Introducción
En los últimos años, desde 2010 hasta la fecha, no solo se ha puesto énfasis en cumplir las recomendaciones internacionales sobre actividad física para lograr una salud óptima, sino también, en permanecer el menor tiempo posible en conducta sedentaria (CS).1
Se entiende por CS toda actividad realizada mientras se está despierto y que implique un gasto energético menor a 1,5 MET (Metabolic Equivalent of Task, por sus siglas en ingles). El MET es la unidad de medida del índice metabólico que corresponde a 3,5 mL O2/kg x min.2 Mantenerse sedente mirando la televisión o frente a un computador, o estar reclinado o recostado,2).constituyen ejemplos de actividades con gasto energético menor a 1,5 MET.
En noviembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció por primera vez las recomendaciones respecto a la CS en las personas, específicamente en niños: “Los niños, niñas y adolescentes deben limitar el tiempo que dedican a actividades sedentarias, especialmente el tiempo de ocio que pasan delante de una pantalla”.1
No se recomienda que los niños y niñas dediquen más de 2 h al día al tiempo de pantalla recreativa.3) En niños se demostró, con mediciones basadas en dispositivos, que el tiempo diario de CS correspondía a más de 50 % del día de vigilia a los 7 años.4
Existen hechos que demuestran que el conocimiento y los comportamientos desarrollados durante la infancia influyen en los comportamientos futuros como adultos;5 en particular, la actividad física de los niños. Además se señala que los comportamientos sedentarios no solo determinan la salud real del niño, sino su conducta y la salud de adolescentes y adultos.6
Resultados recientes en niños sugieren que el tiempo prolongado en CS se vincula directamente con disfunciones metabólicas como, por ejemplo, anomalías en la homeostasis de la glucosa.7,8
Otros estudios9,10 en población pediátrica con peso saludable, demostraba mejoras a corto plazo en el metabolismo de la glucosa a través de intervenciones que implicaban interrumpir el comportamiento sedentario (ICS).
El metaanálisis de Wijndaele y otros,10) que incluye datos transversales de 14 estudios (7 países), desde la Base de Datos Internacional de Acelerometría infantil (ICAD, International Children's Accelerometry database, por sus siglas en inglés, 1998-2009), demostraba que el reemplazo del tiempo prologado sedentario por actividad física de moderada a vigorosa, pudiera convertirse en el escenario preferido para un cambio de comportamiento y para disponer de asociaciones positivas con una amplia gama de factores de riesgo cardiometabólicos como son: la adiposidad, el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad, por sus siglas en inglés) y la presión arterial.11
Resulta relevante conocer la evidencia sobre los beneficios de las quiebras en la conducta sedentaria (QCS) en población pediátrica durante su estadía escolar, evaluados a través de parámetros fisiológicos y función cognitiva, para contribuir a largo plazo con la salud de los niños y las niñas de hoy, que serán nuestros adultos del futuro.
Por todo lo anterior, fue objetivo de este trabajo analizar la evidencia científica actualizada relacionada con los efectos de las quiebras de la conducta sedentaria sobre marcadores cardiometabólicos y sobre la función cognitiva en población pediátrica.
Métodos
El diseño se este estudio correspondió al tipo de revisión sistemática, en la que se incluyeron como términos de búsqueda; sedentary behavior, breaking sitting behavior, children, child behavior. Para la búsqueda de artículos se utilizaron los buscadores científicos: PubMed, Science Direct, Cochrane, WoS, Medline y EBSCO. Los límites de la búsqueda se ubicaron en estudios publicados entre 2016 y 2022, realizados en niños y niñas entre 4 y 13 años. Se consideraron para el estudio artículos de habla inglesa y española. Se incluyeron ensayos clínicos (EC), ensayos clínicos aleatorizados (ECA) y estudios de sección transversal (EST). Se excluyeron los artículos de revisión bibliográfica, cartas al editor, estudios de casos y opinión de expertos.
La presente revisión siguió los lineamientos de la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Review and Meta-Analysis), para su correcta ejecución se utilizó la plataforma COVIDENCE® (www.covidence.org), con tres revisores independientes para la fase de inclusión de artículos. La evaluación del riesgo de sesgo por los autores de los estudios incluidos (se muestran después), se realizó por dos revisores de forma independiente utilizando la herramienta RoB 1,6 (fig. 1).
Todos los conflictos se solucionaron entre los investigadores por consenso.
Resultados
Se resume el flujograma de selección de artículos (fig. 2).
