INTRODUCCIÓN
La lactancia materna exclusiva (LME) representa una de las prácticas más importante para asegurar la salud y la supervivencia de la niñez y fortalecer el vínculo entre el binomio madre-hijo.1 Ofrece múltiples ventajas sobre cualquier sustituto desarrollado y posee el equilibrio correcto de nutrientes. Gracias a su composición, los sistemas y aparatos corporales inmaduros del recién nacido pueden asimilarlos muy fácilmente.2
Es un hecho aceptado universalmente que la leche materna debe constituir el único alimento que el niño reciba durante los primeros 6 meses de vida, pues además de garantizar el alimento ideal para el desarrollo y el crecimiento, reduce la incidencia y gravedad de las enfermedades infecciosas, así como la morbilidad y la mortalidad en edades tempranas.3) Se sostiene que esta práctica también beneficia a las madres, al reducir el riesgo de cáncer de mama y de ovarios, conjuntamente con su efecto en el espaciamiento de los embarazos y en los niveles de fecundidad.4
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna (LM) en la primera hora después del nacimiento y mantenerla de manera exclusiva durante los 6 primeros meses. Entre los objetivos de nutrición de la OMS para 2025, se propone incrementar hasta, al menos, un 50 % la tasa de LME durante el primer semestre de vida.5,6
En los últimos años el interés en la LM ha crecido. Parte del motivo es la controversia tan publicitada de reemplazar la leche materna por biberones y la promoción activa de los sustitutos de la leche materna por parte de compañías multinacionales.2
Alrededor del 90 % de las mujeres en los países en desarrollo, amamantan a sus hijos después del parto. En Asia y África el porcentaje es un poco mayor (85 %) que en América Latina y el Caribe; la lactancia natural se extiende hasta los 6 meses en el 70 % de los niños asiáticos y africanos. En cambio, en América Latina y el Caribe, la LM dura de 2 a 5 meses como promedio y solo del 35 al 60 % la recibe hasta los 6 meses.4
Tanto a nivel mundial como en Cuba, existe un renovado interés por rescatar la cultura del amamantamiento, para lo cual se han diseñado importantes programas que buscan fomentar esta práctica. Sin embargo, aún no se logran los resultados esperados. La identificación de características y factores maternos que se asocien a su abandono, permiten el desarrollo oportuno de estrategias encaminadas a perpetuar la LME durante los primeros 6 meses, y mantenerla de forma complementaria hasta los 2 años de vida del infante.
El objetivo de esta investigación es describir las características maternas relacionadas con el abandono de la lactancia materna exclusiva
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal en un universo de 86 madres (de 14 a 37 años) de niños en edades comprendidas entre 6 y 12 meses, pertenecientes al área de salud del Policlínico Docente "7 de noviembre" del municipio Majibacoa en Las Tunas, durante el año 2020 que mostraron disposición para participar en el estudio.
Se confeccionó un modelo para la recolección de los datos en Microsoft Excel, el cual fue llenado en cada caso a partir de la información obtenida de las historias clínicas de las madres y los lactantes. Además, se realizó un cuestionario (anexo) a cada una de las madres para determinar el nivel de conocimientos sobre los beneficios de la LME. El cuestionario fue confeccionado por los autores de la investigación y avalado por el comité de ética y el consejo científico del área de salud. Tiene un valor de 20 puntos, distribuidos en 5 preguntas (4 puntos por cada respuesta correcta).
Fueron estudiadas las variables:
Características sociodemográficas: estado civil (soltera, en unión consensual, casada y divorciada); ocupación (estudiante, trabajadora, ama de casa y desvinculada) y nivel de escolaridad (secundaria, preuniversitario y universitario).
Edad materna: agrupada en (14-19, 20-25, 26-31, 32-37 años).
Motivo de abandono de la LME (referido por la madre): insuficiente disponibilidad de leche en las mamas; no aumento de peso; rechazo por el lactante; enfermedad materna; afecciones de la mama; enfermedad del lactante; reincorporación al estudio o trabajo y otras (estética y actividades imprevistas).
Nivel de conocimientos de las madres sobre los beneficios de la LME: adecuado (más de 16 puntos); medianamente adecuado (de 12 a 16 puntos) e inadecuado (menos de 12 puntos).
Enfermedades en los lactantes: enfermedades respiratorias; enfermedad diarreica aguda; enfermedades de vías urinarias; enfermedades dermatológicas y anemia.
El procesamiento y análisis de la información se realizó a través del SPSS versión 21.0. Se utilizaron distribuciones de frecuencias y porcentajes como medida resumen.
Esta investigación fue aprobada por el Comité de Ética Médica y el Consejo Científico del Policlínico Docente 7 de noviembre. Se obtuvo el consentimiento informado de las madres. Se respetó la confidencialidad de los datos obtenidos.
