Introducción
Los accidentes cerebrovasculares constituyen la tercera causa de muerte en el mundo, la organización mundial de la salud (OMS),1) predice un incremento de estas enfermedades del 27 % como pronóstico para el año 2025.1,2) En los Estados Unidos de América se originan casi tres millones de enfermedad cerebrovascular por año, con una incidencia anual de 37 a 57 casos por 100 000 hab. En Europa se reportan 19 casos por cada 100 000 hab, tienen una tasa aproximada al 40 % de mortalidad.3,4
En la Región de las Américas, en el 2021, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó un informe sobre el Estado de la Seguridad para un envejecimiento sano, con un análisis situacional de 32 países de la región, donde se evidenció que más del 65 % de los accidentes cerebrovasculares tuvieron como causa el aumento de la tensión arterial y los mismo se mantenían entre las primeras causas de mortalidad en la región.5
Cuba en el año 2022, reportó en la tasa de mortalidad por enfermedades cerebrovasculares de 89,1 % x 100 000 habitantes. La provincia Camagüey se encuentra entre las cinco primeras del país que reportan una elevada tasa de mortalidad en este indicador de salud, con predominio del sexo masculino y del grupo etario de 65 años y más.6,7,8
Del 10-15 % de los accidentes cerebrovasculares (ACV), corresponden a la hemorragia intracerebral espontánea, también llamada intraparenquimatosa (HIP), que se produce por una ruptura de vasos sanguíneos intracerebrales con extravasación de sangre hacia el parénquima cerebral formando una masa circular u oval que irrumpe en el tejido, aumenta de volumen, comprime y desplaza el parénquima cerebral adyacente.9,10
Es característico de esta enfermedad que el hematoma aumente en las primeras 24 horas. Por causa de este crecimiento y por el desarrollo propio de esta enfermedad patológica, son pacientes con reporte de grave y criterios de ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos de Emergencia (UCIE) en el servicio de Urgencia.
La hemorragia intraparenquimatosa es una enfermedad cuya incidencia aumenta con la edad, aunque las estadísticas de los últimos diez años señalan que cada vez es mayor la cantidad de personas menores de 60 años que sufren de este tipo de ictus hemorrágico. Este aumento es atribuido entre otros factores al estilo de vida poco saludable, el alcoholismo y tabaquismo, así como el envejecimiento poblacional, factores que predisponen a un aumento de las cifras de tensión arterial, que está considerado a su vez como uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad.11,12,13
Concepción et al.,14) coinciden en que el tiempo que transcurre desde que comienzan los síntomas hasta que el paciente llega al hospital y recibe la primera medicación, incide de manera directa en su evolución clínica, describen que el 71,3 % son recibidos en la Atención Secundaria de Salud a partir de la quinta a sexta hora de iniciado el evento hemorrágico, durante ese periodo continúa creciendo el hematoma y las probabilidades de que los pacientes presenten secuelas son más altas.15
Los autores consideran, que el rol de la enfermera en el servicio de Urgencia va más allá de la toma de signos vitales y aplicar los conocimientos básicos de la carrera de Enfermería. A pesar de que se dispone de unidades asistenciales equipadas para la atención a estos pacientes, existen insuficiencias en el personal de enfermería en la evaluación neurológica de consciencia y aporte de cuidados, así como en la aplicación del Proceso de Atención de Enfermería (PAE).
Se hace necesario, que el personal de enfermería mejore las habilidades en el aporte del proceso del cuidado con los pacientes diagnosticados con hemorragia intraparenquimatosa, para afrontar de manera positiva esta enfermedad, con ello se optimice la seguridad del cuidado, a partir del razonamiento crítico y el juicio clínico desde las perspectivas de enfermería con un enfoque humanista.
Una intervención de Enfermería que sustente la planificación del proceso del cuidado, permite establecer una relación con entre enfermero-paciente-familia, en la Atención Secundaría de Salud, sobre la base de la identificación de las necesidades humanas y el aporte familiar en el reconocimiento de los antecedentes. Lo contribuiría a la toma de decisiones médicas para el tratamiento de los pacientes.
El objetivo del estudio es evaluar el nivel cognoscitivo del personal de enfermería sobre hemorragia intraparenquimatosa, diagnósticos enfermeros y cuidados en el servicio de Urgencias en la Atención Secundaria de Salud.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo,16,17 transversal, desde enero 2019 a diciembre 2022, en el servicio de Urgencia del Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech de la provincia Camagüey. Población objeto de estudio de 49 enfermeros, se combinaron métodos cualitativos y cuantitativos.18 Se utilizó como instrumentos de investigación un cuestionario de conocimientos aplicado en forma de test-retest.19
En el cuestionario aplicado se realizaron preguntas relacionadas con las siguientes temáticas: valoración inicial de Enfermería, evaluación neurológica de la consciencia cualitativa y cuantitativa, generalidades del HIP, cuidados según el nivel de consciencia, selección de diagnóstico enfermero; además se recogió datos generales de carácter sociodemográfico y laboral de los enfermeros que participaron en el estudio.
