Introducción
La elección de titulación universitaria corresponde a un asunto de vital importancia para los estamentos educativos y los alumnos, siendo uno de los determinantes que establecen esta decisión son las expectativas de resultado (Martínez, et al., 2015).
Esta investigación indaga las expectativas surgidas durante un curso de vida concreta del desarrollo: la adolescencia. Esta etapa es clave por ser el recorrido entre la niñez y la vida adulta. Los cambios biológicos (corporales, hormonales), psicológicos (la construcción de la identidad) y sociales (la relación con la familia y entorno) representan un periodo particular en la que los adolescentes deben dilucidar si continúan estudios postsecundarios, laboran, se ocupan a ambas actividades o a ninguna.
La adolescencia representa, entonces, un curso de vida fundamental durante la que se determinan metas personales y aspiraciones futuras que conducirán el tránsito hacia la vida adulta. Así, esta etapa es la que se deciden proyectos educativos y laborales y, por tanto, el estudio de las expectativas resulta trascendental.
El constructo de expectativas de futuro hace mención a la medida en que el sujeto espera que suceda un evento, implicando en la planificación y establecimiento de propósitos, guiando así el comportamiento y el desarrollo (Bandura, 2006; Nurmi, 1991; Seginer, 2009). La adolescencia corresponde a un curso de vida esencialmente importante en la construcción de un plan vital, trascendental y diferenciado, siendo ésta una de las tareas del desarrollo a efectuar. Es a partir de los 12 años, cuando una persona inicia a alcanzar un claro sentido del futuro, aumenta su preocupación por la toma de decisiones acerca de su futuro, y comienza a tomarlas.
Las expectativas futuras corresponden a un cimiento para la constitución de metas, exploración, planeación y toma de decisiones. Son fundamentales para prosperar a través de la adolescencia y se forjan como un camino positiv hacia la edad adulta (Seginer, 2000). En definitiva, durante este curso de vida se asigna una gran importancia al futuro, en relación al logro de las aspiraciones y proyectos. Como se ha señalado, la perspectiva de tiempo puede tener influencias en las acciones y decisiones de las personas y, como tales, puede ser un requerimiento previo para iniciar a edificar la identidad de uno, sobre todo durante la adolescencia.
En nuestro país, de acuerdo al informe del Ministerio de Educación (MINEDU), el 70% de adolescentes no saben que estudiar al concluir sus estudios de educación secundaria, a causa de ello, dejan su carrera en los inicios de años al estimar que es distinto a lo que percibían. Complemento a ello, el especialista en tutoría del MINEDU, Cohayla manifiesta que es fundamental que los padres y profesores guíen a los mismos en la elección de la profesión que se ajuste a las herramientas individuales que muestran cada uno, consiguiendo satisfacer sus intereses. Información similar se hallaron en un estudio ejecutado por la firma de orientación vocacional Yqsigo en el cual reportan que un aproximado de 40% de adolescentes no saben que estudiar al acabar sus estudios escolares y Barrera, coordinadora de dicha firma, replica que, al no mostrar una idea clara de cuál es la profesión que desean proseguir, origina que en los primeros ciclos universitarios se percaten que no es lo que pensaban, decidiendo por dejar su formación pre- profesional.
En este camino de construcción de planes laborales y educativos al culminar la secundaria es de esencial importancia la consideración de numerosos aspectos que intervienen en la toma de decisiones, tales como los determinantes que incurren en dicho proceso, la información, los recursos individuales y sociales y las dificultades posibles, así como la identificación de los intereses y su vinculación con el mundo laboral y las múltiples posibilidades de formación. Así, las expectativas de futuro no solo son fruto de un proceso cognitivo personal, sino que se encuentran influenciadas por la familia, la sociedad y la institución educativa (Quattrocchi, et al., 2018).
Por otro lado, la actitud hacia la vida hace alusión a la motivación para comenzar una acción y para continuar las vías hacia las metas deseadas. Las personas con alta actitud hacia la vida inician esfuerzos que les permiten lograr sus objetivos (Snyder, et al., 2002).
Se puede definir la actitud hacia la vida como un sentimiento, dimensión, virtud o constitución de la naturaleza humana asociada con la confianza en que suceda o en alcanzar cierta cosa que se desea. Así mismo, puede ser comprendida como un estado vinculado con una perspectiva positiva respecto al futuro; como una efectiva iniciativa de afrontamiento (Herth, 1989); como la expectativa de lograr un objetivo necesario para la vida (Stotland, 1969); o, para finalizar, como un poder interior que prospera al ser a través de la trascendencia de la condición actual (Herth, 1993).
