INTRODUCCIÓN
La mastitis bovina es un desafío sanitario y económico para la producción animal, no solo porque afecta la salud y bienestar de los animales, sino también por la amenaza que representa para la salud pública en el caso de patógenos zoonóticos y las consecuencias que puede tener la antibioterapia imprescindible para la diseminación de microorganismos resistentes a través de la cadena alimentaria (1,2), sin descontar las pérdidas millonarias que ocasionan los costos de tratamiento y el descarte de leche, un alimento por demás imprescindible para una población humana en plena expansión a nivel global (3-6).
Mycoplasma bovis es uno de los patógenos más frecuentes en las infecciones de la glándula mamaria; responsable de episodios esporádicos de alta contagiosidad y pérdidas económicas significativas en las explotaciones, así como otra amplia gama de trastornos (7,8). Actualmente se considera uno de los principales patógenos emergentes del ganado bovino en países industrializados, y su diseminación se atribuye al comercio de animales (3,5,9).
Otras especies de micoplasmas pueden también causar mastitis, como Mycoplasma alkalenses, M. arginini, M. bovigenitalium, M. bovirhinis, M. californicum, M. canadense, M. dispar, así como mollicutes como Acholeaplasma spp. (principalmente A. laidlawii y A. axanthum) (10-12).
En Zamora-Chinchipe, Ecuador, la producción lechera es un renglón económico muy importante, y reducir las pérdidas ocasionadas por mastitis bovina constituye una prioridad de los productores. Por ello la identificación de Mollicutes entre los agentes involucrados en su etiología (13,14), requiere el estudio de los factores de riesgo que lo propician a fin de adoptar las medidas sanitarias pertinentes.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
El estudio se realizó en la provincia Zamora Chinchipe, Ecuador, con una superficie de 10 556 Km2 y políticamente dividida en nueve cantones: Zamora, Chinchipe, Nangaritza, Yacuambi, Yantzaza, El Pangui, Palanda, Paquisha y Centinela del Cóndor. La temperatura promedio oscila entre los 18 y 22ºC; la humedad relativa alcanza hasta un 92% (Gobierno Provincial de Zamora-Chinchipe, 2010).
Selección de rebaños para el estudio
El número de rebaños seleccionados para el estudio se determinó mediante el programa EpiData (15). Se asumió una prevalencia de 50%, debido a la falta de conocimiento a priori sobre la prevalencia en la región, con un intervalo de confianza de 95% y una precisión de 10%. La prevalencia se calculó a través de una aproximación Bayesiana basado en la distribución Beta, beta (s + 1; n-s + 1), donde: s = positivos; n = fincas testadas.
De la provincia se realizó una zonificación en bloques de 25 km2, de acuerdo con sus condiciones ecológicas (conglomerados) y de las fincas en existencia, en cada uno se seleccionó aleatoriamente la cantidad a muestrear (16).
Como criterios de inclusión en el estudio se consideró que las fincas tuvieran el consentimiento de sus propietarios y que abastecieran de leche cruda el centro de acopio. Las que no cumplían con estos criterios no se incluyeron.
Análisis de factores de riesgo asociados a Mollicutes
Se realizaron dos estudios transversales para evaluar la relación entre las variables definidas como potenciales factores de riesgo para mastitis y los resultados del diagnóstico de Mollicutes en leche de tanque y en vacas reportados en estudios previos (13,14).
Para obtener la información para el análisis epidemiológico se confeccionaron los respectivos cuestionarios semi-estructurados, cuyos datos fueron proporcionados por los propietarios de las fincas (Anexo I). La aplicación del cuestionario a los rebaños donde se investigaron las vacas se hizo durante la observación del ordeño de las vacas en las respectivas fincas.
La información se registró en bases de datos en Microsoft Excel 2010. La Prevalencia (P) de rebaños y vacas positivas a Mollicutes se calculó mediante la relación entre los respectivos examinados positivos al diagnóstico (rPCR+) y el total de investigados (rTotal).
Análisis estadístico
La asociación entre las variables consideradas y los resultados del diagnóstico (positivo/negativo) en la prueba de tanque y vacas individuales se evaluó mediante un modelo lineal generalizado con distribución binomial y enlace logarítmico, y se estimó la razón de prevalencia (RP) para cada una, en ambos casos ( 17).
Primero se determinó la asociación entre la variable dependiente (diagnóstico de Mollicutes) y los factores potenciales de riesgo (variables independientes) mediante análisis univariado, y aquellos con un p-valor por debajo de 0,2 se incluyeron en el modelo multivariado. El modelo final se ajustó manualmente mediante el procedimiento de eliminación hacia atrás (backward) para retirar las variables no significativas (p<0,05).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Factores de riesgo asociados a Mollicutes en leche de tanque
En Zamora-Chinchipe la prevalencia de fincas positivas a mollicutes mediante prueba de tanque fue de 25.8% (37/143 rebaños) y la de vacas positivas alcanzó un 32,6 %, así como un alto porcentaje de mastitis subclínica (81.4%, 201/386 vacas) (13,14).
