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Conrado

versão On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.16 no.77 Cienfuegos nov.-dez. 2020  Epub 02-Dez-2020

 

Artículo Original

Consideraciones para una propuesta de promoción de la lectura en la formación inicial docente universitaria

Considerations for a proposal to promote reading in initial university teacher training

0000-0002-6134-4654Zaydelys Lucrecia Torres Calzadilla1  *  , 0000-0002-7962-729XNoharis Sochi Alzuri Barrueta1  , 0000-0003-2776-3756María Magdalena López Rodríguez del Rey1 

1 Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba

RESUMEN

El análisis de las diferentes posiciones acerca de la formación inicial docente, permite afirmar el valor que se le atribuye a la promoción de la lectura en estas carreras universitarias, si se toma en cuenta que mediante esta práctica es posible ampliar la influencia formativa en el modo de actuación personal y profesional del estudiante. Se destaca, también, que promover la lectura se convierte en una exigencia que sedimenta una tradición pedagógica basada en experiencias e iniciativas del currículo y otros espacios, dentro y fuera de la universidad. Sin embargo, una sistematización de las investigaciones, en torno al tema, confirma que la promoción de la lectura cuenta con una tradición pedagógica que connota el currículo y el papel de las bibliotecas escolares en el sistema general de educación, pero son difusas las vías para la concreción del proceso en la formación inicial docente de las carreras universitarias. Las ideas que aquí se defienden, configuran un marco de referencia que, por su enfoque holístico, parte de considerar la promoción de la lectura en la formación inicial docente de las carreras universitarias, como un tipo de actividad pedagógica y como contenido de la formación, cuyas potencialidades la convierte en una vía para estimular todos los ámbitos de la formación integral del estudiante, aunque para lograrlo se precisa cumplimentar las exigencias planteadas en este trabajo.

Palabras-clave: Consideraciones; propuesta; promoción; lectura; formación inicial docente universitaria

ABSTRACT

The analysis of the different views regarding teaching training, makes possible to assert the value attributed to reading promotion. When taken into consideration that this practice broadens the formative influence in both the student´s personal and professional behavior. Reading promotion is also a requirement that sustains a pedagogical tradition that is based on experiences and initiatives within the curriculum and other spaces inside and outside the university. However, despite systematic research on this matter that show reading promotion as part of a pedagogical tradition that involves the curriculum and the important role of school libraries in the general system of education, there are still flaws in the concretion of this process in teaching training programs at university level. The ideas presented in this paper constitute a referential framework that, due to its holistic approach, considers reading promotion in teaching training as a type of pedagogical activity and as content within formation. Reading promotion becomes a path to stimulate all aspects of the student integral formation when meeting the requirements stated on this paper.

Key words: Considerations; proposal; promotion; reading; teaching training

Introducción

Si bien, por más de tres décadas, las iniciativas vinculadas a la promoción de la lectura, en la formación inicial docente, siguen materializándose mediante la presentación y comercialización de libros y prácticas de lecturas en el marco de eventos, proyectos, programas y efemérides, orientadas a ofrecer las posibilidades para que el profesional docente se identifique como lector y promotor de la lectura; estas aún no han logrado trascender de manera coherente al diseño de estrategias y proyectos educativos, todavía menos, se puede avalar la impronta que han dejado estas acciones y actividades, en el modo de actuar de los docentes que se forman cada año.

Por un lado, son exiguos los estudios que refieren el tema desde la especificidad de la formación inicial docente y, los identificados, siguen acentuando el alcance del tema con las vías para estimular la afición por esta práctica o para resignificar la condición de la lectura como referente formativo personal y profesional del futuro docente (Borges, 1991; Garrido, 2005; Cuba. Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, 1998).

En general, se reafirma la necesidad de animar a otros hacia la práctica lectora, pero poco se ha declarado en función de develar la relación de la promoción de la lectura con la formación inicial docente de las carreras universitarias, dejando explícita la manera en que se deberá estructurar, organizar y concretar la promoción de la lectura en el proceso de formación inicial docente universitario.

