Introducción
El cáncer de esófago es una de las neoplasias más agresivas del tracto digestivo, presenta alta morbilidad y mortalidad, ocupa el octavo lugar dentro de los cánceres a nivel mundial.1
Se reportó más de 462 000 casos nuevos en el mundo lo que corresponde al 4,2 % del total de neoplasias.1
Su incidencia varía considerablemente incluso entre las regiones del mismo país, la incidencia más alta se encuentra en China y Sudáfrica (130 por 100 000 habitantes), siendo el tipo histológico más frecuente el carcinoma de células escamosas, mientras que las cifras más bajas (5 por 100 000 habitantes) se registran en Europa y Estados Unidos, en estos países el adenocarcinoma del tercio inferior del esófago se ha incrementado significativamente en las últimas tres décadas, ha llegado a ocupar hasta el 40 % de todas las neoplasias de esófago. El 85 % de las muertes ocurren en los países subdesarrollados.2,3
La supervivencia sin tratamiento a 5 años es del 16 %. En Sudamérica la tasa de incidencia general es baja, se estima en 7,1 por 100 000 habitantes para hombres y en 2 por 100 000 habitantes para mujeres. Colombia, Chile, Argentina y Uruguay son considerados los países de mayor riesgo.1,4
En Cuba, según el anuario nacional de estadísticas de salud, el cáncer de esófago aparece entre las causas de muerte por tumores malignos en la población general, ocupa el décimo lugar, según la localización más frecuente del tumor, con una tendencia ascendente en los últimos años si comparamos las 760 defunciones ocurridas en el año 2017 con respecto a las 830 del pasado año.5
En relación con los indicadores de mortalidad por esta enfermedad la tendencia también ha sido al incremento durante el año 2000 se produjeron 393 muertes por cáncer de esófago con una tasa por 100 000 habitantes de 3,5, para el 2011 aumenta a 658 fallecidos con tasa de 5,9 y en el 2012 alcanza las 739 muertes con una tasa de 6,6, en 12 años se duplica el número de pacientes fallecidos fundamentalmente del sexo masculino. Los registros estadísticos del país reflejan que esta es la 4ta causa de muerte por tumores malignos en hombres, superado solamente por los tumores de tráquea, bronquios y pulmón; intestino excepto recto y laringe reportándose 408 casos, la mayoría de los cuales estaba entre 60 y 79 años de edad (293 fallecidos) y 211 casos entre 40 y 59.
En el caso de las mujeres ocurrieron en ese año 131 casos de muertes, predominando las mayores de 60 años, con 72 casos entre 60 y 79 y 41 muertes en mayores de 80 años.5
Gutiérrez y otros analizaron información retrospectiva de 25 pacientes con cáncer de esófago, la relación hombre/mujer fue de 26/1; la edad promedio 69 años y el tiempo promedio de la enfermedad de 3 a 7 meses. La disfagia es el síntoma más frecuente y se presenta en el 96 % de los casos y la caquexia el síntoma más común en el 72 % de los casos.6
Existe una gran variabilidad geográfica en cuanto a su incidencia y prevalencia. En el mundo occidental es más frecuente en varones, aparece en la sexta década de la vida y se asocia a un status socioeconómico bajo.7
En cuanto a su etiología, los factores más claramente relacionados son el alcohol y el tabaco, habiéndose relacionado también con la ingestión de ciertos carcinógenos como nitritos, opiáceos fumados y determinadas micotoxinas. En situaciones de daño físico a la mucosa como la ingestión de alimentos muy calientes, tras secuelas de ingestión por cáusticos (multiplica el riesgo por 40, condicionante precanceroso más potente), estenosis por radiación, acalasia crónica y, aunque no está probado, existe la sospecha de que el reflujo gastroesofágico sin esófago de Barrett también puede aumentar el riesgo. Existe una susceptibilidad individual en el síndrome de Plummer-Vinson, en la tilosis (hiperqueratosis de palmas de las manos y plantas de los pies) y en las enfermedades tiroideas; parece que en determinadas deficiencias nutritivas (molibdeno, zinc, vitamina A) y en el esprue celíaco puede haber un leve aumento del riesgo de cáncer epidermoide de esófago.8
Múltiples estudios publicados sobre las resecciones esofágicas a nivel mundial han sido de gran utilidad para establecer nuevas estrategias terapéuticas y técnicas quirúrgicas, han logrado disminuir la morbilidad y la mortalidad, así como complicaciones en los pacientes con afecciones de esófago. Motivados, decidimos realizar el estudio del tema con el objetivo de determinar las características clínico epidemiológicas de los pacientes con cáncer de esófago y su oportunidad del tratamiento.
Métodos
Se realizó una investigación básica de tipo descriptiva y retrospectiva sobre el cáncer de esófago en el período comprendido entre enero del 2016 a enero del 2017. Se contó con la aprobación de la dirección del centro.
El universo y la muestra estuvieron conformado por los 38 pacientes atendidos por neoplasia maligna de esófago que fueron hospitalizados durante el período de estudio en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR).
Los criterios de inclusión fueron los pacientes hospitalizados en el INOR durante el período descrito que contaron con resultados registrados en anatomía patológica con relación al cáncer de esófago.
El resultado se recopiló y procesó con el uso de una base de datos y microprocesador de información, Microsoft Word 2007, procediéndose a analizar e interpretar las variables cualitativas. Se utilizaron números, porcientos y la técnica estadística chi cuadrado (X2), con un 95 % de confiabilidad en los casos que sea pertinente, acorde a la asociación de variables que se establecieron.
