Introducción
La leptospirosis constituye un problema de salud pública en aumento como lo demuestra el incremento de brotes a nivel mundial. La incidencia anual de casos graves es de aproximadamente 500 000 humanos, con mortalidad superior al 10 %.1 Afecta a grupos de riesgo que están expuestos a reservorios animales o ambientes contaminados, como cultivadores de arroz, trabajadores de mataderos o alcantarillado.2
Para que se constituya un foco de leptospirosis es necesario que, además de los animales portadores, existan condiciones ambientales idóneas para la supervivencia del agente causal en el medio exterior3) además es necesario tener en cuenta el impacto negativo que ocasiona a la producción animal, debido al alto índice de abortos que origina.4 El reconocimiento de una susceptibilidad compartida entre humanos, animales y ecosistemas ha conducido al concepto de "Una Salud”.5 Este concepto reconoce los vínculos importantes entre humanos, animales y el ambiente, que como abordaje de los problemas de salud implica implementar programas, políticas, legislación e investigación en el que múltiples sectores trabajen juntos para lograr mejores resultados de salud pública.6
Se sabe muy poco sobre la Leptospirosis en Ecuador o la epidemiología de la leptospirosis en comunidades rurales de bajos ingresos.7 En cerdos se han efectuado aislados estudios de seroprevalencia de anticuerpos contra Leptospira spp. y en la crianza de traspatios solamente consta el reporte de 21,1 % de prevalencia en un matadero municipal.7
Es necesario mantener una vigilancia epidemiológica activa de la leptospirosis, con investigaciones periódicas para conocer el estado actual de la enfermedad en animales domésticos, ya que son parte de la cadena de transmisión al ser humano, el objetivo de este estudio fue determinar la seroprevalencia de anticuerpos contra leptospira y los factores de riesgo asociados a la enfermedad en cerdos criados en Portoviejo, Manabí, Ecuador.
Métodos
El estudio se realizó en el cantón Portoviejo, provincia de Manabí, Ecuador, ubicado a 80°29,296´O de longitud oeste; 0°53,864´S latitud sur; a 18 m sobre el nivel del mar; caracterizado por un clima tropical, con temperaturas de entre 20 y 28°C; con una precipitación media anual de 381,4 mm. Se abarcaron cinco parroquias, Alhajuela, San Plácido, Calderón, Río Chico y Portoviejo.
Se realizó un estudio epidemiológico, desde octubre del 2018 a marzo del 2019. Previo consentimiento de los productores se aplicaron encuestas a cada uno de los dueños (uno en cada instalación) con una entrevista estructurada, donde se tomó en cuenta datos referentes al control de vectores y las fuentes de abasto de agua de bebida como posibles factores de riesgo.
Se efectuó un muestreo aleatorio simple, el tamaño de la muestra se calculó teniendo en cuenta la fórmula para poblaciones finitas,8 según la prevalencia esperada. El tamaño de la población en estudio era de 8 101 cerdos (2 022 de crianza tecnificada y 6 079 de traspatio) según Agencia Ecuatoriana para la calidad del Agro (AGROCALIDAD). La prevalencia esperada fue de 21,10 %, basada en una investigación previa en la zona aledaña al estudio.7 El nivel de confianza fue de 95 %. El tamaño de la muestra se obtuvo por la siguiente fórmula:
Donde: n: tamaño de la muestra; N: tamaño de la población; Zα: valor correspondiente a la distribución de Gauss; p: prevalencia esperada del parámetro a evaluar; q: 1 - p, Zα = 1,96; p: proporción de la población que se preveía que estaba afectada; d= 0,05 error permitido; d2: precisión absoluta a ambos lados de la proporción.
Para ello se seleccionaron cinco parroquias del cantón Portoviejo y se investigó un total de 56 instalaciones. Se incluyó tanto a las granjas de crianza tecnificada (20 unidades) como a las explotaciones de traspatios (36 unidades) inscritas en el registro de vacunación contra la Peste Porcina Clásica de la Dirección de Diagnóstico Animal de AGROCALIDAD.
Se colectaron un total de 280 muestras de sangre (115 de cerdos en crianza tecnificada y 165 en crianza de traspatio) 140 en el periodo lluvioso (enero-marzo) y 140 en el periodo seco (octubre - diciembre) de forma tal que fueran representativos los animales para ambas épocas.