La primera idea, se sustenta en las posiciones que defienden (García, 1996; Sastrías, 1998; Varela, 1999; Cuevas, 2005; Bavosi, 2006; Montaño, 2017), desde las cuales es posible asegurar que la promoción de la lectura en la formación inicial docente de las carreras universitarias, contribuye tanto a la formación personal como profesional del estudiante, permitiéndole implicarse en la ejecución de actividades de promoción y animación hacia la lectura en sus diferentes contextos de actuación.

Estudiar los trabajos de los autores referidos, permite a la autora de esta investigación explicar que la promoción de la lectura en la formación inicial docente de las carreras universitarias, contribuye al desarrollo personal y profesional del futuro docente, pues estas actividades, por un lado, deberán animar a los estudiantes a convertir la lectura en una práctica asidua, que le permita, de manera progresiva, identificarse como lectores activos, toda vez que logren establecer una relación estable, libre e interesada, con los libros, u otros soportes, aumentando su afición e intensidad hacia la práctica lectora y produciendo estados de gozo y satisfacción.

Al convertirse en lector, el docente en formación redimensiona el mensaje de los textos, se acerca a los autores y a sus obras, según los diferentes géneros literarios y ámbitos del conocimiento de referencia y desarrolla su vocabulario pasivo y activo, así como el resto de los componentes de la lengua, lo que le permitirá alcanzar niveles superiores del pensamiento lógico, la imaginación, la creatividad y la comunicación; a la vez que se potenciará el conocimiento histórico-social de este, desde una visión más crítica.

Pero, la contribución de las actividades de promoción de la lectura a la formación profesional de los futuros docentes descansa, también, en la posibilidad de que estas permitirán al estudiante convertirse en un promotor de la lectura y esta condición se debe alcanzar en la medida en que su participación le permita apropiarse de conocimientos, habilidades y actitudes, propias del currículo, toda vez que modele su desempeño como futuro docente y le posibilite la utilización racional y creativa de las técnicas y métodos para este fin (Gutiérrez, & Montes de Oca, 2005; Cassany, 2006).

Desarrollo

De acuerdo con esta posición, como resultado de su participación en las actividades de promoción de la lectura desarrolladas en la carrera durante su proceso de formación inicial, el estudiante universitario que se forma como docente, podrá integrar, en su desempeño, la tarea de guiar y estimular el acceso al libro y a las prácticas de lectura, generando un vínculo afectivo en la medida en que permita incorporar aspectos sociales e individuales, tanto objetivos como subjetivos. De ahí que, un lecto-promotor deberá, en esencia, como lector mantener una relación estable, libre e interesada con los libros y demás soportes de la escritura, guiada por motivaciones y estímulos, de tal intensidad, que convierta la lectura en una necesidad, para cuya satisfacción se encuentre, siempre, tiempo (Herrera, 2011) y como promotor se requiere de animosidad para construir nuevos lectores, estimulando en el otro la necesidad y el interés por la lectura activa, desde sus propias experiencias, los saberes cotidianos que sirven de bien para la lectura, el amor por los libros y su capacidad de persuasión al recomendarlos.

Sin embargo, en esta investigación se considera necesario ampliar el análisis al proceso de formación lo cual permite aceptar que uno de los desafíos que enfrenta la pedagogía universitaria, en la formación inicial docente, está relacionada con la fundamentación de la estructura, organización y concreción de la promoción de la lectura en el proceso formativo, sobre todo, porque las acciones que se acometen, en la práctica, aún son difusas.

En este propósito se considera que, en primer lugar, es preciso reconceptualizar la intencionalidad de las prácticas pedagógicas de promoción de la lectura, en el contexto de la formación inicial docente, integrando las posibilidades de ser utilizadas como un saber instrumental, vinculadas a la formación integral de la personalidad de los estudiantes, al aprendizaje del contenido curricular o como una sana opción para aprovechar el tiempo libre; convirtiéndolas en una oportunidad para valorizar esta actividad en función de formar a otros en la comunidad en la que viven, se forman y trabajan; jerarquizando las posibilidades de consolidar la vocación humanista y de servicio que este debe desarrollar para sedimentar la proyección socializadora de los saberes que aprende mediante estas prácticas.