RESULTADOS
Según el estado civil, el 48,8 % de las madres se encontraba en unión consensual. Las madres trabajadoras representaron el 55,8 % y predominó el nivel de escolaridad preuniversitario (tabla 1).
El 36,0 % abandonaron la LME antes de los 6 meses de edad del lactante; de ellas el mayor porcentaje (11,6 %) tenía entre 14 y 19 años (tabla 2).
La mayoría de las madres refirieron como motivo de abandono de la lactancia materna, que el lactante no se llenaba (54,8 %) y la insuficiente disponibilidad de leche en las mamas (35,5 %) (tabla 3).
Motivo de abandono de la lactancia materna exclusiva | n | % (n= 31) |
---|---|---|
Insuficiente disponibilidad de leche en las mamas | 11 | 35,5 |
El lactante no se llenaba | 17 | 54,8 |
No aumentaba de peso | 8 | 25,8 |
Rechazo por el lactante | 5 | 16,1 |
Enfermedad materna | 1 | 3,2 |
Afecciones de la mama | 1 | 3,2 |
Enfermedad del lactante | 2 | 6,5 |
Reincorporación al trabajo o estudio | 5 | 16,1 |
Otras | 2 | 6,5 |
El 50 % de las madres poseía un nivel de conocimientos inadecuado sobre los beneficios de lactar exclusivamente hasta el 6to mes del lactante (tabla 4).
Nivel de conocimientos sobre los beneficios de la lactancia materna exclusiva | n | % | |
---|---|---|---|
Adecuado | 14 | 16,3 | |
Medianamente adecuado | 29 | 33,7 | |
Inadecuado | 43 | 50 | |
100 |
Tanto las enfermedades respiratorias (16,3 %) como las diarreicas agudas (12,8 %) representaron las más frecuentes en los lactantes que no recibieron LME durante los primeros 6 meses (Fig. 1).
DISCUSIÓN
En el estudio realizado en cuanto a las características sociodemográficas de las madres, predominaron aquellas que se encontraban en unión consensual, resultado similar al descrito por Quispe-Ilanzo y otros.7 Respecto a la ocupación, se observó mayor porcentaje de madres trabajadoras; se corresponde con el resultado de Valle Rosas y otros,8 quienes refieren un porcentaje similar (48,4 %), sin embargo, Ortega Moreno y otros9) plantean que el 50,85 % de las madres eran amas de casa.
En el presente estudio predominaron las madres con nivel educacional preuniversitario, resultado que discrepa del obtenido por Acosta Silva y otros,10 quienes describen mayor incidencia de aquellas con nivel de escolaridad secundaria, relacionado con las diferencias entre los universos estudiados.
Según la literatura3,5,8,11) consultada, se reconoce la existencia de una creciente tendencia al abandono de la LME antes de los 6 meses de edad e incluso antes de los 4 meses. Estos resultados ponen al descubierto que aún está distante el propósito establecido por la OMS.
Cuba no está exenta de esta problemática, a pesar de la prioridad que los programas de salud en particular y la sociedad, en general, brindan a este tema. Los indicadores de LME aún no se corresponden con las aspiraciones y necesidades, lo cual evidencia la necesidad de intensificar esta tarea.12
En el presente estudio se pudo constar que más de la mitad de las madres (64 %) lactaron a sus hijos hasta los 6 meses, superior a lo descrito por Acosta Silva y otros,10 quienes reportan que solo el 9,58 % mantuvieron la LM hasta el 6to mes. De acuerdo con lo anterior, Rivera Ledesma13 y Quispe-Ilanzo y otros,7 observan que la gran mayoría de las madres dio de lactar al menos 4 meses y casi la mitad de los niños menores de 1 año se benefició de la LM al menos por 6 meses (49,5 % y 61,8 % respectivamente). Al mismo tiempo, estos autores reconocen que a mayor edad materna, mayor es el número de meses en los que se brinda LME. Esto puede deberse a que a mayor edad se alcanza un mayor desarrollo biológico y psicológico, que permite asumir una maternidad responsable con mayor conciencia de la importancia que reviste la LME para los hijos. Sin embargo, Moraes y otros14 en Brasil, comprobaron que aun teniendo la mayoría de las mujeres entre 20 y 35 años al momento de la investigación, las de 35 años o más presentaron mayor riesgo de interrumpir la LME antes del período preconizado. En consecuencia, estos autores plantean la necesidad de una mayor atención por parte de los profesionales de la salud.
Esta práctica debe ser exclusiva hasta los 6 meses de edad, aunque está sujeta a influencias sociales, económicas y culturales.7 Varios autores5,7,15 destacan que su abandono podría estar motivado por las prácticas hospitalarias, la edad y el nivel de instrucción materna, conocimientos e incluso la vía del parto, así como creencias y actitudes de las madres y sus familias. En otros casos, puede ser consecuencia del término de la incapacidad por maternidad o una indicación médica.
