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Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas

versión impresa ISSN 0864-0300versión On-line ISSN 1561-3011

Rev Cubana Invest Bioméd v.26 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2007

 

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Rev Cubana Invest Biomed 2007;26(2):

Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos

Correlación entre algunos indicadores del metabolismo lipídico y mediciones antropométricas en adultos con hipertensión arterial

Dra. Ludmila de la Concepción Izaguirre, Dr. Víctor Ariosa Abreu, Dra. Daris Inés Gonzáles Hernández, Lic. Emilia Gisela Álvarez Gonzáles y Lic. Caridad Robaina Marrero

Resumen

Se realizó un estudio epidemiológico de corte transversal en adultos con hipertensión arterial dispensarizados del Policlínico Puentes Grandes entre enero y junio de 2005; con el objetivo de establecer la correlación entre las variables lipídicas y antropométricas en pacientes con hipertensión arterial. La frecuencia de alteraciones del metabolismo lipídico se incrementó en la medida en que lo hizo la circunferencia de la cintura y resultó más elevada entre los individuos con obesidad abdominal. Un índice de masa corporal entre 25-29,9 kg/m2 determinó una frecuencia mayor de alteraciones lipídicas, que afectaron más al sexo femenino. Se concluyó que alteraciones del metabolismo lipídico resultaron más frecuentes en pacientes con obesidad abdominal y con sobrepeso. Existió una elevada correlación entre las diferentes variables estudiadas.

Palabras clave: Hipertensión arterial, dislipidemias, sobrepeso corporal, grasa abdominal.

 

Desde la segunda mitad del siglo xx, la hipertensión arterial (HTA) es reconocida como uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular ateromatosa.1

La mayoría de los pacientes con hipertensión arterial son obesos y esta es 6 veces más frecuente en obesos que en individuos con peso normal. La HTA se asocia también con hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, colesterol HDL bajo, obesidad y diabetes; a estos factores se les considera como metabólicos.2 El impacto de la obesidad sobre la tensión arterial y los niveles de lípidos está determinado por la localización de la grasa corporal.3 La distribución central de la grasa se asocia de manera más fuerte con la resistencia a la insulina  que la adiposidad general. Los depósitos centrales de grasa son metabólicamente más activos que los periféricos y más sensibles a la lipólisis inducida por catecolaminas, pero menos a la acción antilipolítica de la insulina.4,5

La bibliografía existente, sin embargo, es inconsistente y no conclusiva, si el índice de masa corporal (IMC) es capaz de predecir el riesgo incrementado de desarrollar las numerosas consecuencias adversas relacionadas con la obesidad visceral. Otras investigaciones, sin embargo, han planteado la falta de utilidad clínica de la circunferencia de la cintura (CC), por ser redundante con el IMC en la identificación de los pacientes en riesgo. Se ha propuesto que un algoritmo que utilice el IMC y la presencia de factores de riesgo coronario debe ser suficiente para identificar los pacientes con riesgo cardiovascular elevado.6 Fue objetivo de esta investigación estudiar la correlación entre las variables lipídicas y antropométricas en pacientes hipertensos del Policlínico Puentes Grandes.

Métodos

Se realizó un estudio epidemiológico transversal que incluyó la totalidad de los individuos con hipertensión arterial dispensarizados de 2 consultorios médicos del Policlínico Puentes Grandes entre enero-junio de 2005. El grupo de estudio estuvo constituido por 145 individuos, 93 mujeres y 52 hombres. Se utilizó el modelo de recolección del dato primario del Centro de Investigaciones y Referencias de Aterosclerosis de La Habana (CIRAH).

Variables: las variables analizadas fueron: biológicas (edad y sexo); antropométricas (índice de masa corporal y circunferencia de la cintura) e indicadores del metabolismo lipídico (colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL y triglicéridos).

Mediciones antropométricas

Peso: se midió con un mínimo de ropa, sobre la pesa calibrada. El paciente de pie con el cuerpo recto, los talones unidos y las puntas separadas formando un ángulo de 45°. Los brazos relajados a lo largo del cuerpo y la cabeza orientada en plano de Frankfort (línea imaginaria que une el borde inferior de la órbita izquierda con el margen superior del meato auditivo externo). Este plano se mantiene paralelo a la línea de apoyo del sujeto. Se realizó la lectura y se anotó antes de hacer bajar a la persona de la balanza. La lectura tuvo una precisión de 0,1 kg.

