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Introducción
La sistematización de la asistencia a la enfermería (SAE) se entiende como una herramienta que califica la atención de enfermería, que es defendida jurídicamente como un mecanismo de organización y desarrollo del trabajo en equipo, a través del cual se hace posible la ejecución del proceso de enfermería.1
Además, la SAE es reconocida como un medio para afirmar la profesión como una acción social, en contraste con la visión reduccionista de conducta; se busca, a través de este instrumento, para superar la simple conducta, exenta de planificación y cientificidad.2
Estudios2,3 indican que las instituciones han enfrentado dificultades en relación con la aplicación y ejecución de la SAE, y, entre los factores, es la integración del técnico en enfermería, a su vez, obstaculizada por la falta de conocimientos acerca de la SAE.
La deficiencia de conocimientos teóricos y prácticos por las categorías técnicas y auxiliares en enfermería tiene consecuencias en la valoración de la SAE, ya que es un factor importante que afecta el proceso de implementación y ejecución, con la participación de todo el equipo de enfermería.
Hay una tendencia que dirige parte de problemas para cursos de formación técnica profesional, pero cómo los estudiantes de estos cursos comprenden la SAE, reconociendo o no su impacto en las acciones de cuidado, es algo que es todavía poco conocido, y es necesario encontrar maneras de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta herramienta en el curso de formación técnica en enfermería.
Dado lo anterior, el objetivo de este estudio fue describir la percepción del estudiante del curso técnico en enfermería sobre la sistematización de la asistencia a la enfermería.
Métodos
Este es un estudio exploratorio y descriptivo con enfoque cualitativo, realizado en una Escuela Técnica de Enfermería, en el Noreste de Bahía. El universo de estudio comprendió los estudiantes del curso técnico en enfermería debidamente inscritos en el último semestre, realizando las actividades lectivas, en la escuela, en la fecha de la recogida de datos. La escuela tenía 104 estudiantes matriculados, los que constituyeron el universo, de ellos cumplieron con los criterios de inclusión 29 (27,8 %); quienes fueron invitados a participar en el estudio, de los cuales 18 (62,0 %) aceptaron participar.
Se excluyeron aquellos que declararon poseer título de licenciatura en enfermería o estar cursando, en la fecha de la entrevista, algún curso de nivel superior en enfermería.
Los datos fueron recogidos entre abril y mayo de 2018, por medio de la aplicación directa de cuestionarios semiestructurados dirigidos a describir las siguientes variables: calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje a través del cual los estudiantes vislumbran la SAE; habilidades desarrolladas necesarias para el funcionamiento de la SAE; y la importancia atribuida a la SAE en el contexto de la labor de los técnicos de enfermería.
La información fue recolectada en el momento de operación de la escuela, con un enfoque individual y horario establecido por la coordinación de la escuela.
Las informaciones fueron agrupadas y clasificadas en una base de datos construida mediante el programa de EpinfoTM (versión 7.1.5.2). Se realizó un análisis descriptivo que utilizó la frecuencia absoluta, relativa, el análisis de los datos sociodemográficos y el análisis de las características del fenómeno para medir la percepción de los estudiantes.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación del Centro Universitario AGES bajo el dictamen nº 2374578 (CAAE n° 79604617.5.0000.8013). El estudio se realizó de acuerdo con los principios éticos y legales que rigen la investigación científica con seres humanos, recomendados en la resolución 466/2012 del Consejo Nacional de Salud.
Resultados
Se constató que, en cuanto al perfil, los estudiantes fueron predominantemente de sexo femenino (83,33 %), con edades comprendidas entre los 18 y 21 años (61,11 %) y de 21 a 24 años (16,67 %). La mayoría de los estudiantes estaban desempleados o inactivos (77,78 %). La pequeña proporción de estudiantes que informaron poseer una ocupación profesional (22,22 %) declaró actividades autónomas como costura, lavado de ropa y confección de panes. La mayoría se unió al curso en el año de 2016, con 27 meses de curso hasta la fecha de la recogida de datos.
