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Revista Cubana de Educación Superior

versión On-line ISSN 0257-4314

Rev. Cubana Edu. Superior vol.34 no.2 La Habana mayo-ago. 2015

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

La semipresencialidad y la clase encuentro centrada en el proceso de dirección del trabajo independiente

 

The semipresence and the in serving class aiming at the independent work direction process

 

 

Eldis Román Cao, Yariel Martínez Tuero

Centro de Estudios de Ciencias de la Educación Raúl Ferrer Pérez, Universidad de Santi Spíritus José Martí Pérez, Cuba.


RESUMEN

La modalidad de estudio semipresencial es una de las que en Cuba está concebida para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolle centrado en el trabajo independiente; sin embargo, aún existen insuficiencias que atender, particularmente en la clase encuentro, que es la forma fundamental de organizar la docencia en este escenario. En el artículo se realiza una caracterización de la modalidad de estudio semipresencial en diferentes contextos educativos; se describen las experiencias emprendidas por profesores cubanos en el diseño e implementación de la clase encuentro como forma orga-nizativa experimentada en la década del setenta y su evolución hasta el presente. Finalmente, se explica una propuesta que asume al proceso de dirección del trabajo independiente como parte estructural y funcional de la clase encuentro, elemento que constituye una fortaleza para este tipo de forma organizativa en su nuevo estadio de desarrollo.

 

PALABRAS CLAVE: educación superior, enseñanza-aprendizaje, modalidad de estudio semipresencial.


ABSTRACT

Thus, the semipresence study model provides a great potential, and its effective performance throughout the class is essential. These considerations are regarded as the central goalin this article. However, there are deficiencies necessarily be looked at, particularly in the serving class, which is the main way of organizing teaching in this scenario. The article develops a characterization about semi presence modality of study in different educative contexts. The experiences of Cuban professors are described as to the design and implementation of the in serving class as an organizing way that was experienced in the 70's, and its evolution up to day. Finally, suggestion is made as to assuming the guidance process of the independent work as an structural and functional way of the in serving class, an element which constitutes a strong point for this kind of organizing way in its current state of development.

 

KEYWORDS: higher education, academic teaching-learning, semi presence modality.


 

 

Introducción

La educación superior contemporánea se ha trazado nuevos paradigmas de formación, y en estos momentos centra sus transformaciones en su misión dentro de la sociedad. Como primera prioridad, las últimas tendencias educativas se encaminan a la realización de esfuerzos para ampliar el ingreso y mejorar la calidad de los estudios universitarios en los países en desarrollo. En este sentido se ha destacado el Grupo Especial sobre Educación Superior y Sociedad.1

Cada región ha hecho suyo el llamado a la ampliación de oportunidades de acceso a los estudios universitarios que, a través de este grupo, hicieron el Banco Mundial y la UNESCO, específicamente a los países en desarrollo. En Cuba, la educación superior ha avanzado considerablemente para lograr tales fines, así, en el año 2000, como parte del proceso continuo de perfeccionamiento llevado a cabo en el Ministerio de Educación Superior (MES), comienza a implementarse lo que se denominó como universalización de la universidad.

Con el proceso de universalización, la universidad abrió sus puertas a toda la población desde una concepción de igualdad, masividad y amplio acceso, y dio la posibilidad para que todo joven con edad de estudio y trabajador que lo requiriera, pudiera acceder al conocimiento. En la actualidad, este proceso se redimensiona de manera permanente en su concepción teórica, metodológica y práctica, con el objetivo de mantener los estudios cercanos al contexto local. Para esto se emplean los modernos recursos en función del proceso de enseñanza-aprendizaje, y se imprime en los planes de estudio la visión de un aprendizaje estudiantil cada vez más protagónico.2

Como fin deseado de la educación superior en Cuba se encuentra la preparación integral del hombre a través de una formación continua. Dicha formación debe integrar los contenidos específicos de las asignaturas con los valores humanos, la vida cotidiana, y tener en cuenta las aspiraciones del Estado. A este empeño se une el de formar el capital humano necesario para satisfacer las demandas sociales y espirituales; así como el de llegar a ser un pueblo culto, instruido y educado bajo los más fieles principios revolucionarios.

