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Infodir

versão On-line ISSN 1996-3521

Infodir  no.36 La Habana set.-dez. 2021  Epub 04-Abr-2022

 

Editorial

Exigencia, integración, participación y control

Demand, integration, participation and control

0000-0003-2999-3803Pastor Castell Florit-Serrate1  * 

1Académico de la Academia de Ciencias de Cuba, Presidente Consejo de Sociedades Científicas de la Salud y Director Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba.

Una gran batalla desarrolla desde hace más de un año el pueblo cubano contra la pandemia del COVID-19; se une con la que mantiene durante 60 años contra el bloqueo y la guerra económica impuesta desde entonces, por los gobiernos sucesivos de los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) e incrementada precisamente en este último período.

La historia coloca al país ante dos enemigos, los más poderosos y crueles de esta época, causantes de los más graves daños a diversas naciones, capaces de destruir sociedades completas.

Ya es reconocida la derrota estratégica del bloqueo norteamericano, al no conseguir doblegar la capacidad de resistencia de los cubanos y su unidad en la construcción de la sociedad socialista, que será examinada nuevamente en Naciones Unidas; donde una vez más la comunidad internacional apoyará el justo reclamo de Cuba.

El otro enemigo, la COVID-19, se hace más peligroso en los últimos tiempos, aunque en Cuba no alcanza la proporción de destrucción de los sistemas sanitarios y de las estructuras sociales, es real que se incrementan el contagio y la aparición de formas clínicas más graves.

En el 2020 se logró alcanzar prácticamente el control de la pandemia por COVID-19, al menos, así parecía. Pero en enero de 2021, se registraron 23,176 casos; en febrero fueron 22,998 enfermos; ya en marzo ascendió a 25,686 enfermos, llegando al 30 de abril con un total de 31,346 infestados en ese mes, con 5,437 pacientes activos hospitalizados.

A todo ello, se añade que, desde marzo hasta diciembre de 2020 fallecieron por esta enfermedad un total de 146 personas, mientras que de enero a abril de este año ocurrieron 508 decesos. Un crecimiento verdaderamente vertiginoso.

La identificación en el país de cepas reconocidas por su alta contagiosidad y virulencia, apuntan hacia este como uno de los factores causales.

Otra característica de esta pandemia es que no se propaga de igual manera, existiendo en la región occidental provincias como La Habana y Matanzas donde la incidencia de casos y fallecidos es la mayor, extendiéndose por todos sus municipios.

A todo lo anterior, se añade otro factor: la aglomeración de personas con las conductas que se acostumbran en las urbanizaciones.

Así, tenemos identificados dos factores esenciales, el agente patógeno que se hace más dañino y contagioso, lo que se une a la elevada concentración de personas, conformando el terreno ideal para la transmisión.

Para enfrentar esta compleja dinámica, se dispone del programa de control epidemiológico desarrollado y perfeccionado desde el inicio de la pandemia y que obtuvo resultados positivos cuando se logró su cumplimiento por todos los actores, incluyendo la población.

Las vacunas desarrolladas por instituciones científicas cubanas, comenzarán a jugar su papel en los próximos meses, en un proceso de ensayo e intervención, que permitirá medir su real eficacia frente a las nuevas cepas y las mutaciones que surgen en los últimos tiempos. Esta realidad hace más importante aún el cumplimiento del programa de medidas de protección epidemiológicas, el diagnóstico y tratamientos temprano, con el aislamiento eficaz de contactos y sospechosos.

Particular relevancia tienen los territorios donde es más elevada la incidencia de esta pandemia, tanto por la imprescindible necesidad de disminuir el contagio como por evitar que continúe extendiéndose a las regiones vecinas.

La etapa actual obliga a que cada directivo compruebe a diario los resultados de la tarea que le corresponde, identifique y busque la solución al problema que surja y mantenga junto a sus colaboradores, un elevado compromiso por el cumplimiento de la misión y la necesaria integración de los sectores u organismos de la sociedad y la economía. Es imprescindible la participación de todas las organizaciones de masas y sociales como corresponde, tener en cuenta que, esta tarea no es exclusiva del sector salud.

En este contexto se han identificado, deficiencias en el cumplimiento de medidas correspondientes a la Salud Pública, algunas vinculadas al pesquisaje, demoras en el ingreso o la realización de los PCR; así como, indisciplinas sociales en el cumplimiento de las medidas de aislamiento y control.

La acción de primer orden es la exigencia, sustentada en el control preciso y meticuloso, basado en el dialogo constructivo y el apoyo para su cumplimiento. Lo que parte de reconocer el sostenido esfuerzo que los médicos y enfermeras cubanos, junto al resto de los trabajadores del sector y otros que unidos a la comunidad desarrollan frente a esta pandemia.

La unidad en el desarrollo de las tareas en cada barrio y centro asistencial, promoviendo la acción consciente de la población en la protección personal y familiar, constituye otro de los elementos claves.

Exigencia, integración, participación y control.

Esta son las “herramientas” que recomendamos para la acción de cada directivo hasta alcanzar el control definitivo de esta pandemia.

Recibido: 01 de Mayo de 2021; Aprobado: 04 de Junio de 2021

*Autor para la correspondencia: serrate@infomed.sld.cu

El autor declara que no existe conflicto de intereses.

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