En contradicción, otros autores10,13,16 plantean una fuerte asociación entre la ocupación de la madre y el abandono de la LM, pues muchas veces tienen la presión de las responsabilidades pendientes en su trabajo y por ende deciden abandonar la LM antes de lo establecido. Sin embrago, en un estudio realizado por Sánchez-Smith y otros,12 la reincorporación al trabajo no representa una de las principales causas del abandono. En Cuba a todas las madres se les brinda una licencia posnatal por 1 año, que les garantiza su salario y la seguridad de su plaza laboral;13) esto pudo influir en los resultados de esta investigación, en la cual solo algunas madres refieren como motivo de abandono de la LME, tener que reincorporarse a sus centros de trabajo o estudio.
Los motivos de abandono de la LME en la presente investigación, concuerdan con los de otros autores9,13,17 quienes ubican la insuficiente disponibilidad de leche en las mamas o hipogalactia como la causa más frecuente. Por otra parte, Ortega Moreno y otros,9 refieren que si la madre siente que algún factor involucre un deterioro en su imagen o su salud, existe una alta probabilidad al abandono de esta práctica.
Valle Rosas y otros,8 en México encuentran que los motivos de abandono de la LM son multifactoriales. Estos autores describen un predominio del inicio de actividades de la madre en el 9,9 %; 8,8 % por enfermedad del niño; 5,5 % por enfermedad de la madre, con la utilización de fármacos excretados por la leche materna. Sin embargo, en esta investigación no fue así.
Al respecto Sámano y otros18 destacan que se podría evitar el abandono de la LME prematura a través del apoyo temprano y constante, para que la cantidad de leche que se produzca sea la necesaria para el crecimiento y desarrollo del niño, además de ayudar a mantener una autoeficacia materna adecuada. Estos autores concluyen que el descanso adecuado, contar con información correcta de parte del personal de salud y el apoyo por parte de la familia, permiten que se perpetúe esta práctica hasta el tiempo establecido.
No cabe duda que la ocurrencia de infecciones en niños con LME es menor que en quienes se emplea la lactancia artificial. En los países donde actualmente se han implementado políticas de apoyo, promoción, defensa y protección de la LM, se ha registrado una repercusión positiva en la morbilidad infantil y la letalidad de las enfermedades, lo cual justifica todos los esfuerzos encaminados a fomentar conocimientos y habilidades en las embarazadas sobre este tema.4
La asociación e incidencia de diferentes enfermedades infecciosas o no en la infancia y la utilización de la LM, ha sido perfectamente establecida por diferentes investigadores y es atribuida a factores epidemiológicos, microbiológicos e inmunológicos.5,12,19 Estudios consultados plantean que existe una estrecha relación entre la enfermedad diarreica aguda e infecciones respiratorias, con la duración de la LM y el momento del destete.
En conformidad con lo anterior, Acosta Silva10 y Álvarez Caballero y otros,19 especifican que las enfermedades digestivas son las más frecuentemente sufridas por los lactantes, seguidas por las respiratorias. Además, destacan que la LM constituye la primera vacuna del recién nacido, les transfiere gran cantidad de anticuerpos, permite regular su sistema inmunológico y protegerlo de varias enfermedades frecuentes en estas edades.
En múltiples investigaciones4,20,21,22 se ha demostrado que la mayoría de las mujeres toman su decisión sobre esta práctica durante el embarazo. Esa etapa es de vital importancia para ofrecer a la gestante y su familia, todos los temas pertinentes sobre este proceso, pues el grado de conocimientos se encuentra entre los predictores más fuertes de la duración, cumplimiento e intensidad.
En este sentido, la lactancia está determinada por un cúmulo de saberes de las madres, los cuales se describen como el conjunto de conceptos y creencias que poseen sobre esta; que son el producto del intercambio de mensajes a través de generaciones, de las culturas y costumbres de las comunidades. A ellos se suman los conceptos impartidos por los especialistas en salud.23
Los resultados expuestos reflejan que las participantes incluidas en el estudio carecían de la instrucción necesaria y de suficiente información para lograr una LM exitosa, lo cual demuestra que, a pesar de existir información sobre el tema en el personal de salud, en la comunidad y en los diferentes medios de difusión masiva, aún persiste el desconocimiento sobre las ventajas que otorga esta práctica para el infante. Este resultado es similar al de otras investigaciones.1,4,16,23
Este estudio tiene como limitación que no se investigaron todos los factores biológicos y sociales descritos como predisponentes del abandono de la LM; además, se trata de un diseño descriptivo en una muestra no representativa, lo cual influye en su validez externa.
La mayoría de las madres estudiadas no abandonaron la lactancia, trabajan, se encontraban en unión consensual, poseen nivel escolar preuniversitario y tienen conocimientos inadecuados sobre los beneficios de la lactancia materna.