Introducción
Es un hecho que el siglo XXI es escenario de profundos cambios a escala mundial, que impactan en las más diversas áreas del desarrollo económico y social con sus consecuentes implicaciones políticas. El sector de la salud y sus instituciones docentes no escapan de esa realidad. La pedagogía alcanza un desarrollo notable en una época en la que la integración de saberes y los estudios de la transdisciplinariedad dejan de ser meras aspiraciones para convertirse en una necesidad manifiesta del quehacer teórico y las buenas prácticas educativas.1,2
La labor de superación profesional de los profesores en sentido general ha sido una constante en la visión educativa de instituciones como la Organización de Naciones Unidas (ONU); el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y diversas organizaciones no gubernamentales (ONG). Estas abogan por la articulación de programas que posibiliten de forma efectiva elevar el nivel profesional con el fin de formar lo más acertado posible a los estudiantes en los diferentes niveles educativos.2,3,4
En Cuba, se enfatiza en la elevación de la competencia y el desempeño profesional del profesor universitario, en función de dar respuestas a las propias necesidades en el contexto de la actividad fundamental que realiza. En este sentido, la superación profesional ha de ser concebida con un nivel mayor de compromiso, sistematización y perfeccionamiento.3,5
Particular importancia requiere la superación adecuada de los profesores de la carrera de logofonoaudiología de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Para poder hacer frente a esta problemática la preparación debe ser de excelencia en aras de ofrecer la adecuada atención ante las disímiles situaciones que puedan presentarse en los estudiantes, con particular cuidado al tratamiento de las alteraciones en el comportamiento agresivo.6
La presente investigación se justifica en los resultados preliminares obtenidos de un diagnóstico realizado, más la experiencia práctica de los autores, lo cual posibilitó identificar insuficiencias en la superación profesional de los profesores de logofonoaudiología. Todo lo anterior fue motivo para analizar sobre el proceso de superación profesional de los profesores de logofonoaudiología en el tratamiento de alteraciones del comportamiento agresivo.
Métodos
Se llevó a cabo una revisión de la literatura científica en la Facultad de Tecnología de la Salud adscripta a la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, durante los meses de enero a mayo de 2023, en las bases de datos Scopus, SciELO y DOAJ. La revisión quedó delimitada por cuatro etapas: planeación, diseño-gestión, análisis, y elaboración-formalización. Por consiguiente, se utilizaron los descriptores formación profesional, logopedia, fonoaudiología y comportamiento agresivo a través del operador booleano lógico OR. Se revisaron 65 documentos de los cuales solo 30 cumplieron con los criterios de selección publicados estos en idioma español o inglés; además, se tuvo en cuenta los últimos 5 años de publicación y que se relacionaran con el proceso de superación profesional de los profesores de logofonoaudiología en el tratamiento de alteraciones del comportamiento agresivo.
Las temáticas a tratar estuvieron relacionadas con el proceso de superación profesional de los profesores de la carrera de logofonoaudiología en el tratamiento a estudiantes con alteraciones del comportamiento agresivo. Para la elaboración de esta revisión se siguieron los principios contenidos en la declaración PRISMA.7
Resultados
Superación profesional de los profesores de la carrera de logofonoaudiología
La superación profesional es un proceso de formación, que tiene como propósito fundamental contribuir a la educación permanente, la actualización sistemática, el perfeccionamiento del desempeño de las actividades profesionales y las académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural. Para alcanzar ese fin es necesario que los docentes encuentren soluciones a los problemas de la práctica y satisfagan las necesidades profesionales y académicas.8,9,10
En plena coincidencia con Montero y otros,11 Sampayo y otros,12 y García y otros,13 la superación profesional del docente está relacionada con su desempeño profesional. Por tanto, este proceso es ineludible debido al desarrollo que exhibe la ciencia, la técnica y el arte. En tal sentido, urge prestar atención y dar respuesta oportuna a las necesidades de superación. Esta dinámica del desarrollo impone la necesidad de lograr un desempeño profesional de calidad, mediante la lógica de la profesión, la ciencia, y en especial, de su especialidad.
Si los conocimientos que se adquieren devienen en un mejor desempeño, sería bueno, tomar en consideración el análisis en el que se sustenta este fenómeno. A decir de Soarez,14 los vocablos que se emplean en la literatura para designar las definiciones relacionadas con el desempeño se debaten y se estudian desde diversas ciencias particulares, asociado al término de: capacidad, competencias o modos de actuación. El desempeño también puede apreciarse como proceso, resultado o la integración de ambos.
