Mi SciELO
Servicios Personalizados
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Revista Cubana de Medicina General Integral
versión On-line ISSN 1561-3038
Rev Cubana Med Gen Integr v.18 n.4 Ciudad de La Habana jul.-ago. 2002
Padre o progenitor. El paternaje, su conceptualización
Ignacio González Labrador,1 Rosa María González Salvat2 y Emilia Miyar Pieiga3
Resumen
Se conceptualiza el proceso llamado PATERNAJE según criterio del autor, y cómo dicho proceso influye en la afectividad, sentimientos y vida sexual masculina. Se ejemplifican momentos, procesos y situaciones que erróneamente por convencionalismos sociales o juicios equivocados se consideran excluyentes para los hombres. Se conceptualiza según letras que componen dicha palabra.
DeCS: PADRE; PATERNIDAD; SEXO; SEXUALIDAD.
El acto de procrear está situado entre lo instintivo y lo racional. Limitándonos estrictamente al momento de su consumación, se aproxima de esta manera el concepto de procreación a lo racional, en tanto que la sexualidad se aproxima a lo instintivo, separando arbitrariamente a las 2 partes de un solo hecho.1
Hay parejas en las que el deseo de descendencia es anterior a las relaciones sexuales, y otras en las que el sentimiento se despierta al iniciarlas. En cambio, el enfrentamiento de la gestación se lleva a cabo de diferente manera en hombres y mujeres, y afecta la vida y la sexualidad de forma distinta según el sexo.
Históricamente a la mujer se le asocian binomios casi míticos: mujer es igual a madre, o mujer es igual a familia, ligados ambos a determinantes biológicos instintivos.2 De ahí se comienzan a definir los mitos femeninos como mujer-madre. El amor femenino es concebido romántico y con pasividad erótica; sin embargo, en el hombre históricamente se le asocian mitos diferentes, como considerar que el amor masculino es igual al sexo y placer, o que está matizado por la agresividad erótica, y en último lugar se sitúa la relación hombre-padre.
Al varón se le prepara para la convivencia social, se magnifica su virilidad, se sobreexige un determinado comportamiento sexual, se la reduce la expresión de sentimientos, se estimula su libertad, se refuerza su entrenamiento en el sexo, pero nunca se piensa en qué piensa el hombre con la llegada de un hijo. Poco se prepara al hombre para las vivencias y responsabilidades de este evento vital, se pierde de vista la educación y preparación de la paternidad.3
Durante la gestación, y aún después de esta, al hombre se le excluye de este proceso, ya que se considera como espacio femenino, sin tener en cuenta que él también formó parte de su génesis.
Al llegar la gestación al futuro padre se le felicita y se le considera fuera del juego durante los 9 meses restantes. Se le pregunta siempre por la salud de su esposa, y después del parto por el recién nacido, y él ¿qué? Por ello, nos preguntamos, ¿qué es un padre?, y puede haber muchos que piensen en un progenitor. El progenitor conceptualmente es el portador de genes programado para perpetuar la especie, pero el padre, la paternidad, es algo mucho más amplio y trascendente.
Actualmente muchos hombres se sienten desposeídos de su paternidad, pues existe una enorme brecha entre coito fecundante y crianza-educación de los hijos (este último considerado espacio femenino por excelencia). Además, los estereotipos de paternidad en la sociedad actual separan los papeles masculinos y femeninos de forma rígida, ya que la mujer lleva la vivencia del embarazo, y esto puede elevar a que el hombre (futuro padre) se sienta indiferente.4
Durante el parto no todos los hombres participan junto a su mujer en él, pues no todos los hospitales lo permiten. Además, no todas las mujeres aceptan de buen grado la presencia del marido (dicen es asunto de mujeres y médicos y hay que respetar las diferencias de sexo). Otras viven el parto como algo terrorífico, humillante y repugnante, y temen la reacción del marido y que no las desee más después de vivir este momento. Muchos hombres no se motivan a participar, pues se les ha dejado fuera desde el inicio del proceso.
Después del parto, los hombres no se ocupan de los recién nacidos (es asunto de mujeres). El hombre resulta torpe e indiferente, incluso se considera un intruso entre el binomio madre-hijo. Durante todo este proceso (embarazo- parto- puerperio), hay modificaciones en los sentimientos, afectos y sexualidad masculina que hemos definido como paternaje (proceso que empieza con la gestación-parto-crianza del hijo, y que no termina nunca), y sobre el cual hacemos este acercamiento conceptual, según las letras con que se forma dicha palabra.
