INTRODUCCIÓN
El artículo que se presenta responde a una investigación en desarrollo. Posee como antecedentes un estudio sobre los presupuestos teóricos de la educación socioafectiva, su importancia en la formación del profesional y en el proceso de enseñanza aprendizaje (PEA), así como las experiencias de las autoras en la aplicación de algunos elementos relacionados.
Los propósitos principales del artículo son reflexionar acerca de la importancia de los afectos en la educación, de acuerdo a su papel ante los diversos desafíos globales, y la presentación de los resultados obtenidos en la aplicación, hecha de forma exploratoria, de algunos elementos vinculados con la educación socioafectiva, en específico los métodos participativos y estilo comunicativo de los docentes, en la asignatura Seminario Pedagógico, impartida a estudiantes de quinto año de una carrera de la Universidad de La Habana.
IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN SOCIOAFECTIVA EN LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES
El contexto actual dicta la necesidad de desplazar la mirada hacia una formación donde el ser humano sea el centro. Diversos autores y organismos internacionales han resaltado la urgencia de enfatizar en los valores, la dignidad del ser humano, la solidaridad, la tolerancia, la comprensión del otro y la importancia de una conciencia ecológica ante los diversos desafíos globales del presente (Aguirre y Odriozola, 2000, pp. 45-52).
La Organización de las Naciones Unidas ha asumido como paradigma general el desarrollo sostenible, como forma de pensar en un futuro donde se equilibran lo ambiental, lo social y lo económico en la búsqueda del desarrollo y una mejor calidad de vida (UNESCO, 2012). En el logro de este propósito, la educación tiene un papel esencial por las posibilidades que brinda para potenciar el compromiso de los ciudadanos promover la tolerancia a la diversidad, prevenir los conflictos y superar sus consecuencias (UNESCO, 2012).
Trabajar en este sentido implica tener en cuenta los cuatro pilares de la educación: aprender a saber, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser, más un quinto pilar agregado por la UNESCO con el objetivo de afrontar el desafío de la sostenibilidad: aprender a transformarse y a transformar la sociedad, que implica la comprensión de los valores propios, los de la sociedad en que se vive y los de las otras personas. Debe replantearse el propósito de los sistemas educativos, así como qué se enseña, qué se evalúa y cómo se enseña (UNESCO, 2012).
El papel de la Educación Superior resulta crucial al ser la encargada de entregar a la sociedad profesionales que estén a la altura de su tiempo. Tiene entre sus misiones contribuir al desarrollo humano sostenible, a través de la concepción de espacios que propicien el aprendizaje permanente, además, promover, generar y difundir conocimientos mediante la investigación científica y tecnológica (UNESCO, 1998).
Según Shephard (2008) la Educación Superior tiene la función de graduar ciudadanos que influyan en la valoración de su entorno y sean conscientes de la responsabilidad que poseen para ayudar en su sostenibilidad. Señala que los aspectos afectivos constituyen la esencia de la educación para la sostenibilidad.
Algunos autores enfatizan que, en los distintos niveles educativos, incluyendo el universitario, ha predominado un enfoque intelectualista de la educación, que deja a un lado los aspectos afectivos (Fernández, Palomero y Teruel, 2009).
Sin embargo, tal como señala Ojalvo (2016), es innegable la importancia de la educación socioafectiva en el desarrollo moral, ya que los afectos, en relación con la eticidad de la conducta y las relaciones con los demás, constituyen dimensiones fundamentales del ser humano que el proceso formativo en las universidades no puede subestimar.
Al abordar la inclusión de aspectos afectivos en el PEA puede apreciarse que los autores lo tratan desde diversas denominaciones (se utiliza indistintamente lo afectivo y lo emocional) o posiciones teóricas, ejemplo de ellos son: aprendizaje socioemocional (Waajid, Garner y Owen, 2013), desarrollo socioemocional (Seal, Nauman, Scott y Royce-Davis, 2011), educación afectiva (De la Caba, 1999) y educación socioafectiva (Ojalvo, 2016), entre otros, lo cual influye en que el término resulte ambiguo y que exista dispersión en cuanto a conceptualización. Un aspecto pendiente para los investigadores es lograr una concepción que, desde una visión integradora, devele el papel de lo afectivo para el logro de la formación anhelada ante los diversos desafíos.
No obstante, algunas ideas comunes relacionadas con las ventajas de tener en cuenta la afectividad en el PEA son:
Contribuye a que los estudiantes desarrollen un mejor conocimiento de sí mismos, de los otros y a su inserción en su entorno personal y laboral.
Constituye una vía para desarrollar la empatía, la sensibilidad hacia los problemas sociales, ambientales, etcétera.
Contribuye a la formación integral de los estudiantes.