Los propios autores enfatizan en que es un proceso, que conlleva a determinados resultados, debido a que el desempeño profesional está dado por el accionar de un profesional en un contexto dado para cumplir un objetivo. En dichas acciones se generan intercambios entre los sujetos durante la actividad. El cumplimiento de los objetivos trazados permitirá un resultado tanto en la persona, como en el medio y en el sujeto que se influye.
Es por ello, que en la presente investigación es visto el desempeño con un marcado carácter pedagógico donde los profesores de la carrera de logofonoaudiología dirigen sus acciones al logro de un objetivo específico, el tratamiento de las alteraciones en el comportamiento agresivo en los estudiantes. Según criterios de Wagner y otros,15 el desempeño pedagógico en estos casos se debe tomar en cuenta lo instructivo-formativo, lo educativo, lo orientador, lo desarrollador, lo cognitivo-investigativo y lo movilizador.
La superación profesional de los profesores es uno de los aspectos más reveladores al abordar de manera crítica el desarrollo y la trascendencia del sistema educacional de un país determinado. Es vista como uno de los eslabones esenciales en la transformación continua de la realidad educacional al prepararlos para la adquisición, la ampliación y el perfeccionamiento continuo de los conocimientos y las habilidades básicas requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y de sus funciones laborales.1A decir de Zapatero y otros,16 y Courtney y otros (17 a través de un análisis bibliográfico.
Diversos autores1,5,11 se refieren al término, pero no lo definen, algunos6,14 igualan los conceptos de capacitación y de superación, y otros,3,9 los utilizan de manera similar. Varios de los autores10,12,14,15 hablan de superación, superación profesional y muy pocos4,8 de superación profesional pedagógica.
En el informe a la Unesco por la Comisión Internacional sobre Educación para el Siglo XXI,18 dedicado a los profesores se plantea: “[…] nunca se insistirá demasiado en la importancia de la calidad de la enseñanza y, por ende, del profesorado […] así pues, mejorar la calidad y la motivación de los profesores debe ser una prioridad en todos los países”. Por tanto, prestar atención a la formación de los profesores, adquiere una connotación cada vez mayor, en un mundo dinámico como el actual.
Otro de los elementos a tener presente al analizar la superación es el referido a las formas organizativas, dentro de estas se encuentran: los cursos, los entrenamientos y el posgrado, y en cuanto a la autosuperación: el taller, la conferencia especializada, los seminarios, el debate científico, encuentros de intercambio de experiencia. Cada una de estas tiene sus propias particularidades que ofrecen ventajas, pero a su vez poseen limitaciones, por lo que han de ser seleccionadas a partir de las condiciones reales de cada contexto.8
Para la selección de una u otra forma organizativa es necesaria la plena identificación de las necesidades de superación, el reconocimiento de la relación entre la realidad vigente y la realidad que se espera en torno a una problemática, por cuanto la confrontación entre ambos polos permitirá la identificación de discrepancias y planteamiento de metas a seguir para alcanzar dicha solución.19
Otro elemento de importancia al hablar de la superación lo constituyen los modelos fundamentales a los que ha estado adscripta, ellos brindan una acertada idea de su real alcance y vigencia.20
En el contexto educacional cubano, la superación profesional es regida por el Reglamento de la Educación de Posgrado,21 que enuncia de forma precisa, elementos de coincidencia con los antes expuestos. Según se expresa en el citado documento, la superación profesional es un “conjunto de procesos de formación que posibilitan a los graduados universitarios la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades básicas y especializadas requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales, así como para su desarrollo cultural integral”.
Los autores del presente artículo se afilian al concepto brindado por Castro y otros22 que plantea que la superación profesional es la: “Educación perenne que permite al docente formar parte de la dinámica del cambio, tanto en orientación como en el proceso educativo, para enfrentar los problemas planteados por el adelanto científico-tecnológico y los imperativos del desarrollo económico, social y político (…)”.
Al tomar como punto de partida las definiciones anteriores, los autores consideran que para referirse a la superación profesional se deben tener en cuenta como elementos substanciales a este, tanto la actualización de conocimientos y habilidades relacionadas con la profesión y que a su vez son necesarias para el desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales, como los problemas planteados por el adelanto científico-tecnológico y los imperativos del desarrollo económico, social y político.