Para alcanzar altos índices de pertinencia y calidad es necesario adecuar cada contexto educativo a los programas de estudio de cada carrera, a sus contenidos, a las necesidades propias del individuo, del grupo y muy necesariamente a las exigencias de la modalidad de estudio por la cual se desarrolla el proceso formativo. La satisfacción de estas necesidades hasta el presente ha sido insuficiente en la universidad cubana.

En la Universidad de Sancti Spíritus, luego de un estudio diagnóstico en el que se realizaron observaciones a clases, entrevistas a profesores, estudiantes y encuestas a directivos, se determinó, entre otras insuficiencias, que los profesores de las filiales universitarias municipales y el de los cursos para trabajadores (CPT) no siempre se sienten parte integrante de una misma modalidad de estudio, independientemente de su ubicación geográfica. Son insuficientes las actividades metodológicas y de superación y, lo más riesgoso, es que todavía desarrollan formas organizativas incoherentes con la modalidad de estudio semipresencial, estructura que aglutina desde el año 2010 a ambos cursos en el denominado ahora Curso por Encuentro.

Sin pretender ofrecer una solución a los problemas encontrados en el estudio diagnóstico, sí es propósito de este artículo explicar el papel del proceso de dirección del trabajo independiente como parte estructural y funcional de la clase encuentro, alternativa que resulta pertinente en el proceso de redimensionamiento que experimenta y debe experimentar en el futuro dicha modalidad de estudio.

Para llegar satisfactoriamente a los resultados de la investigación fue útil la aplicación de diversos métodos científicos, particularmente la sistematización teórica y de experiencias, la cual fue apoyada en técnicas como entrevista a personalidades que en Cuba han trabajado el tema de la clase encuentro y la modalidad de estudio semipresencial por varios años, lo que demuestra el carácter descriptivo y cualitativo del artículo.

Desarrollo

En la universidad la formación del profesional se garantiza desde diversas exigencias educativas, esencialmente determinadas por la modalidad de estudio matriculada. El MES destaca que tradicionalmente se han distinguido dos: la presencial, más antigua y tradicional, y a distancia, centrada en la actividad independiente del estudiante y mediada por los medios bibliográficos y tecnológicos. Estas se diferencian, principalmente, por la frecuencia con que ocurre el encuentro presencial entre estudiantes y profesores y las relaciones que de estas se puedan desprender.
Con el desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la educación a distancia tuvo gran aceptación en diversas universidades del mundo, y fue adecuándose a las bondades que ofrecen dichos medios tecnológicos. En los países desarrollados esta modalidad tuvo una mayor implementación. Surgieron universidades en las que solo funcionan cursos a distancia, tanto para el pregrado como para el posgrado, sin embargo, no se han logrado los resultados deseados, esencialmente por la falta de comunicación presencial, control del proceso formativo y calidad de los resultados.

Como respuesta a la demanda -cada vez mayor- de ingreso a la universidad, las carencias mostradas por la enseñanza a distancia, la falta de recursos para extender un número mayor de cursos presenciales, y la necesidad de que el estudiantado cuente con mayor tiempo para desarrollar otras actividades económico y sociales, se comenzó a estructurar una nueva modalidad que mezcló métodos de la modalidad presencial y a distancia; esta se denominó enseñanza mixta o semipresencial.

El surgimiento de la modalidad de estudio semipresencial se ha asociado, en algunos espacios educativos, al fracaso del e-learning y surge como alternativa emergente que combina la enseñanza presencial con la tecnología no presencial.3 En la bibliografía especializada es común encontrar diferentes términos para hacer referencia a la enseñanza semipresencial. En el mundo anglosajón se habla del "blended learning" e "hybrid model", mientras que en la literatura hispana, aparecen con frecuencia los conceptos de: "educación flexible", "formación mixta", "aprendizaje mixto", "aprendizaje mezclado", aunque otros autores consideran que el término más utilizado es "enseñanza semipresencial".4 Este comenzó a utilizarse por primera vez en universidades españolas durante el curso 1998-1999.

