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Revista Cubana de Medicina

versión On-line ISSN 1561-302X

Rev cubana med v.43 n.5-6 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2004

 

Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras"
Hospital Ginecoobstérico "América Arias"

Bajo peso al nacer y su relación con la hipertensión arterial en adolescentes y jóvenes

Dr. Manuel Delfin Pérez Caballero,1 Dra. Reina Valdés Armenteros,2 Dr. Manuel Tasis Hernández3 y Dra. Liliam Cordies Jackson4

Resumen

Se ha demostrado que el bajo peso al nacer se relaciona con el desarrollo de hipertensión arterial en el adulto. Esta relación no ha sido consistentemente encontrada en edades jóvenes de la vida. Esto motivó la realización de este trabajo investigativo. Se estudiaron 223 adolescentes y jóvenes, nacidos en el Hospital Ginecoobstétríco "América Arias" de Ciudad de La Habana, entre los años 1980 y 1985. Se seleccionaron de los registros de nacimiento del hospital, con dirección de la madre en el municipio de Centro Habana; la selección se hizo de manera que por cada niño nacido con bajo peso (> 2 500 g), producto de crecimiento intrauterino retardado, se escogieron 2 niños nacidos el mismo día con peso normal. En total se pudieron encuestar y examinar 73 sujetos que fueron bajo peso al nacer y 153 que nacieron con peso normal. La presión arterial se midió en 3 oportunidades con los requisitos establecidos en el Programa Nacional de Hipertensión Arterial y los datos se procesaron utilizando los cálculos estadísticos necesarios. Se observó que los adolescentes y jóvenes que nacieron con bajo peso presentaron presiones arteriales promedio superiores en 5,86; 5,51 y 3,76 mmHg de tensión arterial sistólica, diastólica y media, respectivamente, que los similares sujetos estudiados como grupo control, nacidos con peso normal (p< ,005) En el grupo de estudio (bajo peso al nacer) se encontró un 10,9 % de hipertensos , mientras que en el grupo control solo el 6,5 % se consideraron como hipertensos; aunque este resultado no fue estadísticamente significativo, la aparición de hipertensión arterial en la adolescencia y juventud significó un RR = 1,75. Se evidenció que el bajo peso al nacer, producto de crecimiento intrauterino retardado, debe tenerse en cuenta como un posible factor de riesgo para padecer hipertensión arterial en la edad adulta.

Palabras clave: Hipertensión arterial, bajo peso al nacer, adolescencia, factores de riesgo.


La hipertensión arterial (HTA) constituye un problema de salud mundial, por su impacto en la calidad y expectativa de vida en la población adulta. En Estados Unidos se calcula una prevalencia del 30 % con un aproximado de 58 millones de hipertensos.1 En Cuba, según estudios realizados, la prevalencia de HTA en población adulta y urbana es de 33,8 %, con un impacto en la mortalidad general de un 11 %2 (República de Cuba. Ministerio de Salud Pública. Encuesta nacional sobre factores de riesgo. 2002.) A pesar de los avances científicos en el campo de la medicina, no se ha podido esclarecer con exactitud los mecanismos fisiopatogénicos que influyen en el desarrollo de la hipertensión arterial. Factores genéticos, hábitos dietéticos como la ingesta de sal, alteraciones en el sistema renina-angiotensina, o en el sistema nervioso autónomo, entre otros, se han estudiado intensamente. Más recientemente se han evaluado otros factores como la disfunción endotelial y el papel del óxido nítrico y el de las endotelinas. También situaciones relacionadas con el desarrollo intrauterino como el bajo peso al nacer, se involucran entre los factores que pueden influir en la aparición en la edad adulta de cifras elevadas de tensión arterial. Wit, en el año 2000, comenta sobre la hipótesis de Baker, la cual se sustenta sobre la base de que el origen de algunas enfermedades crónicas no transmisibles en el adulto ocurre durante la vida fetal.3,4 La posible relación entre el bajo peso al nacer y el desarrollo de hipertensión arterial fue descrita por primera vez por Gennser y otros, en 1988.5 Estudios posteriores han apoyado esta relación, como el Nurses Health Study que incluyó 168 970 mujeres y el Health professionals Follow-up que incluyó 22 864 hombres y los reportados por Law y otros en Inglaterra.6-8 Otras enfermedades crónicas no transmisibles del adulto también se han relacionado con el bajo peso al nacer, ellas son la cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus tipo-2, las dislipidemias, algunos síndromes metabólicos, la insulinorresistencia y la enfermedad cerebrovascular isquémica.9-11

