INTRODUCCIÓN
Enfermería es una ciencia con conocimientos propios, que desarrolla su práctica en estrecha relación con profesionales de otras disciplinas. En este complejo contexto asistencial se entremezclan la esfera autónoma, en la que valoran, diagnostican, planifican, ejecutan y evalúan en el marco de competencias específicas; y problemas de salud donde necesariamente se solapan las competencias de otros profesionales y las enfermeras, dado que el objetivo común es la salud de los individuos.1 Esta situación ocasiona la difusión de conceptos e intervenciones, principalmente con los médicos, y es fundamental que cada disciplina sea capaz de describir aisladamente sus fenómenos de interés.2 Por todo ello, en las últimas décadas ha aumentado considerablemente el uso de lenguajes estandarizados, principalmente las taxonomías de Diagnósticos enfermeros (DE),3 que describen respuestas humanas, físicas, socioculturales, psicológicas y espirituales a una enfermedad, a un problema de salud o, simplemente, a una situación relacionada con la salud.4 En general, los DE han sido asumidos, aceptados y usados en la práctica asistencial,5) favorecen el desarrollo de los sistemas de clasificación, lo que facilita la organización cognitiva de la información a través del razonamiento clínico y permite identificar problemas que deben resolverse sobre las bases teóricas de referencia.6 En este sentido, aunque la producción científica muestra que NANDA-International (NANDA-I) es la clasificación enfermera con mayor repercusión internacional;7 entre sus conceptos destacan coincidencias terminológicas con algunos diagnósticos médicos.8
La Primera Asamblea Mundial de la Salud (1948) aprobó un reglamento específico para editar el Manual de la Clasificación Internacional de Enfermedades, Traumatismos y Causas de Defunción (CIE). A partir de ese momento se comenzó a usar esta clasificación para indizar las historias médicas en los hospitales. Posteriormente, en 1975, se celebró la Conferencia Internacional para la Novena Revisión de la Clasificación convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS); ante el interés y difusión de la misma, se hizo necesario elaborar modificaciones que permitieran una clasificación más completa y con mayor especificidad, surge así CIE-9. Recientemente se consideró la necesidad de actualizar esta clasificación a la CIE-10, convirtiéndose en referencia mundial.9 CIE-10 incluye todas las entidades morbosas y la totalidad de la gama de afecciones de conformidad con criterios establecidos, en un número manejable de categorías y agrupados para facilitar el informe de mortalidad.
En relación a Enfermería, la Taxonomía I de NANDA-I fue inicialmente publicada en 1987 con una estructura alfabética; propuesta para incluirse en la CIE como sistema idóneo de estructuración de la práctica enfermera, no fue aceptada por la OMS al considerar inadecuado incluir una taxonomía de DE en una clasificación de enfermedades. A partir de ese momento, el equipo de investigación de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Iowa y NANDA-I se propusieron mejorar su extensión, su alcance y su utilidad clínica, modificando el sistema clasificatorio hacia la Taxonomía II, con estructura multiaxial, con la finalidad de ofrecer mayor flexibilidad a los enunciados diagnósticos y adecuarse a las prácticas enfermeras contemporáneas.10 NANDA-I fue inicialmente construida mediante consensos a partir de propuestas surgidas de disertaciones; no fue hasta el año 2002 cuando se establecieron criterios sobre niveles de evidencia, eximiendo a los DE previos,11) por lo que la clasificación ha conservado inconsistencias taxonómicas y problemas clasificatorios.12
A fin de evitar los problemas de precisión, para denominar un diagnóstico se debe usar un término técnico con significación unívoca.4,8 Además, la organización cognitiva de los DE debe ser medida y comparada con la estructura normativa de la clasificación, por lo que se necesario establecer coherencia interna jerárquica y taxonómica; de esta manera, si una taxonomía es internamente coherente, responde bien a su universo previsto de situaciones, se hace intuitiva y facilita, por tanto, que los usuarios la apliquen con éxito; sin estas cualidades tendrá valor limitado y posiblemente será inadecuada para su propósito.2 En este orden, existe un conflicto entre NANDA-I y los fundamentos teóricos de la Enfermería; dado que debería contener solamente categorías obtenidas de los paradigmas de las diferentes teorías enfermeras, describiendo los elementos conceptuales que son fenómeno de estudio y centro de interés de la disciplina.6 Estos elementos corresponden, de manera explícita y a veces implícita, con las proposiciones: cuidado, persona, salud y entorno, que han estado presentes en los escritos de las principales teorizadoras de la disciplina, clarificando con ello el campo de estudio.13 A partir de estos conceptos centrales, se ha determinado el metaparadigma enfermero que orienta las principales corrientes del pensamiento, estructuradas en los grandes paradigmas de la Enfermería.14 El uso de metaparadigmas hace pensar que la redacción de los DE debe enfocarse con perspectiva enfermera, modificando el enfoque biomédico. En este sentido, una taxonomía fundamentada en modelos teoréticos autónomos deberá estar constituida exclusivamente por estas situaciones conceptuales.
