Mi SciELO
Servicios Personalizados
Articulo
Indicadores
- 
Citado por SciELO  
Links relacionados
- 
Similares en
    SciELO  
Compartir
Economía y Desarrollo
versión On-line ISSN 0252-8584
Econ. y Desarrollo vol.157 no.2 La Habana jul.-dic. 2016
    ARTÍCULO ORIGINAL    
   
La    expansión internacional de la industria hotelera de los países    desarrollados como opción estratégica para los países subdesarrollados    
   
International    Expansion of Hotel Industry of Developed Countries as a Strategic Option for    the Underdeveloped Countries    
   
Gustavo D' Meza    Pérez,I Martha Zaldívar PuigI y Ramón Martín FernándezII        
   
I Facultad de Economía,    Universidad de La Habana, Cuba.     
   II Facultad de Turismo, Universidad de La Habana, Cuba.     
   
RESUMEN    
   
El presente trabajo    expone un análisis lógico histórico de la evolución    de la industria del hospedaje y la interrelación entre sus formas de    propiedad y gestión, basado en el enfoque dialéctico materialista,    utilizando como base una investigación bibliográfica que identifica    las modalidades de entrada de la industria hotelera internacional, en su expansión    como opciones estratégicas de desarrollo para la industria hotelera de    los países receptores. Se arriba a la conclusión de que la tecnología    de las cadenas hoteleras en su expansión internacional, a través    de las modalidades de gestión, permanece protegida, a pesar de la existencia    de barreras que frenan su difusión en los países receptores, lo    que perjudica el desarrollo de los grupos hoteleros nacionales. Finalmente,    se proponen alternativas que permitan revertir esta situación en favor    del desarrollo endógeno de las industrias hoteleras nacionales.    
   
PALABRAS CLAVE:    calidad del producto, economía política internacional, empresas    conjuntas, gestión de la producción, licencia tecnológica,    relaciones de transacción, turismo.    
   
ABSTRACT    
   
A logical and historical    analysis about the evolution of the accommodation industry and the interrelation    between its forms of property and managementis carried out in this paper, based    on the dialectical and materialistic approach and using as foundation a bibliographic    research which identifies the modes of entrance of the international hotel industry,    in its expansion as development strategic options for the hotel industry of    the recipient countries. We got to the conclusion that the technology of the    hotel chains in its international expansion through management modes remains    protected, despite the barriers which slow down its spreading in the recipient    countries. All this damages the development of the national hotel groups. Finally,    some alternatives allowing to revert this situation in favor of endogenous development    of the national hotel industries, are presented in this paper.     
   
KEYWORDS:    product quality, international political economy, joint enterprises, management    of production, technological license, transactions relations, tourism.    
   
Introducción    
   
Las principales    teorías que explican la expansión de los grupos hoteleros internacionales    lo hacen desde la óptica de los países capitalistas desarrollados.    Las modalidades de entrada de estas cadenas hoteleras en su expansión    constituyen opciones estratégicas que se presentan ante las industrias    hoteleras de los países subdesarrollados como opciones para su desarrollo.    Se trata de un mismo fenómeno enfocado desde diferentes puntos de vista,    que amerita un análisis desde esta otra perspectiva, así como    de sus consecuencias para los países receptores, a lo cual se pretende    contribuir en el presente trabajo.     
   
Surgimiento    y desarrollo de la industria hotelera internacional    
   
La industria hotelera    actual es el resultado de la evolución social y cultural de muchos siglos,    influida por los cambios políticos, económicos y tecnológicos    de la sociedad. El desarrollo de los medios de trasporte y las comunicaciones,    a partir de la segunda mitad del siglo XX, provocó el incremento ininterrumpido    de los flujos turísticos internacionales y un crecimiento de la demanda    hotelera a nivel mundial, manifestado en la actualidad mediante una oferta saturada,    diversa y compleja de la industria del hospedaje (gráfico    1).    
   
Desde los tiempos    más remotos, el hombre tuvo que trasladarse para el intercambio y la    búsqueda de nuevos horizontes. Esto trajo consigo la necesidad de dormir    fuera de su lugar de residencia, con lo cual surgen así los servicios    de alojamiento, que fueron evolucionando desde cuevas, tiendas de campaña    y posadas medievales, hasta los hoteles y resorts de la era moderna. Como actividad    económica, la industria de la hospitalidad ha progresado en sus inicios    de constituir una modalidad individual y familiar, hasta convertirse en empresarial,    con la introducción de servicios adicionales, incorporando los avances    tecnológicos según las épocas y propósitos de los    viajes en las diferentes etapas del desarrollo del turismo. Este dejó    de ser un privilegio de una pocas familias ricas en los siglos XVII y XVIII,    para dar paso al turismo de masas a partir del boom de los años cincuenta    del siglo XX, ayudados por el progreso de la conectividad entre los seres humanos,    expresada en los avances tecnológicos de los medios de transporte y las    comunicaciones, que han hecho del turismo y la hospitalidad dos de las industrias    más importantes de mundo.    
   