Estatura: se situó al paciente en posición  erecta, con los talones, hombros y cabeza pegados a la pared o superficie lisa; sin doblar las rodillas. La cabeza  levantada y dirigida al frente. Se deslizó la escuadra de manera suave hasta tocar la cabeza de la persona y se presionó ligeramente para desplazar el pelo. La lectura se realizó en centímetros y luego se expresó en metros.

CC: se midió en centímetros, con una cinta métrica corriente, al final de la espiración. Se colocó el paciente en posición erecta; se tomó como referencia anterior la mitad de la distancia entre el proceso xifoideo esternal y el ombligo, y lateralmente la mitad de la distancia entre el reborde costal inferior y la cresta iliaca

Variable

Operacionalización

CC

Normal: < 80 cm las mujeres/< 94 cm los hombres; Aumentada: 80-88 cm las mujeres/94-102 cm los hombres; Obesidad abdominal: > 88 cm las mujeres/>102 cm los hombres.

IMC

Normopeso: < 24,9 kg/m2; Sobrepeso: 25-29,9 kg/m2; Obeso: IMC > 30 kg/m2.

Colesterol total:

Normal: < 5,20 mmol/L; Aumentado: ³ 5,20 mmol/L.

Colesterol HDL

Normal: ³ 1,03 mmol/L; bajo <1,03 mmol/L.

Colesterol LDL

Normal: < 2,5 mmol/L; Aumentado: ³ 2,5 mmol/L.

Triglicéridos

Normal: < 1,71 mmol/l; Aumentado: ³ 1,71 mmol/L.

Análisis de los datos: se utilizaron las técnicas de la estadística descriptiva: frecuencias, media aritmética y desviaciones estándar; tablas de doble entrada que relacionan las variables lipídicas con el sexo y la edad y con las variables antropométricas estudiadas. Se utilizó la técnica de correlación lineal para las variables cuantitativas lipídicas y antropométricas mediante la correlación de Pearson.

Resultados

La distribución de los pacientes según edad y sexo mostró un predominio del sexo femenino, 93 pacientes (64,1 %), en relación con el masculino, 52 pacientes (35,9 %). La mayoría de los individuos (54) se agruparon en el intervalo de edad entre 60-69 años.  La media de la edad resultó igual en uno y otro sexo: 63 años. Los valores  medios de circunferencia de la cintura en  las mujeres (93 cm) estuvieron muy por encima de su valor de referencia. La media del colesterol total y colesterol LDL resultó notablemente más elevada en mujeres que en hombres (6,1 mmol/L-4,9 mmol/L vs. 5,5 mmol/L-3,4 mmol/L).

La frecuencia de sobrepeso (57,7 %) y de obesidad abdominal (66,2 %) fue elevada (tabla 1). Pacientes con un IMC normal presentaron alteraciones en la CC y viceversa. En otros casos ambas variables estuvieron alteradas, de manera que la influencia o la contribución de una u otra (CC o IMC) en las alteraciones lipídicas fue variable.

Tabla 1. Asociación circunferencia de la cintura e índice de masa corporal en adultos con hipertensión arterial dispensarizados del Policlínico Puentes Grandes. 2005

CC

IMC (kg/m2)

£ 24,9

25-29,9

≥30

Total

n

%

n

%

n

%

n

%

Normal

17

59,3

12

40,7

0

0

29

20

Aumentada

6

31,6

14

68,4

0

0

20

13,8

Obesidad abdominal

2

2,1

58

60,4

36

37,5

96

66,2

Total

25

17,9

84

57,7

36

24,4

145

100

 

Las alteraciones de los lípidos resultaron más frecuentes en individuos con obesidad abdominal en relación con los que tenían la CC normal o aumentada.  La presencia de obesidad abdominal determinó el incremento en la frecuencia de alteraciones lipídicas  en uno y otro sexo (fig. 1).  En pacientes con obesidad abdominal, la hipercolesterolemia, el colesterol HDL bajo y la hipertrigliceridemia fueron más frecuentes en hombres (96,2; 46,2 y 53,8 %, respectivamente) que en mujeres (92,9; 15,7 y 47,1 %), y por el contrario, el colesterol LDL elevado resultó más frecuente entre estas últimas (100 % vs. 96,2 %).

