Estimado editor:
Doscientos años después del nacimiento de Florence Nightingale, extraordinaria mujer, conocida como “La dama de la lámpara”, hoy más que nunca ante la crisis sanitaria que enfrenta el mundo debido al nuevo coronavirus, las enfermeras y enfermeros que llevan luz para sanar las almas y los cuerpos de los contagiados con la COVID-19, agradecen que fuese declarado por la Organización Mundial de la Salud, el 2020 como Año Mundial de la Enfermería.
Gracias a los valores que trasmitió Florence Nightingale, en la actualidad la enfermería representa una de las profesiones imprescindibles para los sistemas de salud modernos. En el mundo hay, aproximadamente, 28 millones de profesionales de la enfermería, de ellos 9 millones solo en América. En Cuba, más de 84 mil profesionales se desempeñan en esta rama de la salud. Muchos de ellos trabajan contra la epidemia de la COVID-19 que se enfrenta en Cuba en estos momentos.
Así lo destacó el Ministro de Salud Pública José Ángel Portal Miranda, en su mensaje de felicitación al personal de la enfermería cubana en su día internacional celebrado el pasado 12 de mayo: “Las enfermeras y enfermeros cubanos continúan escribiendo gloriosas páginas en la historia de la salud pública, esta vez siendo ejemplos de consagración en la batalla que libra Cuba contra la COVID-19”.1
La contribución de Cuba al enfrentamiento de esta enfermedad en numerosas regiones del mundo es muy significativa, aun por encima de las limitaciones que le impone el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos. Varios países de Europa, América Latina y el Caribe reciben el apoyo del Contingente Internacional de Médicos y Enfermeras Henry Reeve, especializados en situaciones de desastres y graves epidemias. Según cifras publicadas por el diario Granma el pasado 13 de mayo, 1062 enfermeros cubanos integran las 25 brigadas de ese contingente.2
A Lombardía, una de las regiones de Italia más afectadas por la COVID-19, llegaron el pasado mes de marzo 52 colaboradores cubanos. A principios de abril, 101 enfermeras integraron la brigada médica cubana que arribó a Barbados, con lo que quedó inaugurada la cooperación médica con este país. Otros países que recibieron colaboradores cubanos fueron: Venezuela, Nicaragua, Surinam, Belice, Jamaica, Granada, Haití, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y el principado de Andorra. En este último, Javier Castella, médico intensivista andorrano expresó gratitud por la ayuda que recibe ese principado, donde se encuentra una brigada de 39 profesionales cubanos de la salud, que llegaron a finales de marzo, de ellos 25 licenciados en enfermería. También epidemiólogos y enfermeros cubanos prestan servicios en Cabo Verde, mientras que en Trinidad y Tobago el personal de salud deberá trabajar con los pacientes en los servicios de terapia intensiva, razones por las que se ha creado un movimiento mundial en petición del Nobel de la Paz para médicos y enfermeros cubanos.3
Recientemente, a propósito del Día Internacional de la Enfermería, la Organización Mundial de la Salud expresa que la COVID-19 pone de manifiesto la necesidad urgente de fortalecer el personal de salud a nivel mundial. En sus conclusiones se señala en el sitio que “las esferas prioritarias de inversión en materia de formación, empleo y liderazgo para fortalecer al personal de enfermería en todo el mundo”. El artículo también refleja algunas cifras interesantes: Aunque se registró un incremento de 4,7 millones de profesionales de la enfermería, entre 2013 y 2018, existe un déficit mundial de 5,9 millones de profesionales.4