INTRODUCCIÓN
La conceptualización de la pedagogía difiere en su definición según la corriente teórica seguida, por tal motivo, la definición de esta aún no está clara, y suele relacionarse indistintamente con la educación. Ha sido establecida como arte, ciencia, disciplina y saberes, manteniendo en común su relación con la educación (Vega, 2018).
La pedagogía es la ciencia que estudia el problema de la educación en todos sus aspectos, la complejidad de esta concepción implica además su consideración como técnica y como filosofía. Por otra parte, diferentes autores establecen una distinción entre la pedagogía teórica, científica y tecnológica. En este sentido, la pedagogía teórica le proporciona fundamento a la educación, puesto que incluye sus principios y reflexiones, mientras que la pedagogía científica se centra en la realidad dinámica del ser de la educación, finalmente la pedagogía tecnológica o de la aplicación, se ocupa de procedimientos, recursos y medios, que facilitan la ejecución de los lineamientos que establece la pedagogía teórica (Di Caudo, 2013).
Una acción adicional de la pedagogía es propiciar que la persona desarrolle actitudes, capacidades y/o saberes que antes no tenía y que manifiesta al momento de culminar la relación pedagógica, aportando al cambio y el modo de ser de ese sujeto (Cossio, 2014).
También, la pedagogía es denominada como una ciencia social que se encarga de estudiar la educación, por lo cual se afirma que es la ciencia de la educación, a saber: cuenta con un objeto y campo entero de estudio, la educación y los procesos dentro de ella; su finalidad que no es otra que la formación en su totalidad, de forma armónica y multilateral de la persona, y la descripción, la explicación, la experimentación y también la argumentación científica de sus propuestas teóricas; cuenta con un marco teórico, una metodología e instrumentos propios (Cochachi, 2017), (Mendizabal, 2016), (Sáez, 2016).
Existe además la contraposición teórica que deriva en la problematización, y esta tiene que ver con considerar a las Ciencias de la Educación, como el conjunto de disciplinas que centran su interés en el estudio científico de diferentes aspectos de la educación en las sociedades y culturas (Southwell, 2014). Es así como, esta contraposición es una muestra de las diferentes posturas en torno a la concepción de la pedagogía como ciencia de la educación.
Otro aspecto a considerar desde la Pedagogía es la inclusión de diversos modelos pedagógicos, cada uno con elementos específicos que lo caracterizan, entre estos se pueden mencionar el modelo tradicional, el constructivista, el desarrollista, el conductista y el social. El modelo pedagógico permite a la pedagogía agregar elementos al currículo, proporcionado objetivos más relevantes que pueden luego moldear su estructura, para luego concebir una mejor práctica educativa (Cantor & Altavaz, 2019).
Una de estos modelos pedagógicos, el constructivismo, supone que cualquier información y/o conocimiento obtenido con anterioridad, da paso o permite sentar las bases a uno nuevo, un sujeto permite lograr una serie de asociaciones de aquello que le es familiar o al menos conocido para identificar cosas nuevas. El estudiante es el protagonista, asume el rol principal en su proceso y periodo de aprendizaje, deberá alcanzar una especie de transferencia, como por ejemplo, todo lo teórico pasa a plasmarse en espacios prácticos, ubicados en los contextos habidos en la realidad (Ortiz, 2015).
Sistematizar teóricamente como una ciencia a la pedagogía, se fundamenta en el cumplimiento de una serie de preceptos ya conocidos y en los que concuerdan muchos autores, entre estos, la construcción de todo un sistema teórico que hace énfasis en la definición de un objeto de estudio propio, presencia de categorías esenciales, leyes y principios, por lo tanto, la pedagogía es ciencia poseedora de todo un sistema teórico con características de integralidad y armonía en constante desarrollo (Abreu, Pla, Naranjo, & Rhea, 2021).
La formación pedagógica del pedagogo aporta a la comprensión de la teoría educativa y al pensamiento crítico en relación al fin y los medios educativos, de allí que esta mirada reflexiva que proviene del dominio teórico permite actuar sobre la práctica educativa y, por ende, la revisión permanente de los procesos en un bucle cíclico que se reconstruye permanentemente.
