Introducción
La familia Brucellaceae, miembro del orden Rhizobiales (clase Alphaproteobacteria) incluye al género Brucella, que comprende especies con un alto grado de patogenicidad y constituye el agente etiológico de la brucelosis. Esta enfermedad es una de las zoonosis más difundidas y que incide negativamente en la salud del hombre y los animales, a la vez que ocasiona cuantiosas pérdidas económicas. Entre el año 2006 y 2015, a nivel mundial fueron registrados 924 121 casos de brucelosis por Brucella abortus en ganado bovino y se han reportado 931 926 casos de brucelosis por Brucella mellitensis, el mayor número de casos se encuentra en Europa (625 266); cifras sin duda alarmantes. Esta enfermedad, además, se encuentra ampliamente difundida en América y ha sido diagnosticada en especies tanto domésticas como de vida silvestre. En países de América del Sur se reportan casos en casi todos los países, sobre todo en especies domésticas.1
En Cuba, el primer caso de brucelosis fue reportado en 1935, y solamente entre los años 1962 y 1966 se registraron 152 bovinos que portaban la enfermedad. La región oriental ha sido de las más afectadas, en el año 2013 fue reportada como la de mayor número de focos (25 % de los existentes en el país) y la población vacuna afectada por la brucelosis se elevó a 31 683 cabezas de ganado.2 De manera general, la incidencia de esta enfermedad se ha visto elevada debido a la ganadería no controlada, para la producción de alimentos, lo que puede incidir en el incremento de la morbilidad por esta enfermedad.3
A pesar de que las brucelas son ampliamente estudiadas desde el punto de vista clínico, pocos estudios se han enfocado en la determinación de marcadores que puedan ser utilizados para la clasificación taxonómica y el diagnóstico molecular de estos patógenos en el ganado y en humanos. La comparación de secuencias de proteínas de diferentes especies, siguiendo la metodología de Gupta, permite la identificación de indeles (inserciones o deleciones) que pueden ser utilizados como marcadores moleculares para la taxonomía en bacterias.
Teniendo en cuenta que Brucella comprende especies de gran importancia desde el punto de vista médico y económico, el presente trabajo se basa en la metodología de Gupta para la identificación de inserciones en secuencias de proteínas, que puedan ser utilizados como marcadores moleculares para la clasificación taxonómica y el diagnóstico molecular de especies incluidas en este género.
Métodos
El estudio se desarrolló en el Departamento de Biología y Geografía de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, Cuba. Se analizaron secuencias de las proteínas ADN ligasa NAD+ dependiente y oxoglutarato deshidrogenasa (componente E1) pertenecientes al orden Rhizobiales de la clase Alphaproteobacteria. Estas se obtuvieron de la base de datos de proteínas UniProt4, y enriquecidas mediante búsquedas en otras bases de datos disponibles en el sitio National Center of Biotechnology Information utilizando el algoritmo BlastP de la herramienta BLAST.5 El resultado de la búsqueda fue analizado a fin de escoger secuencias con un alto grado de similitud, aquellas con un valor E<1e-20.
Las secuencias escogidas fueron organizadas en conjuntos, archivadas en formato FASTA y posteriormente alineadas mediante el programa CLUSTALX 2.0.6 Para el alineamiento fueron considerados los siguientes parámetros: alineamiento par a par: apertura de gap 35,00 y extensión de gap 0,75 y para el alineamiento múltiple: apertura de gap 15,00 y extensión de gap 0,30, además de la matriz Gonnet.7
Se utilizó la metodología desarrollada por Gupta en 1998, la cual se basa en el estudio de marcadores conservados en secuencias de proteínas homólogas. Acorde a esta metodología, los alineamientos obtenidos fueron analizados mediante inspección visual para identificar marcadores indeles de tipo inserción. Se tomaron en cuenta aquellas inserciones que presentaron una longitud constante en todos los miembros que la compartieron y estuvieron delimitadas por regiones conservadas en todas las secuencias.8,9,10 Basado en las inserciones halladas, se analizaron los patrones de presencia o ausencia de estas, con el fin de determinar marcadores específicos del género Brucella.
Resultados
A continuación, se describen las inserciones halladas, el nombre científico de cada especie incluida en el estudio es seguido por el número de acceso de su secuencia en la base de datos. Los puntos en las figuras muestran identidad con el aminoácido de la primera secuencia en el alineamiento, los guiones (-) representan brechas que indican ausencia del marcador y las inserciones están señaladas por cuadros.
La figura 1 muestra una inserción de 4 aminoácidos, identificados a partir del alineamiento del componente E1 de la proteína oxoglutarato deshidrogenasa. Esta inserción es característica del género Brucella y está ausente en el resto de los miembros del orden Rhizobiales. El alineamiento de las proteínas ADN Ligasa A evidenció una inserción de un aminoácido igualmente exclusiva del género Brucella (Fig. 2).