El cuestionario de conocimientos fue sometido al consenso del grupo nominal integrado por el colectivo docente de la especialidad de Neurología, Neurocirugía, médicos intensivistas y enfermeros docentes, con experiencia en la atención a este tipo de pacientes todos trabajadores de la institución hospitalaria.
Las técnicas y procedimientos utilizados para recolección de la información sobre los resultados del cuestionario se codificaron, para ser incluidos en una base de datos, creada por los autores en el programa estadístico SPSS 15.0 para Windows, la misma constituyó el registro primario de obtención de la información.
Las técnicas y procedimientos de análisis de la información: para describir las variables se utilizaron frecuencias absolutas y porcentajes. Se compararon los resultados cuantitativos alcanzados antes y después del curso. La significación de la diferencia entre estos momentos se determinó a través de la prueba de comparación de medias para muestras pareadas con un nivel de significación de 0,05.
Para los resultados medidos en escala cualitativa se empleó la prueba de McNemar que se utiliza para muestras pareadas.20) Se calculó el índice de calidad para la evaluación del diagnóstico y de los resultados después de aplicado el programa de capacitación. El mismo se determinó al seleccionar el número de cursistas con calificación de bien y de excelente y dividirlo contra el total de participantes. Se presentó la información en tablas y gráficos.
Resultados
De acuerdo a los resultados, es posible identificar que 73,4 % de los enfermeros del estudio respondieron de forma negativa al reconocimiento de las generalidades de la persona con HIP en el servicio de Urgencia, entre las de mayor significación con el 22,4 % respectivamente la definición, fisiopatología y causa (Tabla 1).
Tabla 1 Distribución numérica y porcentual de forma conjunta de las generalidades de la HIP en el diagnóstico del nivel cognoscitivo de los enfermeros
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Los resultados del diagnóstico sobre nivel cognoscitivo de los participantes en el estudio, referente a la aplicación de los diagnósticos enfermeros en los horarios laborales de la atención secundaria de salud, mostraron que solo fueron aplicados por el 8 % de los enfermeros (Gráfico 1).
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Gráfico 1 Distribución en el diagnóstico del nivel cognoscitivo por horario de la aplicación de los diagnósticos enfermeros.
Respecto a los cuidados de enfermería según el nivel de consciencia de las personas con HIP, en la urgencia indicaron que el 79,5 % de los enfermeros del estudio no realizan los cuidados de acuerdo al nivel de consciencia y el 20,4 % lo realiza con esa determinación (Gráfico 2).
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Gráfico 2 Distribución en el diagnóstico del nivel cognoscitivo de los enfermeros sobre la aplicación de los cuidados según el nivel de consciencia de la persona con HIP.
La evaluación del cuestionario de conocimientos mostró que 15 cursistas tuvieron calificación de mal lo cual representó el 30,6 %, seguido por la de regular en 28 participantes para el 57,1 %. Estos resultados evidenciaron insuficiencias en el nivel cognoscitivo sobre el HIP, diagnostico enfermero y cuidados del grupo de enfermeros(as) que formaron parte de esta investigación (Tabla 2).
En la segunda etapa al evaluar el nivel cognoscitivo de los enfermeros alcanzado después de aplicado el programa de capacitación. Los resultados en el diagnóstico, permitieron identificar que las mayores dificultades se encontraron en los conocimientos sobre la atención inicial de enfermería al HIP en la urgencia hospitalaria. A estas temáticas se les dedicó especial atención, de forma tal que al término de cada tema se incluyó la prevención de enfermería secundaria para este paciente que guarda relación con la selección de los diagnósticos enfermeros y los cuidados.
Al terminar el curso, se aplicó el mismo instrumento de conocimientos que mostró resultados satisfactorios en la mayoría de los cursistas. El promedio de calificación obtenido fue de 87,4 puntos y el índice de calidad aumentó a 0,88.
En la evaluación cualitativa final 37 participantes obtuvieron calificación de excelente, para el 75,5 %, seguido por 7 con calificación de bien, lo cual representó el 14,2 %. (Tabla 3).
Tabla 3 Evaluación cualitativa del cuestionario de conocimientos aplicada a los enfermeros al final de la capacitación
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Estos resultados muestran el impacto positivo que tuvo el programa de capacitación en el nivel de conocimientos sobre el HIP, diagnósticos y cuidados de enfermeros(as).
En la tercera etapa al realizar la evaluación comparativa de los resultados de la intervención educativa sobre el nivel cognoscitivo de los enfermeros relacionado con HIP, diagnósticos y cuidados.
La media de las evaluaciones obtenidas en el cuestionario inicial fue del 60,5 %. Después de impartidos los cursos la media de las evaluaciones mejoró al 87,4 %, lo cual se consideró un resultado significativo (Gráfico 3).
