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Revista Cubana de Medicina Militar

versión On-line ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil vol.45 no.4 Ciudad de la Habana set.-dic. 2016

 

REVISIÓN HISTÓRICA

 

Aportes de un General del Ejército Libertador a la enseñanza de la Anatomía Humana


Contribution to the teaching of the Human Anatomy of a General of the Liberating Army

 

 

Jorge Eduardo Abreu Ugarte,I Eulises Padilla Leonard, I Maria Antonia Cruz GarcíaII

I Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana.
II Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón". Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

 

 


RESUMEN

Muchos médicos que integraron la sanidad militar del Ejército Libertador en la guerra de independencia cubana, continuaron vinculados a la medicina al finalizar el conflicto armado, unos ejerciendo la profesión, otros como salubristas y algunos dedicados a la docencia médica. Entre estos últimos fueron pocos los que se dedicaron a la enseñanza de las asignaturas que se imparten en los primeros años de la carrera, las que con sus conocimientos y habilidades constituyen las bases para el aprendizaje de las materias clínicas y quirúrgicas en los años superiores. El doctor Eugenio Molinet Amorós fue uno de estos últimos. Alcanzó el grado de General de Brigada del Ejército Libertador y ocupó importantes cargos en la Sanidad Militar en la "Guerra del 95". Al concluir la misma y pasar al licenciamiento, fue profesor de Anatomía Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana en los inicios de la república. El presente trabajo tiene el objetivo de ampliar los conocimientos sobre la participación y contribución de los médicos militares del Ejército Libertador en la docencia médica. Se realizó una revisión bibliográfica de la labor de este profesional de la medicina y del contexto histórico social en el que se desempeñó como docente, un periodo trascendental de la historia de Cuba, el fin de la colonia y la instauración de la república.

Palabras clave: sanidad militar; docencia médica; anatomía humana.


ABSTRACT

Many of the doctors who integrated the Military Health of the Liberating Army in the war of Cuban independence, on having finished the armed conflict continued linked to the medicine. Some exercising the profession, others like hygienists and some dedicated to the medical teaching. Among the above mentioned they are few ones those who devoted themselves to the education of the matters that give in the first years of the career, which with its knowledge and skills constitute the bases for the learning of the clinical and surgical subjects in the top years. The doctor Eugenio Molinet Amorós was one of the above mentioned. He reached the General's degree of Brigade of the Liberating Army and occupied important charges in the Military Health in the "War of 95". On having concluded the same one and having happened to the discharge from army, he was a teacher of Human Anatomy in the Faculty of Medicine of the University of the Havana in the beginnings of the Republic. The present work has the aim to extend the knowledge on the participation and contribution of the military doctors of the Liberating Army in the medical teaching. There was realized a bibliographical review of the occupation of this professional of the medicine and of the historical social context in the one that got out of a jam itself as teacher, in a period transcendental of the history of Cuba, the end of the colony and the establishment of the Republic.

Keywords: military health; medical teaching; anatomy humanizes.


 

 

INTRODUCCIÓN

Durante las guerras de independencia de Cuba, notorias personalidades de la medicina integraron la Sanidad Militar del Ejército Libertador, poniendo sus conocimientos a favor de la causa independentista. 1 Al terminar la conflagración, continuaron de diferentes formas sirviendo a la Patria libre del colonialismo español.

Muchos siguieron vinculados al ejercicio de la medicina como médicos civiles o como médicos militares, estos últimos en la recién instaurada institución armada de la República.2 Otros se consagraron a las labores de salubridad muy necesarias en aquel momento. No faltaron los que se dedicaron a la docencia médica, actividad en la alcanzaron celebridad, destacándose también en la investigación.3,4

No obstante, hay pocas referencias sobre los que lo hicieron en las asignaturas de las ciencias básicas, que se imparten en los primeros años de la carrera y que aportan los conocimientos y habilidades que permiten el aprendizaje de las materias de los años superiores.