El primer registro de posadas inglesas aparece en 1400, y no fue hasta el siglo XVIII, coincidente con la Revolución industrial, que las tabernas europeas comenzaron a combinar el hospedaje con el servicio de alimentos y bebidas. En 1794 se construye el primer hotel de los Estados Unidos en la ciudad de Nueva York, el City Hotel. Durante la primera mitad del siglo XX, como resultado de la concentración del número de hoteles en manos de un mismo propietario, se adopta la estructura de cadenas hoteleras, lo que favorece la administración y comercialización. Surgen y se consolidan las primeras marcas hoteleras, que a principios de la segunda mitad de ese mismo siglo comienzan su internacionalización y crecimiento, favorecidas por la proliferación de los contratos de franquicias. En 1960 se crean los primeros sistemas de reservas, y en 1970 la primera central de reserva de una agencia de viajes (González, 2013).
La industria hotelera    actual, con miles de hoteles y millones de habitaciones, se caracteriza por    la diversidad de su oferta y una competencia feroz en un mercado saturado de    opciones para el cliente, dentro de una coyuntura internacional determinada    por "la globalización, concentración-centralización    de la demanda y la oferta y el impacto de las nuevas tecnologías de la    informática y las comunicaciones" (Martín, 2006, pp. 1-2).    Los grandes crecimientos de los grupos hoteleros internacionales en los últimos    años han sido el resultado de megafusiones y adquisiciones. Paralelamente,    ocurre la integración vertical y alianzas del producto hotelero con los    distribuidores y transportistas (líneas aéreas, turoperadores,    agencias de viajes), pertenecientes a los países desarrollados.    
   
Globalización,    concentración y centralización de la industria hotelera mundial    
   
El surgimiento    del término "globalización" se asocia con la desaparición    de la URSS (25 de diciembre de 1991) y del campo socialista -simbólicamente    con la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989-. Está    ligado, por tanto, al predominio del capitalismo sobre el socialismo como sistema    mundial, a la expansión internacional del capital, la hegemonía    de un pensamiento único y la aplicación de políticas neoliberales.    
   
La globalización    es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala    mundial de los países capitalistas desarrollados fundamentalmente, que    consiste en el crecimiento de la comunicación y la interdependencia de    mercados, sociedades y culturas. Se caracteriza por la integración de    las economías nacionales dominadas por las empresas multinacionales y    la libre circulación del capital industrial y financiero; el incremento    de la conectividad humana expresada en el desarrollo del transporte y las telecomunicaciones;    el auge de las redes sociales; y la integración política en bloques    regionales y globales.     
   
Para los países    subdesarrollados, la globalización significa tener que enfrentar el dominio    de las potencias capitalistas desarrolladas y competir con el poderío    que estos poseen sobre los recursos financieros y tecnológicos, los mercados    y las comunicaciones.    
   
El turismo a nivel    mundial, como actividad económica, se ha beneficiado de la globalización    producto del aumento de la demanda en los sectores del transporte y del alojamiento,    pero los turoperadores, agencias de viajes, cadenas hoteleras, líneas    aéreas, las tecnologías, los recursos financieros y el dominio    de los mercados emisores se concentran en manos de las empresas transnacionales    de los países capitalistas desarrollados.    
   
En el desarrollo    y expansión de la industria hotelera se identifican tres etapas. La primera    va hasta los años cincuenta del siglo XX, caracterizada por un crecimiento    basado en la construcción y compra de los hoteles que se operaban en    propiedad y el surgimiento de las primeras cadenas hoteleras. La segunda tiene    lugar a partir de los años cincuenta del mismo siglo, con un crecimiento    vertiginoso y la internacionalización a través de contratos de    franquicia, arrendamiento y administración. Y la tercera se sitúa    en el comienzo de 1990, momento en el cual los grandes crecimientos se basan    en la adquisición, fusión o alianza entre los mayores grupos y    cadenas hoteleras, al mantenerse la expansión de los grupos hoteleros    y sus marcas a través de las diferentes modalidades entradas; es decir,    franquicias, contratos de administración, gestión de hoteles propios    y contratos de arrendamiento.     
   
Los grandes crecimientos    experimentados por los grupos hoteleros internacionales, como resultado de compras,    adquisiciones y fusiones en las dos últimas décadas, han llevado    a la concentración, en grandes cadenas internacionales, de la mayoría    de las habitaciones y las principales marcas que identifican el producto hotelero,    las cuales abarcan una amplia gama de segmentos del mercado (tabla    1), a través de una estrategia de gestión de marcas o branding.    Empresas que surgieron como un grupo hotelero pasan a ser una marca dentro de    un nuevo holding o consorcio. Las seis corporaciones hoteleras más grandes,    según el ranking mundial de la revista norteamericana especializada Hotel    Magazine, eran propietarias en el año 2000 del 46 % de las marcas hoteleras    (D´ Meza, 2003). Las 300 cadenas hoteleras principales del mundo controlan    el 50 % de todas las habitaciones, pero las 10 mayores controlan el 30 % del    total de los 11 millones de habitaciones existentes en el planeta (De la Cruz,    2000).    
   
La adquisición    de Forte Hotels por parte del grupo Granada, en 1995, marcó un hito en    el proceso de concentración de las grandes corporaciones hoteleras. Da    comienzo a una última etapa caracterizada por la aceleración de    estas fusiones. Las integraciones, fusiones y compras son gigantescas. La concentración    del número de hoteles y habitaciones en las principales compañías    transnacionales es impresionante. Entre 1997 y 1999 fueron vendidas y fusionadas    empresas hoteleras y restaurantes por más de 19 mil millones de dólares,    cifra superior a las ventas y fusiones de los siete años previos.     
   
