OBITUARIO

 

Dr. Gustavo Kourí Flores

Cuando me solicitaron hacer el Obituario del Profesor Gustavo Kourí para la Revista Cubana de Medicina Tropical recayó sobre mí la responsabilidad de hacerlo en nombre de un gran grupo de científicos, intelectuales de otras ramas, amigos cubanos y de otras áreas geográficas y, sobre todo, del colectivo de trabajadores del instituto que dirigió por más de 30 años.

Sentencia un pensamiento del filósofo griego Platón que "Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo". El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, inmortaliza también sobre el tema cuando dice: "La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida".

Con el deceso el 5 de mayo de 2011 en La Habana del Profesor Gustavo Kourí Flores, Director General del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" (IPK) y Director de la Revista Cubana de Medicina Tropical, comienza para muchos de nosotros la responsabilidad de mantener vivo lo que no puede morir, la memoria histórica, el amor por su país, su sueño de continuar el desarrollo de las ciencias biomédicas para combatir las enfermedades infecciosas y su deseo de aliviar el sufrimiento que viene acompañado de las enfermedades que afectan la salud de millones de personas en el mundo, particularmente aquellos que son los más abandonados y olvidados.

Su currículo de facto llena varias cuartillas y solo expresamos de forma resumida algunos de sus más relevantes acápites.

Gustavo Kourí Flores nació en La Habana, Cuba, en 1936, hijo del distinguido científico cubano Pedro Kourí Esmeja. Después de graduarse como médico en Cuba (1962), hizo su servicio rural en la comunidad de Minas del Frío, en la Sierra Maestra en Cuba. Prosiguió posteriormente sus estudios, se especializó en Microbiología y obtuvo en 1973 el Doctorado en Ciencias Biológicas. En 1990 la Academia de Ciencias de Checoslovaquia le otorgó el Grado de Doctor en Ciencias Médicas. Durante casi 50 años fue profesor activo en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Habana, donde alcanzó el nivel de Profesor Emérito en 2008. Fue Miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York en 1992; Académico de la Real Academia de Ciencias de Medicina y Cirugía de Galicia, 1993; Académico de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (TWAS), 1994; Vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba hasta su fallecimiento; Académico de Mérito, Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana, 1989; e Investigador de Mérito del Ministerio de Ciencia y Tecnología, CITMA, Cuba.

Perteneció y ocupó responsabilidades en numerosas sociedades científicas, entre las que se destacan: Presidente de la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología (hasta su fallecimiento); Vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Parasitología (1988-1994); Presidente de la Federación Latinoamericana de Parasitología (1994-1997); Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Tropical (1989-1993); Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Tropical (1993-1997); Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Microbiología; Miembro del Consejo de la International Society for Infectious Diseases (actual); Miembro del Consejo del Centenario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Miembro de Honor de la Sociedad Dominicana de Infectología, de la Asociación Médica Dominicana, de la Sociedad Guatemalteca de Parasitología, de la Sociedad Checa de Parasitología y de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología.

Su reconocida experiencia en el campo de las enfermedades infecciosas le posibilitó contribuir como experto y asesor de la Oficina Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en más de 30 oportunidades; también como Presidente del Grupo de Expertos que preparó las Guías para el Control del Dengue en las Américas. Durante 20 años fue Miembro de la Junta Coordinadora (órgano máximo de dirección) del Programa Mundial de Medicina Tropical de la OMS (TDR) y asesor del Programa para el control de las enfermedades desatendidas de la OMS.

El Profesor Kourí fue Presidente del Consejo de Redacción de la Revista Cubana de Medicina Tropical, árbitro de la Revista Panamericana de la Salud, miembro del Consejo de Redacción de la Revista Salud Pública de México, de la Revista de Medicina Tropical de Venezuela y de la Revista de Biotecnología Aplicada.

Ha publicado más de 200 artículos científicos en revistas de Cuba, EE. UU., Inglaterra, Francia, y la antigua URSS; de los cuales más de 160 son sobre el dengue.

Ocupó diversas responsabilidades: Subdirector del Centro Nacional Investigaciones Científicas de Cuba (1968-1970), Vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana (1970-1973), Vicerrector de la Universidad de La Habana (1973-1976) y Director Nacional de Investigaciones y Posgrado del Ministerio de Educación Superior (1976-1979). En 1979 es que comienza su responsabilidad como Director General del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí".

Numerosos reconocimientos le fueron otorgados por su trayectoria, entre los que se destacan: la Orden Lázaro Peña de Primer Grado, Orden 250 Aniversario de la Universidad de La Habana, Orden Carlos J. Finlay, Medalla por la Educación Cubana, Medalla del 30 Aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba, Medalla Fernando Ortiz, Sello por Servicios Distinguidos del Ministerio de Salud Pública, Placa Conmemorativa del 150 Aniversario del descubrimiento de Carlos J. Finlay, Placa por el 50 Aniversario del IPK, Diploma por el 60 Aniversario del IPK, Placa Conmemorativa por el Centenario de Pedro Kourí, la condición de Cuadro Destacado del Estado Cubano y de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, de las que sentía particular orgullo. Internacionalmente, contaba con la Condecoración "Cesar Uribe Piedrahita" del Ministro de Salud de Colombia, Diploma y Medalla al Mérito en Salud Pública de la Secretaría de Salud de México y Diploma del Ministro de Relaciones Exteriores del Líbano

Considero que además de su impresionante currículo, todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlo y de compartir desde el punto de vista profesional o no con él en alguna actividad, reconocemos su gran calidad humana y su visión profundamente latinoamericanista, su elevada vocación de servicio y su defensa de la ciencia como un instrumento para el beneficio de los pueblos.

La oportunidad de haberlo acompañado en sus últimos años, de ser su alumno, colega y amigo, me convence de que se entregó a su responsabilidad y misión fundamentalmente como Director del IPK, con el entusiasmo, vitalidad y honestidad como solo un hombre consagrado a la ciencia y a su país puede hacer.

Muchas gracias, Profesor Kourí

Lic. José L. Pelegrino