En Cuba la enseñanza semipresencial tiene sus orígenes en las más ricas tradiciones de lucha a partir del surgimiento de las universidades populares, en las que estudiaron los obreros de la época. Después del triunfo revolucionario y como conquista alcanzada por el movimiento obrero, el MES instauró en la década del setenta los CPT, que respondían a las características de esta modalidad de estudio. A criterio de Pedro Horruitinier, "esta modalidad de estudio se concreta en Cuba en los CPT, dentro de los cuales se desarrollan los cursos vespertinos-nocturnos y cursos por encuentros".5

Los CPT se desarrollaron en sus inicios solamente en las cabeceras provinciales donde existían universidades. Algunos por demandas específicas se dieron fuera de este espacio. Con su implementación se formaron varias generaciones de cubanos; sin embargo, en los últimos años esta modalidad carecía de una renovación para adecuarse a las exigencias del siglo XXI y dar respuesta a las demandas de ingreso y pleno acceso a la educación superior de la mayor parte del pueblo.

Con la implementación de la universalización de la universidad en el año 2000 surgieron las Sedes Universitarias Municipales, y con ellas, se redimensionó el papel de los CPT. Aunque estos no se asumieron del todo, la universalización fue una manera de extender estos tipos de cursos a todos los municipios del país. Este proceso ha tenido un perfeccionamiento continuo hasta hoy. Fue el periodo en que la modalidad de estudio semipresencial en Cuba alcanzó los niveles de matrículas más altos de su historia.

Con la concreción de las universidades locales, denominadas ahora Centros Universitarios Municipales (CUM), se crean espacios en los que es posible organizar estudios semipresenciales en los territorios que no contaban con las condiciones para ello. Esto ha posibilitado evitar el desplazamiento a las cabeceras provinciales para recibir los encuentros y ha propiciado un mayor acceso a la universidad.

A partir del curso 2010-2011 se comenzaron a implementar de manera progresiva las normas de los CPT que bajo la modalidad de continuidad de estudio se ejecutaba en los CUM. Para el curso 2012-2013 se comenzó a denominar curso por encuentro al desarrollado en la modalidad de estudio semipresencial. Esta denominación es insuficiente por varias razones, una de ellas es denominar a una modalidad por la forma organizativa que la tipifica.

La modalidad de estudio semipresencial en Cuba debe perfeccionarse, ya que los cambios operados en el sector socioeconómico posibilitarán que cada vez más los jóvenes con edades universitarias accedan a empleos que le aseguren sustentarse económicamente. En este escenario la universidad tiene el deber de ofertar carreras. El perfeccionamiento de esta modalidad en Cuba debe centrarse en la estructuración de un proceso de enseñanza-aprendizaje propio, donde el profesor sea, más que un orientador de contenidos, un ente activo en la guía y el acompañamiento del estudiante en el aula y fuera de ella; en función de que este último logre la gestión del conocimiento y el desarrollo personal constante, en consonancia con las características específicas de su contexto de actuación sociolaboral y educativo.

Para la formación del estudiante en la modalidad de estudio semipresencial es indispensable usar acertadamente los medios y métodos de enseñanza, así como las modernas tecnologías en función de la forma organizativa seleccionada. Es importante también optimizar las ayudas pedagógicas que brindan los profesores de las asignaturas y que estos se conviertan, a su vez, en tutores responsables del desarrollo personal del estudiante.

La clase encuentro es la forma fundamental de organizar la docencia en la modalidad de estudio semipresencial. Es el modo organizativo más empleado, así como la actividad independiente constituye la vía más factible para acceder al conocimiento. Para fortalecer sus resultados se planifican otras actividades como la tutoría y la consulta, que son importantes para alcanzar los resultados deseados y no extender tanto los espacios presenciales. También es determinante tomar en cuenta el diagnóstico del estado actual del estudiante.

Los inicios de la clase encuentro se remontan al año 1962 en las denominadas escuelas de verano, previstas para la formación de maestros primarios en Topes de Collantes, en la antigua provincia de Las Villas. En ese mismo periodo, según el Dr. C. Juan Virgilio López Palacios, incursionaron bajo esa misma modalidad varios alumnos de manera aislada, como parte del plan denominado Minas-Topes-Tarará. Posteriormente, se hizo un primer acercamiento al tema en las resoluciones 220/79 y en la adicional 221/79, aunque no quedó expresado explícitamente en ellas.6

En el año 1986, se publican trabajos sobre la estructura de la clase encuentro, en una ponencia presentada por el profesor Juan Virgilio López Palacios, en el Primer Congreso de Pedagogía celebrado en La Habana en ese mismo año. En 1988 se inicia, por encargo del MES, la experiencia de formación de profesionales a través de la clase encuentro en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, bajo la orientación del propio profesor Juan Virgilio López Palacios; esta experiencia se extendió hasta las provincias de Sancti Spíritus y Cienfuegos.7