Tony de la Cruz, Managing Editor y Sally Wolchuk, Staff, autores del suplemento "Hotels´ Giant" de la revista Hotel Magazine en su reporte especial "Hotels´ 325", al analizar el comportamiento del crecimiento de la industria hotelera en el año 1999, lo sintetizaron así: "Otro año de vigorosas fusiones y actividad de adquisición significa que los grandes hoteleros del mundo están creciendo, una vez más, a expensas de sus pequeños rivales. El tiburón devora la sardina" (De la Cruz, 2000, p. 25). Esta afirmación parece extraída del capítulo XXIII de El Capital, en su primer tomo, titulado "La ley general de la acumulación capitalista", en el cual hace 133 años Marx, al referirse a la sociedad capitalista del siglo XIX, escribió: "la concurrencia actúa vertiginosamente, en razón directa al número y en razón inversa al volumen de los capitales que rivalizan entre sí. Y termina siempre con la derrota de los muchos capitalistas pequeños, cuyos capitales son engullidos por el vencedor, o desaparecen" (Marx, 1965-a, p. 557).
La operación    más grande de ese año fue la fusión de Hilton Hotel Corp.,    con sede en Los Ángeles, y Promus Hotel, de Memphis, que generó    casi 300 000 habitaciones (y alrededor de 350 000 si se incluyen las marcas    Watford, Hert y Hilton International de Inglaterra). Un año antes, en    1998, el grupo británico Bass -que cambió su nombre por el de    "Six Continent" (6C) marca que ya poseían, propietario de Holiday    Hospitality y de todas las marcas de Holidays Inn, se adelantó a otras    tres grandes cadenas y adquirió los 187 hoteles con 65 000 habitaciones    de InterContinental Hotels, convirtiéndose así en la segunda cadena    hotelera del mundo con más de 500 000 habitaciones en 3 200 hoteles distribuidos    en 98 países. Con esta fusión el grupo Bass lograba una mayor    integración y complemento de su producto, ya que sus hoteles cuatro estrellas    de la marca Holidays Inn estaban muy bien posicionados como tal, no así    su marca de lujo Crowne Plaza. Mientras InterContinental está fuertemente    posicionada como hoteles de lujo, actualmente este gigante ocupa el primer lugar    en el ranking mundial, con más de 600 mil habitaciones y cuatro mil hoteles    bajo el nombre de InterContinental Hotel Group (IHG).    
   
Siguiendo al grupo    Bass en el ranking mundial, en tercer lugar se situaba la cadena "Marriot    International" con 412 000 habitaciones en 2 220 hoteles diseminados en    56 países. A esta posición escaló luego de la absorción    de las 45 000 habitaciones de los 146 hoteles de Renaissance. Actualmente cuenta    con más de 500 mil habitaciones y 4 mil hoteles.    
   
Otra fusión    importante ocurrió en 1998 cuando Starwood se fusionó con ITT    Sheraton, que tiene más de 400 hoteles en el mundo, y se colocó    en el séptimo puesto con 740 hoteles y 227 043 habitaciones, en 80 países.        
   
El grupo español    Sol Meliá, número uno en España y 37 en el mundo desde    1976, ascendió al puesto 12 luego de la adquisición de Tryp Hoteles    -anteriormente ubicado en el séptimo peldaño en España-    a mediados del año 2000. La operación ascendió a 27 000    millones de pesetas y 13 222 226 de acciones de 15 euros. Otro español,    el grupo NH, número tres en su país, se expande internacionalmente    al adquirir la holandesa Krasnopolsky, propietaria de la marca Golden Tulyp.    Sol Meliá(1) y NH se convierten en    las primeras empresas hoteleras españolas que cotizaron en el mercado    de valores.    
   
Entre los años    1995 y 2005, las diez primeras posiciones del ranking mundial no experimentaron    cambios significativos (tabla 2), sin embargo, sus crecimientos debido a fusiones    y adquisiciones son impresionantes, al superar incluso el millón y medio    de habitaciones en el periodo (Martín, 2006, p. 24).    
   
En julio de 2015    se ha anunciado la posible fusión del número uno en el ranking    mundial InterContinental Hotel Group (IHG), con 4 800 hoteles y un capital de    9 500 millones de dólares, y Starwood, número 8, poseedor de 1    207 hoteles y 13 800 millones de dólares, por lo que se convertiría    en el mayor gigante hotelero del mundo, con un capital ascendente a 23 mil millones    de dólares y más de 6 000 establecimientos (Hosteltur, 2015).    
   
Estos procesos    de concentración y centralización que se observan entre las empresas    de la industria del alojamiento también se manifiestan entre los integrantes    del sector turístico, es decir, transportistas, turoperadores y empresas    que ofertan diferentes opciones de alimentación, espectáculos    y otros bienes y servicios. Al utilizar las categorías de la integración    empresarial, las agrupaciones pueden ser verticales, horizontales o diagonales    (Michael, 2003, pp. 136-139). Se asocia la concentración con la integración    horizontal, la centralización con la integración vertical, y la    diagonal que se forma a partir de empresas complementarias o simbióticas    (Martín, 2006, p. 23). "Paralelamente al proceso de concentración    se ha desarrollado la centralización de capitales, fundiéndose    y refundiéndose firmas de la operación turística con líneas    de transportes, hoteles, etc., con una amplia participación bancaria"    (Martín, 1988, pp. 32-34). Actualmente, el sector turístico continúa    viviendo un ciclo de "empresa come empresa", expresado en una oleada    de compra y fusiones de hoteles, intermediación y transporte (Hosteltur,    2015).    
   