Entre los que se dedicaron a la enseñanza de estas materias se debe mencionar al médico Eugenio Molinet Amorós, que ocupó importantes cargos en la sanidad militar en la "Guerra del 95". 6-8 Al concluir la guerra y ser licenciado, fue profesor de Anatomía Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana durante el periodo de la primera intervención estadounidense y en los inicios de la República.9

En el presente artículo se realizó una revisión bibliográfica sobre su vida profesional, así como del contexto histórico y social en el que se desempeñó como docente, con el objetivo de ampliar los conocimientos sobre la participación y la contribución de los médicos militares del Ejército Libertador en la docencia médica genuinamente cubana en su etapa fundacional.

 

DESARROLLO

El lugar de su nacimiento y el ambiente en el que transcurrió su infancia definieron la posición de Eugenio Molinet Amorós hacia la causa independentista. Nació el 29 de marzo de 1865 en Guáimaro, histórica localidad de Camagüey liberada el 4 de noviembre de 1868 durante la "Guerra de los Diez Años".

En este lugar se reunieron Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramante y otros insignes patriotas para preparar la primera Asamblea Constituyente de la República en Armas, celebrada el 10 de abril de 1869. Ahí se aprobó la Primera Constitución de la República en Armas y la bandera nacional, también fue electo el primer Presidente. Guáimaro fue el segundo pueblo quemado por sus pobladores el 10 de mayo de 1869 para impedir la entrada de las fuerzas españolas. Eugenio Molinet Amorós tenía cuatro años y después del incendio fue enviado por sus padres a Nuevitas y más tarde a La Habana, donde realizó sus estudios hasta concluir los de medicina.

Una vez graduado, ocupó el cargo de médico municipal en Melena del Sur. En esta villa fundó la Sociedad de Instrucción y Recreo de la que fue su primer presidente. Realizó actividades conspirativas contra el poder colonial español, que al ser descubiertas motivaron su traslado a Camagüey poco después de reiniciarse la guerra. Se incorporó el 14 de junio de 1895 al Ejército Libertador bajo las órdenes del General en Jefe Máximo Gómez Báez.

Sirvió como médico del Estado Mayor General. Por solicitud propia pasó al Regimiento de Caballería, siendo designado Jefe de Sanidad del Tercer Cuerpo. Más tarde fue destinado como Jefe de Sanidad del Departamento Militar de Oriente. Fungió interinamente como Jefe Superior del Cuerpo de Sanidad del Ejército Libertador, siendo nombrado oficialmente el 28 de octubre de 1898 en este cargo, en el que se mantuvo hasta su licenciamiento el 8 de marzo de 1899 después de concluida la guerra. Fue reconocido por su servicio en campaña y su participación en varios combates, resultando herido en tres ocasiones. Se destacó en la batalla y toma de Las Tunas, por lo que fue ascendido a General de Brigada (figura 1) en diciembre de 1897 a propuesta del Mayor General Calixto García.10,11

Durante la guerra fue destacada su participación en la preparación y dirección de un plan para evitar la diseminación de un brote de viruela en las tropas y las medidas de aislamiento que adoptó oportunamente, impidiendo la propagación de la enfermedad. En la sanidad militar, realizó funciones organizativas y tácticas, llevó con rigurosidad el control estadístico y la caracterización de las bajas sanitarias. Se preocupó también por el estudio de plantas medicinales y su empleo en condiciones de campaña.

Además, confeccionó la "Cartilla instructiva para uso de practicantes y enfermeros".12 Fue un manual de procedimientos que brindó los conocimientos elementales sobre las heridas, su curación y las causas que dificultan ó impiden su cicatrización, así como los medios que en condiciones de campaña se pueden emplear para atenderlas. Para los sanitarios y los enfermeros, que en su mayoría eran alumnos de la carrera de medicina incorporados al Ejército Libertador, el documento fue útil para su preparación en la aplicación de los primeros auxilios, el uso de medicamentos y la realización de las curas. Al mismo tiempo, sirvió de guía para las familias campesinas a las que se les encomendaba el cuidado de combatientes enfermos y heridos.