Se han propuesto varias hipótesis para explicar el posible mecanismo que interviene en la asociación entre el bajo peso al nacer y la hipertensión arterial. Se han señalado trastornos en la acción de sustancias tróficas placentarias con interferencia en la nutrición fetal, además de un posible déficit en la actividad placentaria de la enzima 11 Beta-HSD-II, e inactivación del cortisol materno y mayor exposición del feto a los glucocorticoides de la madre.12 Una de las teorías más aceptada en la actualidad es la que se basa en la oligonefropatía congénita, donde el crecimiento intrauterino retardado (CIUR) provoca una nefrogénesis incompleta. El feto humano necesita alcanzar 2 300 g de peso para completar la nefrogénesis, de manera que después del nacimiento no ocurre nefrogénesis, por lo que el número de nefronas es fijo durante la vida extrauterina.13 Se ha demostrado que los individuos con bajo peso al nacer tienen un significativo número menor de nefronas que aquellos con normopeso, según lo reportado por Leroy y otros, en 1991.14 Más recientemente, en nuestro país, Mañalich y otros realizaron un estudio histomorfométrico en 35 neonatos fallecidos dentro de los 14 d de nacidos por diferentes causas y que no tenían malformaciones renales, encontraron en aquellos con bajo peso (< 2 500 g) un número menor de nefronas que aquellos que nacieron con 2 500 g o más.15 Esta reducción del número de nefronas provoca una hipertrofia compensatoria de las mismas.

En la nefrona hipertrófica se produce una hipertensión intraglomerular (nefrona hiperfuncionante), que suele ocasionar en períodos de años una glomerulosclerosis y desarrollo de la hipertensión arterial que a su vez acelera la glomerulosclerosis.16 Se crea así un círculo vicioso que contribuye a la reducción del número de nefronas en la edad adulta (fig.1).

Tomado de : Laragh JH, Brenner BM, eds. Hypertension. Pathophysiology, diagnosis and, management.
New York: Raven Press; 1995. 95.

Fig. 1. Hipótesis - hipertensión arterial esencial como resultado de un déficit congénito de nefronas (oligonefropatía congénita) por el crecimiento intrauterino retardado expresado en un bajo peso al nacer

Varias observaciones en descendientes de ratas sometidas a dietas con bajo contenido proteico durante la gestación, que tenían bajo peso al nacer, desarrollaron hipertensión en mayor grado que el grupo control, lo cual coincide con estudios clínicos que arrojan cifras tensionales mayores en niños con bajo peso al nacer, a los que se les corrigió el peso en la vida posnatal.17

La relación entre el bajo peso al nacer y la hipertensión arterial se ha evidenciado más en el adulto que en el adolescente. Algunos estudios como el Dunedin realizado por Williams y otros, han encontrado ligera diferencia en las cifras de tensión sistólica en adolescentes con crecimiento intrauterino retardado con respecto a individuos normopesos al nacer.18

El objetivo de este estudio es analizar la posible asociación entre el bajo peso al nacer y la hipertensión arterial en jóvenes y adolescentes. Identificar esta relación en nuestro medio, puede aportar evidencias propias de este fenómeno para alertar mejor a nuestros médicos, no solo en la prevención del bajo peso al nacer, sino también en un más estricto control de los jóvenes que nacieron con bajo peso, para evitar el desarrollo futuro de hipertensión arterial en los mismos o ejercer tempranamente prevención secundaria si ya ha sido detectada esta afección.

Métodos

Se realizó un estudio observacional, analítico y transversal con el objetivo de comparar jóvenes y adolescentes de ambos sexos, con bajo peso al nacer, con aquellos que tuvieron peso adecuado al nacer, en cuanto a las cifras de tensión arterial y la presencia de hipertensión arterial clínica. Para realizar este estudio se tomaron los niños nacidos con bajo peso (< 2 500 g) en el Hospital Ginecoobstétrico "América Arias," de Ciudad de La Habana, durante los años 1980 a 1985, ambos inclusive, cuyas madres residían en el municipio Centro Habana. Estos niños tienen en el momento de la investigación entre 15 y 20 años de edad. Por cada niño con bajo peso al nacer (Grupo estudio) y con domicilio de las madres en el mismo municipio, se seleccionaron 2 con peso adecuado al nacer (Grupo control) que le precedieron o le sucedieron en el registro de nacimiento, de modo que tuvieran la misma edad cronológica y vivieran en el mismo municipio. La muestra a seleccionar se trazó en el protocolo de modo tal que incluyera 100 del grupo estudio y 200 del grupo control.