Como resultado    de los procesos de concentración y centralización, el poder que    adquieren los turoperadores sobre las empresas hoteleras es determinante, pues    este fenómeno afecta significativamente a los países subdesarrollados.    En estas condiciones, el mayor éxito en cuanto al flujo de visitantes    lo tendrán los hoteles que "hacen toda suerte de contratos o alianzas    con los grupos que están más cerca de la demanda final, es decir    los grupos hoteleros clásicos tienen menos poder sobre la demanda final    de visitantes que los turoperadores, y dentro de estos los más poderosos    son los que participan o están participados por aerolíneas u otras    empresas de transporte, como cruceros" (Martín, 2006, p. 27). Otro    aspecto que favorece la comercialización de los destinos turísticos    es el hecho de que las cadenas hoteleras extranjeras con modalidades participativas,    es decir, inversión total o compartida, y presentes en estos destinos,    defenderán la prioridad de los flujos turísticos hacia ellos.    Un ejemplo de la integración de las empresas turísticas es el    hecho de que un cliente puede reservar y comprar sus vacaciones en una agencia,    transportarse en una línea aérea, alojarse y alimentarse en un    hotel y hacer excursiones, y todos estos servicios pueden proceder de la misma    corporación fruto de la integración vertical, de lo contrario    cada uno de estos servicios los proveería una entidad independiente.        
   
El enfoque marxista    del fenómeno de la concentración y centralización a escala    mundial, que se aprecia en la industria turística en general y hotelera    en particular, actualmente se vuelve análogo al descrito por Marx en    su estudio de la sociedad capitalista del siglo XIX. Para Marx, la concentración    de capital es el resultado de la acumulación y crecimiento del capital    existente, es decir, "el incremento paulatino del capital mediante la reproducción".    Mientras la centralización es:    
   
[
] la concentración    de los capitales ya existentes, de la acumulación de su autonomía    individual, de la expropiación de unos capitalistas por otros, de la    aglutinación de muchos capitales pequeños para formar unos cuantos    capitales grandes. Este proceso se distingue del primero en que solo presupone    una distinta distribución de los capitales ya existentes y en funciones;    en que, por tanto, su radio de acción no está limitado por el    incremento absoluto de la riqueza social o por las fronteras absolutas de la    acumulación. El capital adquiere, aquí, en una mano, grandes proporciones    porque allí se desperdiga en muchas manos. Se trata de una verdadera    centralización, que no debe confundirse con la acumulación y la    concentración". (Marx, 1965-a, p. 557)    
   
Tecnología    en la industria hotelera    
   
El sector de los    servicios ha sido descrito tradicionalmente como poco innovador y consumidor    de tecnologías desarrolladas en el sector industrial. En el caso de la    industria hotelera "se ha seguido una pauta mixta de invención y    adopción en la introducción de nuevas tecnologías"    (Groizard y Jacob, 2004, p. 22). La experiencia en la gestión y la aplicación    de las innovaciones en los diferentes sectores de la ciencia y la tecnología,    y su adecuación a las oportunidades, necesidades y exigencias de los    clientes han ido conformando los disímiles productos hoteleros actuales    y lo harán con los del futuro.    
   
La tecnología    en una instalación hotelera se encuentra determinada por la integración    del equipamiento y el conocimiento. El equipamiento es tangible y abarca las    características físicas de la planta hotelera, su diseño    arquitectónico, civil, materiales, mobiliario, ubicación, interacción    con el medio ambiente, así como el propio equipamiento tecnológico    de los diferentes sistemas que hace posible la explotación del hotel.        
   
Por otro lado,    el conocimiento es intangible y abarca los conocimientos y habilidades necesarios    para operar estos sistemas, dirigir y ejecutar los diferentes procesos y procedimientos    que permiten la gestión de la operación y comercialización    del hotel. Todo equipamiento tecnológico es resultado del conocimiento    humano acumulado, por tanto, no es más que la dimensión del conocimiento    contenida en el inmueble, muebles, equipos y sistemas. Es el explícito    o codificado. Mientras el otro componente del conocimiento permanece en el pensamiento,    de forma tácita. Este conocimiento que integra el capital intangible    de la cadena hotelera abarca también la marca comercial y el capital    relacional, incluidos los sistemas de reservas y las alianzas con suministradores,    distribuidores del producto hotelero y clientes directos del hotel y la cadena.    
   
