SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.22 número2Costos por medicamentos en la hidratación del paciente con diarreas, 1975 y 1989El análisis de situación de salud: su historicidad en los servicios índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Revista Cubana de Salud Pública

versão On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.22 n.2 Ciudad de La Habana jul.-dez. 1996

 

SECCION DE HISTORIA

Serie: precursores y forjadores de la salud pública cubana, Dr. Roberto Pereda Chavez (1928-1977)

Dr. Gregorio Delgado García1

La participación de Cuba en los organismos internacionales de salud tiene su origen cuando aún nuestro país no figuraba en el concierto de las naciones independientes y ocurrió históricamente al celebrarse en el continente americano el primer evento internacional sobre salud pública, en el que figuraban países de dicho hemisferio, o sea, la V Conferencia Sanitaria Internacional que se llevó a cabo en Washington durante los meses de enero a marzo de 1881.

En la delegación de España ante la citada conferencia formó parte, como delegado especial por las provincias de Cuba y Puerto Rico, el doctor Carlos J. Finlay Barrés, quien tuvo ante tan alto foro científico la oportunidad de dar a conocer por primera vez en el mundo, en la sesión del 18 de febrero de 1881, el enunciado teórico, aún sin la demostración experimental, de su teoría metaxénica sobre el contagio de enfermedades aplicada a la fiebre amarilla.1

Arribada Cuba a su independencia formal el 20 de mayo de 1902, cinco y medio meses más tarde pudo figurar con plenos derechos como miembro fundador de la hoy Oficina Sanitaria Panamericana al estar representada en la I Convención Sanitaria Internacional celebrada en Washington del 2 al 5 de diciembre del propio año.

La delegación cubana a tan destacado acontecimiento sanitario panamericano estuvo integrada por las 2 figuras más importantes de la medicina y la salud pública de nuestro país: los doctores Carlos J. Finlay Barrés, entonces Jefe Nacional de Sanidad y Juan Guiteras Gener, en aquellos momentos director del Hospital de Enfermedades Infecciosas "Las Animas" de La Habana.2

Desde entonces hasta el presente, Cuba ha figurado de manera notable en las actividades de la Organización Sanitaria Panamericana, y en la séptima de sus conferencias celebrada en La Habana del 5 al 15 de noviembre de 1924, se redactó, discutió y aprobó el Código Sanitario Panamericano, el que con algunas posteriores rectificaciones y enmiendas se mantiene vigente en nuestros días.

Al inaugurarse el 16 de enero de 1920 la Liga o Sociedad de las Naciones se abrió la posibilidad de que se creara una organización internacional de salud única, como así se hizo, al inaugurarse la Sección de Higiene de la Liga de las Naciones, en la que Cuba figuró como miembro fundador.

Al finalizar la Segunda guerra Mundial y sustituirse la Liga de las Naciones, que de hecho ya no existía desde 1939, por la Organización de Naciones Unidas, se creó a su vez una nueva institución sanitaria internacional para dicha entidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que entró en vigor el 7 de abril de 1948 y en la cual Cuba también figuró entre sus miembros fundadores.3

A partir de 1959, cuando comenzó nuestro actual período histórico de Revolución Socialista, la presencia de Cuba en los organismos internacionales de salud se vio envuelta en asfixiantes presiones políticas por parte de los Estados Unidos de Norteamérica, lo que hizo que los delegados cubanos ante ellas se vieran convertidos no sólo en brillantes y experimentados salubristas, sino también en tenaces defensores de los derechos soberanos de nuestro país en el campo de la salud pública internacional.

Entre los delegados cubanos que figuraron en estas tareas de manera más sobresaliente, por su competencia y espíritu batallador, se encuentra el doctor Roberto Pereda Chávez, ejemplo de juventud revolucionaria, que supo entregar lo mejor de su talento y trabajo creador en aras de los ideales de su vida.

Nació el doctor Pereda Chávez en el poblado de Carlos Rojas, provincia de Matanzas, el 19 de septiembre de 1928, hijo de matrimonio obrero, el padre originario de la hoy región autónoma española de Cantabria y la madre cubana. (Certificado de nacimiento del Dr. Roberto Pereda Chávez. En expediente de estudios No. 63067. Universidad de La Habana, Archivo Histórico). A los 2 años de edad se trasladó la familia para la histórica villa de Guanabacoa, donde residió hasta el final de su vida.