Discusión
Como se mencionó anteriormente, este género constituye el agente etiológico de la brucelosis, una enfermedad de animales de granja que ha sido reportada como una enfermedad antropozoonótica de distribución mundial, que constituye un problema sanitario y económico de gran envergadura, que ha ocasionado importantes problemas de salud entre los individuos que ingieren alimentos contaminados o mantienen un estrecho contacto con el ganado.11 Sus hospederos son variables en cuanto a la especie, B. melitensis afecta a pequeños rumiantes, B. abortus utiliza a bovinos como hospederos y B. suis a los cerdos. Estas especies también están presentes en humanos que mantienen estrecho contacto con el ganado o sus productos, o que practican, por ejemplo, la caza de jabalíes salvajes y más recientemente, B. inopinata se ha encontrado en humanos, aislada de un paciente con osteomielitis espinal.12 Esta enfermedad en el hombre, normalmente se caracteriza por provocar un estado febril agudo acompañado de malestar, anorexia y postración, síntomas que progresan y llevan a severas complicaciones.11,13 Los síntomas comunes son: fatiga y astenia acompañadas por cefalea, debilidad, respiración profusa con olor característico, depresión y pérdida de peso, así como desórdenes reproductivos en el hombre como la orquitis o disfunción eréctil y abortos e infertilidad en la mujer.14
Otras fuentes de brucelosis en el hombre son el consumo de leche, queso fresco y otros derivados lácteos, fundamentalmente de origen caprino, contaminados y no pasteurizados; por contacto con productos, subproductos y desechos como tejidos o excreciones de animales enfermos y por inoculación de brucelas o inhalación del polvo de corrales o mataderos donde estas se encuentren; de ahí que el atender animales enfermos o estar en contacto con el agente, manipular carne y vísceras de animales infectados y trabajar en laboratorios, se consideren actividades ocupacionales de alto riesgo, situaciones en las que Cuba como país, que incluye la ganadería como actividad económica, no está exenta.15
En el periodo de 2008-2012, según la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), fueron registrados 74 casos de brucelosis humana en Cuba, Pinar del Río fue la provincia que mayor incidencia reporta, con 41 pacientes confirmados. Asimismo, se informaron 33 nuevos focos de brucelosis bovina, con 2287 casos de animales domésticos infectados y no se reportaron casos de la infección en animales salvajes. Ese mismo año, se reportaron además, 3 nuevos focos de brucelosis porcina con 17 animales infectados.15 Estos hallazgos pueden estar sesgados por un subregistro a nivel nacional y las debilidades en el diagnóstico microbiológico, pilar fundamental en la confirmación de la enfermedad, que se realiza en lo fundamental mediante la detección de títulos de anticuerpos específicos en muestras pareadas de sueros de los casos sospechosos.3
La morbilidad producto de la brucelosis en la sociedad cubana actual, se ve incrementada a medida que aumenta la cría de animales de granja con propósitos alimentarios y la producción casera de los derivados lácteos.16 En el primer caso, al haber más animales de granja, aumenta el riesgo de contagio por esta enfermedad, a lo que hay que añadir la alta mortalidad animal provocada por los síntomas propios de la enfermedad y las alteraciones al aparato reproductor referidos anteriormente, esto último provoca una baja tasa de nacimientos en animales infectados. En cualquiera de los casos, la brucelosis supone un problema para el país.
Esta bacteria se reporta como Gram negativa, no móvil, sin actividad hemolítica e intracelular facultativa según el Manual Bergey de Sistemática de Bacterias.17 No obstante, el genoma de Brucella contiene genes que codifican para flagelos y varias hemolisinas que permanecen inactivados. Bajo ciertas condiciones de presión selectiva, estos genes se activan y provocan fenotipos móviles y hemolíticos.11 La capacidad de Brucella de alternar entre estos fenotipos puede influenciar su grado de patogenicidad y podría proporcionar una visión sustancial para explicar la correlación entre la brucelosis y la anemia hemolítica que manifiestan los pacientes que la padecen.18
Por todo lo antes expuesto y la importancia de conocer los mecanismos por los que se rige la enfermedad, se hace necesario un mejor entendimiento de este género en términos moleculares. En este escenario, el descubrimiento de marcadores moleculares específicos de este grupo puede proporcionar una solución. Estos marcadores constituyen herramientas importantes y útiles para proveer de posibles regiones blancos para la acción de antibióticos en futuras investigaciones de esta temática, encaminadas a la identificación de características bioquímicas y/o fisiológicas únicas a Brucella. Además, la presencia de inserciones como marcadores moleculares pueden ser utilizadas como carácter distintivo para la identificación, clasificación y diagnóstico de especies del género. Las inserciones halladas en el presente estudio proporcionan herramientas moleculares para el diseño futuro de protocolos de diagnóstico, útiles para la epidemiología y el tratamiento de la brucelosis en el ganado y humanos.
De manera general, en la sistemática bacteriana, resulta de gran valor la identificación de marcadores moleculares o características exclusivas de los diferentes grupos de bacterias que puedan complementar los métodos convencionales de identificación y clasificación. La metodología de Gupta ha sido utilizada en estudios previos en el análisis de diferentes grupos de organismos19,20 y específicamente, en bacteria.21,22 Para concluir, el análisis de las proteínas mediante el alineamiento de secuencias homólogas del orden Rhizobiales permitió identificar inserciones que constituyen marcadores moleculares de utilidad para la clasificación taxonómica y el diagnóstico de especies del género Brucella.