Además, la actitud hacia la vida se vincula con el bienestar emocional y la satisfacción con la vida (Halama, 2010). Las personas con bajos grados de esperanza suelen exponerse más predispuestas a sentir síntomas y señales de pérdida de salud (Rand & Cheavens, 2009), del mismo modo, poseer una creencia a la cual aferrarse accede vivir un mayor tiempo en comparación con aquellos sujetos que carecen de esta o la pierden inesperadamente (Seligman, 2002).
Por último, la importancia de la actitud hacia la vida no se limita sólo a la enfermedad, sino que además juega un rol principal en la población no clínica. Existe evidencia de correlaciones positivas entre la actitud hacia la vida y los estilos adaptativos de afrontamiento en adolescentes; así como entre la esperanza, la adaptación psicológica, el bienestar (Chen & Chen, 2008), los logros académicos (Day, et al., 2010) y los altos niveles de autoeficacia.
En este contexto, el objetivo del estudio es explicar la influencia de la actitud hacia la vida en la expectativa de futuro en estudiantes de educación secundaria del Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL y la Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera, Huánuco - Perú, 2019.
Materiales y métodos
El tipo de estudio empleado es no experimental, de corte transversal con enfoque cuantitativo y de tipo correlacional. Para la variable actitud hacia la vida se utilizó la escala de esperanza de Herth (1992), compuesta por dos dimensiones: optimismo/soporte y agencia. Sus niveles y rangos respondieron a los siguientes baremos: Alto, Medio y Bajo. Asimismo, para la fiabilidad se utilizó el índice de consistencia interna mediante el coeficiente Alpha de Cronbach, donde se encontró un valor de 0,899.
Por su parte, la expectativa de futuro comprendió cuatro dimensiones: expectativas económico/laborales, expectativas académicas, expectativas de bienestar personal y expectativas familiares. Sus niveles y rangos respondieron a los siguientes baremos: Alto, Medio y Bajo. La misma se midió a través de la Escala de Expectativas de Futuro. En la confiabilidad se utilizó el método por consistencia interna encontrando un Alfa de Cronbach total de 0,944.
Como paso previo, se corroboró la colaboración y aceptación de las dos Instituciones Educativas para participar en la investigación a través de sus directivos. La recolección de datos se efectuó previa coordinación y autorización de ambos directores de las instituciones educativas y los docentes de aula. La totalidad de los participantes firmaron un consentimiento informado que garantizó la voluntariedad de participación y confidencialidad de la información. Luego, se les entregó las escalas impresas a los estudiantes que formaban parte de la muestra en estudio, quienes lo respondieron en sus salones de clases.
La población estuvo conformada por 450 estudiantes de educación secundaria de la Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera y 207 estudiantes de educación secundaria del Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL. La muestra lo conformaron 160 estudiantes matriculados en el quinto año de estudios y con asistencia regular a las clases; 90 estudiantes de la Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera y 70 estudiantes del Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL. La selección fue por muestreo no probabilístico, tipo intencionado.
En el análisis de la data se usó el paquete estadístico SPSS versión 23. En el análisis descriptivo de las variables se utilizaron las frecuencias y porcentajes. Se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar la normalidad de las variables. En el análisis bivariado se empleó la prueba de Correlación de Rho de Spearman. Se consideró una significancia estadística ≤ 0.05.
Resultados y discusión
El 84,4% de los estudiantes del quinto año de educación secundaria que conformaron la muestra tuvieron 16 años, el 51,3% fueron de sexo femenino, y el 56,3% y 43,8% procedieron de la Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera y Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL, respectivamente (Tabla 1).
Características generales | Frecuencia (n=160) | % |
---|---|---|
Edad en años | ||
15 | 8 | 5,0 |
16 | 135 | 84,4 |
17 | 15 | 9,4 |
18 | 2 | 1,3 |
Sexo | ||
Masculino | 82 | 51,3 |
Femenino | 78 | 48,8 |
Institución Educativa | ||
Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL | 70 | 43,8 |
Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera | 90 | 56,3 |
La actitud hacia la vida de los estudiantes de secundaria presentó un predominio de nivel alto para el optimismo/soporte (53,1%) y la agencia (77,5%). Asimismo, en general, el 76,3% de los estudiantes manifestaron alta actitud hacia la vida (Fig. 1).