Cuando se analiza la percepción de los estudiantes acerca de la SAE, señalaron que aunque el contenido es discutido en clases teóricas, como informó el 83,33 % de los estudiantes, la mayoría (77,78 %) considera necesaria la introducción de una disciplina específica a su enseñanza. Además, en la medida en que el 55,56 % de los estudiantes declararon que la SAE es abordada solo en una disciplina teórica, el mismo cuantitativo demostró no creer que todos los pasos de la SAE son adecuadamente abordados. De quien dijo que todos los pasos se han discutido de manera satisfactoria (44,44 %), el 62,50 % reconoció, en una etapa posterior de la entrevista, que ese enfoque no era suficiente. Aun así, el 83,33 % de los encuestados consideraron que los conocimientos transmitidos durante el curso les permitió a la ejecución de la SAE en la práctica del cuidado (Tabla 1).
Tabla 1- Caracterización del proceso de enseñanza-aprendizaje de la SAE, según la percepción de los estudiantes. Cícero Dantas, Bahía, Brasil, 2019
Nota: Todos los encuestados informaron haber tenido la oportunidad de aplicar alguna etapa del PE.
*SAE - Sistematización de la Asistencia a la Enfermería; **NANDA - North American Nursing Diagnosis Association; ***NIC - Nursing Interventions Classifications; ****NOC - Nursing Outcomes Classifications; *****PE - Proceso de Enfermería
Cuando se le preguntó acerca de tener o no observado la aplicación de la SAE en práctica durante la ejecución de pasantías supervisadas, 88,89 % respondieron que sí, de los cuales 43,75 % observó la aplicación solamente de la etapa de recolección de datos - historial de enfermería - que también se aplica a la etapa de historial (55,55 %), sin percibir, de esta manera, el uso de taxonomías de NANDA, NIC y NOC (56,25 %). Además, el 83,33 % dijo que tenía dificultades para entender esas taxonomías (Tabla 1).
Durante el proceso de recolección de información pertinente para el análisis de los conocimientos adquiridos en la ejecución de la SAE, el 50 % de los estudiantes manifestaron no conocer las taxonomías de NANDA ni las correlaciones NIC-NOC. La mayoría de ellos (61,11 %) demostraron tener conocimiento sobre el número y la secuencia de etapas que constituyen la SAE. Además, 88,89 % estuvieron de acuerdo de que la función del técnico es actuar como un equipo y realizar la etapa de ejecución, siendo las etapas restantes funciones privadas de la enfermera, y 55,55 % afirmaron saber la resolución COFEN nº 358/2009 que dispone sobre la sistematización de la asistencia a la enfermería y la aplicación del proceso de enfermería (Tabla 2).
Tabla 2- Distribución de estudiantes de acuerdo con las habilidades demostradas en los aspectos operativos de la SAE. Cícero Dantas, Bahía, Brasil, 2019
Todos los entrevistados declararon que consideran importante la aplicación de la SAE en el contexto del trabajo en equipo, sin embargo, solo el 66,67 % considera pertinente a la utilización de las clasificaciones NANDA-NIC-NOC, mientras que el 50 % no conoce la importancia de la normalización de las intervenciones de enfermería sugeridas por la NIC para el trabajo de los técnicos de enfermería. La mayoría (61,11 %) creía que el pensamiento crítico es una herramienta importante en la formulación de diagnósticos de enfermería. Además, 72,22 % consideraron que la labor del técnico de enfermería es indispensable para el logro de la SAE y el 94,44 % creía que la SAE agregaba calidad a la asistencia de enfermería.
Del 99,44 % que creía que la SAE agrega calidad a la asistencia de enfermería, 29,73 % justificaron alegando que la SAE posibilita el registro adecuado de las actividades realizadas por el equipo de enfermería, mientras que el 40,54 % sostuvo que el instrumento promueve organización al trabajo del equipo de enfermería y el 29,73 %, que apreció la labor del equipo (Tabla 3).
Discusión
El predominio de las mujeres constituye el perfil social-demográfico de los sujetos de esta investigación es similar a otro estudio, que encontró que las mujeres representan aproximadamente el 81,1 % de la mano de obra en el área, por lo tanto, aunque ha habido un incremento en el contingente masculino, la enfermería es hegemónicamente femenina.4
Un aspecto importante relacionado con el predominio del sexo femenino en la muestra estudiada se refiere a una mayor presencia de mujeres en los cursos técnicos. Los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (PNAD),5 demostraron que en Brasil las mujeres presentaron una frecuencia ligeramente mayor en los cursos técnicos que los hombres, con una tasa del 9,2 % frente a 8,8 %. En la región Noreste, donde se realizó esta investigación, esta frecuencia tiende a ser mayor, del 9,0 % en comparación con el 7,4 %.
