Alumno ¿sin luz? Reflexiones acerca de este equívoco
Todos somos alumnos, porque todos aprendemos cosas de los demás y nos sirven para conocernos mejor y enriquecernos, y el buen profesor debe ser también buen alumno y aprender de sus alumnos. Paulo Freire
Algunas personas me han preguntado acerca de la utilización de la palabra “alumno” porque se ha asegurado con cierta solidez una connotación negativa. Es por ello que me dispuse a indagar en su etimología para dejar aclarada esta situación.
Esta connotación negativa ha surgido de una concepción equivoca, según la cual la palabra alumno es un vocablo compuesto por el prefijo a que significa “sin, ausencia o carencia” y de la raíz lumen - luminis que significa “luz”. Por tanto, según los proponentes, alumno significaría “sin luz”, sin embargo, esto es un error que desvirtúa flagrantemente el origen real de la palabra.
La palabra alumno viene del latín alumnus, de raíz indoeuropea. Se compone de al- (crecer, alimentar), del verbo alere- (alimentar), emparentado con alimentum (alimento) y con el adjetivo altus (alto, profundo). Alere es el infinitivo latino de alo - alui - alére - alitum que, entre otras cosas, significa: alimentar, nutrir, cultivar, educar. Por añadidura será el que se alimenta, el que se nutre, como biológicamente, lo hace el niño, cuando busca el pecho de su madre. De allí deviene la expresión: “Alma Mater” referida a nuestras universidades, como fuente de nutrición del conocimiento universal.
Alumnus significaría entonces originariamente “niño acogido/cuidado/alimentado” para los de muy corta edad. Más adelante obtuvo su significado actual de “pupilo”, tal vez figurativamente de “niño alimentado intelectualmente”.
En latín la a antepuesta a alguna palabra no significa privación (esa es una propiedad de la preposición a griega). Aun cuando pudiésemos encontrar en algunos diccionarios de latín-español la partícula a, ab con el significado de “sin”, esta solo se traduciría de acuerdo con el contexto y no de acuerdo con una significación aislada. Es decir, se daría el significado de “sin” si en la expresión apareciese un complemento que indicase privación; ejemplo: v. gr: Ab amicis inops (sin amigos). (Ab amicis aparece en caso ablativo, según la declinación latina).
Vale destacar que la palabra alumno sí es de origen latino, ya que basta con solo revisar su significado en el Diccionario de la Real Academia Española (para acceder a su correcta etimología; v. gr.: palabra proveniente del verbo latino alo, aléré que significa “alimentar”; más propiamente hablando, se trata de un nombre proveniente del susodicho verbo alo que puede significar tanto “que alimenta, cría o educa” como “alimentado, criado o educado”.
Asimismo, según Joan Coraminas (1980) la palabra alumnus llegó al latín proveniente del indoeuropeo, en donde su raíz al- (crecer, alimentar) está emparentada con el verbo ya mencionado alere (alimentar) y con el adjetivo altus (alto, profundo).
Curiosamente, en el diccionario Online Eymology Dictionary podemos encontrar dicha raíz en otras lenguas indoeuropeas, tal es el caso del griego aldaino (criar), el irlandés antiguo alim (yo alimento), el lituano almas (nutritivo) o en el germano occidental ahhas (crecido, adulto), de donde deriva en alemán moderno alt o inglés oíd (viejo) (antiguamente eald).
En este mismo diccionario se dice que el componente de la palabra alumno -mnus proviene de la forma arcaica mediopasiva del latín emparentada con la terminación griega participial ójievoc (órnenos) y de origen indoeuropeo.
Así pues que no quede dudas, alumno es palabra bien dicha, pues este alimentar que le da origen, está referido al alimento intelectual que se obtiene, que se busca, que se comparte y se construye, tanto en los recintos universitarios, como en el resto de los niveles educativos en los que se promueven procesos de reflexión y aprendizaje.
Espero que esta aclaración sirva para todos.