El análisis    de Marx sobre el desarrollo tecnológico abrió las puertas al estudio    del reino de la tecnología dentro de la Economía Política.    Su relación con el capital se aborda en el primer tomo de El Capital,    y de manera específica en el capítulo XIII, "Maquinaria y    gran industria" (Marx, 1965-b, p. 324). La tecnología permite la    utilización de las fuerzas de la naturaleza y los adelantos científicos    para la producción, aumentando la productividad y la plusvalía    relativa. Igualmente determina las condiciones de trabajo y el número    de trabajadores, revoluciona las relaciones con los obreros y desata la fuerza    del capital, favoreciendo su acumulación y concentración. Con    el paso de la manufactura al capitalismo el obrero dejó de vender objetos    manufacturados para ofertar su mano de obra como mercancía, sujeta a    las leyes de la oferta y la demanda del mercado. En la actual era de la economía    del conocimiento, este se vende como mercancía y la tecnología    es un instrumento de dominación y exclusión de los países    capitalistas desarrollados sobre los subdesarrollados.    
   
A partir de la    definición de tecnología en la industria hotelera propuesta en    el presente trabajo y el análisis del párrafo anterior, se puede    afirmar que la tecnología afecta y está contenida tanto en el    capital constante, como en el capital variable.    
   
Existe un convencimiento    general de que la competitividad y la ventaja de una empresa turística    a largo plazo dependen especialmente de "la gestión integrada de    los recursos que posee y que le son propios y de su capacidad de movilizar un    conjunto de recursos materiales, humanos y tecnológicos de forma integrada"    (García, 2004, p.13). Así, Contractor y Kundu (1998) señalan    que en el sector hotelero los elementos intensivos en capital, tales como el    inmueble, se pueden separar de los elementos de pericia directiva o basados    en el conocimiento (García, 2004, p. 14), favoreciendo su expansión    internacional a través de las modalidades de gestión, es decir,    contratos de franquicias, administración y arrendamiento. Para las cadenas    hoteleras que se internacionalizan bajo estas modalidades de expansión    internacional, el conocimiento constituye uno de los componentes más    importantes dentro de sus activos intangibles, convertido en mercancía,    que genera sus ganancias más inmediatas al ser vendido.    
   
Modalidades    de expansión de las cadenas hoteleras de los países capitalistas    desarrollados    
   
Las cadenas hoteleras    de los países capitalistas desarrollados en su expansión internacional    hacia los países subdesarrollados deben seleccionar sus modalidades de    entrada entre la inversión directa, la gestión hotelera o la combinación    de ambas. En el primer caso, con la aportación de capital en empresas    mixtas (joint ventures) o en solitario; en el segundo, a través de los    contratos de franquicia, administración o arrendamiento. En los casos    de la inversión directa y las empresas mixtas generalmente se combinan    ambas modalidades.    
   
La modalidad de    gestión predominante en la expansión de las cadenas hoteleras    internacionales la constituyen las franquicias hoteleras, que representan más    del 70 % del total de las habitaciones disponibles a nivel mundial, siendo los    Estados Unidos de América el líder con más del 40 % del    total. Además, las cadenas hoteleras poseen los hoteles mayormente en    sus países de origen, así evitan el riesgo que implica la inversión    en el exterior, y representan el 15 % del total de las habitaciones mundiales    (Ramón, 2000).    
   
En la subregión    del Caribe, los contratos de administración hotelera forman la modalidad    de entrada predominante de las cadenas hoteleras internacionales, procedentes    de España fundamentalmente, desde que en 1985 la cadena española    Barceló comenzó la expansión de la industria hotelera de    ese país en el área. En el año 2009, una cifra de 26 cadenas    españolas administraban 321 hoteles con 118 913 habitaciones en América    Latina, donde aproximadamente una de cada cuatro habitaciones era gestionada    por una cadena española (Figueras, 2010). Entre los factores que han    contribuido a la expansión de los contratos de administración    hotelera en América Latina, además de los mencionados anteriormente,    se encuentran la entrada al sector turístico de empresas de otras actividades,    como constructoras, entidades financieras e inmobiliarias a modo de socios financieros    atraídos por la rentabilidad del sector, siendo los inversionistas y    propietarios de los inmuebles hoteleros los que financian el crecimiento de    los grupos hoteleros internacionales y la expansión de sus marcas, estos    últimos, además, cobran los honorarios contratados por la gestión,    uso de la marca y otros servicios, según el caso.    
   
Esta expansión    y crecimiento de las marcas y cadenas hoteleras internacionales basadas fundamentalmente    en la gestión -al separar la gestión de la propiedad- ha sido    posible gracias a que sus principales ventajas competitivas son activos intangibles,    tales como la marca, el conocimiento, formación, centrales de reservas,    las alianzas y vínculos con los distribuidores del producto hotelero,    los cuales pueden protegerse legalmente, controlarse y ser explotados a través    de relaciones contractuales, separados de la propiedad, permitiendo la expansión    sin riesgos ni financiamientos.    
   Cuando una cadena hotelera en su expansión internacional es capaz de    empaquetar su conocimiento acumulado, puede alquilarlo o venderlo a través    de su externalización, en este caso los contratos de franquicias hoteleras.    Pero "cuando la empresa no es capaz de ello, porque este conocimiento reside    en los hábitos de gestión o los activos intangibles de la empresa,    es difícil que otras empresas puedan comprarlo, bien porque su valor    de mercado es desconocido, bien porque es difícil definir los derechos    de propiedad del conocimiento" (Groizard y Jacob, 2004, p. 20), entonces    la empresa debe recurrir a las formas internalizadas, es decir, los contratos    de arrendamiento y los de administración hotelera, en los cuales la tecnología    de la cadena permanece internalizada, con el objetivo de "preservar las    ventajas tecnológicas que posee e impedir que otras empresas se puedan    beneficiar del conocimiento acumulado dentro de la organización"    (Groizard y Jacob, 2004, p. 19).     
   
