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Revista Cubana de Pediatría

versión impresa ISSN 0034-7531versión On-line ISSN 1561-3119

Rev Cubana Pediatr vol.87 no.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2015

 

Rev Cubana Pediatr. 2015;87(4)

ARTÍCULO DE REVISIÓN

 

Lactancia masculina inducida

 

Induced male lactation

 

 

MSc. Joaquín Román Lafont

Policlínico Docente “Luis Augusto Turcios Lima”. Mayabeque, Cuba.

 

 


RESUMEN

Para crear el mundo que se vislumbra en la Declaración del Milenio, aprobada en las Naciones Unidas, es esencial la igualdad entre los géneros. En las mujeres, que son las cuidadoras primarias de los niños, cada día es más preocupante el abandono parcial —o total— de la lactancia natural. En la etapa embrionaria el desarrollo de las estructuras que forman los tejidos mamarios es el mismo para ambos sexos. Las tetillas en los varones, que son el equivalente de las mamas en la mujer, por mucho tiempo fueron consideradas un misterio, pues aparentemente no cumplen con ninguna función biológica y cuya presencia plantea un problema para la teoría de la evolución. Sin embargo, de diferentes latitudes del planeta se reportan hombres que han logrado una lactancia inducida con solo la succión frecuente y prolongada del bebé. Si esto ha ocurrido en hombres con mamas subdesarrolladas, ¿cómo es posible que las mujeres, que están mejor preparadas para este fin, abandonen la lactancia? Ante la interrogante de ¿puede el hombre lactar?, se realizó una búsqueda sobre lactancia masculina online a través de Infomed e Internet, visitas a Bibliotecas especializadas y al Hospital Universitario “Calixto García” de la capital. El resultado de la búsqueda es sorprendente…, hasta en Cuba hubo un camagüeyano que lactó a su hija durante 22 meses.

Palabras clave: lactancia masculina, lactancia paterna, paternidad responsable, lactancia, amamantar, recién nacido.


ABSTRACT

For the creation of the world that the UN-approved Millennium Statement envisages, it is essential to achieve the gender equality. It is a growing concern today that many women, who are the primary caregivers of children, stop partially or completely breastfeeding their children. In the embryonic stage, the development of the structures making up the mammary tissue is the same for males and females. Men's teats, which are equivalent to women's breasts, were considered for a very long time a mystery since they do not seem to perform any function and represent a problem for the theory of evolution. However, there have been reports from different parts of the world about lactation induced by men when the baby sucks on their teats in a frequent and prolonged way. If this happens in men whose mammary glands are underdeveloped, how is it possible that women who are better fit for this purpose cease to breastfeed the child? Looking for an answer to the question Can man lactate too?, data search was made online through Infomed and Internet as well as visits were paid to specialized libraries and to “Calixto Garcia” hospital in the Cuban capital. The result was surprising since even in Cuba, there was a man in Camaguey province who managed to lactate his daughter for 22 months.

Keywords: male lactation, paternal lactation, responsible fatherhood, breastfeeding, newborn.


 

 

INTRODUCCIÓN

La leche materna, recomendada por la OMS, es reconocida como el alimento ideal durante los primeros 6 meses de vida. El costo de no amamantar en ese período es muy alto, bien sea desde el punto de vista económico, como desde el punto de vista epidemiológico.1-3

Las mujeres son las cuidadoras primarias de niños y niñas, y por tanto, son también quienes configuran sus vidas. Para los niños y niñas, las personas más importantes en el mundo no son los dirigentes políticos ni los directores de los organismos de desarrollo, sino sus padres y madres, que toman todos los días decisiones fundamentales, como compartir la responsabilidad de las tareas domésticas y el cuidado infantil. La igualdad entre los géneros es esencial para crear el mundo que se vislumbra en la Declaración del Milenio, aprobada en las Naciones Unidas.4-7