A finales de la década del ochenta del siglo xx se comenzó a gestar legalmente y se reconoció por la dirección de educación lo que posteriormente se consolidó como los fundamentos teóricos y metodológicos de la clase encuentro, forma organizativa que desde este momento se comenzó a generalizar en Cuba en los ya instaurados cursos para trabajadores. A partir de este periodo y hasta el inicio de la universidad en los territorios, se formaron varias generaciones de profesionales bajo estas exigencias, que constituyeron, en su gran mayoría, la cantera y fuerza de trabajo de las regiones con menor desarrollo del país.

Sobre esta forma organizativa, no es frecuente encontrar información en la literatura especializada. Además de los trabajos de López Palacios, ha tratado el tema Roberto Caballero.8 Pedro Horruitinier Silva destaca que "esos encuentros están dirigidos a exponer las ideas esenciales del contenido, orientar a los estudiantes acerca de cómo realizar el estudio de los mismos y evaluar periódicamente sus progresos".9

La principal función de la modalidad de estudio semipresencial es orientar correctamente al estudiante para la realización de los trabajos independientes. Durante la clase el profesor explica los aspectos esenciales del nuevo contenido y ofrece los conceptos y características básicas que permiten al estudiante realizar las actividades independientes orientadas.10

Posteriormente, en un segundo encuentro se ofrece el espacio adecuado para debatir, compartir y socializar los resultados logrados por el estudiante en la ejecución de los trabajos independientes. Todo esto permite la evaluación del contenido, no solo por el profesor-tutor, sino también a partir de los criterios emitidos por ellos. También se aclaran dudas, se refuerzan los contenidos menos abordados y se pasa nuevamente a la orientación de la actividad independiente. Para el MES la clase encuentro es la actividad presencial fundamental en la modalidad semipresencial y se define como:

el tipo de clase que tiene como objetivos aclarar las dudas correspondientes a los contenidos y actividades previamente estudiados por los alumnos; debatir y ejercitar dichos contenidos y evaluar su cumplimiento; así como explicar los aspectos esenciales del nuevo contenido y orientar con claridad y precisión el trabajo independiente que el estudiante debe realizar para alcanzar un adecuado dominio de los mismos.11

De manera general, la clase encuentro es aquella en la que deben explicarse los aspectos esenciales del nuevo contenido y orientar con claridad y precisión el trabajo independiente. De ahí la importancia de que cada una de las actividades presenciales desarrolladas en esta modalidad se haga con la calidad requerida, en correspondencia con sus objetivos específicos y sin tratar de trasladar experiencias o estilos de aprendizaje correspondientes a otros modelos de formación.

Dentro de la clase encuentro es importante que el profesor tenga en cuenta los medios de enseñanza que utilizará para hacer más asequible y significativo el aprendizaje estudiantil. La elaboración de sus propios medios vinculados con las particularidades del contexto específico donde se desarrolla el proceso formativo es muy importante. Confeccionar materiales de apoyo también es esencial donde no existe una disponibilidad adecuada de recursos tecnológicos.

La misión instructiva más importante que tiene el profesor en los encuentros es desarrollar en los estudiantes habilidades de gestión, procesamiento y aplicación de la información. Es esencial también que se logre una adecuada motivación para la realización de los trabajos independientes, que estos integren el sistema de influencias educativas en función de los contenidos de las asignaturas y que los estudiantes comuniquen los resultados desde un ambiente colaborativo de trabajo. Para lograr los objetivos planificados es necesario ofrecer niveles de ayuda.

El sistema de influencias educativas constituye el escenario para la gestión del proceso de formación en conjunto con la sedes centrales de las universidades; comprende el espacio con el cual interactúa el estudiante, tanto en su quehacer laboral como durante realización del trabajo independiente orientado en clase; su diagnóstico y caracterización son esenciales para la planificación de cada actividad, sus características histórico-sociales y económicas hacen de cada territorio un escenario pedagógico diferente en el cual se ejecuta la formación del futuro profesional.12

Hoy es importante incluir dentro del concepto de trabajo del estudiante el contexto del trabajo por cuenta propia, la familia, las instituciones culturales del territorio, los profesionales, etc. Estos son algunos de los agentes que conforman este sistema de influencias y constituyen el escenario con el cual interactúa el estudiante, donde puede ejercer su práctica laboral o formación social.
Este sistema de influencia, convertido en escenario de influencia, es donde el alumno de la semipresencialidad se desempeña a diario; es donde coexisten las problemáticas profesionales a solucionar por la universidad. En tal sentido, los contenidos y los trabajos independientes deben estar orientados en estrecha relación con el currículo. Su vinculación favorecerá la realización de la actividad académica y con ello la adquisición de conocimientos.