El hecho de que    parte de sus ventajas competitivas radique en alianzas y participación    con los canales de distribución del producto hotelero -es decir, turoperadores-,    la inseguridad de ceder a terceros su concepto especializado de gestión,    el alto componente tácito de su conocimiento asociado al turismo vacacional    de largas estancias, la carencia de estrategias codificadoras de este conocimiento,    el costo de los controles a través de otra modalidad de entrada, el estado    incipiente del desarrollo del ciclo de vida del producto hotelero español    en su internacionalización y su participación más reducida    en cantidad de habitaciones en el exterior, en comparación con las cadenas    de otros países que ocupan los primeros lugares del ranking mundial,    han sido los factores identificados por Ramón Martín (2006) como    determinantes a la hora de adoptar los contratos de administración hotelera    como modalidad fundamental, por parte de la industria hotelera española    en su expansión internacional.    
   
El grado alcanzado    en el desarrollo tecnológico el día de hoy ha convertido el conocimiento    en un recurso imprescindible para el desarrollo económico, protegido    y privatizado en patentes, perfeccionado en los departamentos de investigación    y desarrollo (I+D) de las corporaciones y no en las universidades. Es la era    de la economía del conocimiento caracterizada por la informatización,    transacciones de patentes, momento en el que el conocimiento se convierte en    mercancía y en una limitante para el desarrollo, a pesar de contar con    otros recursos (Lage, 2013). El conocimiento y la tecnología constituyen    un medio de dominación y exclusión de los países capitalistas    desarrollados sobre los subdesarrollados, que crea una dependencia de estos    últimos hacia los primeros. Para los capitalistas, el conocimiento constituye    no solo un medio de producción, sino que también se convierte    en una mercancía que genera sus ganancias más inmediatas al ser    vendida, en lugar de ser aplicada. La expansión de la industria hotelera    internacional a través de modalidades de entrada basadas solamente en    la gestión constituye una manifestación de la explotación    del conocimiento como mercancía por parte de sus propietarios: las cadenas    hoteleras de los países desarrollados, a través de protecciones    legales de sus marcas, contratos comerciales y su capital relacional y humano.    
   
La separación    entre gestión e inmueble hotelero puede ser considerada una división    del capital en propiedad y funciones, lo cual genera plusvalía a través    de la comercialización de parte de su capital (intelectual y relacional    en este caso) como mercancía. En este concepto de negocio, los accionistas    propietarios del inmueble y el gestor propietario del capital intangible (capital    intelectual y relacional) y de las principales ventajas competitivas que permiten    la operación y comercialización se fusionan, procedentes ambos    o no de países capitalistas desarrollados, en la explotación del    capital humano, es decir, capital variable o masa trabajadora de los países    receptores. Estos son absorbidos y se convierten en activos de las cadenas hoteleras    extranjeras, como capital variable en este caso.    
   
En el tercer tomo    de El Capital, su capítulo XXIII, "Interés y ganancia del    empresario", Marx describe el capital en funciones, que se invierte para    obtener una ganancia en la industria o en el comercio, y así las operaciones    necesarias se efectúan con él y por medio de quien los emplea    según la rama de negocios de que se trate. La ganancia para el capitalista    que trabaja con capital prestado es la ganancia menos el interés, que    le aparece como producto del capital mientras funciona como tal. (Marx, 1965-b,    p. 391) Así, en el caso de los contratos de gestión hotelera (arrendamiento,    franquicia o administración), los capitalistas propietarios de los inmuebles    deben deducir de su ganancia el pago a las cadenas hoteleras internacionales    por la utilización de su capital intelectual.     
   La separación entre propiedad y gestión en las relaciones entre    los propietarios de los inmuebles hoteleros y las cadenas internacionales que    los gestionan pueden ser explicadas desde la Teoría de la 
Agencia como una    relación entre agente y principal. Así lo recoge la legislación    estadounidense, y lo antepone a lo que pueda estar recogido en la letra del    contrato, protegiendo al propietario e identificando al gestor como fiduciario    (Renard, 2003).    
   
La tendencia al    incremento de la separación entre gestión y propiedad no solo    se mantiene, sino que adquiere nuevos matices con las ventas de las habitaciones    de un hotel a diferentes propietarios. Esta práctica, que no es nueva    ya en Estados Unidos a través del Timesharing, comienza a aplicarse en    España a partir de la adopción de normas jurídicas en diferentes    localidades autónomas (Andalucía, Baleares, Canarias, Comunidad    Valenciana) que lo permiten, al convertirse en un atractivo negocio inmobiliario    que puede alcanzar hasta un 7 % de rentabilidad en la inversión, mediante    la división de las ganancias entre gestor y propietario. Por ejemplo,    en Madrid, el Hotel Meliá Castilla vende habitación de 30 metros    cuadrados (cuarto de baño, dormitorio, cama matrimonial, escritorio,    TV, teléfono) en 90 mil euros (López, 2015).    
   