Los artículos incluidos sumaron 2522 pacientes. Los artículos se dividieron para su análisis en dos subgrupos: 1) los niños que mostraban cambios en marcadores cardiometabólicos con 6 artículos, 1079 pacientes, 567 (52,5 %) niñas y 512 (47,5 %) niños; 2) los que mostraban cambios en las funciones cognitivas con 4 artículos, 1443 pacientes, 709 (49 %) niñas y 734 (51 %) niños.
Respecto a la duración de las intervenciones para ambos grupos, se realizaron intervenciones agudas desde una sesión hasta intervenciones mantenidas por ocho semanas. Se describen los detalles y principales resultados (tablas 1 y 2).
Autor | N, edad y sexo | Sesión/duración/ /condición |
Diseño aleatorizado |
Desenlace |
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y otros13
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144 11-12 años 84 niñas (58,4%) 60 niños (41,6%) |
8 meses de intervención GI: equipado con escritorios (altura ajustable) y docente instruido en estrategias QCS (cada 30 min). GC: siguió la práctica estándar con muebles no ajustables. |
Ensayo piloto no aleatorizado | Escritorios regulables en altura son estrategias para reducir/interrumpir CS y modificar positivamente los patrones de los niños en aula. No hubo diferencias significativas para las medidas antropométricas y la presión arterial. Estos escritorios no aumentaron el dolor/malestar musculoesquelético. |
y otros12
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37 8-12 años 14 niñas (37,8%) 23 niños (62,2%) |
6 semanas de intervención telefónica: AF: 1 h mínima diaria. CS: disminuir tiempo. CS menor de 2 h. |
EC no randomizado/ /controlado | El cambio en IMC desde el inicio hasta el seguimiento por 3 meses fue de -0,49 unidades de IMC (DE 0,95; |
y otros16
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39 7-11 años 15 niñas (38,5%) 24 niños (61.5%) |
4 condiciones: A:8 h sentado interrumpidas cada 20 min por 2 min de AF de baja. B: moderada o C: alta intensidad. Y la cuarta D: intervención cada 20 min: realizar 2 min de QCS. La intensidad del ejercicio se fue al 25 %, 50% y 75 % de la reserva de frecuencia cardíaca, respectivamente. | ECA |
Se demostró un efecto significativo del tiempo de hambre, la saciedad y el consumo prospectivo de alimento en cada condición ( |
y otros15
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43 7-11 años 20 niñas (46,5%) 23 niños (53,5%) |
2 sesiones experimentales en orden aleatorio A: 3 h sedente continuo B: QCS (3min de caminata moderada-intensa cada 30 min por 3 h) |
ECA |
Se demostró insulina más baja y péptido C en condición interrumpida ( la intervención redujo el AUC de la insulina en 21 % ( AUC 18 % ( |
y otros14
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391 4-12 años 187 niñas (47,8%) 192 niños (52,2%) |
15 min de actividad física. Extra (1 milla como promedio). |
Estudio piloto cuasi- experimental |
Para el tiempo sedentario, hubo una disminución relativa de 18,2 min por día (10,7-25,7 min), ( Para los pliegues cutáneos, hubo una disminución relativa de 1,4 mm (0,8-2,0 mm) ( |
y otros11
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425 7-12 años 247 niñas (58%) 178 niños (42%) |
Análisis de datos de sección transversal | Sección transversal |
Porcentaje de masa grasa significativamente mayor ( La sustitución de 1h/ semana del tiempo CS por MVPA se asoció con 2,9 % (IC del 95 %) menos de porcentaje de grasa. |
Leyenda: ECA: ensayo clínico aleatorizado; EC: ensayo clínico; QCS: quiebre de conducta sedentaria; GI: grupo intervención; GC: grupo control; AF: actividad física; DE: desviación estándar; EST: ensayo clínico de sección trasversal; MVPA: actividad física moderada; AUC: área bajo la curva.