El mismo estudio también reveló que la mayoría de los estudiantes a nivel técnico no tienen ninguna ocupación, como se demuestra en este estudio, en el que 77,78 % reportó no tener una ocupación profesional. Por lo tanto, se trata de una población joven, con una edad media de 21,23 años, en el último semestre del curso, que han optado por este tipo de formación para una rápida inserción en el mercado laboral.
En relación a la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje a través del cual los estudiantes vislumbran la SAE, los estudiantes han tenido contacto con la SAE en una disciplina, únicamente como parte del currículo. Es evidente, a partir de las respuestas, que los estudiantes no contemplan la SAE como una herramienta de trabajo que facilita la ejecución del servicio de enfermería, sino como el servicio en sí, es decir, SAE y la asistencia de enfermería tienen el mismo significado y valor. En un estudio,6 cuyo objetivo fue identificar el conocimiento de técnicos y auxiliares de enfermería en cuanto al significado de la SAE, mostró que el desconocimiento acerca de la SAE es una realidad establecida en el contexto de la labor de los técnicos y auxiliares de enfermería, ya que muchos, cuando no demuestran un desconocimiento total de la materia, la conocen sólo superficialmente.
Se cree que esto ocurre debido a la falta de contacto con la SAE en la práctica, considerando que la mayoría de los lugares de trabajo no han desplegado la SAE, dificultando su idealización y consecuente aprendizaje. Así, la experiencia práctica se encuentra restringida a una u otra etapa del proceso de enfermería (PE), aplicado de modo independiente. Así, los estudiantes no pueden comprender el PE como un método estandarizado constituido de etapas inter-relacionadas direccionadas a la organización y planificación de acciones a llevar a cabo, ni la SAE como una herramienta que organiza el trabajo, haciendo posible la ejecución del PE.1
Un estudio7 sobre las dificultades mencionadas por las enfermeras para la aplicación de la SAE en un hospital universitario demostró que la aplicación de solo algunas etapas, más comúnmente, examen físico y la evolución de enfermería, fuera del contexto de los verdaderos principios y de la necesidad de la SAE, se produce como habitual en la rutina de enfermeras, contribuyendo a que técnicos y auxiliares no experimentan la idea de sistematización y, de la misma manera, los estudiantes durante el período de aprendizaje práctico.
El PE está compuesto por una secuencia de etapas que lógicamente organizan el proceso de atención de enfermería.7 Técnicos y auxiliares de enfermería, así como los estudiantes, no experimentan la sistematización eficazmente cuando el PE se ha aplicado parcialmente - más comúnmente, examen físico y evolución de enfermería.
Además, se comprobó que la falta de uso de taxonomías en la práctica de la asistencia por preceptores y por el equipo de enfermería con el que los estudiantes tuvieron contacto durante la pasantía ha contribuido al aumento de las dificultades en la comprensión de la aplicabilidad de las taxonomías y su importancia para la realización del proceso de enfermería.
Además, se destaca la necesidad de que los proyectos pedagógicos destinados a la formación de técnicos de enfermería proporcionen la enseñanza de aplicabilidad de taxonomías en el contexto del desarrollo de la asistencia sistemática y ejecución del PE para que, de esta manera, mejor se adapten a las nuevas exigencias del sector de la salud y el mercado de trabajo.
El hecho de que la mayoría de los estudiantes entrevistados reconocieron que el enfoque dentro en clase no era suficiente para completar la comprensión acerca de cómo ocurre la ejecución del PE en la práctica clínica indica una apertura a la reforma del plan de estudios del curso, dando a los estudiantes la oportunidad de aprender más sobre esta metodología.6
Además, la pasantía supervisada representa el “momento de la formación en que el futuro técnico de enfermería tiene la oportunidad de entrar en contacto con la realidad de la profesión, y tener la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos mediante su confrontación con la realidad [...]”.9 Por lo tanto, es una etapa fundamental y decisiva para que el estudiante adquiera conocimientos y habilidades en el contexto del desarrollo de la SAE.
