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Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud
versión On-line ISSN 2307-2113
Rev. cuba. inf. cienc. salud vol.25 no.3 La Habana jul.-set. 2014
SEMBLANZA
Pompeya Mercedes García Alonso, una genuina exponente de las bibliotecas médicas cubanas
Pompeya Mercedes García Alonso, a genuine exponent of Cuban medical libraries
Con el paso del tiempo los recuerdos se borran; algunos colegas desaparecen físicamente; otros se alejan. Es por esa realidad inevitable de la vida que consideramos que poco se ha hecho en recordación a Pompeya Mercedes García Alonso y a su trayectoria como elemento de vital importancia en la fundación de la Biblioteca Médica Nacional cubana. Por eso, todos los que tuvimos la oportunidad de conocerla nos sentimos en deuda con ella en lo referido a dar a conocer su labor de entrega y dedicación a ese centro.
Pompeya Mercedes García Alonso nació en el central "Andorra", hoy "Abraham Lincoln", en la provincia de Pinar del Río (actualmente perteneciente a la provincia de Artemisa), Cuba, el 10 de abril de 1927, y falleció en La Habana, Cuba, el 15 de mayo de 2005. Hija de Pablo Homero y María de Jesús, creció junto a sus padres y cuatro hermanos. No tuvo hijos, pero siempre demostró que sus sobrinos representaron algo muy especial para ella.
Se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana en el año 1951. Era Doctora en Filosofía, Profesora, bibliotecaria destacada y revolucionaria con una activa participación en organizaciones políticas. Sus estudios de nivel primario los realizó en la escuela pública del central de su pueblo natal. Después, en el poblado de Artemisa (antigua provincia de La Habana), cursó la secundaria básica en la Escuela Superior, y en el Instituto de Segunda Enseñanza el Bachillerato en Letras. Se trasladó en el año 1961 a vivir a la capital del país.
Pompeya fue la primera directora que tuvo la Biblioteca Médica Nacional cubana, denominada en principio como la Hemeroteca Médica Nacional y como una sección del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Dejó su ejemplo de persona amante de la profesión bibliotecaria vinculada a su otra labor que ejerció durante muchos años, la de profesora. Con su apariencia calmada y apacible, sembró en cada nueva generación que la conoció un mensaje de estímulo al cuidado del lenguaje, del porte y del aspecto; concibió la ética de los bibliotecarios, enarboló con su ejemplo buenas conductas al hablar y al tratar a los usuarios, y mantuvo un comportamiento leal a su institución en el cumplimiento de sus funciones y obligaciones (Figs. 1 y 2). En tal sentido, estimuló premisas fundamentales para todo el personal que labore en una biblioteca: el hábito de hablar bajo, caminar en puntillas para no hacer ruidos que importunen los servicios destinados al público y no afectar el ambiente apacible de la sala de lectura y de estudio.
En su actividad diaria siempre fue paradigma de responsabilidad, exigencia, consagración, buen trato y elegancia discreta. Cuidadosa de su imagen, supo inculcar a sus subordinados los conceptos de que «el usuario merece nuestro respeto y prioridad», y convirtió a la biblioteca en un lugar que, por su atención y cuidado, ofrecía bienestar en su sede y fue muy visitado por todos los profesionales del sector de la salud que necesitaban desarrollar sus conocimientos. Tuvo una preocupación constante por la enseñanza de la Bibliotecología Médica dentro del sector de la salud.
Obtuvo en 1961 del Ministerio de Educación el certificado que la acreditó para el ejercicio del profesorado en las escuelas secundarias básicas. Realizó también estudios de técnico medio como Tenedor de Libros y de Bibliotecología Médica.
Algunos momentos de singular relevancia en su formación posgraduada los vivió en Medellín, Colombia, en el año 1967, donde durante cinco meses amplió sus conocimientos profesionales en la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, en la cual presentó su trabajo final titulado Funciones administrativas (Fig. 3).
Como maestra inició su vida laboral en el año 1957 en la Academia Vigar, en el pueblo de Artemisa. Posteriormente, lo continuó en el Centro Escolar de Tarará, en el Colegio "Héroes de Yaguajay", de Artemisa, y en el Hospital Nacional como profesora de la Escuela Obrera Campesina, ubicada en ese lugar.