Se excluyeron de este estudio, aquellos que con los criterios de selección mencionados tuvieran antecedentes o presentaran:

  • Ingestión de medicamentos como anticonceptivos orales las hembras, beta 2 agonistas, glucocorticoides, antiinflamatorios no esteroides u otros medicamentos que se conocen pueden producir aumento de la presión arterial.
  • Presencia clínica en el joven, de posible hipertensión arterial secundaria como: malformaciones renales congénitas, riñones poliquísticos, coartación de la aorta, glomerulopatía, síndrome nefróticos u otra.

Los niños seleccionados, ahora adolescentes y jóvenes fueron visitados en sus domicilios y se citaron a un consultorio del Médico de la Familia previamente seleccionado donde se les midió la tensión arterial según el Programa Nacional de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de la Hipertensión Arterial (3 mediciones, con intervalos de 5 min, en el brazo derecho, en posición sentado, sin fumar ni haber tomado café en los 30 min previos, con esfigmomanómetro aneroide periódicamente calibrado y utilizando los ruidos I y V de Korotkoff para determinar la TAS y TAD), se les realizó medidas ponderales (peso en kilogramos y talla en centímetros) y el examen clínico general. Los valores del peso al nacer fueron obtenidos de las hojas del registro de nacimiento del hospital "América Arias" Los datos recogidos se almacenaron en una base diseñada en el gestionador ACCESS y otros datos se analizaron en una hoja electrónica diseñada en EXCEL, ambos del paquete de programas Office 98 del Sistema Windows 2000. Se realizaron cálculos estadísticos en el analizador SPSS que incluyeron pruebas de independencia de chi-cuadrado, regresiones múltiples, distribución de frecuencias y medidas de tendencia central. A los jóvenes seleccionados y a sus respectivas madres se les explicó el motivo de la investigación y se obtuvo de ellos el consentimiento para la realización de la misma.

Resultados

Se seleccionó una muestra de 226 individuos que se conformaron en 2 grupos: el Grupo estudio, formado por 73 adolescentes y jóvenes con bajo peso al nacer (< 2 500 g) para el 32,3 % de la muestra, con un peso promedio de 2089,75 g y el Grupo control con peso normal al nacer (> 2 500 y < 4 000 g) con 153 individuos, para el 67,7 %; el peso promedio de este grupo fue de 3194,49 g. El Grupo estudio estuvo conformado por 33 hembras y 40 varones. El Grupo control se conformó con 70 del sexo femenino y 80 del masculino. El promedio de edad de la muestra seleccionada en ambos grupos fue de 17,6 y 17,8 años, respectivamente (tabla 1). En el Grupo estudio, el promedio de la tensión arterial sistólica (TAS), media (TAM) y diastólica (TAD) fue de 114,58 mmHg (DE 11,92), 87,01 mmHg (DE 13,75) y 70,47 mmHg (DE 8,32), respectivamente. En el Grupo control todos estos valores fueron menores: 108,72 mmHg (DE 15,3), para la TAS, 81,50 mmHg (DE 12,11) para la TAM y 67,71 mmHg (DE 11,31) para la TAD, para una significación estadística de p< 0,05 (tabla 2).

Tabla 1. Características del grupo bajo peso al nacer y el grupo control

 
Bajo peso al nacer (n = 73)
Control
(n = 153)
Edad (años)
17,6
17,8
Sexo ( M - F)
40 - 33
80 - 70
Peso al nacer promedio (g)
2089,75
3194,49



Tabla 2 . Presión arterial en el grupo bajo peso al nacer y el grupo control

Presión arterial

Bajo peso al nacer
(CIUR) n = 73

Grupo control
n = 153
Sistólica (mmHg)
114,58 ± 11,92
108,72 ± 15,31
Diastólica (mmHg)
70,47 ± 8,32
67,71 ± 11,31
Media (mmHg)
87,01 ± 13,75
81,50 ± 12,11

p < 0,05.
CIUR: Crecimiento intrauterino retardado.