En el siglo XX, uno de los impactos sociales más progresistas lo ha sido la emancipación de la mujer, que ha logrado igualarse al hombre en múltiples profesiones y oficios, en la ciencia y en cargos públicos. Hay mujeres médicas, ingenieras, deportistas de disciplinas que eran considerados solo para hombres como el boxeo, la halterofilia, y hasta hay mujeres Presidentas o Primeras Ministras, de naciones como en Alemania, Argentina, Chile y Brasil. Expertos de las Naciones Unidas concluyeron que la mayor agresión realizada por el hombre contra la humanidad en el siglo XX ha sido por: las guerras mundiales y regionales, el deterioro del medio ambiente, y el abandono de la lactancia materna.8

No es fácil determinar exactamente el momento en el cual el comportamiento natural de la mujer para amamantar la cría, tan antiguo como la misma humanidad, cuya función original era asegurar y promover la sobrevivencia de la especie, fue reemplazada por la lactancia artificial.9 El abandono total o parcial de alimentar al pecho se ha reportado usualmente por diversas causas como: incremento de obligaciones extradomiciliarias de las féminas, por enfermedad materna o del niño, por una mala técnica, o pobre educación sanitaria que conduce a la hipo o agalactia.9,10 Desde el punto de vista sociocultural, la lactancia materna se asemeja a otros comportamientos humanos sujetos, invariablemente, a influencias externas.9 Se reconoce que en la especie humana las funciones de los géneros no son innatas, sino aprendidas,4 y la práctica exitosa de amamantar se logra básicamente por la experiencia educativa, la toma de conciencia, el aprendizaje de la técnica correcta, y no solo por el instinto, como sucede con el resto de los mamíferos.2,11,12

Al cada día más preocupante abandono de la lactancia materna se contrapone un raro hecho que ha sorprendido a la comunidad científica, el fenómeno de la lactancia masculina. Se reportan hombres que han desarrollado la producción láctea con el uso de medicamentos que estimulan la actividad de las glándulas mamarias, como en el caso de tratamiento con hormonas estrogénicas administrado a hombres con cáncer prostático.13 Pero este no es el motivo de investigación del autor, sino el hecho de que ha sido posible la inducción de secreciones lácteas en varones, mediante el masaje repetido y estimulación por succión de los pezones o tetillas durante un período prolongado de semanas o meses.14

Las tetillas en los varones, por mucho tiempo, fueron consideradas un misterio genético, pues, aparentemente, no cumplen con ninguna función biológica, y cuya presencia plantea un problema para la teoría de la evolución.15,16 Parece racional admitir con Charles Darwin en su obra “Origen de las especies por medio de la selección natural” (1859), que el desarrollo de las funciones de las glándulas mamarias en el hombre se trata de un caso de atavismo, y que primitivamente tanto el macho como la hembra, contribuyeron a la atención de los recién nacidos, alimentándoles ambos con sus pechos.17,18

 

DESARROLLO

Desde el punto de vista genético, ¿qué determina morfológica y fisiológicamente que un individuo sea hombre o sea mujer? Toda la herencia genética de la especie humana está contenida en solo 23 cromosomas, de los cuales hay 22 cuyos genes son los mismos para ambos sexos. Solo el cromosoma 23 es diferente, pues en la mujer este cromosoma tiene dos X, mientras que en el hombre tiene una X y un pequeño cromosoma Y.4 Por lo tanto, los genes del cromosoma 23 determinan todas las diferencias que existen entre ambos sexos, no solamente que unos individuos tengan ovarios y otros testículos, sino también las características secundarias a la etapa posadolescencia, como la barba, el tono de la voz y el desarrollo de las mamas.2,19

