(Ponencia presentada en el Seminario virtual “Acelerando el acceso a las vacunas contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe organizado por CELAC y UK, miércoles 5 de agosto 2020, MINREX.
Distinguidos participantes:
En pocos meses, un pequeño microorganismo ha paralizado el mundo, dando lugar a una situación de salud muy compleja y sin precedentes. La COVID-19 es un desafío global. No distingue fronteras, ideologías o niveles de desarrollo, por lo que el enfrentamiento de la pandemia y sus consecuencias también debe ser global, superando las diferencias políticas.
La rápida propagación de la enfermedad requiere acciones conjuntas. Cada país puede y debe contribuir en lo que está a su alcance. Los beneficios deben ser universalmente accesibles para todos.
Compartamos brevemente la experiencia cubana:
Cuba comenzó a preparar su estrategia nacional para enfrentar la pandemia a finales de enero. El Plan de Prevención y Control de la Enfermedad incluyó, entre otros aspectos, la capacitación de los trabajadores de la salud, el refuerzo del Programa Nacional para la Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) y, de particular importancia, la preparación y extensión de la infraestructura de laboratorio e instalaciones para el diagnóstico molecular del SARS-CoV-2, agente etiológico de COVID-19. El 11 de marzo (casualmente el mismo día en que la Organización Mundial de la Salud, OMS, declaró oficialmente a la COVID-19 una pandemia), Cuba confirmó los primeros casos.
El plan cubano consta de cuatro pilares principales: (i) aplicación temprana, o al menos oportuna, de medidas de mitigación / supresión, (ii) vigilancia masiva y proactiva de las IRA para la detección temprana de casos clínicamente sospechosos de la enfermedad, (iii) seguimiento de los contactos conjuntamente con el aislamiento temprano de los casos confirmados y contactos, y (iv) el desarrollo de un programa racional para las pruebas de laboratorio.
Cuba desarrolló una búsqueda activa de casos en grandes grupos de población, que identifica los más vulnerables, sospechosos y contactos de casos confirmados, utilizando tanto la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (PCR-TR) como las pruebas serológicas rápidas en algunos casos. Los casos sospechosos y sus contactos se ubican en centros de aislamiento, mientras que los casos con una infección confirmada (sintomáticos o asintomáticos) son hospitalizados. Esta búsqueda activa se realiza a nivel del sistema de atención primaria de salud (APS), y ha permitido identificar un gran número de casos. Cada vez que se confirma un caso, se inicia la búsqueda de sus contactos para aislarlos.
El programa cubano sigue las recomendaciones de la OMS de incrementar gradualmente las capacidades de laboratorio para el diagnóstico molecular del SARS-CoV-2 y, lo que es más importante, realizar pruebas diarias para garantizar que no más del 10 % de estas pruebas sean positivas.
Cuba utiliza varios protocolos clínicos, siguiendo la experiencia internacional y ajustados a nuestra experiencia. Una característica de los protocolos cubanos es la inclusión de nuevos medicamentos desarrollados por la industria biotecnológica nacional, como la Biomodulina T, el surfactante pulmonar Surfacén, el anticuerpo monoclonal Itolizumab, el péptido CIGB 258 y el Heberferon (la combinación de interferón alfa-2b más el gamma). El empleo de estos medicamentos ha sido muy exitoso.
El papel de las ciencias ha sido crucial en la lucha contra la epidemia. Científicos cubanos de varias instituciones y universidades han unido esfuerzos para enfrentar la pandemia, desarrollando medicamentos para tratar la COVID-19, trabajando en aplicaciones digitales y modelos de pronóstico de la epidemia, evaluando diferentes protocolos de tratamiento, plataformas de diagnóstico y estuches para el diagnóstico molecular y los estudios serológicos.
Otros estudios, actualmente en desarrollo, están dirigidos a la caracterización del virus, la patogenia de la enfermedad, de la respuesta inmune, los factores epigenéticos y genéticos humanos involucrados en la gravedad de la misma, la caracterización de redes epidemiológicas, los cambios celulares ultraestructurales inducidos por el virus, entre otros. Todos juntos son fundamentales para acelerar el desarrollo de nuevos diagnósticos, terapias y vacunas.
Después de más de cuatro meses frente a la pandemia y con más de 277 863 muestras procesadas, se han confirmado 2701 personas infectadas con SARS-CoV-2, de las cuales, hasta el día de hoy, permanece hospitalizado el 8,4 %. Lamentamos la pérdida de 88 vidas debido a esta causa, pero nos consuela y nos alienta que ningún niño, ni mujer embarazada, ni médico ni trabajador de la salud hayan fallecido.
Las enfermedades infecciosas no conocen fronteras. Si hay una cosa que COVID-19 ha dejado en claro, es que la cooperación global es una necesidad, no una elección. Cuba está llamando a la adopción de políticas universales, redistributivas y solidarias con el compromiso de no dejar a nadie detrás.
Cuba está ofreciendo su colaboración médica internacional para la lucha contra la COVID-19 en más de 38 países que han solicitado apoyo. Además, 28 000 colaboradores de la salud en 58 países están trabajando junto a especialistas nacionales y locales para enfrentar esta enfermedad.
La obtención de una vacuna contra la COVID-19 constituye el principal desafío en estos momentos. Sin embargo, una vez que una vacuna segura y efectiva esté disponible, será vital que sea accesible para todos los que la necesiten. COVAX es un mecanismo diseñado por la OMS para garantizar un acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas contra la COVID-19 en todo el mundo. Cuba apoya esta iniciativa y la considera una estrategia muy beneficiosa para los países del Caribe y de América Latina.
Queremos reiterar el compromiso de Cuba y la disposición de nuestro país con relación a las medidas efectivas para enfrentar la COVID-19; en particular, nuestra voluntad de desarrollar intercambios científicos y en salud, y brindar asesoramiento mutuo para promover la colaboración entre los países. También nos gustaría poner a disposición de todos, nuestros protocolos epidemiológicos, clínicos y de laboratorio, los resultados de nuestras investigaciones en el desarrollo de medicamentos innovadores de próxima generación y compartir los resultados de la investigación científica.
Muchas gracias