Introducción
El cáncer bucal es una de las neoplasias más agresivas y mortales con una tasa promedio de supervivencia del 50 % en 5 años. En contraparte con otras neoplasias, el cáncer bucal es poco difundido en los medios de comunicación, por ello su diagnóstico es realizado en estadios avanzados, en que ocasiona secuelas graves hasta llegar a la mortalidad.1,2,3
El cáncer bucal comprende un amplio grupo de neoplasias malignas que afectan labios y cavidad bucal; aproximadamente el 90 % corresponde a carcinomas de células escamosas.4 Entre los factores de riesgo destacan ser varones mayores de 45 años con antecedentes de consumo crónico de tabaco y/o alcohol. También se consideran la infección por el virus del papiloma humano (16/18) y la sobreexposición a la radiación ultravioleta.5,6,7,8
En la ctualidad existe la necesidad de incrementar el conocimiento sobre cáncer bucal para la creación y aplicación de programas de salud pública que informen sobre su prevención, detección precoz y tratamiento oportuno como herramientas clave para contrarrestar sus estadísticas de morbilidad y mortalidad.9,10 Es importante concientizar sobre el autoexamen y la asistencia a las evaluaciones periódicas orales que contribuyen al diagnóstico temprano: esto permite al paciente buscar el tratamiento adecuado en las primeras etapas de la enfermedad, lo cual mejoraría su pronóstico.11,12
El cirujano dentista juega un papel clave en la prevención y diagnóstico precoz del cáncer bucal, debido a que durante la evaluación estomatológica puede examinar y realizar el diagnóstico, incluso de las lesiones orales incipientes.13)
Asimismo, es importante que la población reconozca los síntomas y tome conciencia sobre los factores de riesgo del cáncer bucal.10
La presente investigación tiene como objetivo determinar el nivel de conocimiento sobre cáncer bucal en pacientes adultos que acudieron a la clínica de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (FO-UNMSM) el año 2017.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptico y transversal. La población estuvo conformada por 530 adultos que acudieron a la Clínica de la FO-UNMSM el año 2017.
Para determinar el tamaño muestral se consideró una proporción estimada del 50 % con un nivel de confianza del 95 %, lo que dio como resultado una muestra de 223 pacientes elegidos por un muestreo probabilístico aleatorio sistemático.
Se consideró como criterios de inclusión a los pacientes entre 18 a 75 años que aceptaron participar en el estudio. Se excluyeron los pacientes que hubiesen recibido tratamiento por alguna lesión maligna o cáncer bucal, así como los que no pudiesen responder de forma independiente el cuestionario.
Elaboración del instrumento
El cuestionario fue dividido en dos secciones; la primera para los datos sociodemográficos de los participantes (sexo, grupos etarios y nivel de educación). Los grupos etarios fueron divididos en jóvenes (18-29 años), adultos (30-59 años) y adultos mayores (60-75 años); y el nivel de educación se dividió en primaria, secundaria, superior técnica y superior universitaria.
La segunda sección constó de 11 preguntas cerradas con opción múltiple organizadas en 5 dominios: conocimiento sobre generalidades, factores de riesgo, signos y síntomas, repercusiones y prevención del cáncer bucal (anexo)
Cada pregunta constó de cinco alternativas: tres con respuestas correctas, una con respuesta incorrecta y una en la que el participante indicaba que desconocía la respuesta. Se otorgó un punto por cada respuesta correcta y se sumaron todos los puntajes estableciéndose el siguiente rango de calificación: Alto (25-33 puntos), Regular (13-24 puntos) y Bajo (0-12 puntos).
Validación del instrumento
La validación del contenido se realizó por un juicio de expertos. Se aplicó el coeficiente de validez V de Aiken con un valor de 0,94 (IC 95%= 0,88-0,98) que indica que hay congruencia en todas las preguntas del cuestionario.
Para la validación del constructo se realizó un estudio piloto en 60 pacientes empleando el coeficiente de Kuder-Richardson, para una fiabilidad aceptable (0,81).
Intervención
Se entregó el consentimiento informado a cada participante. Posteriormente, el investigador brindó a cada participante las instrucciones del cuestionario y estuvo atento a cualquier interrogante durante su desarrollo.
Análisis de datos
Los datos fueron procesados y analizados con el paquete estadístico SPSS versión 24.0. La estadística descriptiva fue expresada en porcentajes por medio de tablas y figuras. Para el análisis inferencial se realizaron las pruebas no paramétricas Kruskal-Wallis y U de Mann Whitney.
Aspectos éticos
El proyecto de investigación fue aprobado por el comité de ética de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El protocolo de estudio y el consentimiento informado estuvieron de acuerdo con las normas éticas de la Declaración de Helsinki.14
Resultados
La tabla 1 muestra que el 56,1 % (n= 125) fueron mujeres y 43,9 % (n= 98), varones. El 28,7 % (n= 64) fueron jóvenes, 56,1 % (n= 125) adultos y 15,2 % (n= 34) adultos mayores.