En todos los mamíferos es constante la existencia de glándulas mamarias. Experimentalmente se ha observado en el tejido mamario de los ratones que no se forman conductos ni pezones, pero en el resto de los mamíferos (donde se incluye la especie humana), los conductos galactóforos y pezones se forman en hembras y en varones, con muy poca diferencia morfológica antes de arribar a la pubertad. Durante la adolescencia las diferencias entre ambos sexos se acentúan por la influencia de hormonas que producen las gónadas, las adrenales y la hipófisis. Como hallazgo curioso, mientras que en las vacas la producción de la leche es por el efecto de la hormona somatotrofina (u hormona del crecimiento), en los humanos la producción de la leche es responsabilidad de la hormona prolactina, existente en la hipófisis de todos los humanos, sean hombres o mujeres.20


Los mamíferos

Dentro del reino animal, los mamíferos forman un grupo de unas 4 600 especies, y se destaca, entre los primates, la especie humana. El tamaño de los mamíferos varía mucho; el más grande es la ballena azul, que puede medir más de 30 metros de longitud y pesar unas 130 toneladas. Todos los mamíferos se caracterizan por ser vertebrados de sangre caliente, temperatura corporal constante (homeotérmicos) y la existencia de glándulas mamarias (de donde toman el nombre de mamíferos) para alimentar a la cría. Los pequeñuelos de la especie humana, al nacer, no solamente son incapaces de procurarse por sí mismos el alimento, sino que además no podrían ser alimentados con las sustancias que forman la base de la alimentación del adulto, y necesitan un líquido nutricio especial, elaborado y conducido a su tubo digestivo por sus progenitores.18,19,21


Glándulas mamarias en la mujer

A la quinta semana de vida intrauterina se forman la areola y el pezón. Estos grupos de células se forman a partir de unas líneas de tejido glandular que se encuentran en el feto, conocidas como líneas de la leche. Están localizadas a ambos lados del tórax y el abdomen, desde las axilas hasta la región inguinal. Estas líneas desaparecen, y se desarrollan únicamente los brotes localizados en el tórax. Cuando estos grupos de células no desaparecen sobre estas líneas, dan lugar a mamas supernumerarias.20-22

El cuerpo glandular de las mamas se encuentra dentro de un tejido adiposo, fibroso, que le rodea y le sirve de sostén. Este determina la forma y el tamaño de la mama, no del cuerpo glandular. Su tamaño, por lo tanto, no permite extraer ninguna conclusión en relación con su capacidad de rendimiento lácteo. La mayoría de las veces, la mama izquierda es mayor que la derecha. Sin embargo, la cantidad de leche suministrable es igual en ambos lados, cuando se amamanta utilizando ambas por igual.23,24

El cuerpo glandular de cada mama está compuesto de 15 a 20 lóbulos glandulares, los cuales, a través de los conductos galactóforos, envían la secreción láctea, que se almacena en los senos galactóforos, y desde allí, a las 12 a 14 aberturas en el pezón.21-23


Fisiología de la lactancia materna

¿Cuál es el mecanismo que le permite a la mujer fabricar la leche para alimentar al bebé? En la lactación hay que distinguir 4 etapas: 1) el desarrollo y preparación de las mamas, o mamogénesis; 2) la iniciación de la secreción láctea, o lactogénesis; 3) el mantenimiento de la secreción, o lactopoyesis; y 4) la descarga de la leche, o eyección láctea.25

El desarrollo de las mamas en las niñas se mantiene estacionario hasta que llegan a la pubertad, cuando las hormonas en esta etapa hacen que sus mamas aumenten de tamaño. Posteriormente, con el primer embarazo, experimentan un segundo crecimiento de las mamas, funcionalmente más importante que el de la pubertad, pues las preparan para fabricar y acumular la leche materna.25,26

Se denomina lactogénesis cuando se inicia la producción de la leche. Para que esta se realice con éxito es necesaria previamente la mamogénesis, o desarrollo de las mamas y la interacción de varias hormonas, en la cual la prolactina desempeña un papel esencial. Durante el embarazo las glándulas mamarias aumentan su capacidad. En el tercer trimestre del embarazo los niveles plasmáticos de prolactina están elevados, pero su acción lactogénica permanece bloqueada por los altos niveles de esteroides placentarios, especialmente la progesterona.