En el mes de noviembre del año 1968 fue profesora de Gramática y español del primer y único curso de Técnico de Información finalizado en mayo de 1970, que se ofreció en la capital del país, y más tarde de las siguientes ediciones del Técnico medio de Bibliotecología Médica, bajo la dirección del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Su labor como bibliotecaria la inició en el Hospital Nacional "Enrique Cabrera" desde 1964 hasta el 1967, cuando comenzó en el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas hasta el año 1985 en que se jubiló (Figs. 4, 5 y 6).
Pompeya fue el alma de toda la organización de los fondos bibliográficos: primero en el traslado de estos desde la sede inicial de la Hemeroteca Médica Nacional, que hoy ocupa la Dirección Nacional de Registros Médicos y Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud Pública, hacía el actual local de la calle 23 y N, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución; y después, cuando a los ya existentes, se les sumaron los pertenecientes a la Escuela de Medicina, trabajo arduo que requirió de mucha disciplina y organización para su culminación.
Como profesional tuvo siempre un firme concepto social y de apoyo a los principios revolucionarios, lo que evidenció como fundadora de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres cubanas (FMC), donde desempeño cargos como organizadora y vigilancia en su CDR y a nivel de zona. Se destacó en la recogida de materias primas, trabajos voluntarios, reuniones, círculos de estudio y guardia cederista. En julio de 1981 recibió el certificado "Combatiendo el enemigo", de manos del entonces coordinador nacional Armando Acosta Cordero, otorgado por la Escuela de Vigilancia de la zona 14 "Jesús Suárez Gayol", del municipio de Boyeros.
En la FMC ocupó la secretaría de educación por muchos años. Participó en concentraciones en la Plaza de la Revolución, marchas y desfiles convocados por la Patria para manifestar su apoyo a la Revolución y el repudio a quienes pretendían destruirla. Fue miembro de la Defensa Civil.
Desde la constitución de los órganos del Poder Popular trabajó como secretaria de los colegios electorales y asistió con sistematicidad a sus rendiciones de cuentas. Recibió las medallas conmemorativas de la Alfabetización y Aniversario 40 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En su colectivo laboral obtuvo múltiples bonos, certificados y reconocimientos tales como los otorgados por etapas de fechas históricas, por trabajos agrícolas e industriales, en Jornadas de Girón, como Obrero distinguido por asistencia y puntualidad en diferentes años, como buen cotizante de la sección sindical, así como reconocimientos concedidos por la secretaria de educación de Docencia Médica Media del MINSAP por impartir clases voluntarias.
En julio de 2013, como parte del rescate de la historia del centro y como tributo a la memoria de personas que han contribuido a lo largo de su desarrollo, quedó inaugurada la exposición permanente «Homenaje», de la artista de la plástica Carmen Mir Adorna, donde se muestra un retrato al óleo de Pompeya (Fig. 7).
Como escribiera su hermana Luisa, en Pompeya se materializa el siguiente pensamiento martiano: "La patria no es de nadie; y si es de alguien, será, y esto solo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia".1
Conocer la vida y obra de Pompeya Mercedes García Alonso es imprescindible para los profesionales y técnicos que trabajan en el Sistema Nacional de Información de Salud, por ser una personalidad de las bibliotecología médica cubana que constituye un referente por sus valores morales, sociales y específicos de su profesión.
Mostró su comportamiento ético de respeto hacia los usuarios y servicios que dirigió, y fue consecuente con su superación continua y responsabilidad social. No solo guió a la Biblioteca Médica Nacional cubana por un sendero de reconocimientos de sus beneficiarios, sino al sistema bibliotecario del sector de la Salud.
Agradecimientos
Damos gracias a Ana Luisa García Alonso, hermana de Pompeya, quien aportó la mayor parte de la información sobre su vida, para la realización de este trabajo.
Lic. BÁRBARA CARIDAD LAZO RODRÍGUEZ
Biblioteca Médica Nacional. Centro Nacional de
Información de Ciencias Médicas. La Habana, Cuba.
Correo electrónico: blazo@infomed.sld.cu
Téc. NORMA JOSEFINA LÓPEZ REGALADO
Biblioteca de la Asociación del Consejo Científico
Veterinario de Cuba. La Habana, Cuba.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
1. Martí J. Obras Completas, t-I. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales; 1975. p. 179.
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