Según el nivel de educación, 9 % (n= 2) presentó instrucción primaria, 36,3 % (n= 81) secundaria, 30,5 % (n= 68) superior técnica y 32,3 % (n= 72) superior universitaria. No se encontró diferencia significativa en el nivel de conocimiento sobre cáncer bucal con relación al sexo, ni con el grupo etario (p= 0,177 y p= 0,502, respectivamente). Sin embargo, se encontró diferencia significativa con relación al nivel de educación (p= 0,009).
En la tabla 2 el nivel de respuesta promedio total fue 12,14 ± 2,90 [IC95% (10,17-14,89)].
Dominios | No. de preguntas | Puntaje total | Puntaje mínimo | Puntaje máximo | Media | DE | IC |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Conocimiento sobre las generalidades | 3 | 7 | 0 | 7 | 2,69 | 1,47 | 1,31-3,78 |
Conocimiento sobre factores de riesgo | 2 | 6 | 0 | 6 | 1,88 | 1,24 | 1,13-3,11 |
Conocimiento sobre signos y síntomas | 2 | 6 | 0 | 6 | 2,35 | 1,58 | 0,81-3,94 |
Conocimiento sobre repercusiones | 2 | 6 | 0 | 6 | 2,40 | 1,53 | 1,35-3,07 |
Conocimiento sobre prevención | 2 | 6 | 0 | 6 | 2,82 | 1,43 | 1,42-3,69 |
Conocimiento total sobre el cáncer bucal | 11 | 33 | 1 | 28 | 12,14 | 5,90 | 10,17-14,89 |
El nivel de conocimiento sobre cáncer bucal fue predominantemente bajo en 56,5 % (n= 126), mientras 40,4 % (n= 90) tuvo un nivel regular y 3,1% (n= 7) un nivel alto.
Con respecto al nivel de conocimiento sobre las generalidades del cáncer bucal, 44,4 % (n= 99) tuvo un nivel bajo, 43,5 % (n= 97) regular y 12,1 % (n= 27) alto. El 52 % (n= 116) manifestó conocer la existencia del cáncer bucal, 65,9 % (n= 147) indicó que la enfermedad puede ser curable si se detecta a tiempo, 63,7% (n= 142) señaló que podría prevenirse y 3,6% (n= 9) indicó que es una enfermedad contagiosa.
En la tabla 3 evidencia que el nivel de conocimiento sobre los factores de riesgo del cáncer bucal; 74,9% (n= 167) tuvo un nivel bajo, 22,4% (n= 50) regular y 2,7 % (n= 6) alto. El 64,1 % (n=143) identificó al hábito de fumar como factor de riesgo, 20,2 % (n= 45) al consumo excesivo de alcohol, solo 4,9 % (n= 11) a la exposición al sol y 26,5 % (n= 59) no reconoció ningún factor de riesgo.
Sobre los signos y síntomas del cáncer bucal, 59,6 %(n= 133) tuvo un nivel de conocimiento bajo, 29,6 % (n= 66) regular y 10,8 % (n= 24) alto. El 54,3 % (n= 121) indicó que la enfermedad puede manifestarse como una herida que no remite y 29,1% (n= 65) señaló que la enfermedad puede manifestarse como manchas o placas de color blanco y/o rojo que no desaparecen.
En la tabla 4 muestra las repercusiones del cáncer bucal; 57,8 % (n= 129) tuvo un nivel de conocimiento bajo, 31,8 % (n= 71) regular y 10,3% (n= 23) alto. Además, 54,3 % (n= 121) indicó que las repercusiones pueden ser fatales; 53,4 % (n= 119) manifestó que puede ser incurable; y 13 % (n=29) desconocía las repercusiones.
Con respecto a la prevención del cáncer bucal; 44,4 % (n= 99) presentó un nivel de conocimiento bajo; 43,5 % (n= 97) regular; y 12,1 % (n= 27) alto. Además, 76,2 % (n= 170) indicó como medida preventiva acudir con frecuencia a sus controles; 61 % (n=136) manifestó qué es mantener una buena higiene oral; y 35,9 % (n= 80) consideró qué es alimentarse saludablemente.
El 62,8 % (n= 140) manifestó que evitar fumar puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer bucal; 37,7 % (n= 84) consideró qué es evitar beber alcohol excesivamente; y 30 % (n= 67) no reconoció ninguna medida de prevención.
Discusión
El cáncer bucal es reconocido como una prioridad de salud pública y junto con el cáncer faríngeo es considerado el sexto cáncer más prevalente del mundo. La tasa de mortalidad anual es de casi 130 000, mayormente en los países en desarrollo.15
La presente investigación evidencia que el nivel de conocimiento de la población sobre cáncer bucal es bajo, resultados similares fueron hallados por Ariyawardana y otros16 quienes realizaron un estudio en Carolina del Norte y encontraron un bajo nivel de concientización y conocimiento sobre cáncer bucal; señalan que podría deberse a que en los países desarrollados hay una menor incidencia en comparación con los países en desarrollo, en los cuales, por su mayor incidencia, podría haber aumentado su nivel de concientización.
