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Revista Cubana de Medicina General Integral
versión On-line ISSN 1561-3038
Rev Cubana Med Gen Integr v.21 n.1-2 Ciudad de La Habana ene.-abr. 2005
Polifarmacia en los adultos mayores
César Martínez  Querol,1 Víctor T. Pérez Martínez,2  Mariola Carballo Pérez 3 y Juan J. Larrondo  Viera4    
     
 
Resumen
Se  realizó un estudio descriptivo de corte transversal con 118 senescentes  de la población de adultos mayores del consultorio del Médico de  la Familia 80.1 del Policlínico "Ana Betancourt", en el municipio  Playa. A todos se les llenó una encuesta formulario que contemplaba sus  datos generales, así como las enfermedades crónicas y los trastornos  de los órganos de los sentidos que padecía. Se enumeraron los medicamentos  que ingieren, con la dosis y periodicidad, tanto los prescritos como los autoprescritos,  y se consignaron las reacciones adversas atribuidas a los fármacos consumidos.  Se revisaron los controles de dispensarización y sus historias clínicas  individuales.La prevalencia de polifarmacia detectada fue de 46 casos (39 %).  El total de preparados prescritos fue de 303, con un promedio de 3,1 por paciente,  la cifra de autoprescripciones fue 49 casos (41 %) con 113 fármacos, y  un promedio de preparados autorrecetados por anciano de 2,3, siendo los fármacos  más indicados por los facultativos los hipotensores, los diuréticos,  los psicofármacos, los analgésicos y los antidiabéticos;  y entre los autorrecetados se encontraban las vitaminas, los analgésicos,  los laxantes, los antihistamínicos y los psicofármacos. Las reacciones  adversas se presentaron en 36 casos (37,2 %), señalándose que todas  fueron ligeras y atribuidas a fármacos prescritos por los facultativos.    
      
 Palabras clave: Ancianos, polifarmacia, autoprescripción, reacciones  adversas.
Los adultos mayores constituyen un grupo poblacional que  cada día va en aumento, y son ellos los que mayor medicación y atención  médica requieren. Esta polifarmacia incrementa las posibilidades de reacciones  adversas a los medicamentos e interacciones medicamentosas en potencia, por lo  que los fármacos constituyen la primera fuente de trastornos iatrogénicos  en los ancianos, atribuible a que muchas veces se indican a dosis muy elevadas  y numéricamente muchos productos, o también a frecuentes errores  de los ancianos al tomar los productos, ya sea por por trastornos de la memoria,  la visión, la disminución de la destreza manual o por la presentación  incorrecta de los preparados, y si a esto añadimos el mal hábito  de automedicarse, que es otro aspecto que acrecenta la aparición de polifarmacia,  que aumenta con la edad y que es forma terapéutica muy difundida entre  los senescentes, es algo que hay que seguir muy de cerca.1-3    
      
 Los ancianos tienen de 2 a 3 más probabilidades de tener una reacción  adversa a los fármacos, explicable por la disminución marcada de  la aclaración renal y hepática, por la afectación de la distribución  tisular, y la reducción de los niveles séricos de albúmina  que provoca más droga libre. Hay una mayor respuesta ante igual nivel sérico  que los jóvenes, así como una mayor posibilidad de recibir múltiples  medicamentos.2 La morbilidad múltiple  que acompaña al envejecimiento, facilita comprender el aumento del consumo  de drogas en este grupo, lo que complica más el tratamiento.3  
Los factores económicos deben tenerse en cuenta, por cuanto la población  geriátrica es el segmento con menos ingresos económicos y con mayores  gastos por medicamentos. La deficiente supervisión por parte del equipo  médico se convierte en un importante factor que puede influir negativamente  en la aparición de reacciones adversas a los medicamentos.1-3    
      
 La polifarmacia, definida como la utilización de múltiples  preparados farmacológicos prescritos o no, se ha constituido, junto con  el delirio, las demencias, las caídas, la inmovilidad y la incontinencia  en uno de los grandes retos a la geriatría de nuestros tiempos. Asimismo  la polifarmacia se encuentra dentro de los criterios aceptados categóricamente  de fragilidad en los ancianos. 1-7 Esta apasionante  problemática nos motivó a realizar la presente investigación,  que persigue como objetivo fundamental conocer el fenómeno polifarmacia  y su expresión en la población geriátrica de un consultorio  del Médico de Familia.
    