Brinda a los docentes herramientas para lograr la formación integral y desplazar la visión del PEA hacia una concepción centrada en el estudiante como protagonista, así como herramientas para su autoconocimiento y desarrollo profesional en su función docente.
En el presente trabajo se asume como referencia la definición de educación socioafectiva de Ojalvo (2016, p. 2) quien la concibe como:
Proceso educativo intencionado, sistemático y permanente cuyo objetivo es potenciar el desarrollo social, ético y emocional, a partir de la interacción social, en el marco de una cultura y valores deseados, como expresión de la unidad de lo cognitivo, afectivo y valorativo del desarrollo de la personalidad integral y auto-determinada, para facilitar la convivencia, el bienestar personal y social.
La Educación Superior cubana, en consonancia con las ideas anteriores, está sustentada en un modelo de universidad científica, tecnológica y humanista, desde una visión dialéctica del desarrollo humano. En ella se asume la formación integral del profesional con la intención de desplazar el centro de atención de una formación academicista, centrada en conocimientos a una formación humanista centrada en el desarrollo profesional como ser humano (Horruitinier, 2006). Estos aspectos se ratifican en el «Documento base para el diseño de los Planes de estudio E» (Ministerio de Educación Superior, 2016) y se asume la formación integral de los estudiantes universitarios en términos de paradigma.
Se trata de formar la personalidad de los futuros profesionales con vistas a que sean portadores de los más elevados valores y principios que son el fundamento de nuestra identidad nacional y puedan insertarse solidaria y eficientemente en el mundo (Castellanos, Castellanos, Llivina, Silverio, Reinoso y García, 2002).
En este sentido, resulta de gran importancia la educación socioafectiva, ya que, como señalan Ojalvo y Curiel (2015) esta constituye un importante objetivo formativo que resulta primordial, tanto para el desarrollo profesional como personal, en tanto constituye base psicológica del desarrollo moral de la personalidad.
LA EDUCACIÓN SOCIOAFECTIVA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
En el marco del PEA se concretan los fines de la educación, los objetivos del perfil profesional, el plan de estudios, etcétera, por lo que resulta un espacio idóneo para contribuir a la formación de la personalidad de los futuros profesionales y a la aplicación de algunos elementos de la educación socioafectiva que tributen a este propósito.
El proceso de aprendizaje posee un carácter intelectual y emocional e implica a la personalidad como un todo. En él se construyen conocimientos, capacidades, destrezas y se desarrolla la inteligencia. De manera inseparable constituye una fuente de enriquecimiento afectivo en el que se forman los sentimientos, valores, ideales, donde emerge la persona y sus orientaciones ante la vida (Castellanos, Castellanos, Llivina, Silverio, Reinoso y García, 2002).
Trazarse como meta la formación integral de los profesionales implica situar al joven en el centro del PEA, desde el reconocimiento de su individualidad y las características de la etapa, ya que en la edad juvenil tiene lugar la consolidación de las formaciones psicológicas que comenzaron a desarrollarse con anterioridad. A través de la autovaloración, los proyectos de vida y la concepción del mundo (como formación psicológica más abarcadora que contiene a las demás) se expresan los valores, intereses que adquieren un sentido personal para el joven, de ahí que resulte importante que desde el PEA se trabajen los aspectos afectivos y en general se tenga en cuenta el desarrollo de la personalidad.
El sistema de actividad y comunicación en el que se insertan los futuros profesionales constituye una vía esencial para el desarrollo de la personalidad y por ende para trabajar la educación socioafectiva. Para el logro de estos propósitos, las tareas que se planifiquen y los métodos que se utilicen deben guardar relación con los intereses de los estudiantes, deben ser expresión de las demandas de la práctica social, permitir la participación activa y vincularse a la ética de la profesión. Los docentes deben mantener una comunicación sistemática con los estudiantes que permita no solo conocer respecto a su formación técnica, sino también sus cuestionamientos, opiniones y dudas. Esta debe tener lugar a través del diálogo abierto y reflexivo que permita el respeto mutuo, la empatía, que el estudiante asuma un papel activo (Domínguez, 2014).
Shephard (2008) señala que algunos métodos como las discusiones, los debates abiertos, el juego de roles, el aprendizaje basado en problemas, las simulaciones y los estudios de caso, son exitosos para lograr el vínculo afectivo de los estudiantes.
LA EDUCACIÓN SOCIOAFECTIVA EN LA ASIGNATURA SEMINARIO PEDAGÓGICO: USO DE MÉTODOS PARTICIPATIVOS Y EL ESTILO DE COMUNICATIVO DE LAS DOCENTES
En el desarrollo de la asignatura Seminario Pedagógico, impartida a estudiantes de quinto año de una carrera de la Universidad de La Habana, en el primer semestre del curso académico 2016-2017 se aplicaron algunos elementos relacionados con la educación socioafectiva de manera exploratoria.
