INTRODUCCIÓN
El término blastocistosis alude a la infección del tracto gastrointestinal de humanos y otros vertebrados por Blastocystis spp., parásito unicelular, anaerobio, con marcada heterogeneidad genética y variabilidad morfológica.1 Esta parasitosis es cosmopolita y se reporta cada vez con mayor frecuencia.2 Prevalencias de blastocistosis entre 1 y 23 % han sido documentadas en países económicamente desarrollados y entre 10 y 100 % en naciones en desarrollo.3 Las crecientes cifras de prevalencia de blastocistosis, que en la mayoría de los estudios supera a las de giardiasis y el mayor conocimiento de sus múltiples impactos sobre la salud humana han conducido a que hoy se le considere una parasitosis emergente.4
Considerado primeramente un comensal del aparato digestivo de sus hospederos, el carácter patógeno de Blastocystis spp. ha sido objeto de intenso debate desde finales del pasado siglo.4,5 El hallazgo de este protozoo en las heces de individuos asintomáticos ha sido un argumento en contra de la aceptación de su patogenicidad.5,6,7) Sin embargo, evidencias clínicas, fenotípicas y genotípicas acumuladas durante las últimas dos décadas permiten asumir que la categoría taxonómica Blastocystis spp incluye a un grupo de microorganismos indistinguibles morfológicamente, a los que se les ha denominado subtipos, que en dependencia de la relación que establezcan con sus respectivos hospederos muestran diferentes grados de virulencia.8,9,10,11,12,13
Los resultados del estudio por procedimientos moleculares de la heterogeneidad genética de Blastocystis spp., han identificado 17 subtipos de este protozoo. De ellos, los numerados del 1 al 9 han sido hallados en heces fecales de humanos y los cuatro primeros se han relacionado a diferentes formas clínicas de esta parasitosis.7,9
La infección del hombre por Blastocystis spp. ha sido asociada a síntomas gastrointestinales no específicos, tales como diarreas, digestiones lentas, flatulencia y cólicos, y a síndrome de intestino irritable, cáncer de colon, urticaria y anemia por déficit de hierro (ADH).7
Durante los últimos tres lustros, varios trabajos con diseños y poblaciones diana diferentes encontraron asociación entre blastocistosis y ADH.14,15,16,17 Un estudio relativamente reciente demostró que en mujeres embarazadas la infección por Blastocystis spp era un factor de riesgo de padecer ADH.18
Los mecanismos por los cuales la infección por Blastocystis spp daría lugar a ADH no son bien conocidos y, entre otros factores, se mencionan:
A ello se agrega, como factor de base, que las mujeres embarazadas son particularmente vulnerables al desarrollo de ADH, debido a sus mayores requerimientos de ese micronutriente (necesario para el feto, la placenta y el componente eritrocitario materno en expansión).19,20
Motivados por los antecedentes expuestos en los párrafos precedentes, se decidió realizar un estudio parasitológico, clínico y epidemiológico para conocer la prevalencia de blastocistosis en mujeres embarazadas y su posible asociación con la anemia por déficit de hierro, o ferropénica, que anteriormente no ha sido realizado en Cuba.
MÉTODOS
Se realizó un estudio de tipo descriptivo y de corte transversal, al universo de gestantes atendidas en tres policlínicos del municipio La Lisa, en La Habana, Cuba, entre julio 2017 y junio 2018.
Después de obtener el correspondiente consentimiento informado de cada embarazada, las que fueron convocadas al estudio en el momento de su captación, se realizaron las siguientes acciones:
Colección de tres muestras seriadas de heces fecales (obtenidas espontáneamente y en días alternos). Sobre estas muestras, que fueron trasladadas inmediatamente al Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), se realizaron, según procedimientos previamente estandarizados,21tres tipos de ensayos coproparasitológicos (examen directo de heces mediante los métodos de coloración Lugol, técnica de concentración de Willis y Malloy modificada y técnica de Kato-Katz).
Toma de muestra de sangre venosa periférica para la determinación de variables hematológicas (concentración de hemoglobina, hematocrito, conteo de reticulocitos, conteo de eritrocitos y concentración sérica de hierro). En todos los casos se siguieron los protocolos estandarizados, según metodologías internacionalmente aceptadas para esos procedimientos22,23,24en la red de laboratorios del país.
Aplicación de cuestionario clínico epidemiológico a cada una de las participantes.
Se emplea el programa Microsoft Access para confeccionar una base de datos con la información obtenida de las tres fuentes (resultados coproparasitológicos, hematológicos y los provenientes de la aplicación de la encuesta clínico-epidemiológica). Se utiliza el paquete estadístico EPIDAT 4.0, se construyeron las correspondientes tablas de contingencias y se empleó la prueba Chi-cuadrado para la comparación de proporciones en relación con algunas variables cualitativas; por ejemplo, comparar el porcentaje de gestantes anémicas entre las parasitadas y no parasitadas por Blastocystis spp. En todos los casos, se consideraron significativos los valores de P < 0,05.