Es así como, aquellos docentes que desarrollan asignaturas de base teórica han de incorporar estrategias de enseñanza-aprendizaje que permita el acercamiento del estudiante a la concepción teórica, es decir, el docente canaliza el aprendizaje con miras a que el estudiante integre los aspectos teóricos a la actividad práctica y técnica, para luego regresar a pensar acerca de las teorías que la sustentan, es así como se crea el sentido crítico, permitiendo espacios y tiempos para el desarrollo de los propios conceptos acerca del sentido de la educación (Martínez A. , 2019). Con el actuar del docente dentro del contexto del aula, es posible desarrollar en los estudiantes el pensamiento crítico (Tamayo, Zona, & Loaiza, 2015), (Runte, 2019).
En el proceso formativo de los docentes, elementos como la teoría y práctica pedagógica, requieren de una retroalimentación recíproca, en la cual se reconoce la teoría que sustenta a la práctica (Gil, Lorenzo, & Trilla, 2019). En este sentido, en educación, la teoría requiere de una práctica que la confirme y a su vez, la práctica se sustenta de las pautas y lineamientos que le proporciona la teoría (Civila, 2019), (Martínez, Calderón, & Villamor, 2019).
En este siglo, la disertación presencial con base epistemológica sobre la Pedagogía y las corrientes teóricas ha trascendido al espacio educativo virtual, siendo ahora uno de los escenarios de formación del futuro pedagogo, y en el cuál aquellos docentes que los orientan en asignaturas como Teorías y Problemas de la Pedagogía Contemporánea, integran competencias tecnológicas y de gamificación para el desarrollo de experiencias de aprendizaje en la modalidad virtual o hibrida.
Las Teorías Tecnológicas, conocidas como sistémicas, hacen énfasis en la mejora y perfeccionamiento del mensaje mediante las tecnologías informativas y comunicativas (TIC’s), se fundamenta en los sentidos del ser humano, lo visual, en este caso se trata de gráficas, paneles y proyecciones fijas; lo auditivo como música, audios y los llamados podcast; los videos o audiovisuales y el tacto a través de escritura con ordenadores. Exige distintas competencias, algunas de ellas totalmente novedosas, como el construir materiales virtuales para el aprendizaje y darle estructura al discurso para adaptarse a los ambientes virtuales, entre otros. La tecnología de la educación o tecnología educativa permite crear entornos de aprendizaje con las condiciones necesarias para lograr objetivos educativos con el uso de medios tecnológicos (Torres & Cobo, 2017).
Es importante tener presente la diversidad de contextos inmersos en la evolución de una sociedad que amerita la innovación en materia educativa, reconociendo la individualidad de la persona, aspecto que constituye la base para que el docente desarrolle estrategias que permitan a cada estudiante el acceso al conocimiento de acuerdo a sus propios intereses (Vázquez, Hernández, Vázquez, Vázquez, & Guzmán, 2017).
Para lograr estar al alcance de tales exigencias, amerita la formación permanente del docente, transformando la concepción básica y pasiva, para dar paso a un enfoque donde la prioridad es el papel activo del docente en su propio aprendizaje, como ser autotransformador e incrementando las potencialidades de su desarrollo, aportando a transformar la realidad social donde se encuentra inmerso (Nieva & Martínez, 2016).
En la actualidad, el docente se enfrenta a un nuevo reto, la necesidad de innovarse, de introducir cambios, no solo acorde a las exigencias de la sociedad articulada en redes y de estudiantes nativos digitales; para ello, debe desarrollar nuevas competencias para el manejo de las TICs, adaptación de la metodología a este nuevo entorno, adquirir habilidades y destrezas digitales que medie el proceso de aprendizaje. En pocas palabras, ser competente digital, siendo lo más relevante la adaptación de su competencia docente a las exigencias del mundo digital, por lo tanto, el docente actual ha de apropiarse de las competencias tecnológicas y a la par ir adaptando su rol de docente (Viñals & Cuenca, 2016).
