INTRODUCCIÓN
En diciembre del 2019 un grupo de pacientes con neumonía de causa desconocida fue reportado oficialmente en Wuhan, China. En consecuencia, se aisló un nuevo coronavirus (enero del 2020) responsable del síndrome respiratorio agudo grave, denominado por el Comité Internacional de Taxonomía de Virus, SARS-CoV-2.1,2,3,4
En febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró a esta enfermedad infecto contagiosa “coronavirus disease 2019” (COVID -19) y un mes después, fue declarada pandemia.5,6,7
En el momento que se redacta este reporte (23 julio de 2020), la COVID-19 afecta a 185 países con 1 497 036 casos confirmados acumulados, 205 780 en las últimas 24 horas y más de 618 017 fallecidos, para una letalidad de 5,67 %. En la región de las Américas, se reportan 7 948 513 casos confirmados, 192 833 fallecidos y una letalidad de 5,41 %. En Cuba se acumulan 2462 pacientes diagnosticados, 87 fallecidos y 3,48 % de letalidad.8
La COVID-19 tiene un espectro clínico que va desde formas asintomáticas, hasta formas graves. La mayoría de los pacientes sintomáticos refieren fiebre, síntomas generales, síntomas respiratorios como tos, disnea y en menor proporción manifestaciones extrapulmonares.3,4,7,9
Es llamativa la elevada frecuencia de casos asintomáticos, quienes pueden trasmitir la enfermedad y hacen más difícil su diagnóstico. La prevalencia reportada para esta forma clínica es variable, se ha alcanzado hasta el 58 %.8,9
Teniendo en cuenta, las pocas investigaciones realizadas sobre los casos asintomáticos, principalmente por investigadores cubanos, se diseñó la presente investigación con el propósito de describir la características clínicas y epidemiológicas de pacientes asintomáticos con la COVID-19.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, que incluyó a todos los pacientes con diagnostico confirmado a la infección por SARS-CoV-2 (mediante la prueba reacción en cadena de la polimerasa-transcriptasa inversa (PCR) en tiempo real), atendidos en el Hospital Militar “Dr. Fermín Valdés Domínguez”, desde marzo hasta julio de 2020, que permanecieron asintomáticos a partir de las 72 horas de ingreso. De 109 pacientes positivos a la COVID-19, 45 permanecieron asintomáticos.
Las siguientes variables fueron estudiadas: edad (dividida en los grupos <= 19 años, de 20 - 39 años, 40 - 59 años, 60 - 79 años y 80+ para 80 y más años); sexo; antecedentes epidemiológicos (fuente de infección y municipio de residencia); las comorbilidades asociadas (hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma bronquial y cardiopatía isquémica); provincia y municipio de procedencia.
Los datos se obtuvieron de la base de datos de la Dirección Provincial de Salud y las historias clínicas hospitalarias. Una vez recogidos fueron procesados por el programa estadístico SPSS versión 26.0. Las frecuencias absolutas y relativas se emplearon como medida de resumen de la información.
Esta investigación se realizó de acuerdo con los principios establecidos en la Declaración de Helsinki de la Asamblea Médica Mundial.10
RESULTADOS
Del total de pacientes atendidos con la COVID-19, a las 72 horas permanecieron asintomáticos 45 (41,8 %). Según grupos etarios (tabla 1), predominó el comprendido entre 20 y 39 años y se acumula un 80 % de pacientes en edades inferiores a 60 años.
Grupos etarios | Frecuencia absoluta | Frecuencia acumulada | Porcentaje | Porcentaje acumulado |
---|---|---|---|---|
<= 19 | 9 | 9 | 20,0 | 20,0 |
20 - 39 | 15 | 24 | 33,3 | 53,3 |
40 - 59 | 12 | 36 | 26,7 | 80,0 |
60 - 79 | 7 | 43 | 14,3 | 97,6 |
80+ | 2 | 45 | 2,4 | 100,0 |
Total | 45 | - | 100 | - |
Al analizar la distribución según sexo, prevaleció el femenino, con 25 pacientes (55,6 %).
Referente a los antecedentes epidemiológicos (tabla 2), manifestó mayor frecuencia la fuente de infección, contacto con caso confirmado (88,9 %). Los municipios de la provincia Holguín que aportaron más casos fueron Holguín, Gibara y Banes (68,9 %). Los atendidos de la provincia Las Tunas, alcanzaron un 22,2 %.
Al analizar los antecedentes clínicos (tabla 3), los más frecuentes fueron las condiciones de adulto mayor, y las comorbilidades de hipertensión arterial y asma bronquial, con 20,0 %; 17,8 % y 11,1 % respectivamente. El 57, 8 % de los pacientes no tenían comorbilidades.