Fig 1. Frecuencia de alteraciones lipídicas según CC.

Los pacientes de uno y otro sexo con sobrepeso corporal mostraron mayor frecuencia de alteraciones en los niveles de lípidos séricos (fig. 2). El sobrepeso y la obesidad fueron más frecuentes en mujeres que en hombres. La hipercolesterolemia total y el colesterol LDL elevado fueron más frecuentes en mujeres con sobrepeso corporal (83,3 y 98,1%, respectivamente) y obesidad (100 %) que en hombres con sobrepeso  (62,1 y 75,9 %) u obesidad (94,1 % ambos lípidos). La hipertrigliceridemia fue más frecuente en mujeres que en hombres con sobrepeso (42,6 % vs. 31,0 %) y en hombres obesos más que en mujeres obesas (64,7 % vs. 57,9 %). Por el contrario, la frecuencia de HDL colesterol bajo fue más alta en hombres con sobrepeso y obesos en comparación con las mujeres.

Fig. 2. Frecuencia de alteraciones lipídicas según IMC.

En la tabla 2 se muestra la correlación entre las diferentes variables cuantitativas. Dentro de las variables lipídicas, el colesterol total se correlacionó de forma significativa con todas las variables analizadas con la excepción del colesterol HDL. Los triglicéridos lo hicieron significativamente con el colesterol total y el colesterol HDL, en este último caso  en sentido inverso;  en la medida en que los primeros se elevaron las HDL disminuyeron. Estas asociaciones tuvieron significación estadística (p< 0,01). Ese resultado adquiere especial interés en esta investigación donde la frecuencia de obesidad abdominal —cuya dislipidemia tipo es la hipertrigliceridemia asociada a una disminución del colesterol HDL— fue muy elevada.

Las variables antropométricas estudiadas se correlacionaron de manera significativa con el colesterol total y LDL, aunque la correlación resultó regular. La CC se correlacionó débilmente aunque de forma significativa con los triglicéridos (tabla 2). La correlación entre CC e IMC alcanzó un valor de 0,846. 

Tabla 2. Correlación entre variables cuantitativas en adultos con hipertensión arterial. Correlación Pearson. Puentes Grandes, 2005

Variables

 

CT

TAG

HDL

LDL

CC

IMC

CT mmol/L

Correlación Pearson

1

.498**

.062

.898**

.482**

.438**

Significación (bilateral)

.

.000

.457

.000

.000

.000

N

145

145

145

145

145

145

TAG mmol/L

Correlación Pearson

.498**

1

-.258**

.126

.198*

.154

Significación (bilateral)

.000

.

.002

.131

.017

.065

N

145

145

145

145

145

145

HDL mmol/L

Correlación Pearson

.062

-.258**

1

-.045

-.030

.016

Significación (bilateral)

.457

.002

.

.590

.723

.847

N

145

145

145

145

145

145

LDL mmol/L

Correlación Pearson

.898**

.126

-.045

1

.469**

.430**

Significación (bilateral)

.000

.131

.590

.

.000

.000

N

145

145

145

145

145

145

CC

Correlación Pearson

.482**

.198*

-.030

.469**

1

.846**

Significación  (bilateral)

.000

.017

.723

.000

.

.000

N

145

145

145

145

145

145

IMC

Correlación Pearson

.438**

.154

.016

.430**

.846**

1

Significación (bilateral)

.000

.065

.847

.000

.000

.

N

145

145

145

145

145

145

**  La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*  La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Discusión

En los pacientes estudiados el IMC y la CC tuvieron una buena correlación entre sí y con los indicadores del metabolismo lipídico estudiados. Existen numerosas divergencias respecto a cuál de estos indicadores (CC o IMC) predice mejor las alteraciones metabólicas. En esta investigación no emergieron diferencias importantes en la correlación entre el IMC o la CC con las alteraciones del metabolismo lipídico. Existen algunos informes sobre el hecho de que la CC aunque de forma ligera, predice mejor la aparición de diabetes que el IMC;7 otros estudios demuestran lo opuesto.8 Por el contrario, según otras investigaciones, ambas mediciones parecen predecir de forma similar la aparición de enfermedad cardiovascular.9

