Introducción
La transfusión de sangre (TS) es una terapia de reemplazo para la sangre o uno de sus componentes, dependiendo de los requerimientos del receptor. La transfusión debe ser un acto selectivo ya que los diversos elementos celulares o de plasma son esenciales para el mantenimiento del equilibrio y, por tanto, su uso debe ser racional.1
La transfusión de sangre es el medio por el que se trasplanta un tejido, en este caso un trasplante de sangre es un proceso que está subordinado a una legislación rigurosa para establecer un indicador que certifique la seguridad y la calidad de la transfusión. Tanto la promoción de la donación como la TS es una parte fundamental en el actual sistema de atención sanitaria.2
La finalidad de la transfusión es beneficiar al enfermo y la tendencia actual es administrar a cada paciente, entre los productos preparados, aquel que realmente lo requiera. Transgredir esta norma es siempre inútil y a menudo peligroso.3
Entre la amplia variedad de productos sanguíneos para escoger solo se debe transfundir aquel de que es deficitario el paciente (receptor). Por lo que se debe tener un uso racional de la sangre para optimizar una transfusión cualitativa y cuantitativamente, de esta manera se evita transfundir componentes innecesarios que pueden causar reacciones adversas en el paciente y que bien en otros receptores estos diferentes componentes pueden ser útiles.3
La transfusión es un tratamiento serio y potencialmente riesgoso. Si no se adoptan las precauciones requeridas se pueden producir reacciones fatales.3
En el año 2020 en Cuba se realizó un total de 174 721 transfusiones y en el 2021 la cifra se incrementó a 228 078. De estas, Artemisa efectuó 5294 con una tasa de 54,2 por 1000 ingresos.5,6 Hasta donde se consultó la literatura, no se han realizado publicaciones que evidencien las características de la hemoterapia en el Hospital General Docente Comandante Pinares (HGDCP).
El objetivo de la presente investigación es describir los servicios más consumidores durante diez años .El desafío de tener en el tiempo una serie cronológica de como ha ocurrido lo relacionado con los servicios de mayor consumo en el centro es lograr evaluar este proceso en su conjunto, de modo que pueda ser objetivado y comparado, que permita; además, conformar estándares y elaborar procesos correctivos para producir mejoras continuas, lo que puede disminuir la probabilidad de errores y elevará la seguridad de los pacientes al obtener más eficiencia y satisfacción para ellos.
Métodos
Se realizó un estudio observacional descriptivo transversal y retrospectivo en el banco de sangre (BS) del HGDCP, desde el año 2010 hasta el 2020. A través del método de análisis documental se revisaron los registros del BS y del departamento de registros médicos del hospital (registro de hemoterapia del BS, y por servicios; además, se tuvo en cuenta los partes mensuales del servicio de transfusiones). Se determinó el consumo del hospital y para cada servicio hospitalario, asumiendo este la cantidad de transfusiones que se realizaron en cada uno, independientemente del componente sanguíneo transfundido.
Se escogieron los cinco servicios que tuvieron mayores porcentajes de transfusiones respecto al total de las transfusiones realizadas, para exponer sus resultados en representatividad del hospital. Se utilizó el cálculo porcentual, y como medidas de resumen de estadística descriptiva de tendencia central y dispersión, la media aritmética y la desviación estándar. Para la comparación de medias, se estimó la prueba de t de student con un 95 % de confiabilidad y un nivel de significación de 5 % (p< 0,05).
Resultados
Se determinó que los servicios más consumidores de transfusiones eran oncohematología (OH), cirugía general, medicina interna, unidad de cuidados intensivos (UCI) y ortopedia y traumatología, por lo que fueron seleccionados para exponer sus resultados en representatividad del hospital (tabla 1).
