena, Abreus, Palmira, Rodas, Cienfuegos, Cruces y Lajas. El partido de Cienfuegos, con el mayor número de fincas; y Camarones y Palmira, con la mayor representación de potreros e ingenios (Comité Estatal de Estadísticas, 1988).
Luego de la culminación de la Guerra de los Diez años y la abolición de la esclavitud, Cienfuegos continuó desarrollando la agricultura: además de la caña de azúcar, el maíz, el tabaco, frutas y viandas de toda clase.
Datos del censo de 1899 (Comité Estatal de Estadísticas, 1988) reflejan a la región Cienfuegos con los municipios Abreus, Cartagena, Cruces, Lajas, Rodas, Palmira, San Fernando de Camarones y Cienfuegos, que abarcaba la Ciénaga y Península de Zapata, zonas de Aguada de Pasajeros, Cumanayagua y algunos barrios de Palmira y Abreus. La población era de 109 457 habitantes y registró un crecimiento de 14 591, respecto al Censo de 1887.
A partir de los años 40 del siglo XX, se observó en la villa un incremento demográfico que incidió en el proceso de urbanización. Se desarrollaron los barrios periféricos de San Lázaro, Punta Cotica, borde costero de Reina y Tulipán, este último crece de forma atómica. A su vez se desarrolla el barrio de Caunao, alejado de la ciudad y el reparto O’Bourke, el cual fuera concebido como zona residencial para períodos de vacaciones vinculado a la playa y a las actividades náuticas (CITMA Cienfuegos, 2005).
El triunfo revolucionario en 1959, abrió una nueva etapa en la distribución de la población y en la política económica de la nación, evidenciada en profundas transformaciones en todos los ámbitos de la sociedad. En 1976, con la implantación de la división política administrativa, el territorio se constituía en una provincia con ocho municipios: Cienfuegos, Palmira, Cruces, Lajas, Rodas, Abreus, Cumanayagua y Aguada de Pasajeros.
Ya conocidos los antecedentes en la fundación de la provincia Cienfuegos y su comportamiento económico, es pertinente adentrarse en el estado de los indicadores demográficos a analizar para el año 2019 y otros periodos seleccionados. El territorio cienfueguero en el 2019 presentaba una población media de 406 528 personas, lo que representa el 3,6% de la población cubana. El 50,5% es del sexo masculino y el 49,5% del femenino, con un índice de masculinidad de 1017 hombres por cada mil mujeres. Solo el municipio de Cienfuegos reporta menos de mil hombres por cada mil mujeres, 970. El municipio que presenta mayor índice es Abreus con 1075 hombres por cada mil mujeres.
El 82,4% de la población reside en áreas categorizadas como urbanas. El municipio de Cienfuegos posee un grado de urbanización por encima del 93%. El valor más bajo corresponde a Cumanayagua con un 66,3%. La densidad poblacional de la provincia es de 97,0 habitantes por km2. A nivel municipal el más densamente poblado es Cienfuegos con 500,4 habitantes por km2 y el que presenta menor densidad poblacional es Cumanayagua con 44,3 habitantes por km2.
En la Figura 1 se muestran los valores del índice de masculinidad y grado de urbanización según municipios.
Por grandes grupos de edades, el 15,7% de la población se encuentra entre los 0-14 años, el mayor cúmulo de personas se encuentra de 15-59 años con el 63,7% y el 20,6% posee 60 y más años, el envejecimiento demográfico es notable. Seis municipios poseen más del 20% de población adulta mayor. Excepto en Cumanayagua y Cienfuegos, en los espacios rurales de los municipios, estos valores de envejecimiento se incrementan. (Ver Figura 2)
La relación de dependencia de la provincia es de 569 personas de 0-14 años y de 60 años y más por cada mil personas del grupo etario de 15-59 años. El 56,8% de esta relación está sustentada por la dependencia de los adultos mayores.
Recuento por variables demográficas: Mortalidad, Fecundidad y Migración
En el caso de la Mortalidad, la provincia presenta una tasa bruta de mortalidad de 9,6 defunciones por cada mil habitantes, al ocurrir 3897 muertes en el territorio, de ellas 13 infantiles, para una relación de mortalidad infantil de 3,5 defunciones en menores de 1 año por cada mil nacidos vivos. Las tres principales causas de muerte son las enfermedades del corazón, los tumores malignos y las enfermedades cerebrovasculares, a nivel nacional tienen el mismo comportamiento (MINSAP, 2020) (Ver Tabla 1). La provincia presenta una esperanza de vida al nacer de 78,8 años (CEPDE-ONEI, 2020a, p. 96).
Durante el 2019 ocurrió una muerte materna para una tasa de mortalidad materna de 26,7 defunciones maternas por cada 100 000 nacidos vivos, según información del MINSAP (MINSAP, 2020).
En cuanto a la Fecundidad durante el 2019, no se alcanzó el reemplazo de la población cienfueguera al presentar valor la Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 1,47 hijos por mujer, alejándose del 2,1 necesario para el reemplazo de la población. De igual manera, la Tasa Bruta de Reproducción (TBR) que garantizaría la mujer necesaria para la reproducción biológica de los cienfuegueros, se encuentra distante al valor deseado de una hija por mujer, al acumularse 0,73 hijas por mujer, es decir, no se alcanza el reemplazo femenino.
Ocurrieron 3747 nacimientos, la tasa bruta de natalidad alcanzó un valor de 9,2 nacimientos por cada mil habitantes. La tasa de fecundidad general es de 40,6 nacimientos por cada mil mujeres de 15-49 años.