Las extracciones se realizaron por venopunción de la vena yugular, con agujas hipodérmicas marca Vanjerin 22GX1-1/4” y recolectadas en tubos de plástico estériles marca ITC de 10 cm de largo x 1,4 cm de diámetro, sin anticoagulante. Las muestras se mantuvieron a una temperatura de 20 oC, tras la formación del coagulo de fibrina se procedió a la extracción del suero sanguíneo por centrifugación de la sangre a 453 g durante 10 min, en una centrifuga marca MedicLife, modelo 800 B, China. El suero se distribuyó en alícuotas de 2 mL y se conservó a -20 oC hasta ser procesado.
El diagnóstico serológico se realizó en el laboratorio de AGROCALIDAD de Tumbaco, mediante la prueba de aglutinación microscópica (MAT, por sus siglas en inglés) considerada la prueba de referencia para leptospirosis. Se utilizó un panel de ocho serovariedades de Leptospira: L. borgpetersenii Tarassovi, L. interrogans Canicola, L. interrogans Icterohaemorrhagiae, L. interrogans Australis, L. interrogans Bataviae, L. interrogans Wolffi, L. interrogans Hardjo y L. borgpetersenii Serjoe. Se consideraron positivos los títulos (mayor dilución donde se encuentren el 50 % de leptospiras libres vs 50 % de leptospiras aglutinadas) donde se encontraron aglutinaciones entre el anticuerpo específico y la cepa de Leptospira, de al menos el 50 % con respecto al control. La dilución inicial fue de 1:50. Títulos iguales o mayores a 100 fueron considerados positivos según recomendaciones de la OIE.9 Se consideró reacción cruzada cuando una misma muestra presentó aglutinaciones con dos o más serovariedades.
Análisis estadísticos
Se creó una base de datos empleando el tabulador Microsoft Excel y el paquete estadístico STATGRAPHICS. Plus 5.1. Se emplearon estadígrafos descriptivos como distribución de frecuencia absoluta y relativa en la seroprevalencia de anticuerpos contra Leptospira spp., así como, se aplicó una prueba de comparación de proporciones múltiple para determinar la significación estadística entre las proporciones de seropositivos a Leptospira. Se estimó la razón de prevalencia mediante la conformación de tablas de contingencia 2x2,8 aplicándose un estudio analítico observacional retrospectivo de tipo transversal, para determinar si había asociación entre los posibles factores de riesgo (sexo, época del año, control de roedores silvestres y fuente de abasto del agua de bebida) y el suceso infección por leptospiras. Con el empleo del programa para análisis epidemiológico de datos tabulados EPIDAT versión 3.1.
Resultados
Fueron detectados anticuerpos contra leptospira con títulos iguales o superiores a 50 en 240 de los 280 cerdos investigados (85,71 % de sueros reaccionantes; IC: 95 % [81,62-89,81]. En ambos sistemas de crianza, un alto porcentaje de animales estuvieron expuestos al menos a un serovar de Leptospira interrogans 84,3 % (97/115) en crianza tecnificada y 86,7 % (143/165) en traspatio. La seroreacción a los serovares Wolffi y Hardjo fue menor con respecto al resto de los serovares empleados en la MAT (p≤ 0,01); existió mayor tendencia frente a los serovares, Icterohaemorrhagiae, Australis 14,28 % (40/280), respectivamente, y Bataviae 13,21 % (37/280); en ambos sistemas de crianza (Tabla 1).
Letras desiguales para una misma columna indican diferencias estadísticamente significativas (p≤ 0,01) mediante prueba de comparación de proporción múltiple.
Aunque no se observaron diferencias significativas en la seroprevalencia con títulos iguales o superiores a 100 para cada tipo de crianza, hay una mayor tendencia a resultar seropositivo en la población de cerdos de traspatio (20,61 % (34/165); IC: 95 % [14,87-27,33] que en los cerdos de crianza tecnificada (16,52 % (19/115); IC: 95 % [13,64-28,56]. Anticuerpos contra Leptospira patogénica con títulos iguales o superiores a 100 fueron detectados en 53 de los 280 cerdos investigados (18.93 % de seroprevalencia; IC: 95 % [16.32-25.88].
En los cerdos de crianza tecnificada se detectó seropositividad para todos los serovares analizados y los serovares identificados con mayor frecuencia fueron Batavie y Canicola, aunque no hubo diferencias significativas (Tabla 2); el titulo máximo alcanzado en los sueros investigados fue de 3200 y el mínimo de 50. El título de anticuerpo que más se repitió fue 100 y el 34,02 % (39/115) de las muestras de suero sanguíneo manifestaron títulos de anticuerpos desde 100 hasta 400.