Graduado de bachiller en ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza No. 1 de La Habana, se le expidió el título el 29 de julio de 1947 y ese mismo año ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana donde estudió los 7 cursos de que entonces constaba la carrera, con matrícula gratis, para graduarse de doctor en medicina con su tesis "Trau-matismo cráneo-encefálico", presentada y aprobada ante un tribunal integrado por 3 de los más eminentes cirujanos cubanos de todos los tiempos, los doctores Roberto Guerra Valdés, Enrique J. Hechevarría Vaillant y José A. Presno Albarrán, en la sala Fortún, del Hospital Universitario "General Calixto García". Su título se le expidió el 23 de mayo de 1955.5 (Universidad de La Habana. Archivo Histórico. Expediente de estudios No. 63067).

Desde sus días de estudiante universitario, cuando cursaba el quinto año de la carrera (1951-1952) comenzó a trabajar como alumno externo del Servicio de Ortopedia, sala Gálvez, del Hospital Universitario "General Calixto García", en el que continuaría después de graduado, junto al eminente traumatólogo y ortopédico, profesor Julio Martínez Páez, con el que adquirió no sólo grandes conocimientos en la especialidad, sino también su afinidad por la cultura humanística que no lo abandonaría nunca y que lo llevó a presidir el histórico Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa en 1955.

También desde estudiante comenzaron sus inquietudes políticas y en 1951 ingresó en el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) que fundara el maestro de revolucionarios cubanos Eduardo R. Chibás Rivas. En 1952 presidió el Comité de Estudiantes Ortodoxos en Guanabacoa y poco después de producirse el golpe de estado del 10 de marzo de ese año, que dió inicio a la sangrienta dictadura del General Batista, formó parte de la organización revolucionaria Resistencia Cívica en la Universidad y en el Hospital Universitario "General Calixto García, así como también integró el movimiento juvenil de oposición en el Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa.

Por sus actividades revolucionarias estuvo preso en el Castillo del Príncipe durante algunos días en 1955 y un año después, detenido nuevamente, fue interrogado personalmente por el tristemente célebre Capitán Esteban Ventura Nobo. En los años siguientes se unió al Movimiento 26 de Julio, en el que actuó en estrecho contacto con su maestro el profesor Julio Martínez Páez, hasta la partida de éste último a la Sierra Maestra.

Con el triunfo revolucionario es que comienza su brillante carrera de sanitarista y de representante de Cuba ante los organismos internacionales. En enero de 1959 fue nombrado delegado del Ministro de Salud Pública en la Casa de Maternidad y Beneficencia de La Habana; en febrero en el Instituto Nacional de Higiene; de marzo a mayo Jefe Nacional del Servicio de Cuarentenas y a continuación Director Nacional de Servicios Médicos de la Cruz Roja Cubana hasta 1960, en que pasó a ocupar el cargo de Jefe de Despacho del Ministerio de Salud Pública, manteniéndose como tal hasta 1962. Desde este último año y hasta 1965 fue director Provincial de Salud Pública de La Habana, en cuyo cargo en 1963, fue elegido Obrero Ejemplar y después militante del Partido Unido de la Revolución Socialista, luego Partido Comunista de Cuba.

En 1965 fue nombrado director del Hospital Nacional Doctor "Enrique Cabrera", en momentos de crisis en dicha institución, hasta 1966 en que ocupó la Dirección de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud Pública, empleo que desempeñó hasta su fallecimiento en 1977.4

Para tan importante cargo estaba especialmente preparado política, científica y culturalmente el doctor Pereda Chávez, quien además había tenido algunas experiencias en el campo internacional que a la vez que lo adiestraron le dieron la discreción, el tacto y la sutileza tan necesarios en estos desempeños, En 1962 formó parte de la delegación que visitó la URSS, Bulgaria, Hugría, República Democrática Alemana y Checoslovaquia con el objetivo no sólo de estudiar la organización y desarrollo de la salud pública en el campo socialista europeo, sino también de fomentar el intercambio favorable con dichos países. Ese mismo año asistió como delegado por Cuba a la Reunión Internacional de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja en Praga y un año después al Congreso Internacional de Salud Pública celebrado en México, al que concurrió como presidente de la Delegación Cubana. En 1962 también representó a Cuba como Delegado en la XVI Conferencia Sanitaria Panamericana (Minneapolis) y en 1965 en la XVI Reunión de Ministros de Salud Pública de Países Socialistas (Berlín) y la XVIII Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (Ginebra).

