Introducción
Durante los últimos años se ha evidenciado el aumento de las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) como la Diabetes Mellitus tipo II (DM-II) con mayor prevalencia en adultos mayores de 65 años. Esto representa un problema de salud pública, es la causa de alrededor de 1,5 millones de muertes a nivel mundial y según proyecciones, será la séptima causa de mortalidad para el 2023.1
La DM-II es una enfermedad que puede ser modificable si se realizan cambios en el estilo de vida, tales como llevar una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio físico, lo cual es un tipo de tratamiento no farmacológico de bajo costo y sin efectos secundarios.1
El Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) y la OMS recomiendan realizar 150 min semanales de ejercicio de intensidad moderada o 75 min de intensidad alta o combinada.2) El tipo de ejercicio físico más común para el tratamiento de esta enfermedad es el ejercicio físico aeróbico, de fuerza o combinado.3
Existen métodos del alto rendimiento deportivo como el HIIT (Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad) que se han postulado para el tratamiento de la diabetes en diferentes poblaciones4,5) y, así mismo, se han obtenido resultados en la mejora de la capacidad aeróbica y composición corporal.6,7
Se han realizado estudios en adultos mayores con aplicación del método HIIT que han obtenido mejoras en los parámetros de la tensión arterial y factores de riesgo cardiometabólicos,8 mejora en la capacidad de fuerza, en el consumo máximo de oxígeno (VO2Máx),9 y la capacidad cognitiva.10
Por tanto, ante la ausencia de estudios relacionados con otros parámetros fisiológicos, el objetivo de esta investigación es determinar el efecto agudo del ejercicio tipo HIIT sobre los niveles de glucosa en adultos mayores aparentemente sanos.
Métodos
Es un estudio experimental descriptivo, en el cual se realizaron mediciones de los niveles de glucosa en sangre antes y después de la intervención. La población estuvo conformada por adultos mayores sin ninguna contraindicación relativa o absoluta para la práctica de ejercicio físico o presencia de enfermedades cardiometabólicas.
Procedimiento
El estudio fue realizado en una sola sesión. Se solicitó la participación voluntaria y firma del consentimiento informado y se siguieron los principios éticos establecidos en la Declaración de Helsinki (1964). El protocolo fue aprobado en Convocatoria Interna 2019 (XI) por el Comité de Investigación de la Universidad Santo Tomás, seccional Bucaramanga.
Intervención
La sesión de ejercicio físico tuvo una fase de calentamiento con duración de 5 minutos y se llevó a cabo a las 8:00 am. La sesión de ejercicio físico tipo HIIT consistió en la combinación de 12 ejercicios de fuerza con resistencia cardiovascular con duración de 30 segundos de trabajo por 10 de descanso. La sesión de ejercicio físico fue controlada mediante la Escala de Percepción del Esfuerzo OMNI- GSE11 a una intensidad mayor al rango de 8/10.
Medidas antropométricas
Para la valoración del peso se realizó con una báscula Tanita 679F y para la talla con un estadiómetro SECA 213.
Cuantificación de los niveles de glucosa en sangre
Se tomaron 2 muestras de sangre mediante una punción en el dedo índice antes y después de la sesión de ejercicio físico. Para determinar el nivel de glucosa en sangre se empleó el monitor de glucosa Accu-Check® Instant (Colombia). Este dispositivo no requiere de códigos para calibración o chips electrónicos.
Análisis estadístico
Se calcularon las medidas de tendencia central y dispersión para las variables cuantitativas. Para determinar las diferencias de los niveles de glucosa en sangre antes y después de la intervención se utilizó la prueba t de Student. El análisis estadístico fue realizado con el software SPSS versión 12 y el nivel de significancia utilizado fue de p < 0,05.
Resultados
El total de la población fueron 18 mujeres (95 %) y 1 (5 %) hombre, con una edad promedio de 68,63 ± 4,9 años. El peso promedio fue de 63,14 ± 10,8 kg y la talla promedio de 1,56 ± 0,1 m para un estado nutricional (IMC) de 26,09 ± 4,5 kg/m2 (Tabla 1).
Variable | Media (DE) (n = 19) |
---|---|
Edad (años) | 68,63 ± 4,9 |
Peso (kg) | 63,14 ± 10,8 |
Talla (mt) | 1,56 ± 0,1 |
IMC (kg/m2) | 26,09 ± 4,5 |
IMC: Índice de Masa Corporal.