Se correlacionó la tensión arterial y el peso al nacer de ambos grupos, se obtuvo un coeficiente de correlación de -.223, con una significación de p<,001, en cuanto a la tensión arterial sistólica (TAS); en la diastólica (TAD), el coeficiente de correlación fue de (-.177) con una significación de p<,008 y en la tensión arterial media (TAM) fue de -.199, con una significación de p<0,004 (figuras 2 y 3).


Fig. 2. Diagrama de dispersión de la presión arterial sistólica y peso al nacer en los grupos comparados.

Fig. 3. Frecuencia de hipertensión en el grupo de bajo peso al nacer y el grupo control.

Según la clasificación adoptada en el Programa Nacional Cubano de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de la Hipertensión Arterial de 1998, el 10,9 %, es decir, 8 de los adolescentes con bajo peso al nacer, clasificaron como hipertensos, al encontrárseles cifras de TAS iguales o superiores a 140 mmHg y /o cifras de TAD de 90 mmHg o más; el 8,2 %, 6 de ellos, estaban en el rango de normal alto, con cifras entre 130 y 139 de TAS y entre 80 y 89 mmHg de TAD; el 80,9 %, los 59 restantes, eran normotensos. Entre los adolescentes y jóvenes con peso normal al nacer hubo un 6,5 %, 10 en total, con hipertensión arterial clínica, es decir cifra superiores a 140 mmHg de TAS y/o más de 90 mmHg de TAD y el 2,0 % es decir, 3 adolescentes, clasificaron como normal alto. El 91,5 % o sea, 140 de estos adolescentes fueron normotensos (fig. 4). Aunque no se alcanzó significación estadística, sí se evidenció un porcentaje mayor de hipertensos entre los jóvenes y adolescentes que fueron bajo peso al nacer y al aplicarle el estudio de riesgo relativo se obtuvo un RR = 1,75.

Tabla 3. Peso al nacer e hipertensión arterial en adolescentes y jóvenes

Peso al nacer
Presión arterial
Total
Normal
Normal alta +HTA
Normopeso al nacer
140
13
153
91,50 %
8,50 %
100 %
Bajo peso al nacer
59
14
73
80,80 %
19,20 %
100 %
Total
199
27
226
88,10 %
11,90 %
100 %

p = 0,017.
RR = 2,55.

Fig. 4. Frecuencia de hipertensión en el grupo de bajo peso al nacer y el grupo control.

Discusión

En esta investigación nos propusimos evaluar la posible relación entre el bajo peso al nacer y el desarrollo de hipertensión arterial en jóvenes y adolescentes. En nuestro trabajo se encontraron cifras promedio de tensión arterial mayores en los individuos con bajo peso al nacer, 5,86 mmHg para la TAS, 5,51 mmHg para la TAM y 3,76 mmHg para la TAD, con respecto al grupo control, constituido por los jóvenes y adolescentes con peso normal al nacer. Esta diferencia resultó ser significativa estadísticamente para las 3 variables, TAS, TAD y TAM (p< 0,005). Otros autores han reportado diferencias en la tensión arterial de individuos con bajo peso al nacer con respecto a los normopeso, como Levitt y otros que hallaron una diferencia de 4 mmHg para la tensión arterial sistólica (p = 0,007) y de 2,8 mmHg para la diastólica (p =0,02).19

En nuestra investigación realizamos una correlación entre el peso al nacer y el nivel de tensión arterial, se observó que existía una relación inversa entre estas variables; las figuras 3 y 4 muestran gráficamente esta correlación, que fue muy significativa en el grupo estudio, lo cual coincide con lo planteado por Law y otros.20 En el grupo control esta relación fue muy débil y no fue significativa. Este hallazgo no solo es una evidencia estadística, sino que demuestra, según nuestros resultados, que a medida que el peso al nacer se acerca a los 2 500g, el individuo tiene cifras de tensión arterial menores durante su adolescencia y juventud. Se reporta que en aquellos que alcanzan un peso al nacer mayor a los 2 500g tienen cifras de tensión arterial menores que sus similares con peso al nacer menor que esa cifra.21,22