En relación a las competencias desarrolladas necesarias para la ejecución del PE, la mayoría de los estudiantes encuestados afirma conocer la resolución COFEN n° 358/2009 que regula la SAE y la aplicación del PE, lo cual demuestra que el técnico de enfermería es responsable de actuar en equipo y participar en la etapa de la “aplicación”, y las etapas restantes son funciones privadas de la enfermera. Este hallazgo contrasta la literatura disponible, que muestra que los técnicos y auxiliares no pueden identificar en cuál de las fases participan.2
Esto pone de manifiesto un importante paso en el proceso de formación de los técnicos de enfermería para actuar usando la SAE como una herramienta de trabajo, ya que favorece el entendimiento sobre cómo realizar la atención ligada a la planificación.
Otro aspecto positivo se refiere al hecho de que la mayoría demuestra conocimiento sobre el número y la secuencia de etapas que constituyen el PE, sin embargo, es necesario consolidar esta competencia ofreciendo a los estudiantes la experiencia práctica sobre cómo estas etapas si operan en el ejercicio de las actividades del equipo de enfermería.
El sistema de las taxonomías NANDA, NIC y NOC son los más utilizados en Brasil, tienen conexiones que facilitan el desarrollo del razonamiento clínico y la toma de decisiones en la práctica profesional, y se identifican como potenciales de aprendizaje.9 Se entiende que tales clasificaciones, así como todos los sistemas de la taxonomía disponibles, también deben ser parte del plan de estudios del técnico en enfermería, de esta manera, el técnico debe conocer todos los aspectos que constituyen el PE.
En cuanto a la importancia atribuida a la SAE en el contexto de la labor de los técnicos de enfermería, tomando como base las razones por las que los estudiantes consideran que el SAE agrega calidad a la asistencia de enfermería, fue posible observar de manera general que los estudiantes creen firmemente en el potencial de la SAE, principalmente a fomentar la organización de la labor del equipo de enfermería. Esto fue demostrado por las citaciones hechas por estudiantes para justificar su importancia. Encuestas con enfermeras y técnicos muestran que estos profesionales también consideran la SAE importante.2,10
Es necesario, por tanto, subrayar la importancia de cómo los estudiantes perciben la SAE, ya que es el principal factor de la ejecución del PE.10
Aunque los estudiantes creen en la importancia de la SAE, se observaron algunos factores para su desarrollo, el principal fue el desconocimiento acerca de la importancia de la normalización de las intervenciones de enfermería sugerida por la NIC. Con esto, aunque pueden identificar en qué etapa participan, los estudiantes no pueden comprender los objetivos de la clasificación sugerida por la NIC, dificultando su integración al PE.
La enseñanza sobre cómo desarrollar una asistencia sistematizada debe basarse, por consiguiente, en la relación que existe entre las taxonomías. Así, al ejemplo del sistema NANDA-NIC-NOC, la NIC, con las taxonomías NANDA y NOC, disponen de conexiones, de modo que la NANDA facilita el juicio clínico por una agrupación de las respuestas del paciente, con el objetivo de seleccionar las intervenciones propuestas por la NIC, a su vez necesarias para alcanzar resultados posibles y deseables basados en la NOC.9
Además, aunque la mayoría de los estudiantes juzgan el pensamiento crítico importante para la formulación de diagnósticos y prescripciones de enfermería, hay una porción considerable que no lo considera, y devaluan este elemento en la toma de decisiones para la selección de los diagnósticos y prescripciones de enfermería. Se supone que esta dificultad para entender cómo funcionan las etapas de diagnóstico y prescripción del PE es el resultado de la poca comprensión de estos estudiantes sobre el uso y la función de las taxonomías. Estos datos refuerzan los hallazgos en la literatura que demuestran que hay lagunas en el proceso de formación de los técnicos de enfermería, que es necesario superar, para que estos profesionales sean capaces de ofrecer un cuidado más eficiente.11
En conclusión, la mayoría de los estudiantes afirmó desconocer las características de la SAE y del PE. De este modo, creen que la experiencia con la sistematización de la asistencia a la enfermería ha sido inadecuada durante la formación profesional, perjudicando su desempeño en la aplicación del PE. Así, cabe señalar la importancia de la formación profesional en el proceso de implementación y ejecución del PE en los lugares de trabajo de enfermería.
Se señala como una limitación del estudio el hecho de la investigación abordar la realidad de solo una escuela técnica. Sin embargo, se cree que los resultados presentados y discutidos contribuyen a la creación de un espacio para debatir sobre la importancia de que todos los profesionales que integran el equipo de enfermería necesitan dominar todas las etapas del proceso de enfermería.