En relación con los niveles de glucosa, se obtuvo un valor promedio antes de la intervención de 140,5 ± 26 mg/dL y un valor promedio posterior a la intervención de 116,1 ± 15,6 mg/dL, y una disminución significativa en el valor de glucosa luego de la intervención (*p < 0,05) (Tabla 2).
Discusión
En términos fisiológicos, aplicar el ejercicio tipo HIIT en adultos mayores no sería beneficioso, ya que este método se caracteriza por realizar esfuerzos de alta intensidad, mayores del 85 % del consumo máximo de oxígeno con una duración de entre 6-4 min y con periodos de descanso de 5-10 s.12 Es por ello que se debe aplicar de manera adaptada, lo que ha supuesto, a su vez, que no exista unanimidad en los protocolos.13) Es así que se diseñó uno teniendo en cuenta las características propias del grupo a intervenir y componentes básicos del HIIT.13)
La aplicación de un protocolo tipo HIIT en adultos mayores debe ser seguro y no debe implicar riesgos para su salud, por eso en este estudio no hubo inconvenientes en el momento de la aplicación del protocolo, puesto que fue adaptado y acorde a estudios realizados anteriormente.9,10,11,12,13,14,15)
Según lo establecido, para que sea realmente un entrenamiento tipo HIIT la intensidad de trabajo debe estar por encima del 90 %,13 sin embargo, estudios con adultos mayores donde se han aplicado sesiones con intensidades por encima del 70 % han demostrado obtener resultados efectivos y saludables.16 Nuestro resultado es similar a lo indicado en la literatura ya que la intensidad del entrenamiento estuvo por encima del rango 8/10 de la Escala de Percepción del Esfuerzo OMNI- GSE, con lo cual se obtuvo una disminución significativa en el valor de glucosa en sangre posterior a la intervención.
En el presente estudio, se emplearon como medio de entrenamiento la auto carga, (resistencia con propio peso corporal), bandas elásticas (resistencia) y mancuernas (pesas) de forma tal que permitieran a los participantes en el estudio realizar de manera correcta la ejecución del movimiento y a una intensidad por encima del rango 8/10.
Al igual que en otros estudios donde han empleado como medio de entrenamiento el cicloergómetro,17 la cinta rodante18 o medios acuáticos,8 se obtuvieron resultados efectivos y beneficiosos para la salud en esta población.
En el estudio realizado en mujeres jóvenes en estado de ayuno a dos intensidades diferentes (moderado: 70 % de la Frecuencia Cardiaca de Reserva y vigoroso: 90 % de la Frecuencia Cardiaca de Reserva), no generó cambios en los niveles de glucosa posterior al ejercicio y esto se debió posiblemente a que el ejercicio físico realizado en ayunas estimula la producción de energía a través de la oxidación de las grasas.19 Sin embargo, en un estudio realizado en deportistas, se incrementó los niveles de glucosa debido a la mayor movilización de glucógeno hepático y muscular, ya que los deportistas obtienen como sustrato energético la glucosa almacenada en hígado y músculos.20
En comparación con nuestros resultados se obtuvo una disminución en los niveles de glucosa y esto puede ser debido a la intensidad de la sesión, con lo cual el músculo sigue consumiendo glucosa,21 lo que es un resultado similar al obtenido en sujetos diabéticos y no diabéticos, que tras una sola sesión de ejercicio en bicicleta a intensidad moderada (60-70 % del Consumo Máximo de Oxígeno) se redujeron los valores de glucosa debido a la estimulación de la captación de glucosa al músculo por la translocación de GLTU4.22
Son diversos los estudios que han demostrado que los diferentes modelos de ejercicio físico como el aeróbico, de fuerza, combinado, a intensidades moderada o vigorosa son efectivos para el control de la glucemia tanto en sujetos sanos como diabéticos.23
De igual manera, el ejercicio tipo HIIT induce resultados similares pero empleando un menor tiempo en su ejecución,24 por lo que es una modalidad de ejercicio menos estudiada23 y se puede proponer como una nueva alternativa para los sujetos que no puedan cumplir los objetivos con las otras modalidades de ejercicio físico.25
Por tanto, se puede concluir que el ejercicio tipo HIIT aplicado de manera correcta en los adultos mayores puede ser empleado como método de prevención y tratamiento para la diabetes. De igual manera se sugiere llevar a cabo más estudios con una sesión de ejercicio tipo HIIT (efecto agudo) a diferentes periodos de intervalos de ejecución del ejercicio y descanso, así como con diferentes tiempos de intervención a largo plazo (efecto crónico) y ampliando el número de la población.