 Métodos
    Se realizó  estudio exploratorio de corte transversal con la población geriátrica  de un consultorio del Médico de la Familia del Policlínico "Ana  Betancourt", municipio Playa, durante el año 2003, y que asciende  a 142 adultos mayores, aplicándosele a 118 de ellos una encuesta formulario  (se excluyeron 24 del estudio por encontrase fuera del municipio, de la provincia  o del país, y 4 más por negarse a participar) en la que se recogieron  sus datos generales (nombre y apellidos, dirección, edad, sexo, grado de  escolaridad y categoría ocupacional). Se consignaron además las  enfermedades que padecían los encuestados, así como los déficit  de los órganos de los sentidos que presentan, los grupos dispensariales,  el tratamiento que siguen por prescripción médica, que incluyó  qué medicamento era, la dosis y la periodicidad. Asimismo se relacionaron  los medicamentos que el anciano toma por su cuenta, señalando preparados,  dosis y periodicidad; si han aparecido reacciones adversas o efectos colaterales  desagradables, y a cuál o cuáles medicamentos se le atribuyeron.  En todos los casos se contó con el consentimiento informado de forma verbal  de todos los participantes.    
     
 Los resultados se procesaron utilizando computadora  tipo Pentium 4 y se confeccionaron tablas. Fueron revisados los controles de dispensarización  y las historias clínicas individuales de la totalidad de los adultos mayores.  Consideramos polifarmacia cuando el anciano utilizó múltiples drogas  con el objetivo de hallar alivio a sus males, y que para su operacionalización  lo llevamos hasta 3 preparados de medicamentos diarios como cifra normal, sin  incluir vitaminas y minerales; es decir, que cuantitativamente consideramos polifarmacia  si el senescente consumía 4 o más fármacos diariamente.     
      
 Otro concepto que manejamos es la automedicación o autoprescripción,  que es la forma terapéutica muy manejada por los senescentes consistente  en utilizar fármacos sin prescripción facultativa, buscando alivio  a sus diversos problemas.
    
 Resultados
    De los 118 adultos mayores  incluidos en el estudio el 65 % eran del sexo femenino y el 35 % del masculino.  El grupo de edades más numeroso resultó ser el de 60-65 años,  para ambos sexos, con 27 personas del sexo femenino (28 %) y 14 del masculino  (31 %), seguido del grupo de 65-69 años con 27 ancianos del sexo femenino  (32 %) y 11 del masculino (30 %).    
     
 El nivel educacional predominante fue  el de primaria terminada con 38 (32 %), seguido del de secundaria básica  con 17 (14 %), el preuniversitario con 23 (20 %) y el universitario con 18 senescentes  (15 %). En cuanto al estado ocupacional se destacan los jubilados con 66 (56 %),  mientras que 22 (19 %) trabajaban activamente.    
     
 Acerca de a los grupos  dispensariales de nuestros adultos mayores predominó, lógicamente,  el grupo III (enfermos) con 89 (75 %), seguido del grupo II (con riesgo) con 18  ancianos (15 %), el grupo I (supuestamente sanos) con 9 (8 %), y finalmente el  grupo IV (con secuelas) con 2 (2 %).    
     
 Entre las enfermedades crónicas  no transmisibles detectadas predominó significativamente la HTA en 58 adultos  mayores (49 %), le siguió la osteoartrosis con 40 (34 %), la cardiopatía  isquémica con 26 ancianos (22 %), la diabetes mellitus con 14 (12 %), la  enfermedad cerebro vascular con 9 (8 %) y finalmente el asma/EPOC con 8 casos  (7 %). Igualmente el 20 % de los pacientes encuestados padecen trastornos visuales  con defectos refractivos, el 13 % presentaba hipoacusia, el 9 % cataratas y el  6 % glaucoma.    
     
