Introducción
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es causada por el virus SARS-CoV-2 y se ha constatado su trasmisión de persona a persona a través de las gotitas de saliva y contacto con superficies e instrumentos contaminados.1,2,3
Para controlar la propagación de COVID-19 las intervenciones deben romper las cadenas de transmisión de persona a persona, asegurando que el número de casos nuevos generados por cada caso confirmado se mantenga por debajo de 1 (número de reproducción efectivo < 1), por lo que se requiere de la identificación de casos, pruebas, aislamiento y atención de casos, seguimiento de contactos y cuarentena.4
Como respuesta ante la COVID-19 se ha orientado a los países adoptar medidas de salud pública de protección personal, ambiental, así como de distanciamiento físico de individuos, comunidades, segmentos específicos de la población o a la población en general, con el objetivo de evitar la transmisión o su mantenimiento a niveles bajos.5 En este sentido es importante la evaluación de riesgos principalmente en las labores más expuestas.
Los trabajadores de salud están en la primera línea de la respuesta al brote de COVID-19, por lo que se arriesgan a exponerse al virus u otros patógenos, debido al trabajo extendido, agotamiento, afectaciones psicológicas y estigmas de que son objeto en algunos contextos.
La exposición puede ocurrir en cualquier lugar del centro de salud, en la atención de las urgencias, durante las actividades de terreno en la comunidad del área de salud, así como en el traslado hacia y desde el lugar de trabajo. Sin embargo, los niveles de riesgo varían para las diferentes actividades, por lo que su evaluación debe realizarse en cada área de trabajo de acuerdo a la tarea, el ambiente, la amenaza y también los factores personales predisponentes.
Dada la situación de pandemia impera la necesidad de actualizar a la comunidad de la profesión estomatológica y a los decisores de políticas de salud pública en aspectos esenciales para el perfeccionamiento de la gestión de la atención de salud bucal en tiempos de la COVID-19.
Evaluación de riesgos laborales en la estomatología
El personal de la estomatología en ejercicio de acciones de salud clínicas, presenta un altísimo riesgo laboral de exposición a infecciones, incluido el virus SARS-CoV-2.
Entre los riesgos que generan los procedimientos de estomatología están los siguientes:2,3,6,7,8,9
Distancia promedio de 35 cm entre la cara del profesional y la boca del paciente.
Contacto permanente con las secreciones salivales de los pacientes.
La saliva de enfermos y portadores de la COVID-19 puede albergar el virus SARS-CoV-2.
Tratamientos de rutina que producen aerosoles y gran cantidad de gotas de saliva que pueden permanecer en el aire por alrededor de 30 minutos.
La vialidad y poder infeccioso en aerosoles del virus SARS-CoV-2 es de al menos tres horas, mientras que en las superficies puede permanecer durante días.
El material infeccioso dispersado en los aerosoles tiene potencial para entrar en el tracto respiratorio a través de las máscaras quirúrgicas y contaminar la piel y mucosas alrededor de los espejuelos y guantes.
El instrumental utilizado entra en contacto directamente con la saliva.
Los equipos empleados pueden contaminarse de manera directa o indirecta con saliva.
Se producen desechos materiales contaminados con saliva.
Todo el ambiente de la consulta tiene riesgo de exposición.
Todas las personas que estén en la consulta tienen alto riesgo de exposición.
Ningún medio de protección por sí solo puede eliminar completamente el riesgo de infección del personal ni de los pacientes.
Debido a la magnitud de los riesgos en los procederes clínicos, durante la pandemia se ha recomendado limitar la atención a urgencias de salud bucal. No obstante, las urgencias pueden presentarse en personas que poseen infección por SARS-CoV-2, conocida y en asintomáticos, además de que también a la consulta de urgencia pueden asistir personas con riesgo potencial a la infección, por lo que las precauciones deben ser extremas.