Autor | N, edad y sexo |
Duración/ /sesión/condición |
Diseño aleatorizado |
Desenlace |
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y otros17
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219 8-9 años 108 niñas (49%) 111 niños (51%) |
6 semanas: A. GI:10 min. AF/ 3 veces por semana en clases de matemáticas e inglés. B. GC: recibieron clases regulares. |
ECA por grupos |
GI no tuvo cambios significativos en niveles AF durante día escolar/fin de semana; evaluado en 1 semana de seguimiento y en 3 meses. Demostró disminución significativa de CS y más actividad física moderada Análisis de modelado multinivel Se evidenció un comportamiento ante las tareas dadas ( |
y otros18
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149 7,7 + 0,6 69 niñas (46 %) 80 niños (54 %) |
Investigó la relación de las transiciones entre sentarse/caminar/sentarse, a pararse en el tiempo de clase y las funciones cognitivas: A: inhibición de la respuesta (es decir, tiempo de respuesta y exactitud); B: lapsus de atención; C: memoria de trabajo; D: actividad cerebral (hemodinámica cortical, respuesta. |
EST |
Mayor tiempo en CS se asoció con mayores lapsos de atención Niños quienes evidenciaron mayor número de pasos tuvieron un tiempo de respuesta de inhibición más rápido ( ( |
y otros20
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934 5-13 años 467 niñas (50 %) 467 niños (50 %) |
Datos de: sueño, actividad física y sedentarismo (con pantalla y sin pantalla). Comportamientos y rendimiento académico. Utilizaron regresiones lineales para probar asociación entre comportamientos y rendimiento académico. |
EST | El cumplimiento de recomendaciones de tiempo. Normas de tiempo sedente se asoció con un índice académico promedio más alto ( |
y otros19
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141 6-8 años 65 niñas (4 6%) 76 niños (54 %) |
2 cursos en colegios diferentes: GI y otro GC 6 semanas intervención evaluando antes y después la actividad de la corteza dorsolateral prefrontal: A: grupo experimental divido en: AF más actividades cognitivas de alto nivel. AF más actividades cognitivas de bajo nivel. |
ECA controlado |
Las QCS cognitivamente pueden mejorar significativamente la eficiencia del cerebro en el prefrontal dorsolateral, corteza. Las funciones ejecutivas, así como la inhibición de la respuesta, a través de efectos parcialmente mediados por el cambio en el tiempo de QCS también mejoraron de manera significativa. |
Leyenda: ECA: ensayo clínico aleatorizado; EC: ensayo clínico; QCS: quiebra de conducta sedentaria; GI: grupo intervención; GC: grupo control; AF: actividad física; DE: desviación estándar; EST: ensayo clínico de sección trasversal; MVPA: actividad física moderada; AUC: área bajo la curva.
En relación con subgrupo 1 de QCS y marcadores metabólicos se destacan los siguientes hallazgos:
Parámetros antropométricos:
Masa grasa: el estudio de Gaba y otros11) demostró una asociación significativamente mayor del porcentaje de grasa (0,040), contenido de tejido adiposo visceral (p = 0,034) y el tiempo en CS. La sustitución de 1 h a la semana de tiempo CS por actividad física moderada disminuyó en 2,9 el porcentaje de grasa.
Índice de masa corporal (IMC): el estudio de Pbert y otros12 señaló una disminución significativa del IMC en el grupo intervenido respecto al control (p < 0,00039). Sin embargo, el estudio de Contardo y otros13 no logró demostrar diferencias significativas en la variable IMC en los niños que participaron como grupo de intervención con QCS. En este caso, la metodología de intervención resultó diferente, lo cual podría explicar, en parte, los resultados en los que el autor13 estableció un QCS cada 30 min; y el de Pbert y otros (12 apuntó hacia la disminución de la CS a menos de 2h/ día.
Pliegues cutáneos: solo el estudio de Chesham y otros14) evaluó antropométricamente a niños a través de pliegues cutáneos, y demostró una disminución relativa de los pliegues cutáneos de 1,4 mm (p = 0,036).
Parámetros fisiológicos:
Presión arterial: solo un estudio evaluó esta variable., El estudio de Contardo y otros13 no logró demostrar diferencias significativas en la variable presión arterial en los niños que participaron como grupo de intervención con QCS.
Glicemia e insulinemia/sensibilidad insulínica: relacionado con las variables metabólicas de insulinemia y sensibilidad insulínica, al igual que la variable presión arterial, solo se evaluó en un estudio. El estudio de Broadney15 y otros demostró disminución significativa de insulinemia (p = 0,007) y sensibilidad insulínica (p = 0,013).
Apetito/saciedad
Si se analiza la variable apetito y saciedad, se dispone de la investigación de Ajibewa16 y otros, en la que se encontró una disminución significativa del hambre en los niños con mayor QCS al igual que la saciedad (p < 0,001).
En relación con el subgrupo 2, de QCS y función cognitiva, se destacaron los siguientes hallazgos:
Función cognitiva:
Comportamiento en la ejecución de tareas: el comportamiento de los niños y la ejecución de tareas académicas en el estudio de Norris y otros17) demostró un aumento significativo en el comportamiento ante la ejecución de tareas dadas, evaluado mediante el test “Comportamiento frente a una tarea” (on-task-behaviou, denominación en inglés), en comparación con el grupo control (p < 0,001).