El uso de la tecnología en el ámbito educativo ha cobrado gran relevancia, en este sentido, los docentes pueden innovar en cada clase el diseño instruccional original para mejorar el plan curricular y con ello, proporcionar nuevos programas educativos que tengan como base la inclusión de herramientas tecnológicas, generando ambientes de aprendizaje que le permiten al estudiante desarrollar habilidades para realizar proyectos con base en las necesidades de la sociedad del siglo XXI que le facilitarán el camino hacia la incorporación al mercado laboral. Para ello, es importante que el docente tenga la capacitación que le permita implementar la tecnología en estas tendencias educativas (Mendoza & Quintero, 2022).
En este punto se observa cómo, ante el escenario de la virtualidad, la formación de base teórica en los futuros pedagogos adquiere una nueva dimensionalidad, y desde las posibilidades que ofrece la educación virtual, es posible incorporar estrategias con el uso de herramientas digitales o de gamificación permitiendo al pedagogo en formación acercarse a la fundamentación teórica encontrando el sentido y la relación con el ejercicio docente.
El uso de la gamificación como estrategia en las aulas de clase ha cobrado un papel fundamental para el docente, convirtiéndose en una herramienta tanto expandida como necesaria; sin embargo, persisten docentes que desconocen su uso o no le proporcionan la importancia altamente demostrada como técnica de aprendizaje para apropiarse de los conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas (Alarcón, Mendoza, & Monroy, 2020).
En la malla curricular de la maestría de Educación con mención en Pedagogía de la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, Ecuador los estudiantes transitan en el primer bloque por asignaturas que buscan propiciar la reflexión en torno a las bases teóricas de la pedagogía, una de estas asignaturas corresponde a Teorías y Problemas de la Pedagogía Contemporánea.
Esta maestría se desarrolla en la modalidad on-line integrando el análisis reflexivo sobre la teoría educativa y su relación con las demandas educativas del siglo XXI y el rol del docente. El espacio de la virtualidad ha permitido hacer uso de herramientas digitales tanto en el desarrollo de las sesiones de clase, como en el trabajo autónomo de los estudiantes permitiendo socializar los contenidos del programa a través de foros participativos, gamificación en el desarrollo de las sesiones sincrónicas, herramientas para representación de diagramas conceptuales sobre los contenidos de la asignatura, que se resume a despertar el interés de los pedagogos en formación por este tipo de asignatura que amplía el horizonte para la interpretación de la realidad educativa.
En la asignatura de Teorías y problemas de la Pedagogía Contemporánea se ha identificado que en los pedagogos en formación existe diferentes conceptualizaciones sobre la Pedagogía, para algunos está relacionada con el ejercicio práctico en aula, para otros es considerada ciencia de la educación, en tanto que otros la considera como parte de las Ciencias de la Educación. Es interesante observar cómo las diferentes corrientes interpretativas son asumidas por los estudiantes creando un espacio para la reflexión crítica. Desde los resultados de aprendizaje de esta asignatura, este debate tributa a que el estudiante de maestría se apropie de estas bases conceptuales, buscando que reflexione sobre la práctica educativa en el marco de la Pedagogía Contemporánea.
El objetivo planteado en esta investigación fue analizar la conceptualización de la pedagogía como ciencia de la educación por estudiantes de la maestría de educación-UTEG y algunos factores que pueden estar relacionados con esta. Para ello se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, con una encuesta de realización propia con base al objetivo plateado, aplicada a 66 estudiantes de la maestría de educación de la UTEG durante el primer trimestre del 2022. Los datos se analizaron con el programa estadístico SPSS V25, para las variables cualitativas se utilizaron frecuencias absolutas y relativas, la correlación entre las variables se realizó con Chi2, estimando significancia estadística cuando el valor de p fue <0,05.
RESULTADOS
La encuesta fue enviada a través de la plataforma Google form, se envió a un total de 70 estudiantes de los cuales respondieron completamente la encuesta 66 de ellos, es decir, el 94 %. Los resultados se presentan en tablas para su mejor visualización.
Entre los participantes de la investigación, el 75,8 % (n= 50) pertenecían al género femenino y el 24,2 % (n= 16) restante al masculino. Los grupos etarios se conformaron entre 30 a 44 años con el 12,1 % (n= 8) y 45 a 64 años el 87,9 % (n= 58).
