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Revista Cubana de Salud Pública
versão On-line ISSN 1561-3127
Rev Cubana Salud Pública v.33 n.1 Ciudad de La Habana jan.-mar. 2007
Declaración de la Academia de Ciencias de Cuba, 18 de noviembre de 2006
El Pleno de la Academia de Ciencias de Cuba sesiona en momentos en que sobre nuestro país se renuevan viejas amenazas con nuevos pretextos. La agresividad del Gobierno de EE.UU. contra Cuba llega al extremo de hacer público que cuentan con un Plan Secreto para acabar con la Revolución Cubana, el cual, después de todo lo que han hecho hasta hoy contra nuestro pueblo, no puede ser otra cosa que una agresión directa, o más actos de sabotaje, subversión y terrorismo, o llegar incluso al asesinato de nuestros más importantes líderes.
Cuba, no obstante, es hoy más fuerte por su unidad, por su alto compromiso de aportar a la construcción de un mundo mejor y por el hecho de contar con un pueblo entero decidido a no dejarse arrebatar su independencia, su soberanía, ni sus conquistas sociales y políticas.
Bien conocido es lo que el actual Gobierno estadounidense ha hecho en muchas partes del mundo esgrimiendo burdos pretextos y mentiras. Cuba, en cambio, cada vez es más reconocida internacionalmente por su actuación consecuente, solidaria y de principios. Expresión de lo anterior han sido las más recientes votaciones en Naciones Unidas donde se logró, de nuevo, una contundente victoria frente a la obcecada política del gobierno de los EE.UU.
Los científicos cubanos, formados en sólidos valores humanistas, han estado inmersos en la construcción de una patria cuya razón fundamental es alcanzar el bienestar de cada uno de sus hijos, propósito al que han dedicado sus mayores esfuerzos y conocimientos.
La comunidad científica cubana seguirá consagrada a las tareas de la investigación, a producir resultados que contribuyan a elevar nuestro desarrollo, a combatir males de todo tipo, a propiciar que el pueblo al que pertenece sea cada vez más culto y preparado en beneficio propio y de otros pueblos del mundo.
Pero si finalmente se nos impone la vesania de un ataque directo y lo que está en juego es la patria y su destino, sólo valen las letras de nuestro glorioso himno nacional. El himno de combate que llevó a los bayameses a quemar su ciudad antes que cayera en manos del enemigo. Somos profundos amantes de la paz, pero si se nos impusiera ese momento terrible, la orden de combate ya está dada y todos sabremos cumplir con el compromiso de cada cubano de que MORIR POR LA PATRIA ES VIVIR.