Por el contrario, NANDA-I se ha conformado principalmente a partir de conceptos con orientación pragmática,15) justificados con argumentaciones de interrelación tales como multidisciplinariedad e interdisciplinariedad; dando a entender que pueden contribuir a la atención prestada y a la mejora de la credibilidad de las enfermeras. En una aproximación exploratoria a NANDA-I, atendiendo al análisis de la etiqueta diagnóstica, de un total de 201 DE, solo 46 tuvieron algún tipo de relación con la disciplina enfermera; con menos del 23 % del total de etiquetas diagnósticas vinculadas con los conceptos metaparadigmáticos enfermeros.16
La tipología diagnóstica de NANDA-I distingue DE focalizados en el problema, DE de riesgo, DE de promoción de la salud y síndromes. Los DE de promoción de la salud no incluyen entre sus contenidos etiologías diagnósticas, los denominados factores relacionados/factores de riesgo (FR); por el contrario, el resto de DE si incluyen estas relaciones causales.11 Algunos de estos FR responden a situaciones que no pueden ser abordadas de forma autónoma por las enfermeras, o su resolución depende del tratamiento prescrito por otro profesional; en estos casos, corresponden casi siempre con una enfermedad, sus manifestaciones o los tratamientos médico-quirúrgicos. Desde esta perspectiva, consideramos que los FR de NANDA-I pueden atender, bien al metaparadigma enfermero, en cuyo caso son competencia autónoma enfermera; bien a situaciones fisiopatológicas, con etiología biomédica principalmente, en cuyo caso su resolución no es competencia autónoma enfermera.10
Por ello, se ha planteado como objetivo realizar mapeo cruzado entre NANDA-International y la Clasificación Internacional de Enfermedades.
MÉTODOS
Estudio observacional mediante análisis cuantitativo para describir; en primer lugar, la totalidad de FR presentes en la edición 2015-201711 de la clasificación diagnóstica NANDA-I, atendiendo a la estructura taxonómica según el nivel de abstracción (Dominios, Clases y Conceptos), variabilidad y duplicidades de FR. En segundo lugar, se realizó mapeo cruzado con CIE-10, identificando los conceptos, sinónimos o cuasi-sinónimos que permitan reseñar los FR genuinos de NANDA-I, con la finalidad de determinar que los FR no incluidos en CIE-10 son los que corresponden al metaparadigma de la ciencia enfermera. Para ello se realizó análisis estadístico descriptivo de proporciones, mediante distribuciones de frecuencias absolutas y relativas (porcentaje) con el software R commander (v. 3.3.2). Los resultados han sido expresados mediante tablas y gráficos, así como explicados en forma de narrativa. En el estudio no se han utilizado datos personales de ninguna índole, no obstante se han tenido en cuenta todos los aspectos éticos generales y universales que regulan la práctica investigadora en ciencias de la salud.
RESULTADOS
Para clarificar el análisis estadístico, se debe tener en cuenta algunas singularidades en la edición analizada. En primer lugar, ausencia de etiquetas diagnósticas en 5 clases de la taxonomía, que corresponden con 3 Dominios, las clases digestión y absorción en el Dominio Nutrición, la Clase función tegumentaria en el Dominio Eliminación, y las clases orientación y sensación/percepción en el Dominio Percepción/Cognición. En segundo lugar, las etiquetas diagnósticas denominadas de Promoción de la Salud (n = 28) no contienen FR. En tercer lugar, se identifican cinco etiquetas diagnósticas denominadas de síndrome, de todas ellas, una no contiene FR (00255 síndrome de dolor crónico), las cuatro restantes sí. En cuarto lugar, la etiqueta diagnóstica: 00214 Disconfort, está clasificada en las tres Clases jerárquicas del Dominio 12 (Confort): confort físico, confort social y confort del entorno; si bien solo presenta FR para la clase confort físico, que contiene 7 FR; las otras dos clases no.