Con la expulsión de la placenta posparto descienden estas hormonas placentarias en sangre, que unido al efecto de la succión del recién nacido al estimular las terminaciones nerviosas sensitivas del pezón (cuyo impulso nervioso viaja a lo largo de las fibras nerviosas del vago hasta el hipotálamo), se inhibe la secreción del factor inhibitorio de prolactina en el hipotálamo; entonces, la prolactina retenida en la adenohipófisis o hipófisis anterior es liberada hacia la sangre y transportada hasta las células del alveolo mamario, estimulándolas para la síntesis y producción de la leche.20,22,25,26

El reflejo de vaciamiento, o de eyección láctea, también se inicia con el estímulo que produce el recién nacido al succionar el pezón o areola. Este estímulo nervioso llega a las células productoras de la oxitocina en el hipotálamo, y alcanza la hipófisis posterior o neurohipófisis, donde se almacena la oxitocina, la cual es liberada a la sangre. De esta forma llega a los alvéolos mamarios, provocan la contracción del tejido muscular liso que rodea los conductos y senos galactóforos y, por lo tanto, la eyección de la leche por los alveolos, conductos y senos galactóforos hacia el pezón.20,22

La galactopoyesis es el mantenimiento de la producción de leche por la interacción de ambas hormonas: la prolactina y la oxitocina. Para que se sostenga la secreción láctea y se mantengan niveles elevados de prolactina en sangre, es indispensable el vaciamiento adecuado y frecuente de las mamas. Por ello, la madre debe amamantar a su hijo frecuentemente, por lo menos 8 veces en 24 horas en los primeros meses.20 El mantenimiento de la lactancia depende del estímulo de mamar frecuentemente, la extracción de la leche con vaciamiento de ambas mamas, y de lo inmediato que se inicie el contacto del bebé con el seno materno.10,14 La introducción de alimentos complementarios disminuye la frecuencia de las tetadas, su duración, y por consiguiente, baja el nivel de prolactina plasmática, con la consecuente reducción en la producción láctea.20,27

La relactancia es el restablecimiento de la secreción láctea después de que una mujer haya dejado de amamantar unos cuantos días, o hasta algunos meses. Se refiere también a la promoción o aumento de la producción insuficiente de leche.14

La inducción o lactancia inducida es el establecimiento del suministro de leche en una mujer que nunca ha estado embarazada.14

La relactancia y la lactancia inducida pueden empezar sin los grandes cambios hormonales de la gestación y parto, pues solo con la succión del pezón, el bebé induce lenta y progresivamente los cambios hormonales necesarios, esto es: el aumento de las secreciones, y liberación de las hormonas prolactina y oxitocina de la glándula hipófisis. Por lo tanto, la inducción y la relactancia pueden iniciarse y mantenerse simplemente por la acción de un bebé que succione los pezones con suficiente frecuencia.14,18


Glándulas mamarias en el hombre

En la etapa embrionaria y fetal la formación de las estructuras que forman los tejidos mamarios es la misma para ambos sexos.3 Por la evolución social de nuestra especie a través de miles de años, la mujer se fue quedando al cuidado de la familia en su hábitat, mientras que los hombres se iban de cacería muchos días, así que la función de amamantar tuvo que asumirla ella sola. De ahí que las mamas de las hembras se hayan mantenido más desarrolladas.