En contraparte, Srikanth Reddy y otros17 en la India encontraron que los niveles de conciencia y conocimiento sobre los factores de riesgo y signos tempranos de cáncer oral fueron satisfactorios.
En la presente investigación se encontraron diferencias significativas entre el nivel de conocimiento sobre cáncer bucal con relación al nivel de educación; pero no con respecto al sexo y la edad. Sin embargo, Srikanth Reddy y otros17 encontraron que las mujeres tenían un mayor nivel de conocimiento sobre cáncer bucal (p= 0,02); pero no evidenciaron diferencia significativa en cuanto a la edad y los niveles de educación, a excepción de este último con el nivel de conocimiento de los signos tempranos del cáncer bucal (p< 0,01).
En la presente investigación, sobre las generalidades del cáncer bucal, solo 52 % (n= 116) reconoció la existencia del cáncer bucal, el cual resultó el tipo de cáncer menos conocido por la población. Asimismo, Tomar y otros18 encontraron que 15,5 % (n= 275) de la población adulta nunca había oído hablar de cáncer bucal y 40,3 % (n= 715) sabía poco o nada al respecto.
Hassona y otros19 encontraron que 59,8 % de los participantes había recibido información sobre cáncer bucal por los medios de comunicación y solo 12,1 % había recibido información de sus dentistas y/o médicos. Sugieren que los medios de comunicación son herramientas clave para informar a la población general sobre cáncer bucal.
En la presente investigación, con respecto a los factores de riesgo de cáncer bucal, 64,1 % (n= 143) identificó correctamente al hábito de fumar. Esto fue similar a lo encontrado por Al-Shammari y otros,20 quienes mencionaron que 66,8 % (n= 676) de los fumadores identificaron al hábito de fumar como un factor de riesgo, mientras de los no fumadores lo identificaron el 52,4 % (n= 539); p< 0,01. Sin embargo, los fumadores eran menos conscientes de los efectos del hábito de fumar sobre la salud oral (enfermedad periodontal y tinción dental) en comparación con los pacientes que no fumaban (OR= 1,51; IC 95%: 1,05-2,16; p= 0,025).
Croucher y otros21 evidenciaron que 84,8 % reconoció como factor de riesgo al fumar tabaco y 59,17 % consideró al consumo de alcohol. Asimismo, enfatizan en el potencial de desarrollar intervenciones educativas diseñadas adecuadamente para las distintas comunidades, debido a la diversidad cultural.
Cruz y otros (22 señalaron que existe una falta de conocimiento sobre los factores de riesgo de cáncer bucal en personas con alto riesgo de tabaquismo y alcoholismo. Así también, los participantes manifestaron un desinterés por acudir a sus evaluaciones estomatológicas para la realización de exámenes de lesiones potencialmente malignas.
Hassona y otros (19 encontraron que 43,8 % identificó a los parches blancos/rojos como signos de cáncer bucal y 32,9 % lo identificó como una úlcera que no cicatrizaba.
Para reducir las tasas de morbilidad y mortalidad de los tumores de la cavidad bucal y mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer bucal, los profesionales de la salud deben realizar evaluaciones orales exhaustivas como parte de un régimen de examen estándar. Schrijvers y otros (23 sugieren que las tasas de supervivencia podrían mejorarse hasta 30 % si las personas se realizan un autoexamen y acuden a sus citas periódicas de evaluaciónbucal. Asimismo, Singh y otros (24 realizaron un estudio para evaluar el efecto de la educación para la salud en la concientización sobre cáncer oral, en el cual señalan que las puntuaciones de la toma de conciencia sobre cáncer oral después de realizar un programa educacional en salud aumentaron de 5,3 a 6,7 (p= 0,001). Además, refieren que el autoexamen resultó beneficioso en 12 % (n= 9) de los participantes, debido a que pudieron detectar lesiones bucales, una de las cuales fue la fibrosis submucosa, la que presenta potencial de malignidad.
Como limitación principal del estudio se considera que la muestra no es lo suficientemente representativa a todo el Perú; se trató de solucionar esta limitación realizando un muestreo aleatorio sistemático y eligiendo esta clínica de la FO-UNMSM debido a que al ser una universidad pública acuden pacientes de todos los estratos socioeconómicos; sin embargo existen otros factores sociales, culturales y económicos que influyen en el acceso a la educación de la población.
En la población estudiada, el nivel de conocimiento sobre cáncer bucal fue bajo. Además, el sexo y la edad no influyen de forma significativa en el conocimiento sobre cáncer bucal; sin embargo, el nivel de educación sí tiene una influencia significativa. La presente investigación evidencia que existe la necesidad de implementar medidas educativas diseñadas específicamente para cada comunidad; la difusión de la información debe ser un esfuerzo conjunto entre los medios de comunicación con los profesionales de la salud. Se recomienda que futuros estudios se realicen con una muestra más grande en todo el país, así como en América Latina para establecer políticas de educación para la salud pública.