Después de aclarar estas cuestiones, se obtuvo que NANDA-I presentó n = 1715 FR diferentes; de todos ellos, n = 1193 FR aparecían clasificados en una sola ocasión, mientras que n = 522 FR se presentaban duplicados de forma variable en distintas etiquetas diagnósticas, conformando la suma de n = 1859 FR. Tras sumar los duplicados, la totalidad de FR en la clasificación fue n = 3052 FR. Los FR específicos de NANDA-I fueron n = 1593 (52,16 %) FR; por el contrario, en la clasificación existía n = 1460 (47,84 %) FR que atienden a conceptos incluidos en CIE-10, con origen morboso y que respondían a situaciones fisiopatológicas u otras cuya solución no es competencia autónoma de la enfermera.
Al agrupar los FR por Dominios, destacó el 11 (Seguridad/Protección) con n = 908 (29,75 %) FR, de los que n = 446 son exclusivos de NANDA-I frente a n = 462 conceptos presentes también en CIE-10; el Dominio 4 (Actividad/Reposo) con n = 407 (13,34 %) FR, n = 107 exclusivos de NANDA-I y n = 300 también en CIE-10; el Dominio 9 (Afrontamiento/Tolerancia al estrés) con n = 313 (10,26 %) FR, n = 224 exclusivos de NANDA-I, de ellos n = 89 estaban además en CIE-10; el Dominio 7 (Rol/relaciones) con n = 300 FR, de los que n = 245 fueron exclusivos de NANDA-I frente a n = 55 que también estaban en CIE-1. Destaca, además, el Dominio 3 (Eliminación/Intercambio) con n = 243 FR, n = 61 estaban exclusivamente en NANDA-I frente a n = 182 presentes además en CIE-10, tal como muestra la tabla 1.
Dominios | n FR* | % FR | n FR NANDA-I† | n FR CIE-10‡ | % FR NANDA-I | % FR CIE-10 |
---|---|---|---|---|---|---|
Promoción de la salud | 143 | 4,69 | 108 | 35 | 6,80 | 2,40 |
Nutrición | 234 | 7,67 | 112 | 122 | 7,00 | 8,40 |
Eliminación e Intercambio | 243 | 7,96 | 61 | 182 | 3,80 | 12,50 |
Actividad/Reposo | 407 | 13,34 | 107 | 300 | 6,70 | 20,50 |
Percepción/Cognición | 82 | 2,69 | 29 | 53 | 1,80 | 3,60 |
Autopercepción | 110 | 3,60 | 78 | 32 | 4,90 | 2,20 |
Rol/Relaciones | 300 | 9,83 | 245 | 55 | 15,40 | 3,80 |
Sexualidad | 58 | 1,90 | 48 | 10 | 3,00 | 0,70 |
Afrontamiento/Tolerancia al estrés | 313 | 10,26 | 224 | 89 | 14,10 | 6,10 |
Principios vitales | 107 | 3,51 | 86 | 21 | 5,40 | 1,40 |
Seguridad/Protección | 908 | 29,75 | 446 | 462 | 28,00 | 31,60 |
Confort | 83 | 2,72 | 20 | 63 | 1,30 | 4,30 |
Crecimiento/Desarrollo | 64 | 2,10 | 28 | 36 | 1,80 | 2,50 |
*FR-factor relacionado/riesgo; †NANDA-I-NANDA-International; ‡CIE-10-Clasificación Internacional de Enfermedades.
Al estructurar según las 38 Clases de NANDA-I, en la distribución de frecuencias destacan en torno a un 80 % de FR que también están en CIE-10: Actividad/Ejercicio con n = 88 (81,50 %) FR, Atención n = 1 (100,00 %) FR, Confort físico n = 60 (85,70 %) FR, Estrés neurocomportamental n = 72 (83,70 %) FR, Función respiratoria n = 2 (100,00 %) FR, Función urinaria n = 41 (87,20 %) FR, Hidratación n = 29 (87,90 %) FR, Infección n = 16 (84,20 %) FR y Respuestas cardiovasculares/pulmonares n = 139 (79,90 %) FR. También destacaron clases donde más de un 80,00 % de sus FR se situaron en NANDA-I: Congruencia entre valores/creencias/acciones n = 86 (80,40 %) FR, Desempeño del rol n = 50 (86,20 %) FR, Función sexual n = 19 (90,50 %) FR, Peligros del entorno n = 69 (92,00 %) FR, Relaciones familiares n = 23 (82,10 %), Respuestas de afrontamiento n = 164 (91,60 %) FR, Respuestas postraumáticas n = 46 (95,80 %) FR, Roles de cuidador n = 172 (80,40 %) FR, Sueño/reposo n = 29 (1,30 %) FR, Termorregulación n = 103 (3,40 %) FR, Toma de conciencia de la salud n = 8 (88,90 %) FR y Violencia n = 145 (83,80 %) FR, según muestra la Tabla 2.