El análisis univariado de las variables cuantitativas y categóricas, Tablas 1 y 2, respectivamente (Anexo II), reveló varios factores de riesgo potenciales para el resultado positivo a Mollicutes en leche de tanque (p<0,20). Solo el área de pastoreo de la finca y la densidad de bovinos (Cbz/ha), así como la fuente de agua, se asociaron a un resultado positivo respecto a las variables cuantitativas y categóricas, respectivamente.
Según el análisis multivariado, seis de las variables evaluadas se asociaron (p<0.05) con el resultado positivo a mollicutes en fincas lecheras (Tabla 3). Cuanto mayor es el área de la explotación lechera (RP=0,964; IC95%: 0,93 - 0,999) y el número de bovinos (RP=0,924; IC95%: 0,869 - 0,983), menor será la probabilidad de un resultado positivo. Por el contrario, un número mayor de categorías zootécnicas en la finca, aumenta la probabilidad de su ocurrencia (RP=1,691 (IC95%: 1,293 - 2,210).
Variable | B | EE | RP | IC95% | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Inferior | Superior | ||||||
-0,037 | 0,0183 | 0,045 | 0,964 | 0,930 | 0,999 | ||
-0,079 | 0,0313 | 0,012 | 0,924 | 0,869 | 0,983 | ||
0,525 | 0,1368 | 0,000 | 1,691 | 1,293 | 2,210 | ||
Mestizo | Categoría de referencia | ||||||
Otras razas | 1,853 | 1,1519 | 0,108 | 6,380 | 0,667 | 61,007 | |
Holstein | 2,766 | 1,2253 | 0,024 | 15,90 | 1,440 | 175,447 | |
Acueducto | Categoría de referencia | ||||||
Otros (río, pozo, presa) | 1,475 | 0,6161 | 0,017 | 4,370 | 1,306 | 14,620 | |
Auto reemplazo | Categoría de referencia | ||||||
Compra dentro del provincia | 1,454 | 0,5644 | 0,010 | 4,281 | 1,416 | 12,939 | |
Compra en ferias fuera provincia | -0,087 | 0,5913 | 0,883 | 0,917 | 0,288 | 2,921 |
Nota: B= Coeficiente Beta; EE= Error estándar; RP=Razón de revalencias; IC95%= Intervalo de Confianza del 95%
Se ha señalado que factores como la presencia en las fincas de animales de múltiples grupos de edades con diversos síndromes de enfermedad, y los estados de portador sub-clínico, aporta elementos de interés sobre la complejidad de las vías de transmisión de esos patógenos en los rebaños, y por tanto sobre los factores de riesgo para mastitis (18).
En terneros los micoplasmas producen cuadros de neumonía, otitis, artritis y se pueden infectar a partir de sus madres o de otras hembras que estén eliminando micoplasmas en el calostro y/o secreciones vaginales o respiratorias en el corral de maternidad; aunque el mayor medio de transmisión es la ingestión de leche de vacas que eliminan el patógeno a través de la glándula mamaria (19,20).
Otra de las variables asociadas al resultado positivo a Mollicutes es la raza. Las fincas lecheras con ganado Holstein mostraron una prevalencia 15,89 veces mayor (IC95%: 1,44 - 175,45) que las fincas con ganado mestizo, u otras razas. Se refiere que vacas Holstein, de tres a cuatro años y con deficiente higiene en el ordeño, tienen un 74 % de probabilidad de padecer mastitis subclínica (21). La influencia racial en la mastitis bovina y la elevada susceptibilidad de la raza Holstein respecto a otros cruces también se señala por otros autores (22-26). Incluso los indicadores de mortalidad y sacrificio en esta raza se afectan por eventos recurrentes de mastitis (23).
También otros factores intrínsecos del animal, predispuestos genéticamente, se asocian a la ocurrencia de mastitis, como la forma de los pezones, el tono del esfínter, la anatomía del canal del pezón y la susceptibilidad al debilitamiento del ligamento suspensorio (ubre pendulosa) (27).
Se ha demostrado que la selección genética dirigida al aumento de la producción de leche tiene un efecto perjudicial sobre el estado de salud de la glándula mamaria, por tanto, la enfermedad es un problema en rebaños de alta producción que se crían de forma intensiva (4, 28).
Las fuentes de abasto de agua diferentes al acueducto (río, pozo, presa) también se mostraron como factores de riesgo asociados a la presencia de Mollicutes en leche de tanque, con una frecuencia de resultados positivos 4,37 veces mayor (IC95%: 1,306 - 14,620).