Los datos que se manejaron en esta investigación no tuvieron ninguna referencia personal con pacientes en particular. Se le explicó a cada paciente o al familiar autorizado, las técnicas a realizar, así como sus posibles complicaciones. Se le llenó una ficha con el consentimiento informado a todos los pacientes. Los que en el transcurso de la investigación desearon retirarse se les llenó el formulario de revocación, el responsable principal de este proyecto de investigación se encontró capacitado, técnica-científica y moralmente para realizar la labor pertinente, los cuales se rigen según los preceptos de la Declaración de Helsinki.9
Resultados
La tabla 1 relaciona edad y sexo. Como se puede apreciar 17 pacientes se encontraban en edades comprendidas entre 60 y 69 años de edad, que representó el 44,8 % de la muestra estudiada, de los cuales 12 casos pertenecieron al sexo masculino y 5 al sexo femenino, siendo la edad más frecuente para ambos sexos. Durante el período se hospitalizaron por esta enfermedad 10 mujeres y 28 hombres, constituyó el 26,3 y 73,7 %, respectivamente.
Según se aprecia en la tabla 2, 20 pacientes resultaron ser bebedores abusivos de cerveza y ron (52,6 %) de los cuales 17 eran hombres. El tabaco estuvo relacionado con el 78,9 % de los pacientes con cáncer de esófago ingresados y el 60,5 % (23 casos) refirieron fumar más de 1 caja de cigarros al día; las dos mujeres fumadoras fumaban esta misma cantidad.
La tabla 3 señala que 35 pacientes refirieron la disfagia como síntoma, representándose el 92,1 % de la muestra estudiada, seguido de los vómitos que estuvieron presentes en 31 casos (81,6 %). El dolor no fue frecuente.
Como se refleja en la tabla 4, los 8 pacientes en estadio IV solamente recibieron tratamiento paliativo, las oportunidades del tratamiento quirúrgico estuvieron centradas en los pacientes con estadio I y II. Se realizó solo resección del tumor en 13 casos que representan el 34,2 % de la muestra. Aun cuando resulta más frecuente, la mayoría de los casos requirió tratamiento con radio y/o quimioterapia neoadyuvante o adyuvante.
Tal como se representa en la tabla 5, de los 30 pacientes que recibieron tratamiento quirúrgico, 18 tuvieron una evolución no satisfactoria (el 60,0 % de los casos) relacionado con la presencia de alguna complicación de la cirugía. Fallecieron 3 pacientes en el postoperatorio y el resto estuvo relacionado con las recidivas locales o la aparición de metástasis a distancia, entre otras.
Discusión
En plena correspondencia con la literatura revisada se ofrece relación hasta de 16/1 de frecuencia del cáncer de esófago para el sexo masculino. La mayor parte de las estadísticas revisadas presentan la enfermedad con mayor incidencia en hombres que en mujeres en elevadas proporciones, así lo refleja en anuario nacional de estadísticas de salud en Cuba, esto podría guardar relación con algunos hábitos tóxicos que constituyen factores de riesgo de la enfermedad y son más frecuentes en el sexo masculino. También se reporta el mayor número de casos en adultos mayores, entre 60 y 69 años y más de 60.5,10
Existe un consenso entre los autores de la literatura revisada de una asociación demostrada sobre la relación de esta enfermedad con la ingestión abusiva de bebidas alcohólicas y la exposición al humo del tabaco propio o ajeno. En ambos casos estos factores de riesgo se encuentran presentes con gran frecuencia en esta enfermedad.6,11,12
En este caso en correspondencia con los resultados emitidos por otros autores la disfagia es el síntoma más común. Gutiérrez y otros encontraron la disfagia presente en el 96 % de los casos estudiados, la literatura reporta este como el síntoma más frecuente encontrado en los pacientes con cáncer de esófago.6)
En la investigación no predominó el dolor como síntoma, esto está relacionado sin lugar a dudas con el estadio en que se diagnostica la enfermedad, siendo la dificultad para tragar la primera manifestación que preocupa al paciente. Como la mayoría beben y fuman se atribuyen estas molestias con una elevada frecuencia a estos hábitos y no se relaciona con la enfermedad en sus etapas iniciales, esta casuística coincide con otros resultados.13
En otros estudios se refleja que la mayoría de los pacientes requieren de tratamiento de radioterapia antes de la operación y los resultados de sobrevida alcanzan solamente los 3 a 4 meses y se demuestra que el diagnóstico en estadios precoces de la enfermedad garantiza una mayor recuperación sobre la base del empleo de la cirugía como tratamiento definitivo.13,14
La evolución final de los casos, la supervivencia y la oportunidad que ofrece la resección total del tumor está muy relacionada con el estado clínico del paciente, su estadio y el tipo histológico de tumor como refleja la literatura.15,16,17,18
Se demostró que los hombres son los más afectados y es más frecuente el diagnóstico en las edades entre 60 y 69 años. Se observó el vínculo con el hábito de fumar y el consumo de alcohol, más de las dos terceras partes fumaba y casi en su totalidad más de una caja de cigarrillos al día. La esofagitis de reflujo es el antecedente más común y la disfagia el síntoma más frecuente seguido de los vómitos. La mayor parte de los casos se diagnostican en estadios II y III de la enfermedad. La cirugía se emplea en la mayoría de los casos, aunque la mayor parte no evoluciona satisfactoriamente.