Introducción
La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad metabólica que afecta a la población y se considera uno de los mayores problemas de salud pública en la actualidad. El envejecimiento de la población, el aumento de la urbanización, el sedentarismo, la alimentación inadecuada y la obesidad son en gran parte responsables del aumento de la incidencia y prevalencia de DM, lo que representa un desafío para los servicios de salud.1
Actualmente, la DM es vista como una epidemia, ya que en 2015 contaba con 415 millones de personas en todo el mundo que viven con la enfermedad, con estimaciones que llegan a 642 millones en 2040.2 En Brasil, cerca de 12 millones de brasileños, entre 20 y 79 años conviven con la enfermedad, esto coloca al país en la quinta posición como causa mundial de muerte.3
La DM es un grupo heterogéneo de trastornos metabólicos que presentan en común la hiperglucemia, resultante de defectos en la acción de la insulina, en la secreción de insulina o ambas, clasificándose en: DM tipo 1 (DM1), DM tipo 2 (DM2), DM gestacional y otros tipos específicos de DM. El tratamiento se realiza mediante medidas farmacológicas y no farmacológicas con el fin de controlar los niveles glucémicos con el fin de evitar complicaciones agudas y crónicas, promover la Calidad de Vida (CV) y reducir la mortalidad.4
El conocimiento sobre la enfermedad y la actitud adoptada hacia el autocuidado de la DM se han relacionado con la CV. Se cree que cuanto más amplio conocimiento tiene el individuo sobre la enfermedad y su tratamiento, mayor es la probabilidad de que adopte actitudes positivas, lo que se traduce en aspectos que pueden verse reflejados directa o indirectamente en su CV.5
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la CV se define como la percepción que tiene el individuo de su posición en la vida, en el contexto de la cultura y en el sistema de valores en el que vive y en relación con sus metas, expectativas, estándares e inquietudes.6
Por eso, la evaluación de la CV se torna fundamental para la formulación e implementación de estrategias de atención a las personas con DM, basadas en la identificación de factores que interfieren en la CV, para que las intervenciones sean efectivas y capaces de minimizar o prevenir su deterioro.7 Así, este estudio tuvo como objetivo, evaluar la calidad de vida de personas con diabetes mellitus monitoreadas por la Unidad Básica de Salud.
Métodos
Estudio transversal y cuantitativo realizado en una Unidad Básica de Salud (UBS) de la ciudad de Teresina (Piauí). La población que presentaba un diagnóstico de DM en la UBS, según el registro realizado por los Agentes Comunitarios de Salud, fue de 425 personas. Para el desarrollo del estudio se realizó un cálculo de muestra de poblaciones finitas, con margen de error de 5 %, un nivel de confianza de 95 % y una prevalencia presumida de 7 %, lo que resultó en una muestra de 82 participantes.8
Criterios de inclusión: edad igual o superior a 18 años, de ambos sexos, atendidos por UBS y asistidos por el programa Hipertensos y Diabéticos.
Criterios de exclusión: presentar condiciones psicológicas o cognitivas detectables por el Mini Examen del Estado Mental que comprometiera la comprensión y llenado de los instrumentos. Ningún participante fue excluido por estos criterios.
La recolección de datos se realizó en días hábiles en los turnos de la mañana y de la tarde entre los meses de febrero y mayo de 2019. Los participantes fueron seleccionados mediante muestreo de conveniencia, en el cual fueron invitados a participar de la investigación, diabéticos que se encontraban en la UBS, mientras esperaban atendimiento médico. Aquellos que cumplieron con los criterios de inclusión fueron informados sobre los objetivos y procedimientos de la investigación. Las entrevistas fueron realizadas por el investigador responsable en una sala provista por la unidad.