El año 1898 fue de acontecimientos trascendentales para la nación cubana. Los cambios operados en la sociedad en las últimas décadas del siglo XIX mantendrían su impronta en los reajustes necesarios en las nuevas circunstancias. El desenlace de la lucha por alcanzar la independencia y crear el Estado nacional cubano, que había entrado en su última etapa bélica en 1895, se precipitó con la intervención de Estados Unidos en la guerra de liberación nacional que libraba Cuba. De modo drástico, España fue derrotada, Estados Unidos aparece como potencia vencedora y la dirigencia independentista cubana quedaba excluida del protagonismo que había ganado a lo largo de la preparación de la revolución y el desarrollo de la guerra.

Entre otros factores, todo esto condujo al licenciamiento el Ejército Libertador poco después de finalizada la guerra. Una vez licenciado, Molinet Amorós participó en proyectos de interés social como el de la cría de truchas, la implementación del horario de verano, los huertos de la libertad y el cine móvil. Al mismo tiempo, defendió el grado de doctor en medicina con una tesis de tácito carácter médico militar: "Efectos explosivos de los pequeños proyectiles sobre el cuerpo humano", en la que expuso sus experiencias sobre la atención, evolución y las complicaciones de los heridos durante la guerra, aplicando los conocimientos de la Anatomía Humana. 13

Por otra parte, el cambio político que tuvo lugar al cesar el régimen colonial originó en la Universidad un éxodo de catedráticos hacia la antigua metrópoli. Muchos eran españoles, incluso algunos eran militares. La demanda de docentes y el interés por la enseñanza llevaron al doctor Molinet a integrar en 1899 el claustro docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana como profesor de Anatomía Humana.9,14 Era un período de transformaciones en la docencia médica que se regía hasta ese momento por el último plan de estudios de la época colonial establecido por Decretos Reales de 1887.9,15

Un breve recuento sobre la educación médica en Cuba en la época colonial permite reseñar que la enseñanza de la Anatomía Humana comenzó en 1728 en la Real y Pontificia Universidad de La Habana. En 1743, se reformó el primer plan de estudios que en sus inicios tenía un carácter esencialmente teórico. En 1797, la enseñanza de la Anatomía tiene su sede en el hospital militar de San Ambrosio ubicado en las calles San Isidro y Picota. A principios del siglo XIX se comenzaron las prácticas de disección y en 1823 se creó el primer museo anatómico, con una colección de huesos y modelos anatómicos confeccionados con cera y yeso.15 Poco después se creó el gabinete anatómico donde se guardaban los instrumentos de disección, las piezas naturales, la osamenta, las figuras anatómicas de cera y las de yeso, todo preparado por los profesores y los alumnos ayudantes. En aquella época, la preparación de los modelos en cera y en yeso para la enseñanza de la Anatomía Humana se hacía siguiendo las experiencias que existían en las universidades de Europa.16

La secularización de la Universidad en 1842 produjo importantes transformaciones en la enseñanza de la Anatomía Humana. Además, cambio varias veces su sede docente inicial. Sucesivamente se impartió en el hospital de San Felipe y Santiago, en el hospital del Arsenal, en el hospicio de San Isidro y en el asilo de dementes de San Dionisio, aledaño al cementerio de Espada. Este último fue el escenario donde ocurrieron los trágicos sucesos en noviembre de 1871, que tuvieron su inicio en una clase de Anatomía Humana y que condujeron al injusto fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina, al encarcelamiento y posterior deportación hacia España de otro grupo. Las protestas por aquel atroz suceso hicieron que en 1872 la docencia de la asignatura fuera reubicada en el hospital militar de San Ambrosio.17,18

En el plan de estudios de medicina de la época colonial, las materias morfológicas comprendían cuatro asignaturas en los dos años iniciales de la carrera. En el primer año, Anatomía Descriptiva y Embriología 1er curso y Técnica Anatómica y Ejercicios prácticos de Disección, Histología e Histoquímica 1er curso. En el segundo año, Anatomía Descriptiva y Embriología 2do curso y Técnica Anatómica y Ejercicios prácticos de Disección 2 do curso.15