Según institución educativa, para ambas instituciones educativas el nivel alto fue mayor para las dimensiones optimismo/soporte y agencia. Del mismo modo, en general predominó el nivel alto en ambas instituciones educativas (Tabla 2).
Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL (n=70) | Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera (n=90) | |
---|---|---|
% | % | |
Optimismo/Soporte | ||
Alto | 54,3 | 52,2 |
Medio | 40,0 | 47,8 |
Bajo | 5,7 | 0,0 |
Agencia | ||
Alto | 75,7 | 78,9 |
Medio | 18,6 | 21,1 |
Bajo | 5,7 | 0,0 |
Actitud hacia la vida | ||
Alto | 75,7 | 76,7 |
Medio | 18,6 | 23,3 |
Bajo | 5,7 | 0,0 |
En relación a las expectativas de futuro, la dimensión económica/laboral, fue alta en 86,3%, la académica un 93,1% fue alta, en bienestar personal, un 74,4% obtuvo nivel alto y en familiares, 54,4% fue alta. En general, el 87,5% estuvieron dentro del nivel de expectativas alta, mientas que el 10,0% percibieron dentro del nivel medio (Fig. 2).
De acuerdo a la institución educativa, en ambas instituciones educativas el nivel alto fue mayor para las dimensiones económico/laborales, académicas, bienestar personal y familiares, no obstante, el 52,9% presentaron nivel medio de expectativas familiares del Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL. Asimismo, en global presentaron en mayor porcentaje el nivel alto en ambas instituciones educativas (Tabla 3).
Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL (n=70) | Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera (n=90) | |
---|---|---|
% | % | |
Expectativas económico/laborales | ||
Alto | 80,0 | 91,1 |
Medio | 14,3 | 5,6 |
Bajo | 5,7 | 3,3 |
Expectativas académicas | ||
Alto | 94,3 | 92,2 |
Medio | 2,9 | 6,7 |
Bajo | 2,9 | 1,1 |
Expectativas de bienestar personal | ||
Alto | 68,6 | 78,9 |
Medio | 25,7 | 17,8 |
Bajo | 5,7 | 3,3 |
Expectativas familiares | ||
Alto | 41,4 | 64,4 |
Medio | 52,9 | 26,7 |
Bajo | 5,7 | 8,9 |
Expectativa de futuro | ||
Alto | 84,3 | 90,0 |
Medio | 10,0 | 10,0 |
Bajo | 5,7 | 0,0 |
Y, respecto al análisis inferencial, respecto a la relación entre la actitud hacia la vida y las expectativas de futuro, se encontró un coeficiente Rho de Spearman de 0,69 y una p≤0,000, siendo significativa estadísticamente. Asimismo, hubo relación significativa entre las expectativas de futuro y las dimensiones de actitudes hacia la vida optimismo/soporte (p≤0,000) y agencia (p≤0,000) (Tabla 4). Asimismo, nuestros resultados evidencian que los puntos tuvieron una correlación positiva, donde podemos asumir que a mayor actitud hacia la vida, mayor expectativas de futuro (Fig. 3). Y, según instituciones educativas, hubo correlación significativa en ambas instituciones educativas (Tabla 5).
Expectativa de futuro | ||
---|---|---|
Rho de Spearman | Significancia | |
Actitud hacia la vida | 0,69 | 0,000 |
Optimismo/Soporte | 0,55 | 0,000 |
Agencia | 0,68 | 0,000 |
Las expectativas de futuro se generan por medio de las experiencias, los refuerzos y la imitación de modelos que la persona recibe y adiestra durante su proceso de desarrollo. Todas estas influencias van a establecer por parte de la persona una serie de motivaciones, intereses, estilos de conducta que van a condicionar de manera notable su decisión vocacional.
Entre los autores que han asociado la actitud hacia la vida y las expectativas de futuro destacan a Valverde (2018), refieren que existe correlación significativa entre la actitud hacia la vida y los intereses vocacionales en los estudiantes de tercero, cuarto y quinto año de secundaria de la Institución Educativa República del Perú-Tumbes.
Asimismo, Schilling, et al. (2019), plantearon que los intereses vocacionales, en lugar de ser algo a priori de la historia, es en contraste algo que viene estableciéndose en la historia. Por tanto, la trayectoria histórica de la persona, y sus tramas sociales imprimen la experiencia que influye en los intereses y proyecciones futuras. Lo anterior implica posicionarse desde el reconocimiento que los intereses vocacionales se edifican a partir de experiencias sustanciales en la vida de los adolescentes, extienden sus expectativas y sitúan el proceso de toma de decisiones.