Concentración: relacionado con la concentración académica en los niños y el QCS, se analizó el estudio de Mazzoli y otros18 que demostró un mayor tiempo de atención al presentar menor tiempo en CS, por parte de los niños participantes.
Respuesta de inhibición: se define como la capacidad de sobrellevar una predisposición interna o bien, contrarrestar un fuerte estímulo externo para lograr realizar una determinada actividad. En el estudio de Mazzoli y otros19 2021, al igual que en el de Mazzoli y otros18) 2019, demostraron una inhibición de respuesta más rápida en niños que presentaban mayor número de pasos (2021) y menor CS (2019).
Rendimiento académico: se analizaron dos investigaciones para comentar la interpretación del rendimiento académico y sus efectos debido al QCS. Una es el estudio de Howie y otros20, que demostró una asociación significativa entre el cumplimiento del tiempo sedente (no más de 2 h de CS en tiempo recreacional, y el índice de rendimiento académico), que fue más alto. Estos resultados armonizaron con los de Mazzoli y otros19) en el que los QCS mejoraron significativamente la eficiencia dorsolateral de la corteza cerebral.
Se resumen los principales efectos sobre la CS descritos por los autores (fig. 3).
Discusión
Los diez artículos analizados presentaron como resultado al menos una variable fisiológica que mejoraba gracias a la intervención con QCS, o bien demostraban, por asociación estadística, que un menor tiempo en CS en niños durante su estadía escolar resultaba capaz de mejorar su condición metabólica o cognitiva-académica.
De los 6 artículos relacionados con las variables cardiometabólicas, 4 de ellos13,14,15,16) manifestaban una disminución del IMC, pliegues cutáneos y porcentaje de grasas en aquellos niños que presentaban un menor tiempo en CS. Resulta interesante destacar el estudio de Gaba y otros11 quienes utilizando un análisis de datos de sección transversal y la sustitución en los niños, de 1 h por semana del tiempo en CS por actividad física moderada, encontraron que esta condición se asociaba con 2,9 % menos del porcentaje de grasa corporal. Resultados que se explicaban parcialmente con los del estudio de Ajibeway otros16 que demostraba un efecto significativo del tiempo de hambre, saciedad y el consumo prospectivo de alimento en cada intervención con QCS. Esta estrategia simple y económica para acrecentar el QCS y aumentar el gasto energético a través de la actividad física sin incrementar la ingesta de alimentos, como lo explicaba Ajibeway otros16 provocaba un déficit energético a corto plazo, tanto en niños con peso saludable como en los con sobrepeso u obesidad.
Por otro lado, resultaban muy interesantes los datos obtenidos en los 4 estudios que se relacionaban con rendimiento académico y QCS en niños. Dos de los cuales mostraban un diseño de corte trasversal y los otros dos, ensayos clínicos controlados.18,19,20,21
Los resultados de los estudios se apoyaban enalgunas investigaciones en las que se planteaba que los QCS pueden conducir a mejoras en la salud de los niños, además de las mejoras en funciones cognitivas como la atención,22 funciones ejecutivas22 y rendimiento académico.23
Resulta importante esclarecer que los niños utilizaban, por lo menos, un tercio de su tiempo de vigilia en su sala clase-colegio,24) este aparece como un escenario ideal para promover la salud e inducir cambios de comportamiento.25) El centrarse en el horario escolar parece una estrategia factible y efectiva, sin embargo, los comportamientos activos saludables requieren enfrentar la naturaleza altamente sedentaria que por décadas constituye la norma en las salas de clases de los niños.
En este contexto, el uso de escritorios activos en el aula (por ejemplo, escritorios de pie, escritorios para estar de pie, escritorios para ciclismo, balones de estabilidad) se estudiaban especialmente.26,27 Estos estudios mostraban, por ejemplo, que los escritorios para sentarse o pararse, al parecer, reducían el tiempo sedentario en el aula26 o aumentaban el gasto energético.27
Conclusiones
Los datos presentados sugieren que las intervenciones de QCS con actividad intermitente puede convertirse en un método eficaz para mejorar indicadores de salud cardiometabólico o indicadores de rendimiento académico. Estos resultados confirmaban la importancia de la actividad física y los QCS durante las jornadas escolares. Se espera que este estudio constituya la antesala de más estudios experimentales en la temática que permitan entregar herramientas para mejorar la salud y también la forma de conceder los conocimientos en niños y niñas en edad escolar.