Con la experiencia ganada en tales actividades internacionales y su clara inteligencia desarrolló entre 1966 y 1977 una labor tan meritoria que algún día será necesario estudiarla detenidamente. Así participó en 6 reuniones de Ministros de Salud Pública de países socialistas entre ellas, la X (Varsovia, 1969) en la que presentó el tema "La asistencia hospitalaria en Cuba" y la XIV (La Habana, 1973) en la que fue elegido Presidente de su Secretariado.

En las Asambleas de la OMS dejó escuchar su voz como delegado en las XIX (1966) y XX (1967) y como presidente de nuestra delegación en las XXI (1968); XXII (1969), en la que presentó el tema "Informe sobre la salud pública en Cuba". y XXVI (1973), en que fue elegido para el importante cargo de vicepresidente de la Comisión A, una de las 2 grandes comisiones en que se divide el pleno de la Asamblea Mundial para el tratamiento de las cuestiones fundamentales técnicas y económicas y presentó su "Informe sobre la situación de la salud pública en Cuba".

Estuvo presente en 3 Conferencias Sanitarias Panamericanas, las XVII (1966), XVIII (1970) y XIX (1974), todas en Washington. En las reuniones del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) participó en las XVII (Trinidad-Tobago, 1967), XVIII (Buenos Aires, 1968), XX (Washington, 1971), XXI (Santiago de Chile, 1972) y XXII (Washington, 1973). En la XXIII celebrada en Washington en 1975 fue elegido Presidente de dicho Consejo Directivo y nuevamente representó a Cuba en la XIV (México D.F., 1976).4

De 1973 a 1976 asistió a 5 reuniones del Comité Ejecutivo de la OPS, en una de las cuales, la 73a. celebrada en Washington en octubre de 1974, alcanzó la culminación de su carrera como sanitarista al ser elegido unánimemente presidente de dicho comité.

Sin lugar a dudas, los cargos desempeñados por el doctor Pereda Chávez de vicepresidente de la Comisión A de la Asamblea de la OMS y presidente del Consejo Directivo y del Consejo Ejecutivo de la OPS, son de los más altos ocupados por un cubano en la esfera sanitaria internacional, y sus informes, ponencias e intervenciones recogidos en las actas de dichas instituciones, constituyen parte muy importante de la palabra de Cuba en los foros sanitarios mundiales.

Su muerte ocurrida en La Habana por accidente automovilístico en la noche del 15 de febrero de 1977, cuando concurría a una reunión de trabajo con altos funcionarios en el Ministerio de Salud Pública, privó a Cuba de una de las figuras de valores sanitarios más reconocidos internacionalmente y de carácter más modesto de su actual período histórico Revolucionario Socialista.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Finlay Barrés CJ. Extractos de las deliberaciones de la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington. Obras Completas. La Habana: Academia de Ciencias de Cuba, 1965;1:199-228.
  2. Delgado García G. Presencia cubana en los orígenes de las organizaciones internacionales de salud pública. Cuad Hist Salud Pub 1995;76.
  3. OMS. Evolución de la Salud Pública Internacional. En: Los diez primeros años de la Organización Mundial de la Salud. Palacio de las Naciones, Ginebra, 1958:14.
  4. Teijeiro Fernández A. En memoria del Dr. Roberto Pereda Chávez. Rev Cubana Adm Salud 1977;3:319-24.

Recibido: 6 de julio de 1996. Aprobado: 5 de septiembre de 1996.

Dr. Gregorio Delgado García. Ministerio de Salud Pública. Calle 23 y N, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Historiador Médico del MINSAP. Jefe del Departamento de Historia de la Salud Pública de la Facultad de Salud Pública.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons