Introducción
Las teorías de Enfermería como ciencia abordan en su esencia el cuidado desde una perspectiva holística, orientando su trabajo hacia la búsqueda de soluciones específicas para cubrir las necesidades reales de los pacientes en su entorno. El personal enfermero tiene entre sus funciones la de ayudar al individuo enfermo o sano a realizar las actividades que contribuyen a su salud, recuperación o una muerte tranquila (Virginia Henderson).1)
La confluencia de diversos hechos políticos, económicos y sociales hacen que la esperanza de vida aumente y con ello todas las enfermedades prevalentes de la tercera edad, que tienen la cualidad de no ser enfermedades crónicas, sino que usualmente son degenerativas. Con el pasar del tiempo la enfermedad degenerativa se va traduciendo en cronicidad, con lo que aparecen situaciones de dependencia funcional para desempeñarse en las actividades de la vida diaria, evidenciado esto, en el proceso de discapacidad prevalente a lo largo del ciclo vital del adulto mayor, que lo convierte en un individuo que necesita de cuidados para su subsistencia en esta etapa de la vida.2,3
Según la OMS, la transición demográfica, que ocurre a nivel mundial y en Latinoamérica, coloca la mayor media de vida para los ancianos en Cuba en 78 años, seguidos de Chile y Costa Rica con 77 años; después Argentina, Uruguay y Venezuela con 75 años de existencia promedio y posteriormente se ubican México y Perú con 74 y 71 años respectivamente.4,5
En los países desarrollados, el mayor impacto se sentirá en los próximos 50 años, cuando los jóvenes y adultos que ahora leen esta nota sean personas mayores. Hoy, una de cada diez personas tiene más de 60 años. Para el 2050, lo será una de cada cinco, según las cifras de las Naciones Unidas, habrá dos personas mayores por cada menor de 14 años y hasta cerca del 20 % en 2050.5) En el informe elaborado por la Fundación General sobre el adulto mayor anciano en estado de necesidad, para el examen de sus políticas de fomento en materia de envejecimiento, se comparan las necesidades reales que demandan las personas mayores de 65 años. Entre sus preocupaciones, se destacan la discapacidad y la dependencia “como uno de los factores más determinantes que influyen en la mejora de la calidad de vida general, lo cual hace que la Enfermería gerontológica como ciencia haya sufrido cambios, evolucionando de ser una mera aplicación de técnicas determinadas, a abrir su campo de acción a otros ámbitos, como el de la prevención y el desarrollo del trabajo conjunto con los cuidadores en la comunidad.6,7
Como necesidad de las comunidades, nace una figura que no ha sido muy valorada, pero que cumple un papel fundamental en el acompañamiento y cuidado del adulto mayor en estado de necesidad. Esta figura es llamada cuidador no formal, que por las connotaciones culturales, sociodemográficas, entre otras, es un familiar o amigo cercano. En estas condiciones se podría establecer que son personas que usualmente no han estado educadas para el manejo de diferentes tipos de enfermedades, sino que el aprendizaje termina dándose más por la experiencia, la necesidad u obligación de cuidado. En este nivel se hablaría entonces de los cuidadores no formales del adulto mayor en estado de necesidad, para quienes se diseñan políticas que garanticen el bienestar físico y emocional del adulto mayor en estado de necesidad, considerado como el individuo que necesita de los cuidados formales y no formales para su subsistencia.8,9
La provincia de Santiago de Cuba se encuentra dentro de las primeras cuatro más envejecidas de Cuba, por encima del 19 % de su población en el grupo de 60 años y más.10
En Cuba el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) ha desarrollado planes estratégicos de proyección social en bienestar de la población, con la introducción del Programa de Atención al Adulto Mayor y el desarrollo de los subprogramas del mismo en la atención Primaria de Salud a través del Programa del Médico y Enfermera de la Familia, donde la enfermería tiene un rol docente asistencial en la preparación de los cuidadores no formales del adulto mayor en la Atención Primaria de salud.
La incidencia y la prevalencia del adulto mayor en estado de necesidad en los últimos años van en incremento en el municipio y el área de salud, por encima de 19 % según la media nacional,10 dado que la población está inmersa en los cambios demográficos propios de estos tiempos. Motivado por lo antes expuesto, se realizó esta investigación con el objetivo de demostrar la efectividad de una intervención educativa en el nivel de conocimientos de los cuidadores no formales de adultos mayores.