Durante la ocupación militar estadounidense se puso en vigor el "Plan Lanuza" por la Orden Militar No. 250 del 28 de diciembre de 1899, que introdujo cambios en la docencia médica. En los primeros años de la carrera, las materias de Anatomía Humana cambiaron sus nombres y se separaron de las otras morfológicas, quedando del siguiente modo: Anatomía 1er curso y Disección 1er curso, impartidas en el primer año. Mientras que en el segundo año se daba Anatomía 2do curso y Disección 2do curso. Las cuatro asignaturas se agrupaban en tres cátedras, una para cada asignatura de Anatomía y otra para las dos de Disección. El doctor Eugenio Molinet Amorós fue designado por la misma Orden Militar al frente de la Anatomía 2º curso.14,19 En enero de 1900 comenzaron las clases en una nueva sede de la Facultad de Medicina Humana ubicada en Belascoaín y Zanja, un antiguo Cuartel de la Guardia Civil española (figura 2). Se retomó la disección de los cadáveres en salas de prácticas con mejores condiciones.

 

Los cambios curriculares mencionados fueron transitorios y pocos meses después fueron adecuándose a la realidad del país. Es por esto que se implementó el "Plan Varona" por la Orden Militar No. 280 del 12 de julio de 1900.20 Este disminuía los dos cursos de Anatomía, ahora con el nombre de Anatomía Descriptiva 1er curso y Disección 1er curso, en el primer año de la carrera y Anatomía Descriptiva 2do curso y Disección 2 do curso en el segundo año. Estas asignaturas se agruparon en una sola cátedra con el nombre de Anatomía Descriptiva y Disección, que era una de las trece con que contaba la Escuela de Medicina de la Facultad de Medicina y Farmacia.14

En aquel dinámico ambiente en la enseñanza de la medicina en los inicios de la República el doctor Eugenio Molinet Amorós ejerció como profesor de Anatomía Humana.9,14 Fue catedrático en la etapa fundacional de la docencia médica auténticamente cubana, aportó las experiencias adquiridas en la medicina en condiciones de campaña, así como sus conocimientos anatómicos consolidados con la práctica de la cirugía en la guerra.

Se le atribuye14 la introducción como libro de texto el "Tratado de Anatomía Humana" en su primera edición de 1892, con cuatro tomos en francés, de los anatomistas franceses doctor Jean L. Testut profesor de la Universidad de Lyon y el doctor O. Jacob médico inspector general del ejército y profesor de anatomía quirúrgica de la Escuela Militar de Medicina de Val-de-Grâce.

El doctor Molinet fomento en los discípulos el aprendizaje del idioma francés lo que muestra la importancia de la medicina francesa en su época y también, una forma de oponerse a la influencia cada vez mayor del inglés, que como idioma del país ocupante se había establecido como enseñanza obligatoria en las escuelas. A pesar del carácter enciclopedista de esta obra, nuevas ediciones traducidas al español se mantuvieron como texto de Anatomía Humana en la carrera de medicina hasta poco después del triunfo de la Revolución en 1959.

Su buena memoria sin dudas favoreció su desempeño como profesor de Anatomía Humana. No obstante, era un neófito en la docencia lo que tuvo sus consecuencias. No gozó de simpatías entre los discípulos que criticaron sus clases por ser muy teóricas, poco instructivas y aburridas debido a su dialogar dificultoso por tartamudeos. Además tenía modales rudos y una fuerte expresión en el rostro, que acentuaba imposiciones militares poco aceptadas en el ámbito civil.14

Fue breve el tiempo que se mantuvo como docente el doctor Molinet en aquella República de la primera década del siglo XX, un universo singular vivido con naturalidad y desenfado, pero colmado de podredumbre. En aquel contexto histórico social ocurre la reducción del número de Facultades, la enseñanza de la Anatomía Humana se reunificó en una sola Cátedra y disminuyo la cantidad de profesores. El doctor Eugenio Molinet Amorós fue suspendido en sus funciones docentes por la Orden Militar No. 266 de 30 de junio de 1900.