En el sitio anatómico de las mamas de la mujer, el hombre tiene dos tetillas. Por mucho tiempo fueron consideradas un misterio, pues aparentemente no cumplen con ninguna función biológica, por lo que se plantearon un problema para la teoría de la evolución.3,28 Estas dos mamas rudimentarias se mantienen con un crecimiento casi estacionario hasta la pubertad.17 En un grupo de niños y niñas con el tórax descubierto en los primeros años de vida, se comprobará lo difícil que es identificar por la morfología de las mamas quién es el varón y quién es la hembra.23,25

Con el inicio de la pubertad, las mamas en el varón experimentan una mayor sensibilidad y una hinchazón más o menos dolorosa, a veces con la excreción de una pequeña cantidad de líquido análogo al calostro. Después, vuelven a sus dimensiones infantiles, y el hombre adulto las conserva así durante toda la vida. En fin, en el niño la mama es un órgano no desarrollado todavía; y en el hombre, es un órgano atrofiado, rudimentario, que mide apenas 20 a 25 mm de anchura y 3 o 5 mm de espesor.17


Fisiología de la lactancia masculina

La lactancia masculina es la producción de leche en los pechos de individuos varones,15 fenómeno que, aunque raro e inusual, ha sido observado en algunos animales y humanos de este género.

Se han descrito varias formas para lograr la lactancia masculina: 1) es un fenómeno muy común en el caso de hombres que toman hormonas femeninas o medicamentos que tengan efecto sobre las glándulas mamarias (metoclopramida, fenotiazidas, fitoestrógenos, prolactina, etc.); 2) se observó entre hombres que habían estado en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos habían estado hambrientos y sus cuerpos macilentos habían detenido algunas funciones, como la de producir hormonas. Como dejaron de producir testosterona, estrógenos, progesterona, etc., sus hígados también dejaron de producir las enzimas destinadas a neutralizar estas hormonas. Al terminar esa etapa de hambruna ocurrió que, al reincorporarse a una dieta normal, comenzaron a producir hormonas en cantidad, pero sus hígados, por una recuperación lenta de sus funciones, no producían suficiente cantidad de enzimas para que destruyeran las hormonas y, por consiguiente, este exceso de hormonas en sangre fue el responsable de que algunos hombres comenzaran a segregar leche por sus pechos;13,15,19 3) en individuos con un tumor cerebral o adenoma hipofisario, cuya compresión sobre la pituitaria estimula la producción de prolactina.

Pero el criterio de inclusión para este estudio corresponde a hombres que logran la secreción láctea solo por el método de inducción —o método de lactancia inducida—,14 es decir, cuando se inicia y mantiene la producción de leche simplemente por la acción de un bebé, que succiona y estimula los pezones con suficiente frecuencia, intensidad y tiempo.

De momento, no se ha podido determinar en la especie humana en qué momento y condiciones los varones cesaron de ayudar a las hembras en la lactancia de los pequeños y, por este hecho, se les fueron atrofiando sus mamas, como si fueran órganos inútiles.17 Lo que sí científicamente se ha demostrado es que, subdesarrolladas o poco desarrolladas, el hombre tiene glándulas mamarias. Dos o tres días después del nacimiento hay recién nacidos varones que producen un líquido blanquecino en sus tetillas conocido con el nombre de “leche de los recién nacidos”, o “leche de brujas” para los alemanes; secreción incompleta, pero verdadera, que difiere de la del adulto por ser menos abundante y momentánea, pues solo dura días.17 Después sus mamas permanecen casi estacionarias hasta la pubertad, cuando por un efecto hormonal, en algunos varones, llega a producirse la excreción de una pequeña cantidad de líquido análogo al calostro,17 lo que confirma que sus rudimentarias glándulas mamarias funcionan.

Teniendo en cuenta que la existencia en el hombre de pequeñas glándulas mamarias, de tetillas con pezones sensibles a la estimulación por succión capaces de enviar los estímulos nerviosos al hipotálamo e hipófisis, y que en esta última glándula se almacena, tanto en el varón como en la mujer, entre otras, las hormonas prolactina y oxitocina necesarias para la producción y eyección de la secreción láctea, no es difícil aceptar científicamente que, aunque sea poco frecuente, en algunos hombres se cumplen los requisitos anatomofisiológicos necesarios para que se pueda producir la inducción o lactancia inducida, de manera que se inicie y mantenga la producción láctea por la acción de un bebé que succione los pezones con la suficiente frecuencia.14