Respecto a las opciones proporcionadas a los participantes acerca de la conceptualización de la pedagogía, el 69,7 % (n= 46), refirió que se trata de la ciencia de la educación, un 22,7 % (n= 15) una práctica educativa del docente, el 4,5 % (n= 3) considera que la pedagogía es una disciplina que permite experimentar acerca de lo educativo y el 3 % restante (n= 2) una tendencia educativa según el tiempo histórico (Tabla 1).
Conceptos | Frecuencia | Porcentaje |
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La Ciencia de la educación | 46 | 69,7 |
La práctica educativa del docente | 15 | 22,7 |
Una disciplina que permite experimentar sobre lo educativo | 3 | 4,5 |
Una tendencia educativa según el tiempo histórico | 2 | 3 |
Total | 66 | 100 |
Fuente: Elaboración propia (2022)
La concepción de la pedagogía como ciencia de la educación fue percibida con mayor frecuencia por los participantes de género femenino con el 78 % (n= 39) en relación con los masculinos. Respecto a la edad, esta concepción de la pedagogía se presentó principalmente entre los participantes de 45 a 64 años co 75,9 % (n= 44) respecto a los de menos edad. Entre estas variable se evidenció asociación estadísticamente significativa (p< 0,05) (Tabla 2).
Si N (%) | No N (%) | |||
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Género | ||||
Femenino | 39 (78 %) | 11 (22 %) | 0,013 | |
Masculino | 7 (43,8 %) | 9 (56,3 %) | ||
Grupo etario | ||||
45 a 64 años | 44 (75,9 %) | 14 (24,1 %) | 0,008 | |
30 a 44 años | 2 (25 %) | 6 (75 %) |
Fuente: Elaboración propia (2022)
En el grupo que conceptualizó la pedagogía como ciencia de la educación, el 72,2 % (n= 13) afirmó tener cursos previos de asignaturas relacionadas con teoría y problemas de la pedagogía; un 82,6 % (n= 19) había asistido a eventos sobre el tema y manifestó interés por conocer sobre teoría pedagógica. Para los participantes de la investigación, el cursar una asignatura como Teoría y Problemas de la Pedagogía Contemporánea consideró que les permite ampliar y actualizar conocimientos el 78,6 % (n=22), investigar en el campo pedagógico 50 % (n= 1), reflexionar en torno a su práctica como docente 83,3 % (n= 5) y usar la información para mejorar su práctica educativa 60 % (n= 18). Entre estas variables anteriormente expuestas no se evidenció relación estadísticamente significativa (p> 0,05).
La aceptación de la pedagogía como ciencia de la educación se relacionó estadísticamente con algunos aspectos que benefician el dominio teórico de esta, (p< 0,05), es especial, con el aporte al enfoque pedagógico que se implementa en el aula 72,7 % (n= 16) y la posibilidad de actualizarse en relación a la pedagogía y las teorías 82,8 % (n= 24). (Tabla 3).
Variables | Si N (%) | No N (%) | ||
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Cursos previos de asignaturas relacionadas con Teoría y Problemas de la Pedagogía | ||||
Sí | 13 (72,2 %) | 5 (27,8 %) | 0,518 | |
No | 33 (68,8 %) | 15(31,3 %) | ||
Asistencia a eventos sobre pedagogía | ||||
Sí | 19 (82,6 %) | 4 (17,4 %) | 0,095 | |
No | 27 (62,8 %) | 16(37,2 %) | ||
Interés por conocer sobre Teoría pedagógica | ||||
Ampliar y actualizar sus conocimiento | 22 (78,6 %) | 6 (21,4 %) | 0,351 | |
Investigar en el campo | 1 (50 %) | 1 (50 %) | ||
Reflexionar en torno a su práctica como docente | 5 (83,3 %) | 1 (16,7 %) | ||
Usar la información para mejorar su práctica educativa | 18 (60 %) | 12 (40 %) | ||
Aspectos que beneficia el dominio teórico de la pedagogía | ||||
Aporta a las estrategias didácticas | 6 (42,9 %) | 8 (57,1 %) | 0,024 | |
Aporta al enfoque pedagógico que implementa en aula | 16 (72,7 %) | 6 (27,3 %) | ||
Permite actualizarse en relación a la Pedagogía y las teorías | 24 (82,8 %) | 5 (17,2 %) | ||
Posibilita al docente investigar en este campo | 0 | 1 (100 %) |
Fuente: Elaboración propia (2022)
En la comprensión de asignaturas como Teorías y Problemas de la Pedagogía Contemporánea y la concepción de la pedagogía como ciencia de la educación se relacionó estadísticamente con la consideración de una serie de estrategias que facilitan el aprendizaje de asignaturas teóricas que tienen base epistemológica , (p< 0,05), en especial con la ejecución de ejercicios prácticos donde se aplique la teoría, 53,1 % (n= 17), uso de herramientas de gamificación 100% (n= 4), implementación de herramientas digitales como: organizadores gráficos, mapas conceptuales 88,5 % (n= 23).