Métodos
Se realizó un estudio cuasi experimental de tipo intervención educativa. Policlínico Universitario "José Martí Pérez", en el periodo julio-diciembre de 2018.
El universo estuvo constituido por 25 cuidadores no formales de adultos mayores. Desarrollado en tres etapas (identificación del conocimiento de los cuidados geriátricos del adulto mayor antes y después de la intervención que permitió clasificar mediante la aplicación de un instrumento los conocimientos en adecuados e inadecuados, intervención y evaluación de los resultados prácticos en la Atención Primaria de Salud).
Criterios de inclusión
Ser cuidador no formal de adulto mayor en estado de necesidad.
Voluntariedad del cuidador no formal.
Estar dispuesto a mejorar la calidad de vida del anciano en estado de necesidad.
Permanencia en la institución de salud mientras dure la investigación.
Criterios de exclusión
Cuidador no formal que no permanezca en la institución de salud.
Ausencias a una o más actividades educativas.
Se analizaron las siguientes variables: edad, nivel escolar de los cuidadores no formales, nivel de conocimientos de los cuidadores no formales sobre cuidados geriátricos básicos del adulto mayor (higiene, alimentación, cuidados de la piel, eliminación, movilización, actividad física, recreación, valores y creencia).
La realización de esta investigación, se dividió en 3 etapas: etapa diagnóstica, etapa de intervención y etapa de evaluación.
Etapa diagnóstica
Se identificó al cuidador no formal en las familias con adultos mayores en estado de necesidad, se recogió su solicitud y aprobación a participar en el estudio. Posteriormente se procedió a evaluar el nivel de conocimientos de los cuidadores sobre los cuidados geriátricos del adulto mayor antes y después de la intervención que permitió clasificarlos, mediante la aplicación de un instrumento elaborado y validado por el juicio de expertos con un índice de contenido de 0,96 %, lo que denota que se representan adecuadamente en cada ítems elementos adecuados de los cuidados geriátricos en la Atención Primaria de Salud.
Adecuados: cuando responden elementos adecuados de los cuidados geriátricos sobre a higiene, alimentación cuidados de la piel recreación.
Inadecuados: cuando no responden elementos adecuados de los cuidados geriátricos sobre a higiene, alimentación cuidados de la piel recreación.
Etapa de intervención
Se diseñó una intervención educativa para los cuidadores no formales de adulto mayor en estado de necesidad, después de identificado el nivel de conocimientos, se utilizaron diversas Formas de Organización de la Enseñanza (FOE) y técnicas participativas, mediante un plan temático para 12 semanas, una frecuencia de 4 horas semanales para un total de 48 horas.
Taller 1: Aspectos generales del cuidado geriátrico del adulto mayor en estado de necesidad: definiciones, breve recuento histórico, clasificación del adulto mayor y sus manifestaciones clínicas, estado dependiente, frágil y en estado de necesidad y su repercusión en el desarrollo físico y psicológico de los cuidados básicos y el cuidador no formal en la comunidad (12 horas, 3 encuentros semanales con actividades prácticas y recreativas).
Taller 2: Desarrollo armónico del adulto mayor en estado de necesidad, dinámica familiar para el manejo socio-psicológico de los ancianos en este estado en la comunidad. Este taller se realizó en forma de intercambio de saber y experiencias entre los cuidadores no formales y las enfermeras de los Equipos Básicos de Salud (EBS) en la comunidad (12 horas, 3 encuentros semanales con actividades prácticas y recreativas).
Taller 3: Características biopsicosociales del adulto mayor y su medio, la humanización en el proceso de comunicación, la importancia de su aplicación por el cuidador no formal en el ámbito familiar en la comunidad (6 horas, 3 encuentros semanales con actividades prácticas y recreativas; 12 horas, 3 encuentros semanales con actividades prácticas y recreativas).
Taller 4: Características del medio familiar para el abordaje del manejo terapéutico. Actividades propias del cuidador no formal en el manejo terapéutico, importancia de la recreación en el manejo terapéutico de estos pacientes (12 horas, 3 encuentros semanales con actividades prácticas y recreativas).
Etapa de evaluación
Pasado 6 meses de finalizada la intervención educativa para mejorar el nivel de conocimiento de los cuidadores no formales de los adultos mayores con estado de necesidad, se aplicó nuevamente el instrumento de evaluación para comparar los resultados. Para el análisis estadístico de la información se utilizó el análisis descriptivo, que incluyó frecuencias absolutas y porcentajes para variables cualitativas; medias, medianas y desviaciones estándares, con intervalos de confianza (IC 95 % para variables cuantitativas). Para estudiar la efectividad de la intervención se utilizó la estadística inferencial no paramétrica, se compararon los resultados de la aplicación del instrumento antes y después de la intervención mediante la prueba Mc Nemar (Fig.).
de adecuada a inadecuada.
de adecuada a adecuada.
de inadecuada a inadecuada.
de inadecuada a adecuada.
Planteando como hipótesis: La intervención educativa induce cambios en el nivel de conocimientos de los cuidadores no formales sobre los cuidados geriátricos básicos.
Se valoraron niveles de significación inferiores a 0,05.
El análisis se realizó haciendo uso del paquete estadístico IBM SPSS Statistics Versión 21.0. Se consideraron significativos valores de p < 0,05. Los datos se analizaron siguiendo el principio de intención de tratamiento.
Técnicas y procedimientos
De recolección de la información: Se realizó una revisión bibliográfica del tema. La recolección de los datos primarios se efectuaron mediante la aplicación del instrumento evaluativo, antes y después de la intervención.
De procesamiento de la información: Se procesó de forma computarizada (SPSS Statistics Versión 21.0) para lo cual se creó una base de datos que permitió confeccionar tablas de contingencia de doble entrada donde se aplica porcentaje como medida resumen.
De análisis y síntesis: Se analizó toda la información obtenida a través de la descripción de cada tabla, se establece comparaciones con otros estudios que permitieron arribar a conclusiones.
La investigación se diseñó con un rigor científico para garantizar no cometer errores en el diseño metodológico, alcanzado por las cualidades de honradez, veracidad, pertinencia y competencia de los investigadores, teniendo presente los principios de Moriyama, para la validación de los instrumentos aplicados, lo cual garantizó el control de los sesgos, la factibilidad de los resultados y el respeto a los participantes.
Se informó a cada uno de los cuidadores no formales acerca de los objetivos del estudio y se estableció la voluntariedad de participar y de abandonar el estudio en el momento que lo desearan, se les pidió además el compromiso de no participar en ningún otro tipo de estrategia (con fines investigativos).
Resultados
El total de los cuidadores no formales de la intervención educativa eran amas de casa, predominaron las que tenían entre 46 y 55 años con 12 (48 %), seguido de entre 36 y 45 años con 10 (40 %) (Tabla 1).
En la tabla 2 se muestra el nivel escolar de los cuidadores no formales de adulto mayor en estado de necesidad, con predominio de los cuidadores con nivel escolar de secundaria básica con 11 (44 %), seguido de preuniversitario con 9 (36 %).
Escolaridad | No. | % |
---|---|---|
Primaria | 2 | 8 |
Secundaria | 11 | 44 |
Pre- Universitario | 9 | 36 |
Universitario | 3 | 12 |
Total | 25 | 100 |
En cuanto al conocimiento de los cuidadores no formales sobre los cuidados gerontológicos básicos del adulto mayor en estado de necesidad, en la tabla 3 se observa que antes de la intervención predominó el conocimiento inadecuado en 19 cuidadores, para un 76 %, lo que cambió positivamente después de la intervención educativa, con 7 cuidadores no formales, para un 28 %, con un nivel de confiabilidad de un 95 %, con la aplicación de la prueba de probabilidad de C (p < 0,05).
Nivel de conocimientos | Después de la intervención | Total | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Adecuado | Inadecuado | |||||||
No. | % | No. | % | No. | % | |||
Antes de la intervención | Adecuado | 6 | 24 | - | - | 6 | 24 | |
Inadecuado | 12 | 48 | 7 | 28 | 19 | 76 | ||
Total | 18 | 72 | 7 | 28 | 25 | 100 |
El conocimiento de los cuidadores no formales sobre el manejo socio psicológico se resume en la tabla 4 donde fue inadecuado en 21 de ellos, para 84 %, antes de la intervención, pero después de realizada, se observaron cambios favorables en el manejo en 10 cuidadores no formales, para 40 %, con un nivel de confiabilidad de un 95 %, con la aplicación de la prueba de probabilidad de McNemar (p < 0.05).