Se utilizaron los siguientes instrumentos: Instrumento I: se contempló variables sociodemográficas (edad, sexo, color de piel, vivienda, estado civil, educación, situación laboral e ingresos familiares) y clínicas (tipo de diabetes mellitus, tiempo de diagnóstico, tabaquismo, alcoholismo, tratamiento, comorbilidades / complicaciones presentes y actividad física); Instrumento II: Mini Examen del Estado Mental (MEEM), utilizado para el seguimiento de los déficits cognitivos, traducido y validado para Brasil por Brucki y otros.9) Compuesto por siete categorías: orientación para tiempo (5 puntos), orientación para ubicación (5 puntos), registro de tres palabras (3 puntos), atención y cálculo (5 puntos), recuerdo de las tres palabras registradas (3 puntos), lenguaje (8 puntos) y capacidad constructiva visual (1 punto). La puntuación varía entre 0 y 30 puntos; Instrumento III: Problems Areas in Diabetes Scale (PAID), validado en Brasil por Gross,10 que tiene como objetivo evaluar el impacto de la DM en la CV. Compuesto por cuatro dominios: problemas emocionales (12 ítems), problemas de tratamiento (3 ítems), problemas relacionados con la alimentación (3 ítems) y falta de apoyo social (2 ítems). Los participantes evaluaron la gravedad de cada problema en una escala Likert de cinco puntos (0, "no es un problema" a 4, "problema grave"). El PAID produce una puntuación total que va de 0 a 100, en la que una puntuación alta indica un nivel más severo de angustia emocional. Este puntaje se obtiene sumando las respuestas de 0 a 4 en los 20 ítems del PAID y multiplicado por 1,25.11
Los datos se analizaron mediante el Software Statistical Package for Social Science (SPSS), con el objetivo de realizar un análisis descriptivo e inferencial. Las medidas de tendencias centrales se calcularon para variables numéricas (media y mediana), frecuencia absoluta y porcentaje de dispersión (desviación estándar). En el análisis inferencial se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para verificar la normalidad de los datos, la prueba de Kruskal-Wallis y la prueba U de Mann-Whitney (pruebas comparativas no paramétricas), la prueba t de Student y Analysis of variance (ANOVA) (pruebas paramétricas comparativas). El criterio para determinar la significancia adoptado en el estudio fue el nivel del 5 % (p < 0.05).
La investigación fue aprobada por el Comité de Ética en Investigación de la Universidad Estatal de Piauí bajo 3.137.861. Todos los participantes firmaron el Termo de Consentimiento Libre Esclarecido.
Resultados
De los 82 participantes, 63 (76,83 %) eran mujeres, 34 (41,46 %) tenían 70 años o más, 39 (47,56 %) estaban casados o en una unión estable, 38 (46,34 %) habían terminado la escuela primaria, 54 (65,85 %) se consideraron morenos, 44 (53,66 %) jubilados, 66 (80,49 %) tienen casa propia y 41 (50,00 %) tienen un ingreso familiar de hasta un salario mínimo (Tabla 1).
En cuanto a las características clínicas, se verificó que 81 (98,78 %) eran pacientes con diabetes tipo 2, 77 (93,90 %) no fumadores, 63 (76,83 %) utilizaban únicamente antidiabéticos orales como forma de tratamiento, 60 (73,17 %) se consideraban sedentarios, 73 (90,12 %) no eran alcohólicos, 28 (34,15 %) tenían dos comorbilidades asociadas a diabetes y 20 (24,39 %) tenían entre seis y diez años de diagnóstico (tabla 2).
En cuanto a la valoración de CV a través de la medida específica del PAID, el dominio que presentó el promedio más alto, se concentró en “problemas emocionales” (20.07 ± 14.92) y el dominio “problemas relacionados con el apoyo social” con el promedio más bajo (2.05 ± 2,98). La puntuación total del instrumento presentó una media de 32,36 (± 21,07) (Tabla 3).
En cuanto a las asociaciones entre los dominios PAID y las variables sociodemográficas, se encontró que para el PAID total, solo la edad (p = 0,049) y el tipo de vivienda (p = 0,004) fueron significativos entre sí. También se observaron asociaciones significativas entre la variable edad (p = 0,017) y el tipo de vivienda (p = 0,021) con el dominio "problemas emocionales" y el tipo de vivienda (p = 0,003) con el dominio "problemas relacionados con la alimentación". En el resto de las variables, no hubo asociación significativa (Tabla 4).
Leyenda: k: prueba de Kruskal Wallis; a: Anova; u: U de Mann-Whitney; (*): Correlación estadísticamente significativa; SM: salario mínimo.
En el análisis entre los dominios PAID y de las variables clínicas, se observó que para el PAID total, solo el tipo de diabetes (p = 0,049) mostró asociación significativa. La asociación de dominios y variables clínicos fue significativa entre el dominio de “problemas emocionales” y los grupos de tipo de diabetes (p = 0,049) y tiempo de diagnóstico (p = 0,041). En el resto de las variables, no hubo asociación significativa (Tabla 5).
