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Revista Cubana de Estomatología

versión impresa ISSN 0034-7507versión On-line ISSN 1561-297X

Rev Cubana Estomatol v.41 n.3 Ciudad de La Habana sep.-dic. 2004

 

Hospital Clinicoquirúrgico Docente "Saturnino Lora", Santiago de Cuba

Epidemiología del trauma maxilofacial por accidente ciclístico

Dr. Angel Pérez Rodríguez,1 Dr. Maximiliano Freddy Gámez Rodríguez,1 Dr. José Manuel Díaz Fernández2 y Dr. Jacinto Robert Ramos3

Resumen

Se realizó un estudio descriptivo y transversal sobre aspectos epidemiológicos del trauma maxilofacial por accidentes ciclísticos en 194 pacientes con diagnóstico clínico, radiográfico o ambos, de lesiones en esta región, que fueron recibidos y atendidos en el Servicio de Urgencia de Cirugía Maxilofacial del Hospital Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, durante el período comprendido desde el 1 de octubre de 1998 hasta el 31 de diciembre de 1999. Entre los resultados más sobresalientes figuraron el predominio de los adultos jóvenes de 20 a 39 años de edad, sobre todo de los varones, la caída como modalidad de accidente, la colisión como la causante del mayor número de lesionados graves y defunciones. La imprudencia e ingestión de alcohol en conductores laboralmente activos resultaron ser las causas y víctimas que prevalecieron en este tipo de accidente, particularmente en el horario de 4 p.m. a 12 a.m. y en la calle, esta última la vía donde más accidentes y lesionados se produjeron. Las contusiones y laceraciones dentro de los tejidos blandos y las fracturas zigomáticas, nasales y palatoalveolares dentro del tejido duro, resultaron los patrones de lesiones predominantes.

Palabras clave: ACCIDENTES DE TRANSITO; DIAGNOSTICO CLINICO; RADIOGRAFIA; TRAUMATISMOS MAXILOFACIALES; FRACTURAS CIGOMÁTICAS; PREVALENCIA; EPIDEMIOLOGIA DESCRIPTIVA; ESTUDIOS TRANSVERSALES.

 

El surgimiento de los medios de transporte ha traido aparejado grandes cambios en la sociedad, debido al incremento constante del número de medios motorizados y personas lesionadas por accidentes del tránsito, que constituyen, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la primera causa de muerte, y ocupan el cuarto lugar en las estadísticas generales.1

Según Roche,2 en Alemania son comunes los accidentes de bicicletas y afectan con frecuencia el complejo craneofacial.

Atendiendo al aumento de las lesiones maxilofaciales por accidentes ciclísticos tratadas en nuestro servicio de emergencia, decidimos precisar la morbilidad por este tipo incidente, de acuerdo con variables de caracterización individual.

Métodos

Se realizó un estudio descriptivo y transversal de 194 pacientes con diagnóstico clínico, radiográfico, o ambos, de lesiones maxilofaciales por accidentes ciclísticos, cuyas víctimas fueron atendidas en el Servicio de Emergencia de Cirugía Maxilofacial del Hospital Provincial Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, durante el período comprendido de octubre de 1998 a diciembre de 1999.

La información primaria fue recopilada en una planilla de vaciamiento, extraída fundamentalmente de los exámenes clinicorradiográficos.

En el análisis de los datos se utilizó la escala de frecuencia como medida de resumen para variables cualitativas y la prueba de Chi cuadrado (X2) (p < 0,05) o la de Kolmogorov-Smirnov de bondad de ajuste (p < 0,05) para las muestras independientes.

Para el procesamiento de los resultados se empleó el programa Epi Info, versión 6.0, a fin de crear una base de datos, y una parte del mecanismo se completó con el uso del resultado Epistat.

Resultados


Se observa en la tabla 1 la prevalencia de los grupos de edades de 20-29 (29,8 %) y 30-39 años (26,8 %), respectivamente, con predominio del sexo masculino (84,5 %) (p < 0,05).