Apartado de la docencia se dedicó a la política y a otras actividades, conducta coherente con las endebles bases institucionales y la corrupción administrativa heredada del colonialismo español y realzado bajo el amparo de gobierno interventor.21

Es de destacar que en las primeras décadas de la República los médicos tuvieron una significativa presencia en la estructura social del país, con relevantes posiciones en la vida política, en la literatura y en la educación.22 El doctor Molinet desempeño diferentes cargos públicos: director del Hospital de Higiene Especial, director de Higiene de la Secretaría de Sanidad, representante a la Cámara, participó como miembro en la comisión para reformar la Constitución de 1901, administró un ingenio y una colonia cañera.23

Las circunstancias lo vincularon con un compañero de armas, arquetipo del caudillismo político de la época, el General Gerardo Machado y Morales,24 quien antes de patentizar su condición de tirano, se presentó como un líder del liberalismo. De este modo y con un programa demagógico que prometía reformas llegó a la presidencia en 1925. Conformo un gobierno integrado por antiguos oficiales de alta graduación del Ejército Libertador. Entre estos algunos médicos, como el doctor Eugenio Molinet Amorós que ocupó el cargo de Secretario de Agricultura, Comercio y Trabajo.23 La crisis económica del país y la represión de aquel gobierno llevaron a la sublevación del pueblo en agosto de 1933, que después de una huelga general derrotó al régimen tiránico, por lo que salió para el exilio.25

Años más tarde, alejado de la política y de la vida pública, abatido por el destierro y nostálgico por la Patria, retornó a Cuba donde vivió modestamente con su pensión de veterano23,26 (figura 3).

 

Fallece en 1959 a los 94 años de edad. El Gobierno Revolucionario, que recién asumía sus funciones tras derrotar a la tiranía de Fulgencio Batista, le rindió los honores que le correspondían como veterano de la Guerra de Independencia y a su grado militar en el Ejército Libertador.

Después del triunfo de la Revolución, la creación del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón" en 1962 por iniciativa del Líder Histórico de la Revolución Cubana permitió alcanzar el más alto nivel de desarrollo en la enseñanza de las ciencias básicas biomédicas, entre estas materias, la Anatomía Humana. 27 Fue la respuesta de los docentes a la necesidad de formación de médicos para materializar las proyecciones estratégicas del Programa del Moncada en la Salud Pública. 28 Los Centros de Enseñanza Médica Superior se ampliaron a otras provincias y se inició la colaboración docente en las ciencias básicas en otros países. En Cuba cada provincia cuenta con una Universidad de Ciencias Médicas donde se imparte la Anatomía Humana. Así mismo, la formación de los médicos militares tiene como sede la Universidad de Ciencias Médicas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y como escenarios docentes los hospitales militares.29

Novedosas tecnologías digitales han facilitado el proceso de enseñanza - aprendizaje de la Anatomía Humana. Al mismo tiempo, la docencia médica superior ha experimentado un desarrollo en la didáctica, en los métodos de enseñanza, ha perfeccionado la base material de estudio y la preparación metodológica de los docentes.30 Como complemento, adentrarse en los antecedentes históricos de la enseñanza de las ciencias morfológicas en Cuba resulta de mucho interés para los profesores y los estudiantes porque les permite conocer los aportes de los participantes en la etapa fundacional de la docencia médica. Los resultados expuestos en este trabajo lo vinculan además con la formación de la nación cubana.

Eugenio Molinet Amorós fue el último Jefe Superior del Cuerpo de Sanidad Militar del Ejército Libertador, en el que alcanzó el grado militar de General de Brigada. Terminada la guerra integró el claustro de profesores en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana en la etapa fundacional de la legítima docencia médica cubana. Las experiencias que adquirió en el ejercicio de la medicina militar y la información compendiada en campaña le permitieron contribuir con la enseñanza de la Anatomía Humana. Por último, aunque fue efímero su desempeño como docente, dejó su impronta con la incorporación de un valioso libro de texto que se utilizó por más de medio siglo en la carrera de medicina en Cuba.

 

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Recibido: 15 de diciembre de 2016.
Aprobado: 15 de febrero de 2017.

 

 

Jorge Eduardo Abreu Ugarte. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana. Dirección electrónica: revistamil@infomed.sld.cu

 

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