INTRODUCCIÓN
El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica. Constituye la causa de muerte prevenible más importante en los países desarrollados, la de mayor morbilidad y mortalidad antes que cualquier otra enfermedad crónica (hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, etc.). Se considera una epidemia de carácter universal y es una gravosa carga para el individuo, la familia y la sociedad. Está catalogada en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, como una enfermedad crónica sistémica, perteneciente al grupo de las adicciones.1,2,3
Uno de los procesos más comunes que se presenta en la cavidad bucal de pacientes fumadores, es la leucoplasia. Es una lesión predominantemente blanquecina, localizada en la mucosa oral, que no puede ser eliminada mediante el raspado o caracterizada como ninguna otra entidad definida, ni desde el punto de vista clínico ni histológico. Es un desorden potencialmente maligno, con tejido morfológicamente alterado, en el cual las posibilidades que ocurra un cáncer son más altas que en su contrapartida tisular normal. El riesgo para adquirir esta entidad aumenta con el incremento del tabaco y declina con su disminución.1,3,4
El consumo de tabaco en distintas formas (fumado o mascado), es el factor más comúnmente relacionado con el desarrollo de leucoplasia (80 % de los casos). Los grandes fumadores corren siete veces más riesgo de padecer leucoplasia que los no fumadores.5
También se puede presentar otra entidad llamada eritroplasia. Aparece más frecuentemente en el piso de boca, superficie ventral y lateral de la lengua, paladar blando y mucosa del carrillo. Es una lesión de color rojo, asintomática, y puede tener zonas de color blanco en su superficie (eritroplasia moteada). Esta lesión requiere especial atención; puede tratarse de una displasia epitelial leve, un carcinoma in situ o un carcinoma de células escamosas. Al igual que la leucoplasia, se considera un desorden potencialmente maligno; pero la eritroplasia tiene mayor porcentaje de malignización.3,6
El hábito de fumar es responsable del 90 % de las muertes por cáncer de pulmón y aproximadamente el 80-90 % de las enfermedades pulmonares.7
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), había en el 2010, más de 1 250 millones de fumadores en el mundo. Esto representa aproximadamente un tercio de la población mayor de 15 años. Por sexos, el 47 % de los hombres y 11 % de las mujeres, consumen una media de 14 cigarrillos por día, que supone 5 827 billones de cigarrillos al año. El 74 % de los cigarrillos se consumen en países de bajo - medio nivel de ingresos, donde vive la mayor parte de la población mundial. Tanto para hombres como para mujeres, el segmento de edad que con mayor proporción de fumadores, es el comprendido entre 30 y 49 años.8
Se estima que en Latinoamérica y el Caribe, la epidemia de tabaquismo es responsable de 600 000 muertes anuales. Las previsiones de la OMS sugieren que el tabaquismo seguirá aumentando y se triplicarán las muertes en los próximos años.9
En Cuba, la prevalencia y consumo per cápita de cigarrillos, la ubica en los primeros lugares en la región latinoamericana desde la década del 80.10 A pesar de las acciones de educación para la salud, no siempre modifican las actitudes y conductas de la población.11,12
En Cuba existen más de 2 millones de fumadores, 4 de cada 10 hombres fuman (41,4 %) y 2 de cada 10 mujeres (23 %). El 76 % de los fumadores comienza antes de los 20 años. Alrededor del 69 % de los niños son fumadores pasivos. El 30 % de los estudiantes de secundaria básica ha probado el cigarro alguna vez y el 17,9 % fuma. En 9no grado, un 25,6 % presenta el hábito.13
Los motivos más frecuentes para el inicio del consumo de tabaco, son la curiosidad y la imitación. Le sigue la presión de amigos, aceptación social, anticipación a la edad adulta y rebeldía. En el 2017, se incrementó el consumo de cigarrillos en un 8,02 %.13
El tabaquismo ha sido asociado durante mucho tiempo con las enfermedades bucales, incluidas las periodontales. Probablemente es un verdadero factor de riesgo para las periodontitis. Los fumadores son más propensos a desarrollar enfermedades periodontales más graves y la pérdida de dientes, que los no fumadores. Está asociado con un aumento en la inflamación de la encía que tiende a volverse fibrosa, con márgenes engrosados, pérdida de la adhesión periodontal y la formación de sacos periodontales, así como también la pérdida ósea.8
Los efectos adversos del cigarrillo sobre el periodonto se correlacionan con la cantidad del consumo diario y su duración. Actúa sobre la frecuencia del flujo salival y facilita el aumento de la secreción salival, que explica la formación del cálculo supragingival en fumadores, por aumento del pH, la concentración del cálculo y mayores índices de placa. Además, produce alteraciones en la cicatrización.8,14
Cada día se suman más personas a este hábito nocivo. Se ha observado que la población cubana tiene amplia cultura sobre los daños del tabaco, debido a la divulgación y difusión masiva del tema, sin embargo, muestra desconocimiento en cuanto a su relación con la salud bucal y lo perjudicial para esta.