Desde este referente, la promoción de lectura debe permitir al estudiante trascender el tiempo y el espacio, así como desarrollar los procesos psicosociales básicos para enfrentar la vida personal y profesional. Deberá, por tanto, estimular la esfera afectiva y metacognitiva hacia las prácticas de lectura, como fuente imprescindible para la adquisición de conocimientos y valores éticos, estéticos y morales; constituir expresión del crecimiento cultural que proporciona la experiencia lectora y que se manifiesta en el desarrollo de habilidades de interpretación, comprensión, reflexión y valoración del mundo material y social en que vive y resignificar su posición frente al libro y la lectura dentro y fuera de la institución educativa.

De esta manera, el estudiante irá convirtiéndose, en un lecto-promotor que, por un lado, se reconozca como lector activo de todo tipo de género y formato; identifique la contribución de las prácticas asiduas de lectura a su formación y, por otro, entienda y asuma la responsabilidad de convertirse en promotor de esta práctica, desde el entusiasmo, el contagio y el encargo social de suscitar en sus alumnos y coetáneos motivaciones por el libro y la lectura.

Desde esta postura, se acentúa la posibilidad de asumir la promoción de la lectura como contenido de la formación del estudiante, al aportarle conocimientos, habilidades y valores, expresados según se muestra en la tabla 1.

Tabla 1 La promoción de la lectura como contenido de la formación inicial docente. 

CONOCIMIENTOS HABILIDADES VALORES
Nociones de literatura universal, nacional y local. Lectoras, interpretativas y comunicacionales. Disposición para la lectura habitual, creadora y desarrolladora.
Etapas y funciones de la lectura. Para implementar técnicas de animación hacia la lectura. Poseer, comprar, leer y compartir libros.
Potencialidades desarrolladoras de la lectura. En la utilización de medios audiovisuales y tecnológicos. Fomentar el gusto estético y artístico que garantice la lectura literaria.
Diversidad de tipos y soportes de lectura. Para la intervención pedagógica desde espacios intra y extramuros. Disfrutar la parafernalia de las actividades de promoción del libro y la lectura.
Clasificación de los textos y sus abordajes, desde las vías y métodos para el análisis literario. En el diseño de recursos para estimular las prácticas asiduas de lectura. Disposición para crear, coordinar, estructurar, dinamizar, movilizar y concretar acciones y actividades de promoción de la lectura.
Pedagogía del texto en función del contexto. Para estimular, motivar, emocionar y contagiar el gusto y el amor por los libros y la lectura.
Tendencias y políticas de promoción de la lectura. Para formar lectores potenciales y promotores del libro y la lectura

Criterios para la selección de los textos.

Esta posición, exige asegurar la coherencia de las actividades para lo cual es preciso:

  1. Tomar en consideración la características de los estudiantes, sus necesidades y potencialidades para la formación inicial docente; sus gustos, intereses y preferencias, atendiendo a la edad y a las demandas del encargo social; el proceso formativo desde los componentes académico, laboral e investigativo; las posibilidades que ofrece el proyecto educativo y las estrategias curriculares de año; así como, las oportunidades que pueden crearse, desde el proceso pedagógico, en el contexto en que tiene lugar el proceso de formación, para el desarrollo personal y profesional, como comunidad educativa.

  2. Establecer criterios para la selección de los textos, que sean expresión de las demandas formativas del proceso y de la carrera, de manera que se refuerce la educación científica, estético-literaria, histórico-moral, cognitiva, instrumental, metacognitiva y afectivo-reguladora, desde una elección intencionada que tome en cuenta las características socioculturales del contexto formativo y laboral; el valor y la trascendencia cultural y las potencialidades para la interdisciplinaridad y transdisciplinariedad.

  3. Adoptar formas individuales y grupales para la promoción de la lectura, que armonicen las técnicas tradicionales de animación hacia la lectura, con aquellas sustentadas en los avances tecnológicos.

De esta manera, se pretende asegurar que el estudiante asista a una experiencia emocional significativa y orientadora de sentidos, desde la cual pueda modificar su manera de percibir, usar, concebir y actuar hacia las prácticas de promoción de la lectura.