Existen numerosas evidencias acerca de la relación entre obesidad y distribución central de la grasa corporal, con una gran variedad de alteraciones metabólicas que incluyen: dislipidemias —especialmente hipertrigliceridemia y HDL colesterol bajo—, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2, obtenidas de grandes estudios epidemiológicos. Estos trabajos realizados en diferentes poblaciones cuyos niveles absolutos de riesgo han sido diferentes, han demostrado que la circunferencia de la cintura se asocia de manera más fuerte que el IMC con los trastornos metabólicos, incluida la tensión arterial.10,11 En un estudio prospectivo de una cohorte sobre riesgo de aterosclerosis en una muestra probabilística de 15 792 individuos de 45-64 años de edad de zonas suburbanas de Norteamérica, se evidenció que el riesgo de desarrollar hiperinsulinemia se incrementó de forma directa y lineal con el incremento de la circunferencia de la cintura, el ácido úrico y el hábito de fumar y de manera inversa con el colesterol HDL, el género masculino, y los triglicéridos.12

En el presente estudio  no se encontró diferencia importante en la correlación entre las variables antropométricas y las lipídicas, sin embargo, la CC se correlacionó de forma significativa aunque débil con los triglicéridos (p< 0,05). Este hecho encuentra su explicación en la elevada frecuencia de obesidad abdominal encontrada donde la hipertrigliceridemia es una de las alteraciones lipídicas más frecuentes.

Un estudio realizado en China entre 1994-1996 que incluyó 2 893 individuos entre 25 y 74 años de edad mostró que la obesidad por sí misma incrementó el riesgo cardiovascular, pero la obesidad abdominal contribuyó a una mayor frecuencia de aparición de alteraciones lipídicas (HDL bajo y triglicéridos elevados), así como de mayores niveles de resistencia a la insulina. La prevalencia de hipertensión arterial entre los individuos que presentaron obesidad abdominal fue mayor, y la determinación de los odds ratios para la presencia de hipertensión sugirió que el IMC incrementó el riesgo de hipertensión arterial tanto como la adiposidad central o más que esta. De manera adicional, esta investigación encontró que la obesidad combinada, por IMC y por CC, ofrecía mayor precisión en el riesgo cardiovascular; en parte porque los individuos con obesidad combinada tenían niveles mayores  de IMC y de CC que aquellos individuos categorizados como obesos por un solo parámetro. Aunque ambas variables (CC-IMC) contribuyeron de forma independiente a las alteraciones en los parámetros metabólicos, en el análisis de regresión múltiple la circunferencia de la cintura estuvo asociada más fuerte con el perfil lipídico aterogénico —HDL colesterol bajo y triglicéridos elevados, así como resistencia a la insulina—, mientras que la adiposidad general lo hizo solo con el colesterol LDL.4

La medida directa de los depósitos de grasa se limita por el costo, la disponibilidad, y los requerimientos de tiempo; de manera que se vuelve factible solo en pequeños estudios, a pequeña escala, mientras que las mediciones antropométricas se utilizan en los grandes estudios poblacionales.

Se concluye que las alteraciones lipídicas resultaron más frecuentes entre los hipertensos con obesidad abdominal y los de sobrepeso. Existe una buena correlación entre el IMC y la CC, así como entre ambos con las diferentes variables lipídicas estudiadas.

Correlation between some lipid metabolism indicators and anthropometric measurements found in hypertensive adults

Summary

A cross-sectional epidemiological study was made on hypertensive adults seen at Puentes Grandes polyclinics from January to June, 2005. The aim was to determine the correlation between lipid and anthropometric variables in patients with blood hypertension. The frequency of lipid metabolism disorders increased as much as waist circumference, being more pronounced in individuals having abdominal obesity. Body mass index of 25-29,9 kg/m2 determined a higher frequency of lipid alterations that mainly affected females. It was concluded that lipid metabolism disorders were more often in overweighed patients with abdominal obesity. There was high correlation among the studied variables.

Key words: Blood hypertension, dislipidemia, body overweight, abdominal fat.

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Recibido: 28 de febrero de 2007.  Aprobado: 15 de marzo de 2007.
Dra. Ludmila de la Concepción Izaguirre. Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos. Calle 15 No. 1205 Apto 3, 3er. piso, municipio Plaza, La Habana.   Teléf.: 8316886. Correo electrónico: ludcar@infomed.sld.cu

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