Opciones de    desarrollo para la industria hotelera de los países subdesarrollados    
   
El estudio de la    expansión de las cadenas hoteleras de los países desarrollados    hacia el tercer mundo ha sido abordado desde la perspectiva de esos países,    desarrollando las diferentes teorías que la describen y explican, entre    las cuales se destacan, según Ramón (2000): Teoría de Imperfección    de los Mercados, de Costos de Transacción, de Internalización,    de Localización, del     
   Comportamiento Oligopolio y de Diversificación de Riegos, Ciclo de Vida    del Producto, de Ventajas de Propiedad, de Agencia, de Localización y    La Teoría Ecléctica Dunning. Pero independientemente de la teoría    de que se trate, esta expansión ha sido posible como consecuencia de    la brecha existente entre ambas economías. Las modalidades de entrada    de la industria hotelera internacional en su expansión se convierten    en opciones estratégicas para el desarrollo de las industrias hoteleras    locales como vías de acceso a los mercados, financiamiento, capital,    tecnologías, comercialización y canales de distribución,    al pagar por ellas un costo financiero, compartir las utilidades de la operación    y arriesgar el compromiso de su soberanía e independencia.    
   
Para vencer estas    barreras, los países subdesarrollados pueden optar por emprender el desarrollo    de sus industrias hoteleras nacionales solos o con la participación extranjera.    Esta puede ser total o parcial (joint ventures), que por lo general no proviene    de grupos hoteleros extranjeros, sino de otros fondos disponibles para la inversión.    Adicionalmente, para la gestión y comercialización se puede optar    por una de las opciones disponibles entre los contratos de franquicia, administración    o arrendamiento, siendo por lo general los propietarios de la marca hotelera    los que imponen la modalidad que más les satisface.    
   
Optar por los contratos    de gestión supone disfrutar de las ventajas de operar bajo la imagen    de una marca comercial establecida y de reconocido prestigio, evitando los costos    que representan la creación de una nueva. Permite disfrutar las bondades    que supone disponer de las ventajas competitivas y la tecnología de los    grupos hoteleros extranjeros de países desarrollados y sus vínculos    con los canales de distribución del producto turístico. Pero a    su vez, estas opciones favorecen la expansión de las marcas hoteleras    extranjeras, no solo generándole beneficios económicos, sino también    financiando el crecimiento de los grupos hoteleros internacionales. Desde el    punto de vista estratégico se está reafirmando la dependencia    a la tecnología extranjera, al impedir el crecimiento     
   y establecimiento de las marcas nacionales, con lo cual se compromete el futuro    de la industria hotelera nacional.     
   
El camino recorrido    en su desarrollo por la industria hotelera de los países capitalistas    desarrollados es diferente al que se presenta ante los países subdesarrollados.    Mientras los primeros tuvieron un desarrollo endógeno sin competencia,    los últimos lo hacen dependiendo de capital y tecnología extranjera,    enfrentando la competencia de los primeros y su dominio del mercado y de los    canales de distribución, con marcas de reconocido prestigio y posicionamiento.    
   
Conclusiones    
   
La industria hotelera    mundial se encuentra dominada por cadenas internacionales procedentes de los    países capitalistas desarrollados que abarcan la mayoría del número    de habitaciones y establecimientos hoteleros. El sector se caracteriza por la    concentración y centralización de capital, que se manifiesta en    compras y fusiones entre grupos hoteleros y las alianzas con los canales de    distribución del producto, díganse líneas aéreas,    turoperadores y agencias de viajes.    
   
Dado que las principales    ventajas competitivas de las cadenas hoteleras internacionales se generan en    la gestión, ello permite que los elementos intensivos en capital (tales    como el inmueble) se puedan separar de los elementos de pericia directiva o    basados en el conocimiento, al propiciar su expansión internacional a    través de las modalidades de gestión (franquicias y contratos    de administración), lo que constituye un ejemplo del conocimiento como    mercancía, en función de generar beneficios procedentes de su    comercialización.    
   
Los contratos de    gestión hotelera (arrendamiento, franquicia y administración)    como opción estratégica de desarrollo para las industrias hoteleras    de los países subdesarrollados permiten compartir las ventajas competitivas    de las cadenas hoteleras internacionales establecidas, pero al costo de impedir    el crecimiento y establecimiento de las marcas nacionales propias, lo cual compromete    el futuro de la industria hotelera y la soberanía de sus respectivos    países, crea una dependencia tecnológica, comparte las utilidades    y financia el crecimiento, expansión y consolidación de marcas    extranjeras.    
   Es recomendable crear las bases para un desarrollo endógeno de las industrias    de los países subdesarrollados que opten por el turismo internacional    como actividad económica estratégica. Para ello se deben potenciar    las marcas hoteleras de estos países a través del crecimiento    y calidad de la oferta. Priorizar las alianzas con los turoperadores, agencias    de viajes y líneas aéreas procedentes de los mercados emisores,    incluso con participación accionarial. En los casos de la inversión    directa extranjera (IDE), propiciar la participación de los grupos hoteleros    extranjeros, lo que favorece la comercialización. Sería favorable    establecer la integración regional y la colaboración entre los    países del área.  
REFERENCIAS    BIBLIOGRÁFICAS    
   