Hubo una proporción de hipertensos mayor en el grupo estudio (fig. 4), o sea, hubo mayor porcentaje de adolescentes y jóvenes hipertensos y también valores de presión arterial "normal alto" en el grupo bajo peso al nacer que en el grupo control. Esta relación no fue estadísticamente significativa. Sin embargo, un RR = 1,75, habla de casi el doble de riesgo de padecer hipertensión en estas etapas de la vida cuando se tiene un bajo peso al nacer producido por CIUR. Ahora bien, si tenemos en cuenta que el criterio de "normal alta" es una condición que debe ser tenida en cuenta para el desarrollo futuro de hipertensión arterial, si a los 8 hipertensos encontrados entre los que fueron bajo peso, le sumamos los 6 catalogados como normal alto, tendríamos 14 sujetos con estas categorías, lo que representaría un 19,1 % de hipertensos y futuros probables hipertensos, que comparados con los resultados de estos valores encontrados en los jóvenes y adolescentes que nacieron con peso normal , nos daría una significación estadística de p < ,05, y un RR = 2,25 (tabla 3).Varios trabajos coinciden en que durante la adolescencia existen factores probablemente hormonales que protegen al individuo y retrasan la aparición de hipertensión arterial clínica, para luego amplificarse durante la adultez, donde sí se ha constatado un número significativo mayor de hipertensos con bajo peso al nacer. Esto explicaría, en parte, la débil relación hallada entre estas variables en nuestra investigación.

Nuestros resultados apoyan los criterios de numerosos trabajos investigativos: el bajo peso al nacer condicionado por un crecimiento intrauterino retardado podría ser un factor de riesgo para desarrollar hipertensión arterial en la vida extrauterina lo que unido a otros factores y condiciones genéticas, ambientales y hormonales durante el período fetal y los que están vinculados al estilo de vida, después del nacimiento, determinan el desarrollo posterior de enfermedades crónicas en el adulto, entre ellas la hipertensión arterial.22-25 De aquí la importancia de tener en cuenta este antecedente de "bajo peso al nacer" al evaluar integralmente los aspectos clínicos de jóvenes y adolescentes para insistir, en aquellos con este posible factor de riesgo, en las medidas preventivas, consejos sobre estilo de vida y tratamiento oportuno si fuera necesario.

Se concluyó que los adolescentes y jóvenes con bajo peso al nacer tienen niveles de tensión arterial mayores que sus similares normopeso y que hay una relación inversa entre la tensión arterial y el peso al nacer, la cual es evidentemente significativa en los adolescentes y jóvenes con peso al nacer < 2500g.

LOW BIRTH WEIGHT AND ITS RELATION TO ARTERIAL HYPERTENSION IN ADOLESCENTS AND YOUTH

Summary

It has been proved that low birth weight is related to the development of arterial hypertension in the adult. This relation has not been consistently found at early ages of life.This fact led to the conduction of this research paper. 223 adolescents and young individuals that were born at "América Arias" Ginecoobstetric Hospital, in Havana City, from 1980 to 1985, were studied. They were selected from the hospital birth records with the mothers' addresses in the municipality of Centro Habana. The selection was made in such a way that per every low birth weight infant ( 2 500 g), due to intrauterine growth retardation, 2 infants born on the same day with normal weight were selected. 73 subjects that were low birth weight and 153 that were born with normal weight were surveyed and examined.. Blood pressure was measured on 3 occasions according to the requirements established by the National Hypertension Program, and the data were processed by using the necessary statistical calculations. It was observed that the adolescents and young subjects that were born with low weigth presented average blood pressures higher in 5.86, 5.54 and 3.76 mmHg of sytolic, diastolic and mean blood pressure, respectively, than the similar subjects studied as control group that were born with normal weight (p .005). In the studied group (low birth weight), it was found 10.9 % of hypertensives, whereas in the control group only 6.5 % were considered as hypertensives. Although this result was not statistically significant, the appearance of arterial hypertension in adolescence and youth meant a RR = 1.75. It was evidenced that the low birth weight resulting from intrauterine growth retardation should be taken into account as a possible risk factor for suffering from arterial hypertension in adulthood.

Key words: Arterial hypertension, low birth weight, adolescence, risk factors..

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Recibido: 21 de septiembre de 2004. Aprobado: 4 de noviembre de 2004.
Dr. Manuel Delfín Pérez Caballero. Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras" Servicio de Medicina Interna. San Lázaro No. 701 entre Belascoaín y Marqués González, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: delfinpc@infomed.sld.cu

1 Especialista de II Grado en Medicina Interna. Profesor Titular.
2 Especialista de II Grado en Neonatología. Profesora Auxiliar de
3 Especialista I Grado en Medicina Interna.
4 Especialista de II Grado en Medicina Interna. Profesora Auxiliar.

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