En la figura 3 se puede apreciar que Abreus, es el municipio que posee la mayor TGF con 1,80 hijos por mujer respectivamente, sin llegar al reemplazo.
En todos los municipios tanto para el área urbana y rural, no se alcanza el reemplazo de la población. El reemplazo femenino tampoco es alcanzado en estos municipios.
El patrón de la fecundidad es temprano, al presentarse el máximo de fecundidad en el grupo de 20-24 años. La provincia no sobrepasa la media de fecundidad adolescente a nivel nacional de 16,7%, al presentar un 15,2% de madres adolescentes del total de madres. Solo Aguada de Pasajeros y Abreus sobrepasan la media de fecundidad adolescente con 18,5 y 17,2%, respectivamente (Ver figuras 4 y 5).
En los espacios rurales de Palmira (31,2%), Rodas (31,5%) y Aguada de Pasajeros (36,1%) son elevados los valores relativos de fecundidad adolescente. De igual manera, Lajas y Cienfuegos, en los espacios rurales se constata elevada fecundidad adolescente.
El valor de la tasa específica de fecundidad para el grupo de 15-19 años es de 44,7 nacimientos por cada mil mujeres de este grupo de edad, por debajo de la media nacional de 52,3 madres adolescentes por cada mil adolescentes.4
El saldo migratorio total en la provincia es negativo, en el balance de entradas y salidas, salieron 296 personas más de las que entraron, lo que la convierte en expulsora de población, la tasa de saldo migratorio total es de -0,7 personas por cada mil habitantes. Tanto la migración interna (0,6 por mil habitantes) como la externa (-1,3 por mil habitantes) juegan su papel, sin embargo, este comportamiento está respaldado por la migración externa. Las principales corrientes migratorias se mueven hacia Villa Clara y La Habana, y hacia la provincia la mayor cantidad de personas se trasladan de estos mismos territorios. A nivel municipal gana población por migración solo Cienfuegos.
La tasa de crecimiento natural de la población cienfueguera, en la que se tiene en cuenta la diferencia entre las tasas brutas de natalidad y mortalidad, es de -0,4 por cada mil habitantes, existen más defunciones que nacimientos a nivel provincial; solo crecen por la vía natural Cumanayagua y Abreus; es decir, aún existen más nacimientos que defunciones. La tasa de crecimiento total en el territorio es negativa, asociada a la migración en su mayoría, se pierden más personas en el territorio de las que se ganan, alcanza un valor de -1,1 por cada mil habitantes, crece solo el municipio de Cienfuegos.
Al realizar un análisis para el período 2014-2019, se aprecia un comportamiento oscilante de la tasa media anual de crecimiento, con tendencia al decrecimiento. La tasa de migración interna oscila en el período con valores positivos. La tendencia de la tasa de crecimiento natural es continuar disminuyendo, ya en el 2019 presenta valor negativo. La tasa de saldo migratorio total está fuertemente influenciada por la migración externa (Ver figura 6).
A continuación, en la figura 7 se muestra la estructura por edad y sexo de la población cienfueguera. Se aprecia el estrechamiento de la base de la pirámide, debido a la baja fecundidad mantenida por años. Por grupos de edades, los mayores porcentajes se concentran en el gran grupo de 45-59 años, se aprecia pérdida de población en el grupo de 35-44 años. En las edades finales aumento de la población femenina, debido a la sobremortalidad masculina.
Recursos laborales
El 18,0% de la población cienfueguera se encuentra en edad pre laboral, el 64,0% en edad laboral y el 18,0% fuera de la edad laboral. La tasa de actividad económica es del 69,7% para el 2019; aunque este valor aumentó ligeramente respecto a 2018, se aprecia una disminución de las tasas en el período 2013-2019. Las tasas de actividad económica de las mujeres tienden a disminuir. La tasa de desocupación para el 2019 es de 0,5% disminuye respecto al año anterior (Ver figura 8).
Consideraciones finales
El conocimiento de las características de la población de una provincia y sus territorios contribuye a la elaboración de estrategias de desarrollo adecuadas, en la que los tomadores de decisiones dirijan sus esfuerzos a elevar la calidad de vida de la población. Aunque la alta dirección del país implementa medidas para la atención a la dinámica demográfica, cada territorio debe saber cómo implementarla de manera eficaz, y que se pueda comprobar la marcha de estos procesos en la base.
Los indicadores analizados demuestran que la provincia se asemeja al país, con contrastes en sus indicadores sociodemográficos. El municipio Cumanayagua, presenta los indicadores más desfavorables en cuanto a urbanización, con una tendencia a la dispersión de localidades rurales. Se aprecia pérdida de población en el grupo de 35-44 años de edad, así como un aumento de la población femenina a partir del grupo de 75-79 años, con un impacto en el envejecimiento de la estructura por edades de la población. Se agudiza el decrecimiento de la población, pues la provincia se comporta como territorio emisor, además que posee un crecimiento natural también negativo, ambos indicadores inciden en la disminución de la población.
Se hace necesario el trazado de políticas de educación en salud sexual y reproductiva para el aumento de la fecundidad en edades óptimas y a su vez disminuir las tasas de fecundidad adolescente. Crear ofertas laborales atractivas para la inserción de más personas a la vida laboral y en especial de las mujeres, principal reserva laboral. Esto incidirá en la permanencia en el territorio.
Hay que aprovechar las oportunidades que existen en los territorios, apoyar el trabajo de los Observatorios Demográficos5, investigar y mostrar resultados y propuestas de soluciones de las dificultades a las autoridades. La ciencia debe adelantarse a todos los procesos, y en la provincia Cienfuegos la ciencia apuesta por el bienestar de su población.