Este estudio tiene como objetivo, determinar el nivel de conocimientos sobre el hábito de fumar, relacionado con la cavidad bucal en pacientes adultos fumadores.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo transversal en una muestra intencional de 55 sujetos, fumadores, de ambos sexos, voluntarios, que estuvieron de acuerdo con responder las preguntas de la investigación, trabajadores del Hospital Militar Central "Dr. Carlos J. Finlay".
Las variables recogidas fueron: edad, dividida en tres grupos, 20-34, 35-59 y 60 o más; sexo; nivel de conocimiento sobre la relación entre hábito de fumar y el cáncer bucal, con la enfermedad periodontal, sobre los daños que provoca el cigarro en los dientes, los beneficios inmediatos de dejar de fumar y el hábito de fumar cigarrillos.
Para obtener la información, se diseñó un cuestionario tipo examen (anexo), a partir de las preguntas de Toledo Pimental y otros.15 Se añadieron preguntas acerca del hábito de fumar publicadas por la Sociedad Americana Contra el Cáncer.16
A cada sujeto se le explicó que solo debía seleccionar las respuestas que considerase correcta, marcando con una X. El cuestionario fue respondido de forma individual, en un local con buena iluminación y comunicación con los investigadores.
El nivel de conocimiento general fue evaluado según los criterios siguientes: suficiente (de 80 a 100 puntos) e insuficiente (menos de 80 puntos). La puntuación global se obtuvo de la suma de las puntuaciones de cada pregunta.
Para el análisis e interpretación de los resultados, se utilizaron tablas de frecuencias y porcentajes. Se establecieron comparaciones con otros estudios para el análisis y emitir las conclusiones y recomendaciones.
La participación en la investigación fue voluntaria, mediante consentimiento informado; estuvo coordinada y autorizada por la administración de la clínica estomatológica. Se mantiene la confidencialidad de los datos obtenidos y la identidad de los participantes.
RESULTADOS
La figura 1 muestra que el 93 % de los sujetos, se encuentran bien preparados en la relación existente entre el cáncer bucal y el tabaquismo. Solo el 7 % desconoce sobre el tema.
La figura 2 muestra un predominio de conceptos erróneos, acerca de la influencia del hábito de fumar para los tejidos periodontales. El 84 % posee un nivel de conocimiento insuficiente y solo el 16 %, suficiente.
Según la figura 3, el 73 % de los examinados posee conocimientos suficientes sobre la importancia y beneficios de abandonar el hábito de fumar.
La figura 4 muestra la distribución de los sujetos estudiados, según conocimientos sobre el hábito de fumar relacionado con alteraciones que se producen en los dientes. Se evidencia que los pacientes presentan un nivel de conocimiento suficiente en un 56 %.
En general (Fig. 5), el nivel de conocimientos sobre el hábito de fumar, es insuficiente (76 %); solo el 24 % de los sujetos conoce sobre el tema relacionado, no solo con la salud general, también bucal.
DISCUSIÓN
En Cuba se han realizado numerosas actividades preventivas educativas sobre el hábito de fumar. En las clínicas dentales y otras instituciones, se muestran pancartas sobre lo perjudicial y dañino del tabaco para los tejidos de la cavidad bucal. Sin embargo, los fumadores mantienen la creencia, que el hábito calma su ansiedad y los distrae de su entorno.