Igualmente, Steinmann, et al. (2013), concluyeron que la consideración primordial para la elección de la carrera universitaria, tiene que ver con lo concerniente a la disciplina y con cuestiones intrínsecas y extrínsecas de los alumnos, quienes perciben que los motiva más el contenido y no la estrategia con que se los instruyen.
Los alumnos para cumplir con sus expectativas deben poseer motivación, al respecto Arias & Flores (2005), indican que es un estímulo, un interés o fuerza intrínseca en vinculación con algún objetivo que la persona quiere lograr. Son múltiples elementos que a través de una combinación inducen a las personas a comenzar acciones enfocadas a cumplir sus objetivos. La motivación que pueden poseer los alumnos influye en el aprendizaje, es una de las causas más primordiales en el fracaso de éstos. Las personas que poseen éxito académico se consideran capaces, muestran alta motivación de logro y evidencian confianza en sí mismos, además, un autocontrol educativo y habilidades sociales.
La motivación representa un condicionante clave del aprendizaje y el rendimiento académico y su análisis nos permite profundizar en el conocimiento de la edificación de las representaciones y expectativas de los adolescentes escolarizados, teniendo en cuenta que la interrelación entre motivaciones intrínsecas y extrínsecas, así como la desmotivación, se hallan asociadas con numerosos factores que implican en la vivencia escolar. Estas motivaciones se asocian, al menos en parte, con las características del perfil socioeconómico y cultural de pertenencia y con la experiencia académica. Las condiciones sociopsicológicas de las instituciones educativas tienen implicancias en los logros académicos y psicológicos de los alumnos los que incidirán, a su vez, en la planeación de proyectos valorados para el futuro y en la conceptualización de una identidad positiva.
La teoría cognitiva de la actitud hacia la vida de Snyder supone del mismo modo una fuerte asociación entre las cogniciones vinculadas a la búsqueda de logro de la meta y las emociones. Cuando una condición se percibe como medianamente grave más no imposible, prima un fuerte sentido de esperanza y se viven emociones positivas. Cuando la meta es absolutamente factible, la esperanza es innecesaria y subsiste la experiencia de emociones positivas en la persona. No obstante, cuando la meta es sentida como imposible de conseguir, lo que aparece es un estado de desesperanza. Así, las emociones positivas o negativas se considerarían el resultado del pensamiento esperanzado o desesperanzado en vinculación a los objetivos personales.
Rand & Chevens (2009), consideran a la actitud hacia la vida como una capacidad percibida para generar las vías o medios necesarios para lograr los objetivos deseados y para motivarse a emplear estas vías. Así, existen dos aspectos cognitivos básicos de la actitud hacia la vida fuertemente interrelacionados, conocidos como vías y agencias. La vía corresponde al pensamiento enfocado al establecimiento de medios, que rigen la acción y la capacidad de planificación de las estrategias necesarias para lograr una meta. Así, altos niveles de actitud hacia la vida, enuncian la capacidad de conseguir el camino adecuado para solucionar una dificultad y alcanzar una meta. Esto, originará la aparición de una mayor serie de vías alternas para solucionar un problema en caso de ser necesario. Por otra parte, la agencia, hace alusión a la motivación para comenzar una acción y para seguir las vías hacia las metas deseadas. Individuos con alto sentido de actitud hacia la vida, se perciben iniciando esfuerzos que les acceden lograr sus objetivos (Snyder, et al., 2002).
Finalmente, en los resultados acerca de la actitud hacia la vida, los alumnos se encuentran en un nivel alto, esto quiere decir que la capacidad individual que poseen en un futuro, de cierta forma es muy adecuada, poseen una vista mejor hacia el futuro, lo quieren ejecutar es muy favorable porque está consintiendo un crecimiento personal en este grupo de alumnos ya que el mundo y sus expectativas les parece muy bueno, y se preocupan por vivir el día a día y poseen metas fijas.
Conclusiones
Se encontró influencia significativa y positiva de la actitud hacia la vida en las expectativas de futuro de estudiantes de educación secundaria del Colegio Nacional de Aplicación UNHEVAL y la Institución Educativa Particular San Vicente de la Barquera. También, se encontró influencia significativa entre las expectativas de futuro y las dimensiones de la actitud hacia la vida de optimismo/soporte y agencia.