Lo referido constituye un reto a tener en cuenta para la seguridad de los procedimientos de la práctica profesional. Según la Federación Dental Internacional (FDI World Dental Federation) se debe continuar la promoción de la salud bucal, brindar atención y proteger tanto a pacientes como a los profesionales de la amenaza del SARS-CoV-2. La misma organización precisa que corresponde a los organismos reguladores de la profesión y a las asociaciones en los diferentes países establecer pautas y regulaciones así como guías para la práctica y tratamiento que garanticen la atención adecuada durante y después de la pandemia e impulsar investigaciones que aporten al ejercicio profesional.10,11,12,13,14,15
Gestión de la atención de salud bucal durante y posterior a la pandemia COVID-19
Acorde a la bibliografía consultada la gestión de la atención de salud bucal en los tiempos actuales debe contemplar:
Preparación del personal
Guía para la admisión de pacientes
Registro de los datos generales: nombre y apellidos, sexo, edad, dirección de residencia, teléfono y correo electrónico.
Clasificación de los pacientes que acuden a la atención (y sus acompañantes), de acuerdo con la probabilidad de que sean afectados por COVID-19, sospechosos, portadores, contactos positivos o supuestamente sanos
Clasificación de los pacientes de acuerdo a los problemas de salud bucal que presentan y su prioridad
Comunicación e información a los pacientes de acuerdo al problema presentado y la conducta que debe seguir
Sensibilizar e instruir a los pacientes sobre normas a observar en la consulta
Programación de próximas consultas de ser necesario
Establecer flujo de circulación en la instalación de salud facilitando el distanciamiento físico (sala de espera, consulta y otros espacios)
Procedimientos de tratamiento
Instaurar protocolos de atención con los problemas de salud bucal más frecuentes, acciones terapéuticas y medicamentos recomendados
Orientar a los pacientes sobre cómo proceder antes y después del tratamiento
Notificar al jefe inmediato cualquier situación o evento que se presente (durante el tratamiento) y que pueda alertar de constituir un posible peligro para la transmisión
Recoger cualquier sospecha clínica que apareciera durante la realización del examen bucal
Procedimientos de descontaminación ambiental e instrumental
Procedimientos administrativos generales
Elaborar medidas de acuerdo al nivel de riesgo para todas las áreas de trabajo (incluidos los baños)
Elaborar una lista de verificación para el seguimiento de las medidas establecidas
Elaborar una lista de verificación para el aseguramiento de las condiciones necesarias según la fase epidemiológica en que se halle la pandemia
Tomar medidas en caso de pacientes atendidos que luego sean confirmados positivos
Mantener actualizada la situación epidemiológica del área de salud, la provincia y el país; asimismo de las medidas orientadas
Crear oportunidades para mantener las actividades de promoción de salud, prevención de enfermedades bucales y orientaciones respecto al proceder ante posibles afecciones que se presenten en la población del área de salud, para contribuir a reducir la necesidad de tratamiento, las visitas a consulta y los costos de atención
Garantizar las condiciones necesarias para ejecutar las medidas establecidas
El cumplimiento de estos aspectos es clave para la gestión de la atención de salud bucal, la que debe ser un proceso cíclico de planificación, organización, dirección y control de acciones coherentes con la situación de salud que se enfrenta, en correspondencia con los recursos existentes y la fase epidemiológica, pues de esta forma se hace sostenible la práctica profesional en función de servir a quiénes lo necesitan con el mínimo riesgo posible.
Consideraciones finales
La profesión estomatológica tiene ante sí la responsabilidad de evitar la transmisión nosocomial de infecciones en los centros laborales, en las áreas de desempeño y que el personal en ejercicio de las acciones de salud esté protegido y no se convierta en trasmisor que ponga en riesgo la vida de sus compañeros de trabajo, de su familia, de los pacientes y de la población en general. Su desempeño debe responder en todo momento a la ética médica y velar por ofrecer alternativas a las necesidades de salud bucal de la población en todas las situaciones de la vida social. La efectividad del accionar dependerá del perfeccionamiento de la gestión de la atención de salud bucal en tiempos de la COVID-19.