Clases | n FR* | % FR | n FR NANDA-I† | n FR CIE-10‡ | % FR NANDA-I | % FR CIE-10 |
---|---|---|---|---|---|---|
Actividad/Ejercicio | 108 | 3,54 | 20 | 88 | 18,50 | 81,50 |
Atención | 1 | 0,03 | 0 | 1 | 0,00 | 100,00 |
Autoconcepto | 50 | 1,64 | 32 | 18 | 64,00 | 36,00 |
Autocuidado | 65 | 2,13 | 23 | 42 | 35,40 | 64,60 |
Autoestima | 48 | 1,57 | 41 | 7 | 85,40 | 14,60 |
Cognición | 64 | 2,10 | 18 | 46 | 28,10 | 71,90 |
Comunicación | 17 | 0,56 | 11 | 6 | 64,70 | 35,30 |
Confort físico | 70 | 2,29 | 10 | 60 | 14,30 | 85,70 |
Confort Social | 13 | 0,43 | 10 | 3 | 76,90 | 23,10 |
Congruencia entre valores/creencias/acciones | 107 | 3,51 | 86 | 21 | 80,40 | 19,60 |
Crecimiento | 26 | 0,85 | 11 | 15 | 42,30 | 57,70 |
Desarrollo | 38 | 1,25 | 17 | 21 | 44,70 | 55,30 |
Desempeño del rol | 58 | 1,90 | 50 | 8 | 86,20 | 13,80 |
Equilibrio de la energía | 21 | 0,69 | 10 | 11 | 47,60 | 52,40 |
Estrés neurocomportamental | 86 | 2,82 | 14 | 72 | 16,30 | 83,70 |
Función gastrointestinal | 194 | 6,36 | 55 | 139 | 28,40 | 71,60 |
Función respiratoria | 2 | 0,07 | 0 | 2 | 0,00 | 100,00 |
Función sexual | 21 | 0,69 | 19 | 2 | 90,50 | 9,50 |
Función urinaria | 47 | 2,82 | 6 | 41 | 12,80 | 87,20 |
Gestión de la salud | 134 | 4,39 | 100 | 34 | 74,60 | 25,40 |
Hidratación | 33 | 1,08 | 4 | 29 | 12,10 | 87,90 |
Imagen corporal | 12 | 0,39 | 5 | 7 | 41,70 | 58,30 |
Infección | 19 | 0,62 | 3 | 16 | 15,80 | 84,20 |
Ingestión | 170 | 5,57 | 93 | 77 | 54,70 | 45,30 |
Lesión física | 512 | 16,78 | 196 | 316 | 38,30 | 61,70 |
Metabolismo | 31 | 1,02 | 15 | 16 | 48,40 | 51,60 |
Peligros del entorno | 75 | 2,46 | 69 | 6 | 92,00 | 8,00 |
Procesos defensivos | 26 | 0,85 | 7 | 19 | 26,90 | 73,10 |
Relaciones familiares | 28 | 0,92 | 23 | 5 | 82,10 | 17,90 |
Reproducción | 37 | 1,21 | 29 | 8 | 78,40 | 21,60 |
Respuestas cardiovasculares/pulmonares | 174 | 5,70 | 35 | 139 | 20,10 | 79,90 |
Respuestas de afrontamiento | 179 | 5,87 | 164 | 15 | 91,60 | 8,40 |
Respuestas postraumáticas | 48 | 1,57 | 46 | 2 | 95,80 | 4,20 |
Roles de cuidador | 214 | 7,01 | 172 | 42 | 80,40 | 19,60 |
Sueño/reposo | 39 | 1,28 | 19 | 20 | 48,70 | 51,30 |
Termorregulación | 103 | 3,37 | 26 | 77 | 25,20 | 74,80 |
Toma de conciencia de la salud | 9 | 0,29 | 8 | 1 | 88,90 | 11,10 |
Violencia | 173 | 5,67 | 145 | 28 | 83,80 | 16,20 |
*FR-factor relacionado/riesgo; †NANDA-I-NANDA-International; ‡CIE-10-Clasificación Internacional de Enfermedades
DISCUSIÓN
NANDA-I está conformada por gran cantidad de FR; lo que en principio parece indicar que la clasificación atiende por igual todas las esferas del individuo: aspectos biológicos, psicológicos, socioculturales y emocionales; pero al realizar una deconstrucción ontológica, se observa que el Dominio Seguridad/Protección contiene el doble de FR que el resto, siendo Sexualidad y Crecimiento/Desarrollo los Dominios que cuentan con menor número de FR. Además, los FR de Dominios de la esfera biofísica, tales como Eliminación/Intercambio y Actividad/Reposo incluyen más del doble de FR también presentes en CIE-10, lo que apunta a situaciones de salud con etiología que requiere intervención de otros profesionales para su resolución. Por otro lado, los Dominios más psicosociales y relacionales, tales como Rol/Relaciones y Afrontamiento/Tolerancia al estrés, contienen FR mayoritariamente exclusivos de NANDA-I, lo cual señala mayor competencia enfermera en estos ámbitos. Al estructurar estos FR según Clases NANDA-I destaca, de la misma manera, que las áreas más biologicistas contienen FR mayoritariamente presentes en CIE-10, tales como Actividad/Ejercicio, Función Urinaria, Hidratación, Infección y Respuestas cardiovasculares/pulmonares; en las Clases Atención y Función respiratoria no hay FR genuinos en NANDA-I. Por el contrario, sobresalen nuevamente los aspectos relacionales o psicoemocionales,17 con preDominio de FR exclusivos de NANDA-I, en Clases tales como Desempeño del rol, Función sexual, Peligros del entorno, Respuestas de afrontamiento, Respuestas postraumáticas y Toma de conciencia de la salud, entre otras.