En los cerdos de crianza de traspatio se detectó seropositividad para todos los serovares analizados y los serovares identificados con mayor frecuencia fueron Australis e Icterohaemorrhagiae (Tabla 3). El título mínimo fue de 100 y el máximo de 6400. En los sueros reaccionantes positivos el título que más se repitió fue 100 y el 40,55 % (67/165) de los cerdos manifestaron títulos de anticuerpos desde 100 hasta 800. El 70 % (115/165) de los animales positivos de la crianza de traspatio, presentó reacción cruzada al menos a dos serovares y el mayor patrón de esta reacción fue para Icterohaemorrhagiae y Bataviae.
Los serotipos ante los cuales se mostró una mayor seroreacción en cuanto a título de anticuerpos fueron Tarassovi, Australis, Canicola, Icterohaemorrhagiae, Bataviae, Wolfi y Serjoe. La seroprevalencia al serovar Wolffi fue baja en ambos sistemas de crianza, sin embargo, los títulos de anticuerpo fueron de 400, 600 y 800. Se observó que los serovares con mayor título de anticuerpos en la crianza tecnificada fueron Icterohaemorragiae, Bataviae y Serjoe, mientras que en la crianza de traspatio fueron Icterohaemorragiae, Canicola, Bataviae y Serjoe.
Los serovares circulantes en mayor porcentaje son Icterohaemorrhagiae hasta en un 100 % (4/4) en San Plácido y 28 % (4/15) en Calderón. Canícola 50 % (2/4) en San Plácido y 47 % (3/7) en Alhajuela. Bataviae 100 % (4/4) en San Plácido, 40 % (6/16) en Río Chico; Australis 31% (19/62) en Portoviejo. En las cinco parroquias analizadas en este estudio, se detectó seropositividad para los ocho serovares evaluados, es decir el 100% (5/5) de las parroquias está afectado.
La tendencia en la ocurrencia de sueros positivos a leptospira en las hembras es mayor que en los machos, lo cual quedó evidenciado con el mayor riesgo de las hembras a contraer la infección. El riesgo asociado a infección por Leptospiras fue mayor en los cerdos del sexo hembra, en las poblaciones de cerdos que consumen agua de ríos y en los predios donde no se realiza un control de roedores silvestres.
Un resultado interesante de este estudio es el hecho de que se obtuvo menor cantidad de animales seropositivos a la infección por leptospira en el periodo lluvioso, 13,38 % (19/142) mientras que en el periodo seco fue de 24,63 % (34/138). La población de cerdos expuesta al periodo lluvioso tiene menor riesgo de infección por leptospiras que la población no expuesta, (RP= 0,5) lo cual indica que el periodo lluvioso constituye un factor de protección, esta asociación es estadística (p≤ 0,05) y significativa (IC: 95 % [0,32-0,90].
Discusión
La seroprevalencia hallada en este estudio representa un porcentaje que se acerca a reportes de investigaciones realizadas en cerdos con MAT de 11,3 % en Tailandia,10 de 20,29 % en Alemania11 y 21,05 % en Vietnam.12 Sin embargo, en estudios realizados en cerdos empleando MAT en otras latitudes, han observado seroprevalencias más bajas, 2,7 % en Polonia13 y 8,17 % en Vietnam,14 así como, seroprevalencias más altas 55,9 % en Colombia.15
Los resultados de seropositivos en la crianza tecnificada, difieren de los obtenidos por otros autores en Argentina,16 quienes encontraron que los serovares que aparecieron con mayor frecuencia fueron Castellonis (65 %), Wolffi (49,1 %) y Pomona e Icterohaemorrhagiae (45 %).
Los cerdos seropositivos estuvieron expuestos a Leptospira patogénica y se encontraban probablemente en varios estadios de la infección, activa, crónica y portador, sobre todo, en los cerdos de crianza de traspatio, donde es evidente una mayor cantidad de muestras con títulos de anticuerpos superiores a los de crianza tecnificada. Lo cual es similar a los resultados de un estudio realizado en Argentina16 donde encontraron el 30 % de las muestras positivas a títulos de 100 y la mayoría de los sueros reaccionaron a dos serovares (46 %), a tres o más serovares (45 %). Resultados parecidos se obtuvieron en estudios realizados en Tailandia donde más de un 16,9 % de los cerdos que resultaron positivos presentaban títulos de anticuerpos para más de un serovar.10
Los serotipos ante los cuales se mostró una mayor seroreacción, coinciden con los obtenidos por otros autores11 en Alemania, quienes encontraron seropositividad a algunos serovares similares a los hallados en este estudio, tales como, Australis en un 7,3 %, Icterohaemorrhagiae en un 4 % y Canicola en un 2 % en porcinos.