La calidad del agua que se emplea en los establos es un factor a considerar (29) y se recomienda su análisis al menos una vez al año, pues coliformes y otros patógenos como Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa pueden representar un peligro para la calidad de la leche y la salud general (30).
Por último, las fincas donde se refiere la compra de animales dentro de la provincia, mostraron una prevalencia a micoplasmas 4,28 veces mayor (IC95%: 1,416 - 12,939), respecto a las fincas lecheras con autoreemplazo, lo que se valora como un indicador de la circulación de micoplasmas en la provincia estudiada.
La compra de animales con infección crónica inaparente es una fuente potencial de ingreso de este organismo a un rodeo lechero (31,32). Es práctica común que los productores vendan vacas que no están directamente en producción, y aunque no desarrollen la forma clínica después del parto, pueden ser portadoras de la infección y ocultar grandes niveles de Mycoplasma en la leche (5).
Por ello se recomienda que antes de comprar animales que no estén en producción, se soliciten cultivos del tanque recolector en la granja de origen, y si las vacas están lactando se les realice conteo de células somáticas y toma de muestras a cada animal, además de investigar el estado de salud de los terneros (5, 32).
Las vacas que paren después de la compra deben ser aisladas hasta obtener un resultado negativo de su muestra de leche. Los hatos que compran vacas en forma rutinaria deben evaluar la presencia de Mycoplasma en la leche del tanque recolector enviando muestras al laboratorio dos veces al mes (5).
Así, el ordeño mecánico respecto al manual también se señala como un factor de riesgo en un estudio sobre la prevalencia de mastitis bovina en la Provincia del Cañar - Biblián, Ecuador (33), lo contrario a lo observado en Antioquia, Colombia, donde el ordeño manual se identificó como factor de riesgo (22). En Zamora-Chinchipe solo dos de los rebaños estudiados tienen ordeño mecánico.
También se señala que rebaños afectados con micoplasmas reportan mayores niveles de producción de leche que los no afectados, debido a que las vacas altas productoras probablemente pueden ser más susceptibles porque tienen un balance energético desfavorable (34).
Otros factores de riesgo referidos a nivel de rebaño son la frecuencia de eliminación del estiércol, el tipo de piso, presencia de garrapatas y uso de hormonas (35,36).
También se señala que los rebaños con sistemas de manejo semi-intensivos tienen mayor riesgo de mastitis que los sistemas extensivos (25).
En Brasil un estudio reveló que el uso del tratamiento a la vaca seca estuvo asociado al incremento del riesgo de mastitis clínica (37).
Factores de riesgo asociados a Mollicutes en vacas
De las 14 variables que se analizaron respecto a la presencia de Mollicutes en vacas (p<0.2 en el análisis univariado previo, (Tabla 4 ANEXO II) solo dos de ellas se asociaron finalmente a esa condición (p<0.05), según el análisis multivariado (Tabla 4, Anexo II).
El lavado de manos del ordeñador se evidencia como factor de protección contra la enfermedad, tanto cuando se hace entre vacas (RP=0,43), como entre grupos (RP=0,324), al igual que el secado de la ubre con papel (RP=0,304), porque no hacerlo o utilizar un paño o toalla común favorece la transmisión de los patógenos entre vacas (13,31,33,35,38).
Variables | Categorias | B (EE) | p valor | RP | Inferior | Superior |
---|---|---|---|---|---|---|
No | Referencia | |||||
Entre vacas | -0,844 (0,459) | 0,066 | 0,43 | 0,175 | 1,057 | |
Entre grupos | -1,126 (0,382) | 0,003 | 0,324 | 0,153 | 0,685 | |
No | Referencia | |||||
Papel | -1,126 (0,382) | 0,013 | 0,304 | 0,119 | 0,777 | |
Paño o toalla común | -1,191 (0,479) | 0,136 | 0,679 | 0,408 | 1,129 |
Nota: B= Coeficiente Beta; EE= Error estándar; RP=Razón de prevalencias; IC95%= Intervalo de Confianza del 95%
Los resultados de este estudio justifican la importancia de una correcta higiene en la rutina de ordeño para el mantenimiento de la salud del ganado lechero, puesto que, dentro de las principales vías de contagio de la enfermedad en el rebaño, se encuentra la transmisión de vacas infectadas a otras no infectadas cuando se ordeñan, ya sea a través de los equipos de ordeño, las pezoneras, las manos de los ordeñadores y el empleo de paños de secado (28,39).