El resto de las variables planteadas no evidenciaron relación estadísticamente significativa (p> 0,05) con la conceptualización de la pedagogía como ciencia de la educación; sin embargo, se pudo percibir que esta aceptación fue más frecuente entre los participantes que refieren como retos más relevantes de la educación del siglo XXI aspectos como: cumplir los objetivos del milenio 62,5 % (n= 5), garantizar el derecho a la educación 74,4 % (n= 29), humanizar las instituciones educativas 66,7 % (n= 8) y el logro de una institución que resalte lo local y se vincule con lo global 57,1 % (n= 4).
Respecto a las competencias del docente del siglo XXI puestas en práctica, fueron más frecuentes: Crear, gestionar y mediar en situaciones de aprendizaje 64,3 % (n= 18), propiciar la comunicación intercultural 75 % (n= 6) y utilizar las nuevas tecnologías 75 % (n= 21).
En relación al tema de la teoría pedagógica llevada a la práctica, en el grupo que la conceptualiza como la ciencia de la educación, predominaron los que opinan que se requiere el diseño de actividades relacionadas con los postulados teóricos 79,2 % (n= 19), implementar un enfoque pedagógico 62,1 % (n= 18) y realizar procesos de investigación 75 % (n= 9). Entre las dificultades en el estudio de asignaturas pedagógicas se apreció con mayor frecuencia la complejidad de los conceptos 73,7 % (n= 17), comprensión del discurso usado 70 % (n= 7) y relacionar la teoría con la práctica 66,7 % (n= 24). (Tabla 4).
Si N (%) | No N (%) | |||
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Estrategias consideradas como facilitadoras del aprendizaje de asignaturas teóricas con base epistemológica | ||||
Ejercicios prácticos donde se aplique la teoría | 17 (53,1 %) | 15(46,9 %) | 0,012 | |
Herramientas de gamificación | 4 (100 %) | 0 | ||
Herramientas digitales como: organizadores gráficos, mapas conceptuales | 23 (88,5 %) | 3 (11,5 %) | ||
Lectura de obras clásicas | 2 (50 %) | 2 (50 %) | ||
Retos más relevantes de la Educación del siglo XXI | ||||
Cumplir los objetivos del milenio | 5 (62,5 %) | 3 (37,5 %) | 0,760 | |
Garantizar el derecho a la Educación | 29 (74,4 %) | 10(25,6 %) | ||
Humanizar las instituciones educativas | 8 (66,7 %) | 4 (33,3 %) | ||
Una institución que resalte lo local y se vincule con lo global | 4 (57,1 %) | 3 (42,9 %) | ||
Competencias del docente del siglo XXI puestas en práctica | ||||
Atender a la dimensión afectiva | 1 (50 %) | 1 (50 %) | 0,745 | |
Crear, gestionar y mediar en situaciones de aprendizaje | 18 (64,3 %) | 10(35,7 %) | ||
Propiciar la comunicación intercultural | 6 (75 %) | 2 (25 %) | ||
Utilizar las nuevas tecnologías | 21 (75 %) | 7 (25 %) | ||
Teoría pedagógica llevada a la práctica | ||||
Diseñando actividades relacionadas con los postulados teóricos | 19 (79,2 %) | 5 (20,8 %) | 0,220 | |
Implementando un enfoque pedagógico | 18 (62,1 %) | 11(37,9 %) | ||
Realizando procesos de investigación | 9 (75 %) | 3 (25 %) | ||
Reflexionando en torno a los postulados teóricos | 0 | 1 (100 %) | ||
Dificultad en el estudio de este tipo de asignaturas | ||||
Complejidad de los conceptos | 14 (73,7 %) | 5 (26,3 %) | 0,796 | |
Comprensión del discurso usado | 7 (70 %) | 3 (30 %) | ||
Ninguna | 1 (100 %) | 0 | ||
Relacionar la teoría con la práctica | 24 (66,7 %) | 12(33,3 %) |