Universalmente existen testimonios de la producción láctea masculina:

  • Se ha reportado que en algunos mamíferos, el aparato mamario del macho presenta el mismo desarrollo que en la hembra, y llegan a secretar leche, como fue reportado en el macho cabrío por Aristóteles (384-322 a.n.e.), Geoffrag Saint-Hilaire y otros.17

  • El profesor Patty Stuart Macadam, del Departamento de Antropología en la Universidad de Toronto, Canadá, escribió un artículo en la edición de otoño de Compleat Mother sobre una rara especie de murciélagos traídos de Malasia, cuyos ejemplares masculinos, todos, espontáneamente, estaban capacitados para lactar.19,29

  • En el siglo XVI llegaron exploradores portugueses a Brasil con misioneros europeos, quienes describieron una tribu de indígenas cuyas mujeres mostraban pechos no tan grandes como los de las mujeres de otras tribus, y se sorprendieron los misioneros al descubrir que en esta tribu la lactancia le correspondía enteramente a los hombres.13

  • En el año 1859 el famoso explorador alemán Alexander Freiherr von Humboldt, en su viaje al Nuevo Continente, describió en su diario a un hombre de 32 años de edad que tenía un hijo, que era amamantado por su mujer; pero, habiendo esta agravado después del parto, tuvo que interrumpir la lactancia. El hombre, instintivamente, colocó al bebé en su pecho, y poco a poco sus mamas aumentaron de volumen, y secretaron leche en cantidad suficiente para permitirle lactar durante 5 meses.13,17

  • En 1997, Jared Diamond, profesor de Geografía en la Universidad de California y ganador del premio Pulitzer, escribió sobre la lactancia masculina: “…es un potencial de ventajas, pues en primer lugar promueve la relación emocional del padre con el hijo, que hasta ahora sólo le correspondía a las mujeres. Además que hoy en día muchas mujeres o la mayoría en las sociedades del primer mundo, se vuelven incapaces de alimentar al pecho el tiempo necesario, a causa del trabajo, de alguna enfermedad, o de algún fallo en la lactancia. La lactancia masculina puede suplir estos fallos y darle a los niños los beneficios que la madre ha suspendido al discontinuar de amamantarlo”.19

  • Helen Marieskind, en un diario del Reino Unido, publicó un artículo con el título “Lactancia anormal”, en el cual explica que en nuestra cultura occidental se pone en duda la capacidad del hombre para lactar por existir abundante literatura feminista, donde impera el pensamiento de que amamantar es una capacidad exclusiva de la mujer.30

  • En el diario The Mercury, Octubre 30 de 2002 (Inglaterra) se reporta la noticia: “Un padre viudo de Sri Lanka (Ceilán) amamanta sus hijos. Este hombre, residente en una población de Walapone central, Sri Lanka, y que hacía tres meses había perdido a su esposa durante el último parto, adquirió la habilidad de amamantar a sus dos hijas pequeñas”. Él declaró: “Mi hija mayor se negaba a alimentarse con el biberón que le preparaba con la leche en polvo. Me encontraba tan atormentado una noche con su llanto que, para que se callara, me la puse al pecho. Y entonces sucedió algo sorprendente -admitió- era capaz de alimentarla con mi pecho”. El doctor Kamal Jayasinghe, comisionado en la dirección del hospital estatal de Sri Lanka, reafirmó que era posible que hombres como este produjeran leche, si la hormona prolactina se les hacía hiperactiva.15,18,19

  • En 2003 Fiona Giles publicó su libro “Leche fresca: secretos para lactar”, en el cual dedicó un capítulo al tema de padres que amamantan, y expone la experiencia de un padre australiano que amamantó a su hija hasta que cumplió un año.30,31

  • En 2004 una compañía de televisión en el Reino Unido comenzó a buscar participantes para un experimento de parejas con el proyecto milkmen, para promover la lactancia en ambos y realizar un documental para la televisión.19,28