Discusión
Las características sociodemográficas de las personas que participaron del estudio son similares a las de otras investigaciones realizadas en el contexto brasileño, en las que se identificó que la mayoría eran del sexo femenino, ancianas, casadas o en unión estable, con primaria completa, morenas, jubiladas y con ingresos familiares de hasta un salario mínimo.11,12
Al investigar el impacto de la DM en la CV a través de PAID, se encontró que la puntuación total del instrumento tuvo un promedio de 32,36, lo que significa que la mayoría de los participantes tienen una buena CV, de manera similar a los resultados de las investigaciones realizadas en Minas Gerais en que la puntuación fue de 20 y en São Paulo fue 23, lo que apunta a un bajo impacto en la CV de los investigados.13,14 Cabe señalar que la comprensión de un buen estado de salud se relaciona con la ausencia de complicaciones derivadas de la DM, y en consecuencia, la enfermedad tiene un bajo impacto en la calidad CV.15
En cuanto al análisis de los dominios del cuestionario PAID, el dominio con mayor puntuación y mayor impacto negativo fue “problemas emocionales”. La condición emocional alcanza un impacto relevante en el pronóstico de la enfermedad e influye significativamente en la vida del individuo, ya que los pacientes diabéticos enfrentan importantes cambios en el estilo de vida como alteraciones en los hábitos alimentarios y adherencia a esquemas terapéuticos restrictivos, además de lidiar con el hecho de tener que convivir durante toda la vida con una enfermedad responsable por varias complicaciones clínicas a lo largo de su vida que pueden comprometer la CV.5,14
Aún sobre la evaluación del instrumento PAID, el puntaje más bajo se concentró en el dominio de “problemas relacionados con el apoyo social”, en el cual hubo una mejor CV en este aspecto. Se observa que los pacientes diabéticos con apoyo familiar presentan mejores perspectivas delante de la aceptación de la enfermedad y de la adhesión al tratamiento. En el estudio realizado con 983 diabéticos en la UBS de Curitiba-PR,16 se encontró que las personas con protección social tienen más probabilidades de tener niveles de glucosa en sangre controlados y que la familia tiene un papel en el apoyo emocional, mental, afectivo y en el apoyo físico, siendo considerada una red de apoyo y un centro de acogida para personas que viven con DM.17
Entre las características sociodemográficas, la variable edad presentó una asociación con el dominio "problemas emocionales", lo que indica que los pacientes mayores tienen mejor CV relacionada con la DM. Esto se debe a que los adultos mayores participan de manera más activa en las acciones de promoción de la salud, siendo instruidos para realizar sus exámenes y, como resultado, llegan a un diagnóstico más precoz, además de que cuanto mayor es la persona, mejor la adaptación y aceptación de la enfermedad.15,17
Se observó que la población joven, con edades comprendidas entre los 40 y los 49 años presentaba mayores niveles de estrés y una baja CV, pues en esta fase al recibir el diagnóstico de la enfermedad, el individuo se encuentra en shock emocional por no estar preparado para vivir con las limitaciones resultantes de su condición clínica y cambios en su estilo de vida.18
La variable tipo de vivienda se asoció con el dominio "problemas emocionales" y "problemas relacionados con la alimentación", lo que indica que las personas que viven en sus casas propias tienen mejor CV. Estos resultados demuestran que la falta de estabilidad en la propiedad de una vivienda es un factor que compromete la emocionalidad del paciente y genera un impacto negativo en la CV.
En cuanto a las características clínicas, la variable tipo de diabetes se asoció con el dominio "problemas emocionales" con predominio del tipo 2 entre los participantes. La DM2 es la forma más común en el 90 al 95 % de los casos y es una condición crónica que requiere que el paciente siga un régimen terapéutico que incluye desde el uso de medicamentos hasta el seguimiento de la dieta, la actividad física y la incorporación de hábitos saludables, cuya ausencia de tratamiento y control glucémico puede desarrollar complicaciones con repercusión en la CV.12,19
En cuanto al momento del diagnóstico, se asoció con el dominio "problemas emocionales", lo que muestra que las personas con DM entre los seis y los 10 años del diagnóstico tienen mayor el sufrimiento emocional y baja CV relacionada con la enfermedad. En el estudio realizado con 1320 diabéticos en Minas Gerais,20 los resultados mostraron que la presencia de complicaciones relacionadas con la diabetes puede estar asociada con la duración de la enfermedad, y cuando las complicaciones empeoran e intensifican el tratamiento, los individuos reportan más angustia y se sienten más vulnerables.21,22
Entre las limitaciones del estudio, se asume que el bajo nivel educativo puede haber dificultado la compresión de las preguntas del cuestionario e influido en la evaluación del impacto de la DM en la CV. Además, se cree que la baja adherencia de las personas con DM1 en la UBS puede haber sido un obstáculo para la participación de ellos en la investigación. Es de destacar que las limitaciones no invalidan los resultados de este estudio, debido a la falta de estudios que evalúen la CV de diabéticos en Brasil, en particular en la región noreste.
En conclusión, los resultados de este estudio concluyeron que la mayoría de las personas que viven con diabetes tienen una buena CV, y quienes sufren un impacto negativo tienen el factor emocional como dominio más afectado. Entre las condiciones sociodemográficas y clínicas asociadas a la baja CV se destacaron la edad, el tipo de vivienda, el tipo de diabetes y el tiempo desde el diagnóstico de la enfermedad.
Por tanto, es fundamental que el enfermero controle a estos pacientes para identificar los factores que interfieren negativamente en la CV. También es relevante el uso de instrumentos validados y específicos para evaluar el impacto de la DM en la CV, ya que esto promoverá la planificación de acciones específicas dirigidas a estos colectivos con el fin de promover una mejor adherencia a prácticas que influyan positivamente en la calidad de vida.