Tabla 1. Pacientes según edad y sexo

 
Sexo
Grupo de edades
(años)
Masculino
Femenino
Total
 
No.
%
No.
%
No.
 %
15 -19
26
13,4
7
3,6
33
17
20 - 29
49
25,2
9
4,6
58
29,8
30 - 39
48
24,7
4
2,0
52
26,8
40 - 49
23
11,8
7
3,6
30
15,4
50 - 59
11
5,6
 -
-
11
5,6
60 y más
7
3,6
3
1,5
10
5,1
Total
164
84,5
30
15,4
194
100,0

p > 0,05.


La tabla 2 muestra una preponderancia de las caídas, con 72,1 % (p < 0,05), seguida de la colisión (19,5 %).


Tabla 2. Modalidad del accidente y condición del lesionado

Modalidad del accidente

Conductor

No conductor
Total
 
No.
%
No.
%
No.
 %
Caída
130
67,0
10
5,1
140
72,1
Colisión
37
19,0
1
0,5
38
19,5
Otras
2
1,0
14
7,2
16
8,2
Total
169
87,1
25
12,8
194
100,0

p < 0,05.

En el caso de los conductores (87,1 %), sobresalieron las caídas con el 67,0 %, mientras que la categoría otros (atropello, vuelco, etc) prevaleció entre los no conductores.

Predominó la calle (61,0 %) como la vía más común de los accidentes ciclísticos (p < 0,05), seguida por la carretera (29,8 %). La calle resultó ser, además, el lugar donde se produjo la mayor incidencia de lesionados conductores (49,6 %) y no conductores (11,4 %), aunque en la carretera hubo también un importante número de lesionados no conductores (28,8 %) (tabla 3).

Tabla 3. Vía donde ocurrió el accidente y condición del lesionado

 
Condición del lesionado
Vía del accidente
Conductor
No conductor
Total
 
No.
%
No.
%
No.
 %
Calle
96
49,6
22
11,4
118
61,0
Carretera
56
28,8
2
1,0
58
29,8
Otras
17
8,7
1
0,5
18
9,2
Total
169
87,1
25
12,9
194
100,0

p < 0,05.



Se observa en la tabla 4 cómo la imprudencia e ingestión de alcohol (38,1 y 29,4 %, respectivamente), fueron las causas de los accidentes ciclísticos prevalecientes en nuestro estudio. La ingestión de alcohol entre los conductores, con 55 lesionados (28,4 %), y la imprudencia por parte de los no conductores, con 23 (11,9 %), constituyeron los elementos causales predominantes.

Tabla 4. Causas del accidente y condición del lesionado

 
Condición del lesionado
Causas del accidente
Conductor
No conductor
Total
 
No.
%
No.
%
No.
 %
Ingestión de alcohol
55
28,4
2
1,0
57
29,4
Imprudencia
51
26,4
23
11,9
74
38,1
Violación
43
22,1
  -
  -
 43
22,1
Otras
20
10,4
  -
  -
 20
10,4
Total
169
87,1
25
12,9
194
100,0

En la tabla 5 se refleja la prevalencia de los pacientes clasificados como no graves (88,7 %) (p < 0,05), pues solo 1,3 % fueron diagnosticados como graves. Ambos tipos de accidentados primaron en los conductores, puesto que la mayor parte de los lesionados graves conducían la bicicleta y más de la mitad de ellos sufrieron colisiones como mecanismo de la lesión.


Tabla 5. Estado y condición del lesionado

 
Condición del lesionado
Estado del lesionado
Conductor
No conductor
Total
 
No.
%
No.
%
No.
 %
No grave
152
78,4
20
10,3
172
88,7
Grave
17
8,7
5
2,6
22
11,3
Total
169
87,1
25
12,9
194
100,0

p < 0,05.

 

Discusión

La mayoría de las personas con lesiones maxilofaciales por accidente de bicicleta suelen ser varones y adultos jóvenes de 15 a 39 años de edad, lo cual indica que son los hombres con edades inferiores a los 40 años los más proclives a sufrir este tipo de accidente del tránsito, hallazgo corroborado por Drandrinos 3 y Fallan.4

La frecuencia más alta de mortalidad en nuestro estudio ocurrió en personas con edades por debajo de los 29 años, lo cual se corresponde con lo informado por otros autores,5,6 quienes señalan el intervalo de 15 a 24 como el más común.