A partir de los elementos teóricos referidos en los epígrafes anteriores, y según la brevedad de la asignatura (16 horas clase), se decidió trabajar con los métodos de enseñanza y el estilo de comunicación educativa de las docentes como forma de abarcar el sistema de actividad y comunicación en el aula. No obstante, se efectuó un diagnóstico para obtener información sobre los aspectos a los que los estudiantes otorgaban más relevancia en este sentido.
Se privilegió el uso de métodos participativos por sus potencialidades para lograr el vínculo entre los contenidos y su aplicación práctica; permitir la aplicación de la experiencia de los estudiantes, socializar el conocimiento, estimular la independencia en la actividad cognoscitiva, la creatividad y el autoaprendizaje, motivar a los estudiantes y permitir que asuman posturas críticas, personales y comprometidas ante el conocimiento (Viñas, 2012).
En cuanto a los estilos de comunicación educativa, se asumió la clasificación de Ojalvo (2016) y Kraftchenko (1999), quienes, a partir de las funciones de la comunicación educativa, proponen: estilo comunicativo, estilo funcional, estilo formal y estilo no comunicativo o negativo.
El estilo comunicativo constituyó el centro de interés por sus características:
Se estimula la participación activa de los estudiantes y la expresión de criterios relacionados con temas docentes y de otra índole.
Existe preocupación por los problemas y dificultades de los estudiantes en el área docente y en lo personal.
El docente se caracteriza por su tacto en el trato.
Existe una tendencia a destacar más los logros que las insuficiencias y por consiguiente se utiliza más el estímulo que la reprobación.
La actividad del docente está encaminada al cumplimiento de los objetivos instructivos y a la formación de la personalidad del estudiante.
3.1. Metodología utilizada
En la experiencia participaron los 19 estudiantes que conforman el grupo al que se le impartió clases.
Se previeron tres momentos fundamentales:
Diagnóstico: tuvo lugar cuando se efectuó el encuadre y a través de la tarea extraclase (Reflexione acerca de su profesor favorito. ¿Qué elementos relacionados con las funciones de la comunicación educativa se encuentran presentes en su elección?). Esta tarea tuvo como objetivo investigativo obtener información sobre los aspectos que los estudiantes otorgan mayor importancia relacionados con la labor del docente desde lo socioafectivo. Desde el punto de vista del estudio de la personalidad, este tipo de preguntas permite la expresión de los elementos a los que el estudiante otorga mayor valor.
Aplicación: ocurrió durante el desarrollo de la asignatura:
Encuadre (tuvo lugar al inicio, permitió consensuar las reglas para el desarrollo de la asignatura, conocer las expectativas de los estudiantes respecto a lo que iba a suceder, así como establecer el nivel de partida).
Trabajo en pequeños grupos (por las potencialidades que posee para la expresión de criterios y el enriquecimiento de estos en el grupo, se utilizó para analizar los rasgos que caracterizan la pedagogía tradicional y el tratamiento dado al rol del estudiante y profesor, concepción del aprendizaje y la enseñanza; analizar cómo se concibe el proceso de enseñanza aprendizaje desde el enfoque histórico-cultural y sus principios; analizar objetivos didácticos vinculados con su actividad profesional).
Desempeño de roles (para ilustrar las funciones de la comunicación educativa a través del rol que asumieron los estudiantes durante la actuación. Al concebirse de manera semiestructurada, los participantes agregaron aspectos de manera creativa y enriquecieron la situación desde su experiencia).
Discusión en plenaria (para la reflexión acerca de los elementos tratados en el trabajo en pequeños grupos, para el análisis de lo sucedido en el desempeño de roles y para analizar distintos objetivos didácticos vinculados con su actividad profesional, entre otros).
Preocupación de las docentes por el desarrollo de los estudiantes en la asignatura de acuerdo a la individualidad.
Establecimiento de espacios de diálogo y reflexión sobre temas vinculados con la educación en Cuba y la responsabilidad social universitaria (que no estaban incluidos en los contenidos específicos de la asignatura) a partir del interés mostrado por los estudiantes y donde estos expresaron sus criterios al respecto.
Interés por el desenvolvimiento de los estudiantes en otras asignaturas y en la elaboración del trabajo de diploma.
Se abogó por la coherencia entre el diseño de la asignatura, las reglas debatidas el primer día de clases y la forma de evaluación propuesta.
RESULTADOS
4.1. Resultados del diagnóstico
Los estudiantes expresaron no tener conocimientos previos acerca de los contenidos de la asignatura. Sin embargo, reconocieron su utilidad tanto para impartir clases (en el caso de los alumnos ayudantes) como para analizar la práctica de sus docentes.