2010 | 199 | 12,7 | 484 | 31,0 | 441 | 28,2 | 237 | 15,2 | 202 | 12,9 | 1563 |
2011 | 201 | 14,6 | 419 | 30,5 | 328 | 23,8 | 254 | 18,4 | 175 | 12,7 | 1377 |
2012 | 236 | 19,4 | 287 | 23,6 | 301 | 24,7 | 214 | 17,6 | 179 | 14,7 | 1217 |
2013 | 264 | 23,0 | 235 | 20,5 | 286 | 25,0 | 193 | 16,8 | 168 | 14,7 | 1146 |
2014 | 251 | 23,3 | 246 | 22,8 | 262 | 24,3 | 167 | 15,5 | 152 | 14,1 | 1078 |
2015 | 248 | 23,4 | 238 | 22,5 | 241 | 22,7 | 174 | 16,4 | 159 | 15,0 | 1060 |
2016 | 223 | 21,9 | 247 | 24,3 | 235 | 23,1 | 157 | 15,5 | 154 | 15,2 | 1016 |
2017 | 211 | 22,6 | 218 | 23,4 | 216 | 23,2 | 142 | 15,2 | 145 | 15,6 | 932 |
2018 | 380 | 34,1 | 211 | 19,0 | 254 | 22,8 | 136 | 12,2 | 132 | 11,9 | 1113 |
2019 | 523 | 41,5 | 245 | 19,4 | 258 | 20,5 | 127 | 10,1 | 107 | 8,5 | 1260 |
2020 | 526 | 44,9 | 235 | 20,1 | 210 | 17,9 | 117 | 9,9 | 84 | 7,2 | 1172 |
278,6 | |||||||||||
OH: Oncohematología. UCI: Unidad de cuidados intensivos.
p = 0,0000 para todas las comparaciones entre las medias, excepto para cirugía y medicina interna donde p = 0,1331.
En el período de estudio estos cinco servicios efectuaron un total de 12 934 transfusiones. OH registró la mayor cantidad con 3262, con un promedio de 296 transfusiones anuales.
En cuanto a los servicios que más transfusiones requirieron en los años iniciales del estudio fueron los años 2010 y 2011 en las salas de cirugía general y medicina interna en el hospital en estudio, estas registraron el mayor porcentaje de transfusiones, y según fue avanzando el estudio, la demanda de transfusiones en los servicios fue cambiando hasta que se identificó que el servicio que más transfundió fue OH, seguido por cirugía y medicina interna (sin diferencias entre sí), UCI y ortopedia, por ese orden. OH mostró un incremento sostenido en el número de transfusiones anuales durante el período de estudio.
El año en que más se transfundió fue el 2011, y en el que menos, 2017. La tendencia del número de transfusiones en general, y en todos los servicios fue a disminuir, excepto OH, que presentó una tendencia al incremento, lo cual estuvo relacionado con el mayor número de pacientes diagnosticados y en seguimiento.
Discusión
Cada año en el mundo las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos contribuyen a salvar millones de personas, por lo que incrementa la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades mortales y apoyan los procedimientos médicos y quirúrgicos complejos; desempeñan; además, un papel fundamental en la atención materno infantil, los desastres naturales y los artificiales provocados por el ser humano.2
Los resultados de la presente investigación están en concordancia con el hecho de que el cáncer se ubica como la segunda causa de muerte en Cuba, y la primera, para la provincia de Artemisa, desde hace más de 10 años.5 Este protagonismo dentro de las causas de muerte se traduce en un aumento marcado y progresivo de los pacientes con esta enfermedad en el período de estudio, lo cual justifica también el incremento en el número de transfusiones en el servicio a medida que avanzaban los años, ya que en el hospital en estudio, la oncohematología es un servicio de asistencia provincial.
