Introducción:

La infección con el virus de la inmunodeficiencia humana es un problema de salud pública mundial. En el contexto de la vulnerabilidad, el sistema penitenciario favorece la transmisión de enfermedades infecciosas.

Objetivo:

Analizar la vulnerabilidad a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, sobre las personas privadas de libertad.

Métodos:

Estudio transversal, desarrollado a través de la encuesta epidemiológica con 950 reclusos en Teresina, Piauí.

Resultados:

El grupo de edad predominante fue de 30 años (65,37 %). La mayoría no asistió a la escuela (91,68 %), 79,16 % reportó el uso de bebidas alcohólicas, 61,37 % reportó el uso de cualquier droga ilícita. Se demostró que el 66,21 % de los internos tiene tatuaje y el 15,58 % piercing. En cuanto a las prácticas sexuales, 90,84 % tenía relaciones con el sexo opuesto, solo el 27,26 % utiliza regularmente condones. La mayoría de los internos (75,26 %) tiene algún conocimiento sobre el virus. Se observó asociación estadísticamente significativa al cruzar las variables años de estudio, los ingresos familiares (p <0,01), uso de alguna droga (p = 0,01), corte de perforación intercambio de equipo (p <0,01), uso de perforación (p = 0,01), pareja sexual (p <0,01) y el uso del condón (p <0,01).

Conclusiones:

Los resultados de este estudio reiteraron que las personas privadas de libertad constituyen un grupo vulnerable a la infección por el virus y ponen de relieve la necesidad de acciones públicas, incluidas las estrategias que responden a las demandas de salud del sistema penitenciario de ese Estado.

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