Fuente: Elaboración propia (2022) La dificultad para el estudio de la pedagogía referida con mayor frecuencia por ambos géneros, fue relacionar la teoría con la práctica en el 54 % (n= 27) de los femeninos y 56,3 % (n= 9) de los masculinos. En cuanto a la edad, para ambos grupos nuevamente se presentó con mayor frecuencia la dificultad de relacionar la teoría con la práctica con el 50 % (n= 29) entre los de 45 a 64 años y 87,5 % (n= 7) en el grupo de 30 a 44 años (Tabla 5).
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Género | |||||
Femenino | 15 (30 %) | 7 (14 %) | 27 (54 %) | 1 (2 %) | 0,838 |
Masculino | 4 (25 %) | 3 (18,8 %) | 9 (56,3 %) | 0 | |
Edad | |||||
45 a 64 | 18 (31 %) | 10 (17,2 %) | 29 (50 %) | 1 (1,7 %) | 0,142 |
30 a 44 | 1 (12,5 %) | 0 | 7 (87,5 %) | 0 |
Fuente: Elaboración propia (2022)
El análisis de los datos obtenidos permitió el logro del objetivo planteado, se clasificaron las respuestas de los estudiantes de acuerdo a la conceptualización de la pedagogía como ciencia de la educación, evidenciando una serie de factores que pueden influir en el desarrollo de este concepto.
DISCUSIÓN
Entre los participantes de la investigación, el 75,8 % pertenecían al género femenino, aspecto que no concuerda con las afirmaciones de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (2021) quienes afirman que en América Latina la docencia es ejercida principalmente por mujeres en las etapas tempranas, con excepción de la educación técnica y universitaria donde suelen ser una minoría, alcanzando máximo el 46 % en algunos países, por lo que prevalece este ejercicio bajo un predominio de docentes masculinos. El grupo etario más frecuente fue de 45 a 64 años con 87,9 %, aspecto que concuerda con datos de América Latina donde el promedio de edad del docente ya alcanza los 44 años (Baptista, Almazán, Loeza, López, & Cárdenas, 2020).
El 69,7 % aceptan que la pedagogía es la ciencia de la educación, tal como lo afirman autores como Vega, (2018), Di Caudo, (2013), Cochachi, (2017), Mendizabal, (2016), Sáez, (2016), quienes en común refieren que la pedagogía cumple con todos los lineamientos para ser considerada la ciencia de la educación, adicionalmente, en este estudio esta concepción se relacionó estadísticamente con la edad y el género. .
El 22,7 % de los docentes participantes en este estudio, considera a la pedagogía como una práctica educativa del docente, contrario a lo que aseguran autores como Civila, (2019) y Martínez, Calderón, & Villamor, (2019), quienes establecen que en la pedagogía la teoría y la práctica se retroalimentan recíprocamente, siendo la teoría la que proporciona las pautas y lineamientos a ser confirmados por la práctica.
En el grupo que conceptualizó la pedagogía como ciencia de la educación, el 72,2 % afirmó tener cursos previos de asignaturas relacionadas con teoría y problemas de la pedagogía, mientras que el 82,6 % habían asistido a eventos sobre el tema, estos aspectos concuerdan con las afirmaciones de Trujillo, (2017), Ortiz, (2015), donde un sujeto permite hacer asociaciones de aquello que ya es conocido para identificar cosas nuevas, en este sentido, cuando el docente ha tenido alguna experiencia previa acerca de los contenidos pedagógicos, tendrá facilidad para conceptualizarla de la manera correcta y manifestar interés por conocer más sobre la Teoría pedagógica.