Al asumir esta idea, se entiende la necesidad de reconocer, en segundo lugar, que la promoción de la lectura en la formación inicial docente de las carreras universitarias debe asumirse, además, como un tipo de actividad pedagógica propia del profesor universitario, toda vez que, aun cuando se reconoce el trabajo que desarrolla el docente en las actividades académicas, investigativas y laborales, que orienta, dirige y controla, estas solo crean las bases para disponer al estudiante hacia la lectura; pero no regula su participación como lecto-promotor, habitual y potencial, dentro de la comunidad educativa universitaria, ni en las instituciones educativas con las que se vincula durante el ciclo de formación inicial.

Al respecto, debe tenerse en cuenta que la delimitación conceptual y metodológica de la actividad pedagógica, como término aplicado a la pedagogía, ha sido abordada por García (1996); Blanco (2002; Calzadilla (2003); Güemez & Reinoso (2005); y Cortón (2008), citados por Núñez & López (2016), como “un sistema estructuralmente diferenciable, que tiene como función una determinada clase de comportamiento, lo cual permitirá diferenciar componentes funcionales que garanticen la existencia de ella misma, como sistema, y el logro de sus objetivos”. Al considerar, además, sus características y funciones es posible advertir las posibilidades de concebir la promoción de la lectura como un tipo de actividad pedagógica.

Se asume, entonces, que la promoción de la lectura, como un tipo de actividad pedagógica, permite informar, persuadir, exhortar, influir e incentivar a los destinatarios, modificando la percepción y valoración hacia el libro y las prácticas personales y profesionales de lectura como universitarios y futuros docentes; por tanto, la promoción de la lectura, como tipo de actividad pedagógica, asume características y funciones que se concretan cuando:

  • Convierte al estudiante en lector activo y al profesor en mediador entre el estudiante el libro y la lectura.

  • Posibilita aplicar estas prácticas a las esferas profesional y personológica.

  • Relaciona procesos, sujetos y niveles organizativos.

  • Tiene salida desde los proyectos y las estrategias educativas de año académico.

  • Estimula al estudiante hacía prácticas asiduas de promoción de la lectura.

  • Intenciona, el diagnóstico, la intervención pedagógica, las acciones y las actividades de promoción de la lectura.

  • Se orienta al desarrollo cultural, personal y profesional del docente en formación inicial.

  • Estructura, organiza y concreta el proceso de promoción de la lectura en la formación inicial docente de las carreras universitarias.

Esta consideración, explica que la promoción de la lectura, como tipo de actividad, deberá transversalizar todas las intervenciones formativas, desde la intencionalidad e identidad propias del diseño y ejecución de los proyectos educativos y las estrategias curriculares de la carrera, el colectivo de año, la disciplina y las asignaturas, otorgándole al profesor universitario la condición de mediador entre los estudiantes en formación inicial docente y las actividades de promoción de la lectura, dentro y fuera de la universidad.

Luego, esta consideración supone:

  1. Valorizar la experiencia de los grupos de profesores y estudiantes que se autorreconozcan con posibilidades para ser lecto-promotores, a partir de lo cual podrán influir, con su animosidad, a motivar la afición en quienes no la tengan; además, de esta forma se consolidarán sus habilidades para liderar procesos de información, estimulación y socialización necesarios en todo proyecto que incluya la promoción de la lectura como recurso y oportunidad formativa integral.

  2. Contar con el apoyo institucional, humano y material, para crear espacios, recursos, actividades y metodologías que sirvan de base a las actividades de promoción de la lectura y se proyecten con habitualidad desde espacios intra y extramuros.

  3. Identificar relaciones de interdependencia e inclusión entre ambos procesos, sustentados en el carácter decisorio y autónomo de la carrera en el cumplimento de las políticas y programas de promoción de la lectura, que se desarrollen, para propiciar el acercamiento al autor y su obra e incentivar la comercialización y socialización de los productos culturales destinados a la lectura y su promoción.

  4. Insertar acciones y actividades orientadas a la animación hacia la lectura, desde la dinámica de intervención del profesor universitario, ya sea al compartir sus propias experiencias como lector, o como orientador para colectivizar los aprendizajes que genera la práctica lectora, valorizando las posibilidades de cada uno como lecto-promotor.