Es importante que los profesionales de la salud desarrollen una comunicación positiva o persuasiva, con la mayor eficacia posible. Deben combinar estrategias de comunicación interpersonal, con la comunicación masiva, medios impresos y otras modalidades, para producir cambios en la población fumadora.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer plantea que el tabaco es el factor local etiológico más importante en la instauración de las principales lesiones premalignas y del cáncer oral.16,17 Actúa como irritante de la mucosa oral por un mecanismo triple, químico, físico y mecánico. La acción irritativa de carácter crónico posibilita la aparición, primero de lesiones premalignas (leucoplasia y eritroplasia) y posteriormente de un carcinoma de células escamosas.16)
Probablemente no se imparten actividades educativas sobre el tema de cáncer bucal en particular; se realizan solamente cuando el paciente acude a consulta con la enfermedad instalada. La comunicación clara y directa con los pacientes cada día ha disminuido más, se ha dejado como labor única y exclusiva de la consejería de salud bucal. Se ha olvidado que hablar con orden, claridad, entusiasmo y persuasión no es un lujo, sino una necesidad. Es necesario reforzar las políticas dirigidas a disminuir el impacto de los factores de riesgo asociados a los procesos de enfermedad periodontal.16
En estudios realizados por Pérez Barrero y otros18 se expone y corrobora que el hábito de fumar constituye un factor de riesgo a considerar en las periodontopatías. Tiene asociación proporcional con la prevalencia y gravedad, relacionado con la intensidad y el tiempo como fumador. Existe consenso con esta relación. El riesgo de padecer enfermedad periodontal es de 5,3 veces mayor en los fumadores que en los no fumadores. Otros estudios plantean que los fumadores tienen 2,5 veces más probabilidades de padecer la enfermedad que los no fumadores.19) No se encontraron trabajos que aborden el mismo tema para poder hacer comparaciones.
Los profesionales de la salud en la actualidad deben abogar por la práctica de la educación para la salud, que incluya los procesos de autorregulación de la conducta. Se debe lograr la modificación de conocimientos, motivación y actitudes, como componentes relevantes para el cuidado integral de la salud. No solo es importante que interioricen por qué es importante y beneficioso abandonar el hábito, sino también, qué se deben hacer para lograrlo.
El abandono del hábito mejora la respiración, disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones. La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro, recupera el sentido del gusto y el olfato, el deterioro de la función pulmonar se ralentiza, se reduce la tasa de reinfartos y muerte súbita entre un 20 - 50 %, y tres años después de haber dejado el tabaco, el riesgo de infarto del miocardio o accidente cerebrovascular es el mismo de quien no ha fumado nunca.20
En Cuba se han alcanzado importantes logros en el campo de la salud en general y de la salud bucal en particular. Ha sido necesario superar debilidades e innovar estrategias desde el punto de vista integral, con el objetivo de fomentar la salud y crear comunidades saludables. Es necesario aclarar, que este tema es de fácil comprensión y más común en cuanto a diferentes temas de salud bucal. Las preguntas con las que fueron abordados, son sencillas y exactas, por tanto los autores no consideran que pudieran haber influido en los resultados.
Los resultados demuestran que en los sujetos estudiados, el nivel de conocimientos es elevado, en algunos aspectos particulares sobre su hábito se evidencia que no poseían buena información, de forma general sobre el tabaquismo. Se ha definido a la educación para la salud como una combinación de oportunidades de aprendizaje, que facilita cambios voluntarios del comportamiento, que conducen a una mejora de la salud,8) sin embargo, no es suficiente la importancia o el tiempo que le dedican los profesionales de la salud, así como los propios pacientes. Los temas se abordan en las consultas de forma rápida por las propias exigencias del tiempo operatorio y cantidad de pacientes en espera. No se abarca todo lo necesario para lograr cambios de actitudes. Además, se observa falta de divulgación sobre la cavidad bucal y el cáncer, pues los medios masivos difunden principalmente lo relacionado con la salud en general.
Se concluye que los pacientes presentaron un nivel de conocimientos suficiente en cuanto al hábito de fumar, el cáncer bucal y su relación con los dientes. Fue específicamente insuficiente en lo relacionado con la cavidad bucal en general.