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Gráfico 3 Media de las calificaciones antes y después de aplicado el programa de capacitación. 1 (calificación inicial), 2 (calificación final) P=0,000.
Al comparar las evaluaciones finales, resultó significativo, desde el punto de vista estadístico, que 18 cursistas (58 %) evaluados de mal al inicio, lograron obtener calificación de excelente, 7 mejoraron a evaluación de bien y 4 a regular. De forma similar ocurrió con la mayor parte de los evaluados de regular en el diagnóstico, 10 que representaron el 32,2 % obtuvieron calificación de excelente y 4 de bien (30,7 %). Solo dos (66,6 %) cursistas mantuvieron evaluación de mal (Tabla 4).
Discusión
Estos resultados demuestran que la intervención de enfermería propuesta mejora de manera significativa el nivel cognoscitivo de los enfermeros en la investigación.
Con respecto a los resultados sobre el nivel de conocimiento de profesionales de enfermería en una institución de tercer nivel, se presentan elementos que confirman los estudios realizados por Salazaret al.,21) donde señalan que la falta de conocimiento y el tiempo de posible recuperación es vital para las acciones de enfermería encaminadas al proceso del cuidado en la prevención de complicaciones.
Estos resultados coinciden con el estudio de Sánchez et al.,22) sobre la importancia del conocimiento del accidente cerebrovascular por los profesionales de enfermería, como un pilar vital para la atención de enfermería en el hospital a estos pacientes.
Santana,23) en su estudio sobre el conocimiento del accidente cerebrovascular en adultos jóvenes en una ciudad del sur de Portugal, señala que se observó una brecha entre los comportamientos de preservación de la salud y el nivel de conocimientos sobre esta enfermedad, donde la población debe ser consciente y capacitarse para evitar consecuencias en la salud.
Chuchuca et al.,24) encontraron en su investigación sobre el conocimiento del personal de enfermería en el manejo de pacientes con accidente cerebro vascular, que la población predominante fue la del sexo femenino con un 76,7 %; de ellos el 58,1 % no recibió ningún tipo de capacitación sobre el manejo del ictus dentro del hospital, lo que se refleja en la asistencia de enfermería.
En estudio realizado por Calderón et al.,25 sobre el nivel de conocimientos de los accidentes cerebrovascular en hombres de 25 a 55 años, opina que la enfermera debe brindar, la educación preventiva sobre los riesgos que presentan estos grupos etarios a padecer enfermedades neurológicas, así como realizar el cuidado individual con apoyo familiar.
Los autores coinciden, que el ictus hemorrágico específicamente el HIP, constituyen causa de ingreso en la Atención Secundaria de Salud; donde juega un rol preponderante el actuar de la enfermera, razón para que el personal este actualizado mediante las diversas formas de superación profesional.
Pérez,26) reconoce en su estudio la importancia de la capacitación para el personal de enfermería, no solo en aspectos farmacológicos sino fisiopatológicos en los pacientes con enfermedad cerebrovascular isquémica, con este conocimiento la enfermera logra realizar una intervención adecuada y que responda a la necesidad del paciente.
Domingo,27) afirma que el papel de enfermería en la urgencia neurológica es determinante por la aplicación de las acciones en las primeras horas. Es uno de los elementos que fortalece la atención de pacientes con ictus.
Machahuay,28) coinciden en su estudio en el papel determinante que juegan los enfermeros en brindar los cuidados de enfermería a pacientes con infarto cerebral del Servicio de Neurocirugía, la importancia del actuar oportuno y decidido con fundamentos teóricos para llegar a un resultado final efectivo en relación con los cuidados que se brindan.
Paquiyauri,29) trata en su investigación acerca de la relación que existe entre el conocimiento y la actuación correcta del personal de enfermería en la unidad de cuidados intensivos, lo indispensable del conocimiento de este personal para realizar acciones conjuntas en la práctica del manejo de traumatismo cráneo encefálico.
Los autores de la investigación opinan que la superación continua del personal de enfermería favorece la calidad de la atención secundaria al paciente con hemorragia intraparenquimatosa, la misma puede tener un carácter personalizado, después de la evaluación del estado clínico e identificación del nivel de consciencia del paciente y la valoración característica para determinar las necesidades humanas, tras el dominio de estos parámetros por los enfermeros, los cuidados de enfermería responden a la seguridad del enfermo y facilitan un tratamiento efectivo.
Conclusiones
La evaluación del conocimiento inicial demostró que existen insuficiencias en el nivel de sobre la hemorragia intraparenquimatosa, diagnósticos enfermeros y cuidados en el grupo estudiado. Se aplicó un programa de capacitación que mejoró de manera significativa el nivel de cognoscitivo y las habilidades de los enfermeros sobre el HIP, diagnósticos enfermeros y cuidados.