En Ecuador se señalan la ausencia de higiene en la rutina del ordeño, el mal funcionamiento del equipo, deficiente manejo de los desinfectantes y selladores, la no identificación del agente infeccioso y finalmente la efectividad de las medidas de control y los tratamientos, como los factores principales que influyen en la calidad de la leche, situación que puede mejorar con la aplicación de buenas prácticas ganaderas (40).
Como factores de riesgo de mastitis para las vacas individuales también se señalan la etapa de lactación, la paridad, la condición de la ubre y los pezones, la higiene de la ubre y extremidades (25,35,36,41,42).
En Antioquia, Colombia, se identificó como factor de riesgo, además de la raza (RP: 1,57), los meses de lactancia y el número de partos (13).
En Brasil, a nivel de vacas, el riesgo de mastitis clínica fue mayor en la mitad de la lactancia (50-150 días), mientras que la mastitis subclínica fue mayor al final de la lactación, y menor en vacas primíparas que en multíparas (37).
El ambiente en naves con muy poca ventilación, o una mala higiene del pezón durante la lactación son fuentes de contagio de nuevas infecciones (7). Luego del ordeño, el canal del pezón permanece dilatado por una o dos horas e inclusive, el canal del pezón dañado puede permanecer parcialmente o permanentemente abierto y los microorganismos del ambiente (materia fecal, cama, etc.) o aquellos que se encuentran en lesiones de la piel, en la punta del pezón, pueden invadir fácilmente y acceder total o parcialmente al canal (43).
Un estudio en Bangladesh reveló que la mastitis se presentaba con mayor frecuencia de 3.5 a 5 años de edad, tipicamente en la primera lactación y al inicio de la misma (≤3 meses), y además reveló que los sistemas intensivos de crianza, la inadecuada higiene durante el ordeño, las vacas con condiciones físicas deficientes y las fincas nuevas con trabajadores sin experiencia mostraron asociación positiva con la presentación de mastitis (44).
La atención a la correcta higiene del ordeño y del ambiente donde se mantienen los animales es primordial para su salud y la prevención de las mastitis, por ello el personal que labora en la zona de ordeño es un elemento clave en el sistema de producción, y en la mayoría de los casos es poca la atención que la administración de los establos le pone a la selección y supervisión de este personal (18,44).
Aunque el despunte de las vacas con ternero (RP: 1,648) y el no tratamiento de la vaca seca (RP: 1,724) no resultaron finalmente como variables significativas en el análisis mutivariado, son dos factores de importancia a considerar en las medidas para el control de la mastitis, porque las vacas con mastitis subclínica pueden infectar a sus crías a través de la leche (45) y el tratamiento de la vaca seca es una medida reconocida en los programas contra esa enfermedad (5).
Un número significativo de nuevos brotes de mastitis se asocian a vías de transmisión internas, mediante el contacto animal-animal a partir de portadores asintomáticos de Mollicutes dentro del rebaño (18), así como por la sobrevivencia que tiene el patógeno en ambientes contaminados con leche y fluidos uterinos cuando las condiciones de humedad y temperatura son favorables (10).
La transmisión dentro de la finca puede ocurrir además a través de aerosoles a partir de animales con infección respiratoria por micoplasma, o también el patógeno puede entrar por el canal del pezón o el tracto genital (18,46,47). Por otra parte, la inseminación artificial con semen infectado es otra vía común de infección (9).
La mastitis, como enfermedad multifactorial, depende de muchos factores relacionados con los hospederos, los patógenos y el ambiente, y su prevención y control depende de su correcta identificación, incluso teniendo en cuenta el nivel jerárquico (rebaño, vaca, o cuarto) en que se pueda constatar la mayor variabilidad en el resultado a medir (por ejemplo, el conteo de células somáticas, la presencia de infección intramamaria, o de mastitis), porque de ello depende la oportunidad de éxito de las intervenciones que se realicen (48).
Se considera que la multiplicidad de cuadros clínicos y la condición de portador asintomático demostrada para la infección con micoplasmas complica la epidemiología de las enfermedades asociadas a estos patógenos y por tanto su prevención y control (18).
Teniendo en cuenta que los riesgos de exposición a micoplasmas se originan a partir de animales enfermos o portadores y del ambiente, para Zamora-Chinchipe se debe elaborar una estrategia de control que garantice la eliminación de los factores de riesgo identificados en este estudio, pues la estrategia debe apuntar especialmente a frenar la difusión del agente dentro del hato.
CONCLUSIONES
La tenencia de ganado Holstein, mayor número de categorías zootécnicas en los rebaños, compra de animales dentro de la provincia, uso de agua no potable en el ordeño, y no secado de la ubre, ni lavado de las manos del ordeñador, son factores de riesgo de Mollicutes asociados a mastitis en rebaños de Zamora-Chinchipe, Ecuador y se deben considerar para su prevención y control.