Paternaje
P-Parir no es su problema (¿del padre?) Preocupación por todo lo que implica la gestación (él pasa a un segundo plano).
A- Asistir a consultas de atención prenatal cuando la gestación no la lleva él, ni le pagan el día como a ella para asistir a esos servicios. Socialmente no está contemplado en las disposiciones legales.
T- Terminar con premura algunos proyectos antiguos o recientes en función de la gestación. Temor a no saber ser padre, ¿quién lo enseña?
E- Espera de 9 meses sin gran participación, pues el proceso ocurre en ella. Él solo debe esperar a recibir el fruto de su acción fecundante. Hay posibles cambios futuros con el Programa de Maternidad y Paternidad Consciente y el Papá Acompañante Durante el Parto.
R- Relaciones de pareja cambian y se modifican, pues se modifica el pensamiento femenino, su forma de ver las cosas, de pensar, sus valores cambian en función del futuro hijo.
N- Necesidades sexuales cambian con su pareja (en dependencia del tiempo de gestación). Lógicamente esto es personalizado. Las necesidades sociales y familiares cambian (crisis de la familia por incremento). La responsabilidad masculina es fundamentalmente de proveedor (buscar cuna, alimentos, dinero, etc.).
A- Ansiedades, inquietudes y preocupaciones masculinas. ¿Cuál es el papel del futuro papá?, ¿quién lo prepara?, ¿a quién le pregunta?, ¿ a quién copia?, ¿cómo hacerlo?; y todo esto no se comunica, pues el proceso del embarazo es femenino y lo han dejado fuera, pero además los estereotipos sexistas no lo permiten
J- Juicios externos sociales, ya sea del padre o de los amigos que pertenecen a una sociedad donde solo se le asigna al hombre el papel de resolver lo económico, lo material, y donde se le inculca que el embarazo no es su problema. La esposa no siempre le da participación, y si le hace preguntas, él no sabe qué responder.
Por otra parte, ocurre también que la apariencia femenina cambia. Según avanza la gestación su cuerpo se deforma y el hombre quiere ver los cambios físicos, pues los considera consecuencia de su acción masculina de fecundar y ella no lo deja. Su función se reduce a la de macho-proveedor, pero ¿cómo?
E- Erotismo. Se modifica con el paso del tiempo según trimestres de la gestación. Durante el primer trimestre su libido no se modifica, pero hay disminución de las relaciones sexuales por modificaciones en la mujer.
En el segundo y tercer trimestres en el hombre hay disminución de la libido, y las relaciones sexuales disminuyen, ya sea por cambios físicos femeninos, o por temor a dañar al feto o la madre. Hay modificaciones de las posiciones coitales forzadas por los cambios corporales femeninos.
Igualmente en el posparto, hay cambios físicos dados por la cicatriz de la episiotomía, la amplitud de la vagina y por el propio proceso del maternaje femenino, que modifican el erotismo de la pareja.
Summary
The so-called paternity process is conceptualized according to the author's criterion and it is explained how this process influence on the affectivity, feelings and male sexual life. Examples are given of moments, processes and situations that erroneously due to social conventionalisms or wrong judgements are considered as excluding for men. It is conceptualized taking into account the words composing this word.
Subject headings: FATHERS; PATERNITY; SEX; SEXUALITY.
Referencias bibliográficas
- Mila del Pozo En: Embarazo y nacimeinto gozosos. Cap. 16 Barcelona: Edit Integral;1988. P. 44.(monográfico,4).
- Arez MP. En: Género salud y cotidianidad. Cap.1 La Habana: Edit Científico Técnica; 2000.p.41.
- Fdez RL. En: Género, salud y cotidianidad. C 3. La Habana: Edit Científico Técnica; 2000. P. 80.
- Best K. En: Network, en Español P 35 Vol. 18 No 3 Editorial de Family Health International North Carolina. E.E.U.U. 1998. P.35.
Recibido: 19 de noviembre de 2001. Aprobado: 2 de mayo de 2002.
Dr. Ignacio González Labrador. Calle 66 A # 2905 entre 29 y 29 A, Buenavista, municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.
1 Especialista de I Grado en Obstetricia y Ginecología. Profesor Asistente de Ginecología. Máster en Pedagogía Sexual.
2 Especialista de I Grado en Obstetricia y Ginecología. Máster en Asesoramiento Genético.
3 Especialista de I Grado en Pediatría. Profesora Asistente de Pediatría. Máster en Pedagogía Sexual.