Para autores como: Carvajal y otros23 y Guzmán24 es indiscutible la preeminencia en el ámbito de la superación profesional de los modelos “centrados en el aula” y el que “descentraliza el sistema de superación”, pues se trata de una educación continua de posgrado, que responda más a las necesidades de formación que exige el puesto de trabajo y a las necesidades culturales del profesional, por consiguiente, hace legítimo su derecho a recibir educación a lo largo de la vida.
Sin dejar de reconocer el valor e importancia de las diversas formas de organización de la superación más extendidas en las escuelas, los autores consideran de cardinal significación la referida al entrenamiento y más aún al concebir a la escuela como escenario de la superación, al privilegiarla como el lugar idóneo para la formación permanente de los profesores, a fin de dar respuestas a los problemas de la práctica educativa.
Ante los desafíos que impone el tratamiento de las alteraciones en el comportamiento agresivo en los estudiantes de la carrera de lofonoaudiología es ineludible la elevación del desarrollo profesional de los profesores. En este artículo la concepción del desarrollo profesional en la metodología tiene en cuenta los componentes cognitivo, instrumental y actitudinal; además, el perfeccionamiento de la práctica, los resultados y los logros del desempeño del profesor conforme a su encargo social desde una concepción integradora.
A partir de lo antes descrito, se considera que, para el logro de una superación profesional auténtica en los profesores de la carrera de logofonoaudiología, es necesario considerar qué modelos tomar en cuenta en la actualidad en correspondencia con las necesidades e intereses de los implicados y trasformar los modelos tradicionales en aras de garantizar el desempeño que se corresponda realmente con la labor que realizan.
La posibilidad de perfilar la superación profesional de los profesores a partir de las características propias de su profesión permite que los contenidos de dicha superación se establezcan a partir de las necesidades reales de estos y de los estudiantes con los cuales interactúa y sobre la base de las funciones que desde el nivel central aparecen legisladas para este especialista.12,16
A partir de lo señalado, es incuestionable la necesidad que existe de analizar y fundamentar la superación de modo que dé respuesta a las dificultades de la práctica educativa, para alcanzar el perfeccionamiento del desempeño profesional de los profesores y de las funciones muy específicas que ejecutan de manera que le permita contribuir el desarrollo y fortalecimiento de los conocimientos de estas acerca de las alteraciones en el comportamiento agresivo de sus estudiantes y con ello la ganancia del rol protagónico en la solución de las dificultades que puedan presentarse.
Las alteraciones en el comportamiento agresivo
Los estudiantes con alteraciones en el comportamiento pueden mostrar una variedad de manifestaciones desconcertantes e inadecuadas en diferentes momentos y situaciones, difíciles de categorizar e incluso describir, lo que ha provocado que al abordar este tema se preste especial atención a los diferentes niveles de respuesta para una mejor identificación de los factores que influyen en esta problemática.
Se deberá reconocer que, en la formación y desarrollo del comportamiento, los factores biológicos y sociales están íntimamente relacionados en la psiquis del hombre; las influencias externas y las particularidades internas de la estructura del cerebro funcionan entrelazadas, por lo que es erróneo contraponer alguna de ellas, o reducir la determinación en el comportamiento a uno u otro de estos aspectos.25
Peña y otros,26 consideran que al hablar de comportamiento se debe tener presente: todo lo que el individuo hace o dice siempre que sea real; aunque todo comportamiento implica actividad biológica no es reductible a dicha actividad biológica; los estados biológicos del organismo no deben considerarse como un fenómeno psicológico; el comportamiento implica siempre la actividad del individuo en relación con el medio y la relación que se establece entre la actividad del organismo y su entorno es variable.
Dentro de los síntomas principales al hablar de alteraciones en el comportamiento según Rodríguez y otros (27 se encuentra un espectro de manifestaciones relacionadas con: “el desafío a personas de autoridad, oposicionismo a normas, irritabilidad, enfados frecuentes que pueden llegar a producir agresiones a personas, destrucción de objetos y propiedades, robos o incumplimientos graves de las normas sociales”.