DISCUSIÓN
La transmisibilidad del virus SARS-CoV-2 de persona a persona, ha sido documentada tanto desde pacientes sintomáticos como de asintomáticos, desde los inicios de la enfermedad.11,12 Por este motivo es importante la búsqueda activa de los asintomáticos, considerados reproductores silenciosos de la epidemia.
La prevalencia estimada de pacientes asintomáticos en la COVID-19, es variable. La mayoría de las investigaciones la ubican en el rango desde 20 - 80 %.11,13,14,) En esta investigación se estimó una proporción de asintomáticos de un 41,8 %, la cual es elevada en comparación con estudios en China (2,8 %).14) Otros estudios comunican resultados muy similares a la presente serie, como en Japón (33 - 50 %),15,16 en España, en pacientes en hemodiálisis se encontró un 40 % de asintomáticos17 y otro estudio poblacional de seroprevalencia, 35,8 %.18
No se encontraron estudios cubanos que tuvieran en cuenta la proporción de asintomáticos. Según los investigadores, la elevada proporción obtenida en este estudio debe guardar relación con el nivel de salud de la población cubana y las acciones de salud acometidas por el Sistema Nacional de Salud en el enfrentamiento de la pandemia.19
En cuanto a la edad de los pacientes asintomáticos, predominaron los menores de 60 años y con mayor representación el grupo etario entre 20 y 39 años. Existió coincidencia con investigaciones nacionales de pacientes positivos a la COVID-19, que encontraron mayoría en edades menores de 60 años20,21,22,23 e internacionales con similares resultados.24 En opinión de los investigadores, las edades tempranas son elementos favorecedores de la forma clínica de asintomático, debido a un mejor estado inmunológico.
Es importante resaltar algunos aspectos epidemiológicos de la enfermedad en pacientes asintomáticos, en relación al sexo. En esta serie se encontró un discreto predominio del sexo femenino (55,6 %) y en la mayoría los estudios revisados, predominó el sexo masculino. Se hace la salvedad, que tuvieron en cuenta tanto pacientes asintomáticos como sintomáticos.25,26,27,28
En el análisis del sexo en los diferentes brotes, existe por lo general, igual número de hombres y mujeres. No obstante, existen diferencias en la mortalidad y vulnerabilidad que parecen depender de factores inmunológicos relacionados con el cromosoma X, o generado por los diferentes patrones de vida y la prevalencia del tabaquismo. Se reconoce que se deben realizar estudios que aborden esta temática, porque los datos hasta ahora no son concluyentes.29
En el estudio de los antecedentes epidemiológicos que caracterizaron a la población estudiada, resultó predominante la fuente de contagio, contacto con caso confirmado (89,9 %), coincidente con otras investigaciones nacionales20,22,24 a diferencia de Guzmán y otros30 quienes encontraron en Perú, predominio de los casos importados.
Debido a la política de salud cubana para el enfrentamiento a la COVID-19, se decidió el control estricto a nivel de fronteras, y aislamiento durante 14 días de todos los viajeros internacionales, lo cual propició la contención de la enfermedad al evitar esta fuente de contagio.
El mayor número de casos reside en los municipios Holguín, Gibara y Banes, que acumulan el 68,9 %. Los investigadores relacionan este resultado con la mayor densidad poblacional y actividad turística de estos municipios, en relación con los restantes. Es de señalar que 10 pacientes (22,2 %) procedían de la provincia las Tunas.
En cuanto a los antecedentes clínicos, el 42,2 % de los pacientes tenían al menos un factor de riesgo, los más comunes fueron: la condición de adulto mayor y la hipertensión arterial. Estos resultados están acordes con otras investigaciones revisadas.3,6,9,20,24 Los autores opinan que está relacionado con una población cubana envejecida, y la hipertensión arterial tiene una alta prevalencia en el país.
La presencia de comorbilidades, como la cardiovasculares (hipertensión arterial y cardiopatías), diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma bronquial entre otras, así como la condición de adulto mayor aumentan la vulnerabilidad, el desarrollo las formas graves y con ello la mortalidad de la COVID-19. En tal sentido, la identificación y control de estas, es uno de los pilares que favorecen el buen pronóstico de la enfermedad.
En el análisis de la presencia de comorbilidades, el 57,8 % de los pacientes, no presentaba ninguna. Este elemento favoreció las formas clínicas asintomáticas. La presencia de comorbilidades es un aspecto negativo en la evolución de la enfermedad; la presencia de varias en un mismo paciente, ensombrece su pronóstico, al tener un efecto sinérgico que aumenta significativamente la posibilidad de las formas graves, las complicaciones y la muerte.
En la serie estudiada, predominaron los adultos jóvenes, menores de 60 años de edad, del sexo femenino, pertenecientes a los municipios Holguín, Gibara y Banes, con antecedentes epidemiológicos de ser contacto de casos confirmados. La condición adulto mayor y la hipertensión arterial fueron los factores de riesgo más frecuentes y la mayoría de los casos no presentaron comorbilidades.