Participaron en el estudio 135 gestantes (91,8 %) de las 147 que constituían el universo de embarazadas captadas en las áreas de los tres policlínicos involucrados durante el período en el que se realizó la pesquisa. Se excluyeron 12 féminas, 7 porque no manifestaron su anuencia y 5 porque ya recibían tratamiento antiparasitario o antianémico.
RESULTADOS
La tabla 1 muestra las prevalencias de las especies detectadas. Un total de 43 embarazadas (31,9 %) estaban infectadas por protozoos parásitos (Blastocystis spp, Giardia lamblia y Entamoeba histolytica/Entamoeba dispar). De estos, Blastocystis spp., fue el más prevalente en 39 de 135 gestantes (28,9 %).
De las 135 gestantes participantes en el estudio, 41 padecían de anemia (30,4 %). En la mayoría de éstas (35 pacientes de 41; 85,4 %), la anemia clasificaba como por déficit de hierro.
La tabla 2 muestra resultados relacionados con la asociación entre infección por Blastocystis spp. y elementos clínicos de interés en el caso de esta parasitosis. La proporción de embarazadas infectadas por Blastocystis spp. que padecían de síntomas digestivos, fue mayor que la proporción de gestantes que no estaban parasitadas por ese protozoo y también padecían esos síntomas, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa (P ˃ 0,05). Sin embargo, la proporción de embarazadas parasitadas por Blastocystis spp. que padecían de anemia, en relación con la proporción de gestantes que no estaban infectadas por ese protozoo y también padecían de cifras bajas de hemoglobina fue significativamente mayor (P < 0,05).
De la misma manera, la proporción de embarazadas parasitadas por Blastocystis spp. que padecían de ADH, en relación con la proporción de gestantes que no estaban infectadas por el protozoo y también padecían ese tipo de anemia fue significativamente mayor (P < 0,05).
*Síntomas digestivos: diarreas, digestiones lentas, flatulencia o cólicos
**Anemia: concentración de hemoglobina en sangre inferior a 110 g/ L y/o hematocrito menor de 33 %
***ADH: concentración de hemoglobina en sangre inferior a 110 g/ L y/o hematocrito inferior a 33 %,
microcitosis y concentración de hierro sérico menor de 6,6 mmol /L. ****P < 0,05
DISCUSIÓN
En Cuba, la deficiencia de hierro es la carencia específica de micronutrientes más extendida y constituye la principal causa de anemia en mujeres en edad fértil, embarazadas, lactantes y niños de hasta cinco años.25,26
La ADH durante el embarazo puede tener consecuencias adversas tanto para la madre como para el feto (desde el alumbramiento pretérmino, deficiente trabajo de parto y fenómenos hemorrágicos severos en las primeras; hasta retardo del crecimiento y bajo peso al nacer en los segundos).18,20,27,28 Esas consecuencias, en los casos más extremos, pueden conducir a la muerte de la madre o el feto.28
El sistema de salud cubano ha reducido los índices de mortalidad materna e infantil a dígitos propios de países desarrollados.29 En lo adelante, hacer descender esas cifras requerirá, entre otras acciones, de la prevención y control de entidades sobre las que, tanto a nivel global como local, existe poca información.
El estudio cuyos resultados se exponen en este documento encontró alta prevalencia de infección por Blastocystis spp. entre las embarazadas participantes. Más trascendente aún: este trabajo demostró que la infección por ese parásito se asocia significativamente al desarrollo de anemia, mayoritariamente ADH.
La heterogeneidad genética que caracteriza a Blastocystis spp., que mucho influye en las relaciones que establece con sus hospederos, ha conducido a que el estudio de sus subtipos lidere las investigaciones sobre este parásito a nivel global. En armonía con esa tendencia contemporánea, y motivados por conocer si uno o más subtipos están relacionados con el desarrollo de ADH, actualmente se realiza la caracterización molecular de los blastocistos hallados en las embarazadas del Municipio La Lisa en La Habana, Cuba. Los resultados de esa caracterización podrían arrojar luces adicionales sobre el problema de salud abordado en este trabajo.
Blastocistosis es una parasitosis de prevalencia creciente e insuficientemente conocida, incluso entre los profesionales de la salud. Iniciativas para mejorar conocimientos, percepciones y prácticas en relación con su diagnóstico, tratamiento y control son perentorias, tanto a nivel popular como académico. Las estrategias de comunicación que con ese objetivo se implementen, deben informar entre otros aspectos de importancia mayor, sobre las posibles consecuencias clínicas de la infección, incluidas las descritas en este documento, en relación con la mujer embarazada.