Para mejorar la categorización de los FR, la validación de contenido permite depurar los listados existentes eliminando irrelevantes, sugiriendo la introducción de otros nuevos, o adaptando las peculiaridades de distintos contextos socioculturales,18 siempre que constituyan situaciones susceptibles de ser solucionadas con autonomía por las enfermeras. Numerosas investigaciones han mostrado situaciones clínicas de pacientes a los que se etiquetaron como DE aspectos fisiopatológicos, o se determinaron como FR etiológicos diagnósticos médicos principalmente.19,20,21,22 Tras realizar el mapeo, casi la mitad de FR de NANDA-I están presentes en CIE-10, lo que sugiere altos porcentajes de DE cercanos al concepto de enfermedad. Por otro lado, no se han encontrado publicaciones que hayan estudiado en concreto y en profundidad el peso que puede tener para la precisión diagnóstica la existencia de CD y de FR solapados, similares o equivalentes, en muchos diagnósticos NANDA-I. El ajuste estructural de la clasificación reduciría el número de conceptos y contenidos innecesarios, facilitando la asimilación por parte de los profesionales; la importancia de modificar su arquitectura radica en hacerla más fácil de recordar por los profesionales.15 En este sentido, se considera necesario realizar una evaluación empírica de NANDA-I mediante métodos cuantitativos que permita determinar la coherencia interior y localizar las secciones de relativa claridad/ambigüedad dentro de su configuración estructural para facilitar la organización de la información.2
NANDA-I publica de forma periódica nuevas ediciones de la clasificación de DE; de manera que, en la edición 2015-2017 se han presentado diagnósticos nuevos y revisados, cambios de localización dentro de la taxonomía, cambios en las etiquetas diagnósticas y diagnósticos que han sido eliminados o retirados; en este sentido, muchos diagnósticos presentan cambios de los términos usados en los indicadores diagnósticos;11 esta situación condiciona, en relación al análisis de los FR, limitaciones a los resultados obtenidos en la investigación.
En conclusión, el proceso diagnóstico conlleva elementos inductivos y deductivos que refieren un pensamiento lógico, crítico o racional. Para ello, es necesario disponer de clasificaciones diagnósticas que mejoren tanto los aspectos normativos como los intuitivos, dando lugar a taxonomías con coherencia interna y exhaustividad jerárquica que sean útiles y aceptadas por los profesionales que la utilizan. No obstante, la existencia de una alta proporción de FR que corresponde con elementos clasificados en CIE-10 conlleva, como mínimo, a plantearse dudas sobre su pertinencia en NANDA-I, dado que es una clasificación específica que no debería contener etiologías ajenas a la dimensión independiente o autónoma de la Enfermería. Como consecuencia, se conforma una clasificación muy extensa y poco útil, con elevado número de situaciones que no atienden a los conceptos centrales de la disciplina, y que no deberían incluirse en una taxonomía específica.
NANDA-I debe mejorar y potenciar contenidos relativos a los conceptos centrales o metaparadigmáticos enfermeros, con funciones y responsabilidades que sean de su exclusividad, visibilizándose con entidad propia en los sistemas de cuidados de salud, para convertirse en una disciplina con madurez profesional y científica que facilite una comunicación oral y escrita que la haga más eficaz.