Los serovares con mayor título de anticuerpos en ambos tipos de crianza difieren de lo encontrado por otros investigadores17 donde Bratislava y Pomona fueron los serovares más frecuentes y con los títulos más altos. De igual manera en Italia, otros investigadores18) hallaron que el serovar Bratislava tenía una seropositividad más extendida.
El cantón Portoviejo sobresale en afectaciones por esta bacteria, de lo cual se ha hallado evidencia molecular de la presencia de leptospira en un 74 % de cerdos investigados por la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa.19 Además, en el municipio de Calderón existen evidencias de que, en esta zona rural la leptospirosis es endémica en la población humana y se ha hallado prevalencia de la enfermedad en animales como bovinos 35,4 % en orina, cerdos 5,7 % en orina y en el riñón de ratas 2,8 %; mediante el empleo de técnicas moleculares.7
La prevalencia a L. interrogans en la población de cerdos representa un riesgo potencial para la población humana. Estos resultados son similares a los reportados en estudios previos realizados en la región de la costa de Ecuador, donde se observó que la exposición a animales domésticos, fundamentalmente bovinos y cerdos pueden constituir el mayor riesgo para la infección en humanos.7
En lo que respecta a la seroprevalencia en el periodo seco (octubre-diciembre 2018) y lluvioso (enero - marzo 2019) esta fue mayor en el periodo seco, lo que pudiera atribuirse al efecto descontaminante de la lluvia en el ambiente, por la limpieza mecánica y el drenaje de aguas estancadas, lo cual pudo influir en la supervivencia del agente etiológico en los nichos ecológicos como fuentes de infección secundaria y en su interacción con el hospedador. Otros autores20 señalan que varios factores ambientales tienen gran influencia en la aparición de la enfermedad; los tipos de suelo, pH, temperatura y drenaje son importantes en la forma de presentación de esta; además la leptospira tiene mayor periodo de supervivencia en aguas estancadas que en aguas corrientes.
Similares resultados hallaron en un estudio realizado en la provincia de Manabí donde investigaron la prevalencia de leptospirosis en bovinos, cerdos, ratas y seres humanos; se encontró que el nivel de precipitación (≥ 50 mm) no constituyó un factor de riesgo al analizar las lluvias en meses previos y actuales.7
El mayor riesgo de leptospirosis observado en los cerdos que consumían agua de río puede atribuir al nivel de contaminación microbiana de las fuentes de abasto procedentes de agua de ríos, lo cual coincide con un estudio realizado en Nicaragua,21 en muestras ambientales de áreas peri domésticas, hallaron 81,3 % (13/16) de positividad a aislamientos de leptospira en muestras de agua de río, agua de pozo 57,1 % (16/28) y agua almacenada 40 %.
En investigaciones realizadas en países como Estados Unidos, Tailandia, Chile y Perú colectando muestras de aguas superficiales (ríos, lagos, lagunas entre otros) mediante el empleo de técnicas moleculares, como PCR, se han obtenido resultados positivos a Leptospira.22
El presente estudio sienta las bases para continuar profundizando en la seroprevalencia de anticuerpos contra leptospira en la población de cerdos de la región evaluada, la interacción con factores ecológicos ambientales y su posible relación con las infecciones en humanos expuestos son un alto riesgo en la interfaz hombre-animal, sobre la salud pública. Además, facilita la identificación de los serovares presentes en los cerdos de la región, que pudieran incluirse en candidatos vacunales para la prevención de la leptospirosis en esta especie. Los servicios veterinarios nacionales, tienen la responsabilidad de adoptar un enfoque multisectorial "Una salud" en el diseño e implementación de estrategias y políticas de salud encaminadas a reducir el riesgo futuro en animales y el hombre.
Conclusiones
La seroprevalencia a anticuerpos contra Leptospira spp. en la población de cerdos en crianza tecnificada y traspatio fue moderada, pero constituye un peligro potencial para la población humana expuesta.
En ambos sistemas de crianza los serovares más frecuentes fueron Australis, Icterohaemorrhagiae y Bataviae.