Nivel de conocimientos | Después de la intervención | Total | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Adecuado | Inadecuado | ||||||
No. | % | No. | % | No. | % | ||
Antes de la intervención | Adecuado | 4 | 16 | - | - | 4 | 16 |
Inadecuado | 11 | 44 | 10 | 40 | 21 | 84 | |
Total | 15 | 60 | 10 | 40 | 25 | 100 |
Se observó que el conocimiento de los cuidadores no formales sobre la humanización en el proceso de comunicación en el cuidado del anciano (Tabla 5) era inadecuado en la mayoría de ellos, con 21 (80 %), antes de recibir la estrategia capacitante, lo cual se manifestó inversamente proporcional después, 20 cuidadores no formales de la casuística mostraron conocimientos adecuados, para 75 %, con la aplicación de la prueba de probabilidad de McNemar (p < 0.05).
Discusión
El nivel de conocimientos antes de la intervención educativa se comportó de forma inadecuado, expresión de un eslabón fundamental de la necesidad de capacitación para mejorar el nivel de conocimientos de los cuidadores no formales del anciano en estado de necesidad en la comunidad.
En el estudio, el resultado obtenido en los cuestionarios aplicados a los cuidadores es comparable a los resultados ofrecidos en “La familia como agente terapéutico en los cuidados paliativos” de Tejeda,11) donde se revierte el nivel de conocimientos en los cuidadores no formales de adultos mayores en estado de necesidad, además de coincidiendo con el concepto de que los patrones culturales en la sociedad occidental a pesar de ser distintos en muchos aspectos, coinciden en que la mujer y en este caso las hijas siguen como el personaje principal que provee el soporte emocional en el núcleo familiar.8
En la intervención educativa, al aplicar el instrumento de evaluación del nivel de conocimiento de los cuidadores no formales de adulto mayor en estado de necesidad como un ser que necesita de cuidados geriátricos básicos para su subsistencia, antes de la intervención se encontró que los conocimientos de los cuidadores no formales eran inadecuados, además se encontró significación entre el nivel de conocimientos y el actuar y la conducta generadora de la salud en los cuidadores en la comunidad, coincidiendo con lo planteado en la bibliografía revisada.9
Antes de aplicar la estrategia, el cuidado ofrecido por el cuidador no formal no se basaba en los pilares básicos del cuidado del adulto mayor como higiene, alimentación, descanso, sueño y recreación. Después de implementada la estrategia, el cuidador no formal llevaba a cabo el cuidado sobre esta base, y mejoraba el actuar y la conducta generadora de la salud en los cuidadores en la comunidad, como se plantea en las políticas sociales y sectoriales en Cuba.10,11
Es imprescindible diseñar e implementar programas institucionales para la capacitación de los cuidadores no formales mediante el proceso de integración de los cuidados mediante la relación Enfermera-Cuidador no formal en la Atención Primeria de Salud y así alcanzar mejoría en la calidad de vida y evaluar el comportamiento de años de vida promedio de los adultos mayores como se refiere en el Anuario de salud.12)
El aumento de la población de adulto mayor por los fenómenos demográficos de la sociedad, hace que requieran de cuidados y atención necesaria en los últimos años de su vida dado por su situación de dependencia, fragilidad, vulnerabilidad y estado de necesidad a través de un cuidado humanizado desde su propio entorno familiar en la comunidad, lo que elevaría su calidad de vida con un cuidador no formal capacitado en este cuidado.
La humanización en el proceso de la comunicación juega un papel importante en la armonía y equilibrio de los cuidados geriátricos del adulto mayor en la esfera biopsicosocial, lo que garantizaría mejorar las conductas generadoras de salud en los cuidadores no formales después de la intervención, lo que coincide con lo expuesto por Naranjo,13 en Estrategia de autocuidado en el adulto mayor con úlcera neuropática en la comunidad.
La determinación de la influencia de la estrategia educativa en cuidadores no formales de adulto mayores en estado de necesidad en la comunidad, después de su implementación, mostró cambios en el actuar del cuidador no formal, en las conductas generadoras, bajo la supervisión del personal de enfermería hacia la población estudiada.
La posible aplicabilidad y generalización de los resultados de este estudio está en instrumentar la estrategia educativa desde la perspectiva del cuidado no formal (familiar) y de enfermería a personas adultas mayores en estados de necesidad, para lograr conductas generadoras favorables a la salud en el actuar del cuidador en la comunidad.
En conclusión, la intervención educativa fue efectiva para mejorar el nivel de conocimientos de los cuidadores no formales sobre cuidados geriátricos básicos en el adulto mayor en estado de necesidad, al lograrse que se modificara el actuar y la conducta generadora de la salud en los cuidadores en la comunidad.