Por tanto, las actividades de promoción de la lectura, en el contexto de la formación inicial docente de las carreras universitarias, asumen como característica fundamental: el carácter intencional que denota el lugar que se le concede al currículo, como espacio formal de promoción de la lectura, pero las decisiones deberán cuidar la interrelación con otras actividades a realizar en la universidad, en las entidades laborales u otros espacios extra muros, lo cual deberá legalizarse en el proyecto educativo integral de las carreras y las estrategias curriculares del año académico.

Desde este marco, al insertar las actividades de promoción de la lectura en el proceso de formación inicial docente universitario, en la carrera, se deberá:

  • Considerar que el objetivo, de estas actividades, es estimular la formación y desarrollo de la afición por la lectura en los estudiantes, ampliando su disposición hacia las prácticas de promoción de la lectura, logrando una mejor comprensión de la importancia de estas prácticas para su formación personal y profesional, resignificando su influencia en la comunidad educativa en la que interactúan.

  • Atender las regulaciones organizativas que establecen las posibilidades de participación de los sujetos implicados en el proceso formativo, los tiempos, los recursos y los espacios identificados para este fin en el sistema de trabajo de la carrera y el colectivo de año. Es en este contexto, donde el profesor universitario concreta la promoción de lectura como un tipo de actividad pedagógica.

  • Considerar que las actividades para guiar a los estudiantes hacia el desarrollo de la afición por la lectura, deberán propiciar que estos puedan identificar los propósitos de la promoción de la lectura en su formación personal y profesional; configurar el tipo de relación que sustente sus objetivos; implicarse en la selección de los textos y el tipo de lectura; reconocer los aprendizajes a los que se accede y valorizar esta actividad para ayudar a conformar la personalidad del estudiante.

  • Asumir fundamentos metodológicos que indiquen las formas que adoptarán las actividades, según los objetivos y tipos de intervención, para secuenciar el acceso a las prácticas habituales de lectura. Por tanto, estas revelarán su naturaleza psicopedagógica, en la medida en que se caractericen por orientar a los estudiantes y guiarlos hacia prácticas de lectura con fines formativos personales y profesionales; estimulando el desarrollo cognitivo, afectivo, instrumental y metacognitivo expresados en los cambios cualitativos, de su percepción y valoración acerca del libro y la lectura y en su desarrollo integral; todo lo cual se materializará en su participación y compromiso con la realización de actividades de promoción de la lectura.

Conclusiones

Para estructurar, organizar y concretar la promoción de la lectura en el proceso de formación inicial docente de las carreras universitarias, se deberá modificar el proceso formativo al identificar las condiciones, que justifiquen la intencionalidad formativa de la promoción de la lectura como contenido del currículo y como tipo de actividad pedagógica del profesor universitario, pero, sobre todo, permita guiar, desde el punto de vista metodológico, la intervención de los profesores y otros especialistas, como mediadores de la relación que se establece entre el estudiante, el libro y la lectura, sobre la base de la concreción sistemática y consciente de acciones y actividades que satisfagan las necesidades formativas y estimulen las potencialidades de los estudiantes como lecto-promotores.

La naturaleza pedagógica del proceso también exige: redimensionar espacio, tiempos, recursos y sujetos implicados en la promoción de la lectura, en los contextos intra y extramuros de la universidad, utilizar recursos para estimular, animar y disponer a los estudiantes hacia la promoción de la lectura, diseñar acciones y actividades orientadas a transversalizar y sistematizar las prácticas de promoción de la lectura, con un carácter intencional, valorar, de manera crítica, el proceso y el resultado alcanzado por los estudiantes como lecto-promotores, expresados en las modificaciones actitudinales en cuanto a la identificación y preferencia por la lectura y su promoción; la asiduidad con que realizan estas prácticas; el activismo en la selección, utilización y valoración de su relación personal y profesional con el libro y la lectura y, sobre todo, la manera en que el estudiante incorpora estas prácticas a su actividad académica, laboral e investigativa.

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Recibido: 04 de Septiembre de 2020; Aprobado: 25 de Octubre de 2020

*Autor para correspondencia. E-mail: ztcalzadilla@ucf.edu.cu

Los autores declaran la no existencia de conflictos de intereses.

Los autores participaron de forma igualitaria en la concepción y elaboración del artículo.

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