En el afán de contribuir al fortalecimiento del proceso formativo de la modalidad de estudio semipresencial, y en particular con la dinámica de la clase encuentro, los componentes antes descritos deben formar parte de dos momentos esenciales, que desde el punto de vista organizativo, definen la dinámica de la clase encuentro. Estos momentos son los siguientes:

1. Determinación de lo esencial del contenido a trabajar en el encuentro: el profesor define y determina el contenido que deberá explicar y presentar teóricamente durante la clase, los conceptos básicos; las estructuras que sustentan a una teoría; los principios y leyes que rige determinado fenómeno; los sustentos teóricos de una ciencia o teoría, etcétera. Esto se debe precisar de manera tal que constituya la primera orientación objetiva y subjetiva del profesor hacia el estudiante, para luego orientar el trabajo independiente. El estudiante debe quedar motivado por conocer los elementos que enriquecen y complementan el tema que se está trabajando.
2. Determinación de lo complementario-significativo que fortalecerá el contenido tratado: el profesor determina los contenidos durante el trabajo independiente. Estos contenidos constituyen objetivo de aprendizaje y evaluación de la asignatura, pero son parte componente del contenido seleccionado en el momento anterior.

A partir de la lectura del material orientado por el profesor el estudiante adquirirá el conocimiento mediante el trabajo independiente. El contenido deberá presentarse en el momento de la orientación del trabajo independiente, y luego se procederá a su explicación mediante el intercambio de criterios.

Si se coincide en el análisis realizado hasta este momento, en el cual se destaca que para impartir una clase encuentro con calidad es necesario la correcta dirección de la actividad por el profesor dentro del aula, para que de manera efectiva se logre el aprendizaje a partir de la realización de los trabajos independientes, se hace necesario reflexionar sobre el tratamiento que se le ha dado a este último concepto dentro de la propia clase encuentro y en la modalidad de estudio semipresencial de manera general.

En su nuevo estadio de desarrollo se requiere estructurar la clase encuentro de manera tal que estudiantes y profesores logren protagonismo real, dentro de un mismo proceso. Es por ello que se propone una dinámica, que sin dejar de reconocer la de la clase encuentro, sí se desarrolla dentro de esta y contribuye a alcanzar resultados superiores. El trabajo independiente, orientado con criterio y rigurosidad, puede ser un proceso de dirección (PDTI) donde, desde cada uno de sus momentos, se desarrolla el proceso formativo semipresencial (figura 1).



La dinámica de este proceso formativo semipresencial sigue la siguiente lógica:

1. El momento de planeación de la clase encuentro coincide con el momento de planeación del trabajo independiente y se centra en los dos momentos declarados con anterioridad: determinación de lo esencial del contenido a trabajar en el encuentro y determinación de lo complementario-significativo que fortalecerá el contenido tratado. Este momento varía en dependencia del tipo de encuentro.
2. La orientación de la clase encuentro se corresponde el momento de orientación del trabajo independiente. La explicación de los conceptos y núcleos teóricos de la clase son parte del aseguramiento del nivel de partida para la posterior orientación de cada actividad de trabajo independiente, actividad que ocupa un porciento muy inferior a otros declarados para el PDTI.
3. La ejecución de la clase se da en el propio momento de orientación del trabajo independiente y, específicamente, se concreta fuera del aula, donde el estudiante realiza el estudio del material orientado, consulta otras fuentes que él mismo gestiona, interactúa con otros profesionales del territorio en la búsqueda del conocimiento y finalmente responde cada actividad orientada.
4. La evaluación responde en toda su dimensión al momento de evaluación del PDTI; es el momento en que se controla lo aprendido, se produce el intercambio de ideas en el aula; se retroalimentan los estudiantes con las respuestas de sus compañeros y con las aclaraciones del profesor; y se estimula, entre otros aspectos, la comunicación de los resultados a que se arriba de manera independiente o grupal. Este momento es el más rico y dinámico y a él se dedica la mayor cantidad de tiempo posible del encuentro.