En cuanto a los elementos que otorgan mayor valor en la práctica docente, puede señalarse que estuvieron referidos a:
La comunicación educativa y sus funciones, resaltándose el carácter bidireccional de esta, donde no solo se transmiten los contenidos de las clases, también se tratan temas personales y de interés de los estudiantes (función informativa). Se resaltaron aspectos vinculados con la función afectiva como fueron: la empatía, trato individualizado a partir de las características y capacidades y la preocupación no solo por los aspectos docentes, también los de índole personal. Los estudiantes relacionaron la función afectiva con la regulativa ya que, a pesar de resaltar los elementos anteriores, reconocieron en sus docentes la capacidad de poner normas de disciplina y respeto de acuerdo a cómo deben ser las relaciones profesor-estudiante sin que se afectaran las relaciones interpersonales.
Estilos de comunicación educativa. Hubo coincidencia en señalar como positivos elementos vinculados con el estilo comunicativo. Se resaltó el trato personalizado de los profesores, la preocupación por aspectos de carácter docente y personal, el estímulo a los logros por encima de las deficiencias y el carácter educativo de las acciones.
Elementos relacionados con la organización del PEA. Se destacó el uso de métodos que permiten la participación y expresión de los estudiantes; actividades que generan polémica para debatir y reflexionar; la organización de actividades fuera del aula de clases y el carácter formativo de la evaluación a través de criterios justos.
Elementos relacionados con la figura del docente como la vocación por el magisterio, ser humildes, ser ejemplo ante los estudiantes y dominar sus asignaturas.
Es de resaltarse cómo predominan aspectos de índole afectiva en la valoración de los estudiantes y cómo se valora positiva la cercanía entre las acciones realizadas por los docentes y sus intereses y vivencias. Estos resultados, de conjunto la planificación de las docentes, sirvieron para guiar el desarrollo de la asignatura.
4.2. Resultados de la aplicación del Cuestionario final de la asignatura Seminario Pedagógico
El cuestionario fue respondido por 13 estudiantes, de los 19 posibles.
En cuanto al diseño de la asignatura, el componente que más selecciones tiene en la opción muy adecuado (5) son los objetivos con el 76,92 %, seguido por los contenidos, métodos y la evaluación con el 69,23 % de las elecciones.
Referido a la presencia o no de algunas ideas relacionadas con el desarrollo de la asignatura, y que apuntan hacia las características de un estilo comunicativo, puede apreciarse que el respeto, tanto en las relaciones como hacia los criterios, obtiene el 92,3 % de las elecciones en la opción «estuvieron presente en las clases» (2), seguidos por la participación de los estudiantes y la interacción entre ellos, con el 84,61 % de elecciones en este mismo rubro. La negociación y el clima psicológico adecuado son los que menos puntuaciones obtienen en este sentido.
En cuanto al estilo de las docentes, se señala como democrático o se abordan algunas características del estilo comunicativo como la empatía, el respeto, potenciador de habilidades, buena interacción entre docentes y estudiantes. Se señala la coherencia entre el estilo de las docentes y la teoría impartida respecto a la enseñanza desarrolladora.
El 69,23 % de los encuestados expresan que la asignatura contribuye a su formación integral. Se mencionan como positivos aspectos relacionados con la organización de la asignatura y su implementación; ejemplo de ello fueron: la planificación, la forma de evaluar, las formas de organización de la enseñanza, los métodos utilizados, las herramientas brindadas para los interesados en dar clases. Como aspectos negativos se mencionan elementos relacionados con la organización de la asignatura (siempre se impartió en el aula, el ruido y el calor, poco tiempo para su desarrollo) y su ubicación en el plan de estudios. Como aspectos interesantes se reiteran elementos vinculados con los métodos utilizados, el estilo de las docentes y la utilidad de lo aprendido para el desempeño.
Se considera que, según los resultados obtenidos, para próximas aplicaciones del cuestionario debe sustituirse en la pregunta dos la expresión «clima psicológico adecuado» por otra que sea de más fácil comprensión, ya que existe contradicción entre la puntuación otorgada en este aspecto y los resultados globales.
CONCLUSIONES
Ante los diversos desafíos mundiales la Educación Superior tiene numerosos retos. Lograr la formación de profesionales que estén a la altura de su tiempo es una tarea ardua que demanda superar las posiciones intelectualistas que han predominado y considerar la utilidad de la educación socioafectiva como vía para contribuir a la formación integral de la personalidad, por la importancia que tienen los afectos para lograr el desarrollo moral, la sensibilidad antes los problemas sociales.
Aunque la experiencia que se describió posee limitaciones, por la brevedad de la asignatura y de las acciones realizadas, se considera de utilidad por las posibilidades que brindó para lograr acercar al desarrollo del PEA la educación socioafectiva y responder a los elementos que los estudiantes otorgan mayor valor. Más que un resultado acabado, las docentes consideran que los elementos presentados constituyen un paso importante para la reflexión y teorización sobre la educación socioafectiva.