El cursar una asignatura como Teoría y Problemas de la Pedagogía contemporánea, según los participantes de este estudio, les permite ampliar y actualizar conocimientos (78,6 %) e investigar en el campo pedagógico (50 %), se relacionó estadísticamente con algunos aspectos que benefician el dominio teórico de esta, en especial, con el aporte al enfoque pedagógico que se implementa en el aula 72,7 % y la posibilidad de actualizarse en relación a la pedagogía y las teorías 82,8 %, aspectos todos vistos como una necesidad imperiosa para todo docente según las afirmaciones de Nieva & Martínez, (2016) en su papel activo para su propio aprendizaje, formándose y actualizándose permanentemente. Además de reflexionar en torno a su práctica como docente 83,3 % y usar la información para mejorar su práctica educativa 60 %, de acuerdo con Cantor & Altavaz, (2019).
La comprensión de asignaturas como Teorías y Problemas de la Pedagogía Contemporánea y la concepción de la pedagogía como ciencia de la educación se relacionó estadísticamente con la consideración de una serie de estrategias que facilitan el aprendizaje de asignaturas teóricas que tienen base epistemológica, en especial con la ejecución de ejercicios prácticos donde se aplique la teoría, 53,1 %, también predominaron los que opinan que se requiere el diseño de actividades relacionadas con los postulados teóricos 79,2 % (n= 19), implementar un enfoque pedagógico 62,1 % (n= 18) y realizar procesos de investigación 75 % tal y como lo señalan Civila, (2019) y Martínez, Calderón, & Villamor, (2019), resaltando que la teoría es la que sustenta a la práctica y es necesario la complementariedad de ambas.
El uso de herramientas de gamificación fue comentado por todos los participantes, es decir, conocen y manejan la importancia del aporte que proporciona esta herramienta para mejorar el aprendizaje en el aula, de acuerdo a las afirmaciones de Alarcón, Mendoza, & Monroy, (2020), por su parte, el 88,5 % señaló implementación de herramientas digitales como: organizadores gráficos, mapas conceptuales, cuya importancia es referida por Viñals & Cuenca, (2016), quienes advierten la necesidad de adaptación del docente al entorno tecnológico.
Entre las dificultades en el estudio de asignaturas pedagógicas, se apreció con mayor frecuencia la complejidad de los conceptos (73,7 %), comprensión del discurso usado (70 %) y relacionar la teoría con la práctica 66,7 %, esta última fue la más señalada, indistintamente de la edad y del género, de acuerdo con Cossio, (2014) y Di Caudo, (2013), una de las funciones de la pedagogía es dotar a un sujeto de actitudes, capacidades y/o saberes que faciliten la ejecución de los lineamientos establecidos en este aprendizaje, por lo tanto, lo detectado en este estudio corresponde a falencias a tener presente.
CONCLUSIÓN
La experiencia previa con asignaturas pedagógicas aumenta la posibilidad de conceptualizar la pedagogía como ciencia de la educación y esto a su vez, aumenta el interés en la Teoría Pedagógica, permite reconocer los beneficios del dominio de esta ciencia, asumir retos y aumentar competencias en la educación del siglo XXI, así como poner en práctica las bases teóricas de la pedagogía, independientemente de la edad o género del docente. El uso de estrategias facilitadoras del aprendizaje de asignaturas teóricas con base epistemológica que incluye herramientas digitales y de gamificación favorece la comprensión teórica y permite la revisión de la práctica educativa.
Se recomienda el curso de asignaturas pedagógicas para que el docente logre ampliar su perspectiva en relación a la fundamentación teórica y mejore su enfoque para correlacionar la práctica docente con la teoría pedagógica como base fundamental. De igual forma es necesario que los docentes que facilitan contenidos de asignaturas de base teórica integren estrategias didácticas para favorecer el aprendizaje, bien sea en la modalidad presencial, virtual o híbrida.