Estos cuatro momentos (planificación, orientación, ejecución y evaluación) se dan dentro de los dos específicos declarados para la clase encuentro y se perfeccionan mediante el diagnóstico permanente de los niveles de desarrollo alcanzados por los estudiantes y el propio contexto en que se produce el proceso formativo. El nuevo contexto educativo en que se desarrolla la modalidad de estudio semipresencial en Cuba integra lo tradicional de los CPT y las nuevas cualidades de la universidad municipal, así como el escenario futuro que se avizora. Sin embargo, su redimensionamiento está centrado fundamentalmente en facilitar un proceso formativo donde verdaderamente se conciba una enseñanza más orientadora, menos dependiente de la conferencia, menos presencial, y donde el aprendizaje sea más independiente, más creativo, y prime la gestión del conocimiento por parte del estudiante.

Conclusiones

El proceso formativo en la universidad contemporánea se diversifica cada vez más. La selección por los estudiantes de su modalidad de estudio se vincula generalmente al tiempo del cual disponen, si están vinculados o no a una actividad laboral, los recursos disponibles y las exigencias de la sociedad.

La modalidad de estudios semipresencial es una alternativa que se asume en la educación superior para ofertar carreras universitarias a estudiantes que poseen algún vínculo laboral, lo que proporciona flexibilidad al proceso formativo universitario. En Cuba esta modalidad se ejecuta mediante la clase encuentro como forma fundamental de organizar la docencia, sin embargo, esta requiere de un perfeccionamiento que la adecue a las actuales exigencias socioeconómicas. La clase encuentro centrada en el proceso de dirección del trabajo independiente permite una mayor organización del proceso en la modalidad semipresencial y permite que tanto estudiantes como profesores determinen claramente su papel dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ROMÁN CAO, ELDIS: "Entrevista concedida por el Dr. C. Juan Virgilio López Palacios (entrevista grabada), en "Modelo didáctico para perfeccionar el trabajo independiente en la modalidad de estudio semipresencial", tesis de doctorado, Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Santa Clara, junio, 2014.
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UNESCO/CRESALC: La educación superior en el siglo XXI: visión de América Latina y el Caribe, Caracas, 1997.

 

 

RECIBIDO: 14/10/2012

ACEPTADO: 28/7/2014

 



Eldis Román Cao. Centro de Estudios de Ciencias de la Educación Raúl Ferrer Pérez, Universidad de Santi Spíritus José Martí Pérez, Cuba. Correo electrónico: eldis@uniss.edu.cu
Yariel Martínez Tuero. Centro de Estudios de Ciencias de la Educación Raúl Ferrer Pérez, Universidad de Santi Spíritus José Martí Pérez, Cuba. Correo electrónico: yariel@uniss.edu.cu

 


NOTAS ACLARATORIAS

1. Cfr. Grupo Especial sobre Educación Superior y Sociedad: La educación superior en los países en desarrollo: peligros y promesas.

2. Cfr. Pedro Horruitinier Silva: La nueva universidad cubana.
3. Cfr. Antonio Bartolomé Pina: "Blended learning. Conceptos básicos" y George Marsh, Anna Mcfadden y Jo Price Barrie: "Blended Instruction: Adapting Conventional Instruction for Large Classes".
4. Cfr. Antonio Bartolomé Pina y Laura Sandals: "Save the University. About Technology and Higher Education".

5. Pedro Horruitiner Silva: Ob. cit., p. 128.

6. Cfr. Eldis Román Cao: "Entrevista concedida por el Dr. C. Juan Virgilio López Palacios".

7. López Palacios, junto a otros profesores, se considera el iniciador de la experiencia de la clase encuentro en Cuba.

8. Cfr. Roberto Caballero Castillo: "El encuentro como unidad organizativa básica".

9. Pedro Horruitinier Silva: Ob. cit., p. 46.

10. Ministerio de Educación Superior (MES): "La modalidad semipresencial".

11. Cfr. Ministerio de Educación Superior (MES): "Reglamento de trabajo metodológico. Resolución Ministerial n.o 210/2007", pp. 19-20.
12. Cfr. Pedro Horruitinier Silva: Ob. cit.

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