CONTRACTOR, F.    y S. KUNDU (1998): "Modal Choice in a World of Alliances: Analyzing Organizational    Forms in International Hotel Sector", Journal of International Business    Studies, vol. 29, n.o 2, Liverpool, pp. 325-357.    
   DE LA CRUZ, T. (2000): "Hotels´ 325: Special Report. Hotels´    Giants", Hotels Magazine, vol. 36, n.º 7, Chicago, pp. 36-52.    
   FIGUERAS, M. A. (2010): "Las cadenas hoteleras españolas en América    Latina y el Caribe a finales del 2009", informe interno del MINTUR, La    Habana.    
   GARCÍA, D. J. (2004): La transferencia de conocimiento en la expansión    de las cadenas hoteleras, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces S.A.,    Madrid.    
   GONZÁLEZ, F. (2013): "Tendencias de desarrollo del sector turístico",    conferencia del representante de Amadeus en Cuba, Seminario internacional, Facultad    de Turismo, Universidad de La Habana / Hotel Nacional de Cuba.    
   GROIZARD C., J. L. y E. M. JACOB (2004): "Innovación, transferencia    de tecnología y desarrollo en empresas hoteleras. Estudio de la contribución    de las empresas hoteleras de origen balear a las economías latinoamericanas",    Fundació Cátedra Iberoaméricana, Universitat de les Illes    Balears, Palma de Mallorca, <http://www.uib.es/catedra_iberoamericana>    [6/8/2009].    
   LAGE, A. (2008) "Propiedad y expropiación en la economía    del conocimiento", en J. Núñez y L. M. Macías (coords.),    Reflexiones sobre ciencia, tecnología y sociedad, Editorial Ciencias    Médicas, La Habana, pp. 119-132.    
   LAGE, A. (2013): La economía del conocimiento y el socialismo, Editorial    Científico Técnico, La Habana.    
   LÓPEZ, L. S. (2015): "Se vende habitación de un hotel",    El País Negocios, n.o 1543, Madrid, mayo 2015, pp. 26-27.    
   MARTÍN F., R. (1988): "El turismo y su desarrollo", Economía    y desarrollo, Año XVIII, vol. 16, n.o 5. La Habana, pp. 34-41.    
   MARTÍN F., R. (2003): "Desarrollo y lanzamiento de productos turísticos",    tesis de maestría, Centro de Estudios Turísticos, Universidad    de La Habana.    
   MARTÍN F., R. (2006): "El comercio internacional del turismo en    condiciones de oligopolio. El caso de Cuba", tesis de doctorado, Centro    de Estudios Turísticos, Universidad de La Habana.    
   MARX, C. (edición 1965-a): El Capital, t. I, Ediciones Venceremos, La    Habana.    
   MARX, C. (edición 1965-b): El Capital, t. III, Ediciones Venceremos,    La Habana.    
   D´ MEZA PÉREZ, G. (2003): "La industria hotelera internacional.    Opciones estratégicas de desarrollo de la industria hotelera cubana",    tesis de maestría, Facultad de Economía, Universidad de La Habana.    
   MICHAEL E., J. (2003): "Tourism Micro-Clusters", Tourism Economics,    vol. 9, n.o 2, Oxford, pp. 133-145.    
   NONAKA, I. (1991): "The Knowledge Creating Company", Harvard Business    Review,     
   vol. 69, n.o 6, pp. 96-104.    
   NÚÑEZ JOVER, J. y L. M. MACÍAS (coords.) (2008): Reflexiones    sobre ciencia, tecnología y sociedad, Editorial Ciencias Médicas,    La Habana.    
   NÚÑEZ, JOVER. J. y L. M. MACÍAS (coords.) (2013): "Ciencia    y tecnología en el horizonte de nuestra sociedad", La Calle del    Medio, n.o 61, La Habana, mayo, pp. 6-7.    
   RAMÓN R., A. (2000): "La expansión internacional del sector    hotelero español", tesis de doctorado, Caja de Ahorros del Mediterráneo,    Universidad de Alicante.    
   RENARD, J. (2003): "El reto de la agencia: cómo WoolleyWoolley reajustó    el panorama de la gestión hotelera", Cornell Hotel and Restaurant    Administration (USA),     
   vol. 44, n.o 3, pp. 58-76.    
   RIVERÓN, A. C. (2010): "La participación española    en la hotelería cubana. Contribución a su estudio", tesis    de grado, Facultad de Turismo, Universidad de La Habana.    
   RODRÍGUEZ, A. R. (2002): "Determining Factors in Entry Choice for    International Expansion. The case of the Spanish Hotel Industry", Tourism    Management, n.o 23, Oxford, pp. 593-607.    
   SÁNCHEZ N., R. (2009): La nueva economía y el conocimiento: entre    el mito y la realidad, Editorial Félix Varela, La Habana.    
RECIBIDO: 3/01/2016    
   ACEPTADO: 21/02/2016
    
   
Gustavo D' Meza    Pérez. Facultad de Economía, Universidad de La Habana, Cuba. Correo    electrónico: belmaryc@infomed.sld.cu    
   Martha Zaldívar Puig. Facultad de Economía, Universidad de La    Habana, Cuba. Correo electrónico: martha@fec.uh.cu    
   Ramón Martín Fernández. Facultad de Turismo, Universidad    de La Habana, Cuba. Correo electrónico: ramon_martin@ftur.uh.cu
    
   
NOTAS    ACLARATORIAS    
   
1. Actualmente MELIÃ Hotels Internationals.

 