  • Murat y Patissier, en su artículo “Mamas” en el diccionario del cual son autores, refieren el caso de un marino que, habiendo perdido a su mujer y encontrándose en alta mar con su hijo que todavía mamaba, trató de tranquilizarlo presentándole el pecho; al cabo de 3 o 4 días vio que sus mamas se hinchaban y secretaban leche.17

  • La organización Fathers Direct, un centro británico de información sobre la paternidad, ha elegido a los pigmeos aka, un pueblo cazador y recolector que vive en la frontera entre Congo Brazzaville y la República Centroafricana, como los mejores padres del mundo: “Ningún padre del mundo está más tiempo con sus hijos que estos pigmeos. Cualquier oportunidad es buena para estar con sus hijos. Lo más extraordinario, sin embargo, sucede durante la madrugada. En la noche, algunos padres aka atienden a sus crías más a menudo incluso que las propias madres y logran tranquilizarlos durante horas. ¿Cuál es el secreto?: La lactancia paterna. El pezón de un padre es perfectamente satisfactorio para calmar a un bebé y mitigar su llanto hasta que pueda ser alimentado”, explican los expertos. La investigadora Carolina Flint ha visto dar pecho a algunos hombres aka. “No se trata de que el padre diga al bebé: ‘Aquí tienes, toma mi pezón’, sino que generalmente es el bebé, por su reflejo innato de rooting u hociqueo, el que busca el pecho del padre, lo encuentra y comienza a succionar. Generalmente los hombres se muestran sorprendidos, pero los bebés se ven muy contentos”.15,19

  • El antropólogo estadounidense Barry Hewlett, quien ha estudiado a la tribu aka por más de 20 años, destaca los resultados obtenidos en su informe: “Los padres aka suelen llevar con ellos a los niños cuando van a beber vino de palma. Pueden sostener al bebé contra su cuerpo durante varias horas seguidas, y son los papás en lugar de las mamás quienes suelen calmar a los bebés si se despiertan por la noche”.16

  • En el museo de Medicina Legal del Hospital Universitario “Calixto García”, en La Habana, se encuentra un busto vaciado de cera hecho por el doctor Nicolás J. Gutiérrez (junio de 1839), con una inscripción en la cual se señala que Don Francisco Rodríguez, nació en el año 1779 en Las Palmas (Islas Canarias), que se supo era de padre sano. Se dedicó a trabajos agrícolas, y se trasladó a la isla de Cuba en 1811, específicamente a Ciego de Ávila. Se supo también que no padeció las enfermedades endémicas del país; y en 1823, determinadas condiciones le obligaron al cuidado de una niña, a la que prodigaba caricias y acostaba junto a él. De esa manera, la niña se apoderó del pezón de la mama izquierda y succionó, por lo que, días después, comenzó a desarrollarse esa mama, y segregó tal cantidad de leche, que pudo nutrir a la niña durante un periodo de 22 meses, quedando con el volumen que presenta en el vaciado de cera (Fig.).32

 

CONSIDERACIONES FINALES

Las tetillas del hombre son mamas subdesarrolladas, con igual formación embriológica que las mamas de la mujer, y se ha comprobado que poseen glándulas mamarias rudimentarias. Igual que en la mujer, la hipófisis del hombre almacena las hormonas prolactina y oxitocina, responsables de la producción láctea. Existe la posibilidad de una lactancia masculina inducida por la acción de un bebé succionando los pezones con la intensidad, frecuencia y duración suficientes. Un bebé indefenso y llorando de hambre necesita sentirse protegido, amado y amamantado; a él no le importa el género de la persona que lo haga.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 21 de agosto de 2014.
Aprobado: 18 de febrero de 2015.

 

 

Joaquín Román Lafont. Policlínico Docente “Luis Augusto Turcios Lima”, municipio San José de las Lajas. Mayabeque, Cuba. Correo electrónico: jrlafont@infomed.sld.cu

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