En la anterior conceptualización aparecen un grupo de indicadores que permiten identificar cuándo se está en presencia de un comportamiento alterado ya que los indicadores observables como: la frecuencia en la que se produce el comportamiento, la intensidad de este vinculado a su interacción con el medio, la duración, la latencia que existe entre un determinado hecho y la posible respuesta que el individuo manifieste que permita arribar a conclusiones importantes.15,19
Una definición más abarcadora es la realizada por Cuenca y Mendoza28 para estos autores se nombran alteraciones en el comportamiento a las conductas que afectan las relaciones interpersonales del niño con el entorno que le rodea, estas no se dan de forma estable sino transitoria, pero a su vez traen consigo dificultades en el desarrollo de la personalidad integral.
Los autores de la presente investigación se identifican con el concepto anterior, pues este aporta elementos importantes que caracterizan las alteraciones en el comportamiento de los estudiantes, no obstante, es necesario considerar la temporalidad y estabilidad de los síntomas para establecer el diagnóstico, ya que no son infrecuentes “situaciones de expresión de dichas conductas en momentos puntuales, generalmente como reacción a un proceso de adaptación”.24
En la investigación realizada por Bushman y otros29 se brindan tres tipos de respuestas en el comportamiento, las biológicas, las motoras y las cognitivas tienen una función determinante para identificar las posibles causas que intervienen en las manifestaciones de alteraciones en el comportamiento de los estudiantes:
La respuesta motora: se refiere a los movimientos musculares y a la respuesta verbal. Lo que yo digo o hago se manifiesta en función de dichos cambios motores. Son visibles y fáciles de evaluar.
La respuesta fisiológica-emocional: se relaciona con los sentimientos y las reacciones del sistema nervioso autónomo (ritmo cardíaco, presión arterial, respiración, flujo de neurotransmisores y endocrino) y la respuesta cognitiva que se centra en los pensamientos como objetos mentales. Lo que la persona piensa en cada momento es también una respuesta funcional a lo que siente de manera fisiológica en cada situación.6,9,11,17
Para lograr comprender las alteraciones en el comportamiento se debe tener presente, que el comportamiento humano es el producto de diversas influencias educativas y ambientales que poseen un fuerte vínculo biológico; el sistema nervioso central (SNC) es el encargado de realizar la función reguladora, pues se encarga del tratamiento de la información aferente de tal modo que se produzca una respuesta adecuada.9,13,18,24
Sobre los factores de riesgo que predisponen con carácter individual y contextual Bushman y otros29 dan a conocer todo un grupo de indicadores que se han de tener presentes:
Factores de riesgo que predisponen con carácter individual: vulnerabilidad genética; complicaciones perinatales; enfermedades o lesiones tempranas e inteligencia baja.
Factores de riesgo que predisponen con carácter contextual.
Familiares: problemática familiar especial: enfermedad, problemas de salud mental; abuso de alcohol y de drogas en la familia; cuidados negligentes y violencia intrafamiliar.
Sociales: pobreza y marginación; ciertas creencias o pautas culturales; ausencia de sistemas de protección social e institucionalización.
Factores escolares: inadecuación de las medidas organizativas; horarios sin criterios pedagógicos; grupos no heterogéneos segregadores; falta de supervisión de los espacios de recreo como lugares de convivencia y falta de protocolos de actuación en el Plan de Convivencia del centro educativo.
Al analizar estos indicadores se encontrarán involucradas de forma permanente tres esferas de influencia: familia, escuela y comunidad, estas siempre han de ser vistas como una triada de incalculable valor al abordar la formación del estudiante y como elementos indispensables en un acertado estudio del surgimiento y desarrollo de las alteraciones en el comportamiento, es por ello que toda acción para enfrentar esta problemática debe partir de un análisis de esta tríada.8
En el ámbito escolar para el tratamiento de esta problemática se deben conocer las diferencias individuales de los estudiantes y en función de su diversidad, planificar su respuesta educativa de acuerdo con las necesidades, posibilidades y capacidades. Para esto se deben tener identificadas las manifestaciones más comunes, dentro de las que se pueden citar, según Peña,26 la indisciplina; el comportamiento tímido; alteración de la atención y la agresividad.