Por otra parte, puede decirse que existe un mayor riesgo de que estas lesiones sean sufridas por los conductores de bicicletas que por los que no lo son, en todas las categorías de edades.

Según la literatura consultada,5-7 las principales causas de los accidentes de bicicletas son: caídas, colisiones y disfunciones, como también se encontró en esta casuística.

Entre los factores que más propiciaron las caídas de los lesionados atendidos por nosotros, estuvieron: no respetar el derecho de vías y señalizaciones, transitar a exceso de velocidad, despegado del contén, en sentido contrario a la vía y a oscuras, no atender al debido control del ciclo, conducir por calles en mal estado y hacerlo bajo los efectos de la ingestión de bebidas alcohólicas. Estos factores coinciden con los notificados por Thompson8 y Lindgvist9 en sus respectivos estudios.

Como puede verse, la colisión se produjo en un considerable número de casos con los vehículos de motor (31,0 % de la serie), resultado que concuerda con otros informes, donde se plantean cifras entre 10 y 35 %.7,8 Tal modalidad de accidente causó aproximadamente el 90 % de todas las defunciones donde intervino la bicicleta.

En nuestra investigación se encontró que el horario de 4:00 p.m. a 12:00 a.m. fue el de mayor riesgo de sufrir accidentes ciclísticos, con predominio en viernes y sábados, sin tener en cuenta la condición del lesionado (conductor o no conductor).

La elevada incidencia de pacientes conductores con lesionados maxilofaciales, ocurridas en calles y carreteras, estuvo relacionada con los factores siguientes: malas condiciones de las vías, falta de alumbrado en las intersecciones y mediaciones de cuadras, conducir a exceso de velocidad, fallos técnicos del ciclo y manejar en estado de embriaguez.

Según Olkkonens y Honkaner,10 alrededor del 48 % de las colisiones entre ciclos y vehículos de motor ocurrieron en las intersecciones, mientras que 23 % tuvieron lugar a mediaciones de cuadras en penumbras y a elevada velocidad.

En numerosos trabajos10,11 se registra la repercusión de las bebidas alcohólicas en los accidentes ciclísticos, pues los conductores de bicicletas con concentraciones de alcohol en sangre del 10 % o más, tienen 10 veces más posibilidades de sufrir lesiones maxilofaciales que los ciclistas sobrios. Tanto estos informes como nuestros hallazgos confirman que se trata de un factor importante en la patogénesis de dichas lesiones por este tipo de accidente, que puede ser agravado por el nivel de concentración del citado compuesto en la sangre.

Aunque generalmente las lesiones bucofaciales producidas en estos casos son de carácter no grave, la mayoría de los pacientes clasificados como graves en nuestro servicio habían sufrido una colisión entre su bicicleta y un vehículo de motor o una caída cuando era arrastrado por este último. Todos ellos presentaban lesiones maxilofaciales y craneales de consideración.

Según Baker,5 las abrasiones y laceraciones constituyeron el 63 % de las lesiones por dicha causa en su serie, y el 16 % corresponde a las fracturas, datos que se aproximan a los nuestros, aunque inferiores con respecto a las fracturas faciales. Esta diferencia se atribuye al uso obligatorio del casco por los ciclistas en numerosos países, aditamento que sin duda alguna protege el cráneo y la parte superior de la cara.

Para Lindgvist,9 Le Bescoud,11 y Tanz12 el patrón de fractura facial predominante es el de mandíbula (65 %), con una parte sustancial situada en el cóndilo.

En nuestro trabajo hubo patrones de lesiones óseas diferentes, con predominio de las fracturas cigomáticas, nasales y palatoalveolares, lo cual estuvo relacionado con el uso del casco protector y la modalidad de accidente preponderante en cada una de las investigaciones revisadas.

