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Estimado editor:
El vertiginoso progreso de la ciencia de la enfermería, con motivo de la revolución científico técnica, hace necesario reconsiderar, desarrollar y concretar los problemas y categorías filosóficas de la enfermería tradicional y estudiar otros nuevos. La enfermería es considerada la más vieja de las artes y la más joven de las profesiones.1 Durante largo tiempo ha sido un arte y una práctica basada en una filosofía general y solo en los últimos decenios ha conquistado su lugar entre las profesiones de salud, al tratar de disminuir su dependencia frente a otras disciplinas para desarrollar un marco conceptual propio.
La actualidad demanda de la creación de una doctrina filosófica propia de la enfermería cubana, lo que conllevará a enriquecer las leyes del desarrollo que le son inherentes a esta ciencia. Esta doctrina filosófica propia de la enfermería cubana debe partir del examen más radical de la evolución teórica de la enfermería. Para el progreso de una auténtica filosofía para la enfermería, es particularmente importante perfeccionar y enriquecer sus categorías; además, interpretar a fondo los nuevos fenómenos que surgen en la sociedad y comprender la originalidad de la ciencia de la enfermería.
Profundas investigaciones en el área de la enfermería definen a las Ciencias de la Enfermería cubana en los últimos años. Los trabajos provienen de diferentes partes de la geografía del país. Todos ellos tienen algo en común: enriquecer el árbol del conocimiento del que se nutre la ciencia de la enfermería en Cuba, que está ávida de tener su propio soporte teórico. La realidad actual impone el desarrollo de una amalgama de teorías que respondan a la realidad cubana, y que las mismas sean un reflejo de Cuba, como país de hombres de ciencia que es.
Corresponde asumir a la ciencia de la enfermería cubana como encargo social, transformar la realidad y a su vez la actividad práctica que realiza el personal de enfermería. A partir de su modo particular de apreciar sus problemas concretos y los medios particulares para resolverlos, se deben ajustar a las características históricas, culturales, económicas y sociales del contexto actual en el cual desarrollan su actividad.2 La enfermería se ha de convertir en una ilustración de las relaciones entre teoría, práctica e investigación.3
La realidad de la práctica clínica de enfermería en el archipiélago cubano es múltiple, construida por enfermeros y enfermeras que desde su posición han sido capaces de interpretar y descubrir las percepciones de la realidad con la que interactúan a partir de su profesión, desde el punto de vista objetivo y subjetivo. Este juicio teórico convoca a los profesionales del cuidado en Cuba a plantearse, en primer plano, los problemas implícitos en el cuidado que se reflejan en el proceso salud-enfermedad, al tener en consideración el desarrollo universal del individuo, las cuestiones de la dialéctica de lo individual y lo colectivo, de lo social y lo antropológico.
La ciencia de la enfermería en la Cuba actual debe ser netamente revolucionaria, no solo porque se desarrollen en un país con una revolución social, sino porque asumen el carácter transformador del conocimiento. Su vínculo con la realidad y las exigencias sociales han hecho legítimo la adquisición de conocimientos. Usar el marco conceptual de otras disciplinas a la enfermería sería ideal para el desarrollo teórico de esta profesión en Cuba.
Hay, sin embargo, otras explicaciones posibles: otra alternativa a utilizar son los planteamientos inductivos, es decir, a través de la observación llegar a teorías que expliquen los temas importantes de la enfermería cubana. A lo anterior se puede agregar el uso de planteamientos deductivos, buscar la compatibilidad de una teoría general de enfermería con varios aspectos de ellas. Siempre se debe tener presente que la teoría debe estar profundamente enlazada a la práctica. Es importante tener en cuenta que una teoría de enfermería auténticamente cubana debe reflejar de modo adecuado la realidad de la práctica clínica propia de la enfermería cubana.
Además debe de ser una teoría sostenible en el tiempo, porque sea capaz de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes de profesionales de enfermería, sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras. Así, la problemática de las ciencias del cuidado en Cuba se renovaría sin cesar. Los problemas viejos, tradicionales, adquieren nuevos aspectos que presuponen la necesidad de un estudio especial. Problemas que habían sido resueltos de conformidad con el nivel de conocimientos existentes en el pasado, se plantean de nuevo y su solución requiere las investigaciones correspondientes.4
Es razonable concluir que la ciencia de la enfermería en Cuba no se debe limitar a lo ya alcanzado. En síntesis, la ciencia de la enfermería se encuentra en constante cambio, en marcha hacia nuevos problemas científicos y nuevas soluciones.