La agresividad es la característica que con mayor frecuencia se presenta en los estudiantes con alteraciones en el comportamiento, esta provoca incidentes negativos. Es un problema que perjudica de manera grave el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, así como, las relaciones sociales existentes en esta, tanto entre compañeros como entre estudiantes y profesores, más específico en el funcionamiento y funciones de la escuela.13
Se ha de señalar que la definición de agresión ha estado sujeta a disímiles y continuas modificaciones al tomar en consideración los aportes brindados por numerosas investigaciones, dentro de las primeras conceptualizaciones sobre el tema se encuentran las de Soarez,14 Wagner y otros,15 Gallegos,19 y Guzmán,24 que la definieron como “conducta cuya finalidad es la ofensa de la persona a quien se dirige”. En franca correspondencia con el concepto anterior Rodríguez y otros3 la definirían como la “respuesta que produce estímulos dañinos en otro organismo”.
Peña y otros26 definen la agresividad como la “conducta cuyo objeto es dañar a alguna persona u objeto”. Por su parte, Sampayo y otros,12 entendían que la agresión era la “conducta dañina sobre la base de una variedad de factores, algunos de los cuales residen tanto en el evaluador como en el ejecutor” esto incide en la importancia de considerar los juicios sociales que hacen que un acto sea considerado como agresivo o no agresivo.
González y otros9 aconsejan tener presente el supuesto de que la víctima debe querer evitar ser agredido y no desear que suceda la agresión, es decir, evitar que se produzca daño alguno. Sobre estos postulados Fernández y Conrad20 logran imbricar los elementos y definen la agresión como “cualquier forma de conducta cuyo objetivo es dañar o herir a otro ser vivo que no desea sufrir ese trato”. Por su parte Castro y otros22 y Reinoso25 la consideran como cualquier conducta dirigida hacia otro individuo, que es llevada a cabo con la intención inmediata de causar daño.
Para otros autores como Cuenca y Mendoza28 la agresividad ha de ser evaluada por los indicadores activo y proactivo, ambos tipos de agresión son distintas en sus orígenes y causas. La agresión reactiva hace referencia a una reacción defensiva ante un estímulo o evento amenazante; está dirigida a la defensa, castigo, venganza o amenaza contra otra persona tras una ofensa recibida y la proactiva consiste en cometer una agresión sin haber recibido una provocación previa.
Después de analizadas estas visiones sobre cómo entender la agresividad, los autores del presente trabajo desean dar a conocer la brindada por Zapatero y otros16 la cual se asume como una explicación coherente sobre qué entender por agresividad:
Complejo proceso de educación y de vivencias muy personales, es una respuesta condicionada por la vida social del sujeto y por sus necesidades, respuestas que dependerán mucho de un aprendizaje, de experiencias cotidianas, de la interpretación individual que como personalidad haga de sus vivencias.
Al analizar el concepto anterior se visualizan elementos de significación como el proceso educacional al que el estudiante debe estar influenciado, vivencias personales, necesidades, respuesta condicionada, personalidad del sujeto, todo esto responde a la identificación de la individualidad como elemento primario para la comprensión de este fenómeno y en segundo lugar a la educación del sujeto. A decir de Hidalgo y otros30 tener presente estos elementos favorecen el desarrollo de un sistema educativo coherente para ofrecer una respuesta educativa ajustada a la diversidad.
Se impone entonces la imperiosa necesidad de que los profesores de logofonoaudiología, dada la magnitud de sus funciones, se superen constantemente en correspondencia con las necesidades de los estudiantes bajo su tutela, de la población bajo su atención y de las familias; que sean capaces de profundizar y adquirir conocimientos teóricos y prácticos profundos, con paciencia infinita, optimismo realista, relaciones afectivas y comunicacionales que propicien un mejor aprendizaje, siempre ofrecer la ayuda necesaria, el estímulo y el ineludible reto: amor, preparación científica y creatividad.
Se concluye que los análisis anteriores admiten concebir la superación profesional de los profesores de la carrera de logofonoaudiología como el necesario proceso de reflexión sobre el estado actual de su preparación de modo que, sobre la base de los vacíos existentes, sea capaz de actualizar sus conocimientos y autoevaluar su desempeño a partir de las potencialidades individuales y del contexto. Es por ello que resulta incuestionable la necesidad que existe de analizar la superación profesional de modo tal que propenda al logro del perfeccionamiento en el desempeño profesional de los referidos profesores, con particular énfasis en el tratamiento de los estudiantes con alteraciones en el comportamiento agresivo.