En Victoria (Australia), un aumento del empleo de los cascos del 31 al 75 % resultó en una disminución del 70 % de los ingresos hospitalarios por lesiones en la cabeza (cráneo y cara) atribuibles a accidentes de ciclísticos.11 En la literatura consultada,9,11 se afirma que el casco protege contra las graves lesiones faciales superiores (laceraciones y fracturas cigomáticas, orbitarias, nasales u otras), pero no así contra las de la parte inferior de la cara (fracturas maxilares, mandibulares y dentoalveolares, así como laceraciones en la barbilla y labios).

Summary

A descriptive cross-sectional study on epidemiological aspects of the maxillofacial trauma caused by bicycle accidents was conducted among 194 patients with clinical or radiographic diagnosis, or both, of injuries in this region. They received attention at the Emergency Service of Maxillofacial Surgery of "Saturnino Lora" Clinical and Surgical Hospital, in Santiago de Cuba, from October 1st, 1998 to December 31st, 1999. Some of the most significant results were: the predominance of young adults aged 20-39, mainly males, among the victims, the fall as an accident modality, the collision as the cause of the highest number of severe injures and deaths, and imprudence and alcohol ingestion in working drivers. These were some of the prevailing causes in this type of accident, ocurring particularly from 4 pm to 12 am, in the street, where most of the accidents and injuries are reported. The contusions and lacerations within the soft tissues and the zygomatic, nasal and palatoalveolar fractures in the hard tissue were the predominating injury patterns.

Key words: Traffic accidents, clinical diagnosis, radiography, maxillofacial traumatisms, zygomatic fractures, prevalence, descriptive epidemiology, cross-sectional studies.

Referencias bibliográficas

1. UNICEF. Accidente y prevención en la vía. México, DF: UNICEF; 1999.p.12-9.

2. De Roche R. Facial injuries in bicyclists: epidemiological análisis and prophylactic consequences. Z Unfalle Hervesichirurgs Med 1991;3:132-9.

3. Drandrinos SS. The epidemiology of pediatric trauma. Clin North Am 1991;(3):387-9.

4. Fallan WF. Seizure disorders and trauma. South Med J 1999;(19):1093-5.

5. Baker SP, Fowler C, Dannerberg AL. Injuries to bicyclists: A national perspective. Baltimore: The John´s Hopkins University Prevention Center; 1993.p. 549.

6. Friede AM, Azzara CV, Gallagher SS, Geyer B. The epidemiology of injuries to bicycle reders. Pediatr Clin North Am 1998;45:141-51.

7. Keburz D, Jacobs R, Reekling F. Bycicle accidents and injuries an adult cyclist. Am J Sport Med 1999;27:416-9.

8. Thompson RS, Revara FP, Thompson DC. A case control study of the effectiveness of bicycle safety helmets. N Engl J Med 1998;329:1361-7.

9. Lindgvist C, Sarsa S, Hyrkas T, Santaverta S. Maxillofacial fractures sustained in bicycle accidents. Oral Maxillofac Surg 1986;15:12-8.

10. Olkkonens S, Honkaner R. The role of alcohol in non fatal bicycle injuries. Accid An Prev 1998;30:89-96.

11. Le Bescoud G, Leeam J, Delgove L, Sadek H. Mountain sports: Their roel in 2200 facial injuries occurring over 4 years at the University Hospital Center in green bett. Rev Stomatol Chir Maxillofac 1996;97(3):185-8.

12. Tanz RR, Christopher KK. Tykes on bikes: injuries associated with bicycle-mounted cheld seats. Ped Emerg Care 1998;37:1510-6.

Recibido: 16 de septiembre del 2003. Aprobado: 12 de enero del 2004.
Dr. José Manuel Díaz Fernández. Indepencia No. 125 entre 4ta. Y Ave de Céspedes, Reparto Sueño, Santiago de Cuba, CP 90900, Cuba.

1 Especialista de I Grado en Cirugía Maxilofacial.
2 Especialista de II Grado en Cirugía Maxilofacil. Profesor Auxiliar.
3 Especialista de I Grado en Neurocirugía.

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