Los servicios de oncología y hematología son altos consumidores de hemocomponentes. La causa principal se encuentra en que los protocolos de actuación de estas especialidades exigen que los pacientes tengan cifras de hemoglobina por encima de 100 g/L para poder iniciar el tratamiento de quimio o radioterapia.6
Estos pacientes sufren de la anemia asociada al cáncer, que aparece como efecto directo de la neoplasia, del tratamiento oncológico específico, la progresión tumoral y/o las comorbilidades asociadas, y se agrava por las intervenciones quirúrgicas que conllevan grandes pérdidas sanguíneas o en pacientes que necesitan tratamiento de radioterapia o quimioterapia que afectan la médula ósea. Existe una alta frecuencia de hemocomponentes transfundidos (principalmente concentrado de glóbulos rojos y plaquetas) en pacientes con enfermedades neoplásicas, principalmente hematológicas.1
Se compararon los resultados de este estudio con la bibliografía internacional, se encontró que en Perú los servicios que prescribieron mayor solicitudes transfusionales fueron en el Hospital Regional del Cusco en Gineco-obstetricia, donde el diagnóstico más frecuente fue la hemorragia posparto, cirugía y emergencia. Mientras que en el Hospital Antonio Lorena, el servicio con mayor cantidad de transfusiones fue el de medicina, seguido de ginecología y emergencia.7 En España también prevalece el criterio de que los pacientes ingresados por motivos quirúrgicos tienen una tasa de transfusión mayor, respecto a los ingresados por enfermedades médicas.8
Meléndez y otros9 afirmaron que la mayoría de las transfusiones se hacen en pacientes quirúrgicos y que los anestesiólogos son los que las prescriben. Después de realizada una investigación en un Hospital Universitario de Colombia corroboraron que las especialidades con más indicaciones de transfusiones son: anestesia, medicina interna y en el último lugar, pediatría y el gínecoobstétrico.
En Cuba, Ferrer Castro y otros10 publicaron en el 2019, que en el Hospital Provincial Docente Dr. Joaquín Castillo Duany de Santiago de Cuba, el Servicio de Cirugía General fue donde más se transfundió. Por el contrario, en el Hospital Militar Central Dr. Carlos J. Finlay en el 2015 existió un mayor consumo de unidades por las especialidades clínicas, que por las especialidades quirúrgicas. Los servicios de más demanda fueron: Cuerpo de Guardia, Medicina Intensiva, Nefrología, Hematología y Medicina Interna.11 Este mismo año en el Hospital Docente Clínico Quirúrgico León Cuervo Rubio de Pinar del Río, el Servicio de Medicina Interna fue el que más pacientes transfundidos logró acumular, alrededor de un tercio del total de pacientes, seguido por los servicios de Cuerpo de Guardia, UCI, Geriatría, Cirugía y Salón de Operaciones.12 Otros estudios realizados en el país muestran la cantidad de pacientes que se transfundieron por departamentos. El Servicio de Cirugía General fue el de menor porcentaje (7,9 %), le siguió bastante cerca en orden ascendente Neurocirugía (8,9 %); Urología y Angiología casi duplicaron proporcionalmente a Cirugía General con (14,2 y 14,1 % respectivamente); Ortopedia y Traumatología lo triplicó (24,2 %) y Proctología lo cuadriplicó (28,8 %). Otorrinolaringología tuvo una proporción muy alta de transfusiones (60 %), pero hay que señalar que durante este período solamente realizó 5 operaciones de este tipo.13
Una de las recomendaciones en hemoterapia es valorar las necesidades específicas del paciente y transfundir aquel producto deficitario y la cantidad mínima para corregir el trastorno. Esto obedece a las múltiples ventajas que ofrece y a las indicaciones que cada día son más precisas en los hemocomponentes.
Durante los diez años disminuyó de manera significativa el porcentaje de transfusiones sanguíneas y la cantidad de componentes sanguíneos que se administraron. No obstante, los resultados favorables que se obtuvieron en la investigación se consideraron que pueden alcanzarse mayores progresos. Con toda probabilidad, la utilización racional de componentes sanguíneos basados en el conocimiento de sus riesgos e indicaciones es la medida que más impacto causa sobre su consumo.
Se concluye que al lograr describir los servicios más consumidores de transfusiones en el Hospital General Docente Comandante Pinares tuvo la tendencia de disminuir en el transcurso de los años. Lo que permitió realizar otras investigaciones en la cuales se estudiaron los factores de riesgo que influyen en la incidencia transfusional e incluir en las variables para la confección del esquema de solicitud de sangre el motivo para la reserva, como recomienda la OMS, además de monitorizar, evaluar y verificar el cumplimiento de la propuesta.