 Los factores de riesgo que más incidieron en la  población estudiada fueron: el tabaquismo en 30 ancianos (25 %), el hecho  de vivir solos en 21 (18 %), la edad igual o superior a los 80 años en  18 (15 %), la inactividad en 13 ancianos (11 %), el desamparo y la pobreza en  8 (7 %), y finalmente, la obesidad en 6 senescentes (5 %).     
     
 En cuanto  al comportamiento de la morbilidad desde el punto de vista cuantitativo podemos  observar que el 18 % de los adultos mayores no presentaban enfermedades, el 29  % solo presentaban una enfermedad crónica, el 31 % padecía 2 enfermedades  crónicas, el 20 % 3 o más y el 2 % presentó secuelas de enfermedades  o accidentes (tabla 1).
TABLA 1. Comportamiento cuantitativo de las enfermedades crónicas no transmisibles"
|       Categorías   |       No.  |        %  | 
|       Sin enfermedades  crónicas  |       21  |       18  | 
|       Con 1 enfermedad crónica   |       34  |        29  | 
|       Con 2 enfermedades  crónicas  |       37  |       31  | 
|       Con 3 o más enfermedades crónicas  |        24  |       20  | 
|       Con secuelas de enfermedades o accidentes  |        2  |       2  | 
|       Total   |       118   |        100  | 
         Fuente:  Investigación realizada.    
 
En relación con los fármacos consumidos por los pacientes constatamos que 303 preparados eran por prescripción médica, lo que arrojó 3,1 medicamentos promedio por ancianos; mientras que los autoprescritos ascendieron a la suma de 113, para un promedio de 2,3 por senescente (tabla 2).
TABLA 2. Cuantía total de los preparados medicamentosos consumidos por los senescentes
|           Fármacos consumidos  |        Cantidad de preparados   |       Promedio  por anciano  | 
|       Prescritos  |         303   |       3,1  | 
|       Autoprescritos   |       113    |       2,3  | 
|       Total    |       510  |        -  | 
Fuente: Investigación realizada.
En el grupo de 118 adultos mayores estudiados  por nosotros se comprobó que un total de 49 (41 %) se autoprescribían  medicamentos, de los cuales 46 (94 %) lo hacen con cantidades que oscilan entre  1 y 3 fármacos, mientras que 3 ancianos (6 %) consumen 4 medicamentos o  más per cápita. También observamos que 21 pacientes  no consumen ningún medicamento, mientras que 97 consumen 1 o más  preparados farmacológicos: entre 1-3 medicamentos (59 ancianos para un  61 %), y 4 o más medicamentos un total de 38 ancianos para un 39 %. La  prevalencia de polifarmacia encontrada en nuestra investigación en los  118 adultos mayores estudiados fue de 46 casos para un 39 %.    
     
 Los grupos  de medicamentos más indicados resultaron ser los hipotensores en 38 (13  %), muy seguidos de los diuréticos en 34 senescentes (11 %), los psicofármacos  en 25 (8 %), los analgésicos en 20 (7 %), y finalmente los antidiabéticos  en 14 ancianos (5 %) (tabla 3). Los preparados más frecuentemente prescritos  fueron la clortalidona (21 %), la aspirina (18 %), el nifedipino ( 16 %), el diazepán  (12 %) y la digoxina (10,5 %).
TABLA 3. Grupos de fármacos más frecuentemente indicados
|       Grupos   |       Cantidad  indicada  |       %  | 
|       Hipotensores  |       38  |        13  | 
|       Diuréticos  |        34  |       11  | 
|       Psicofármacos  |       25  |        8  | 
|       Analgésicos  |        20  |       7  | 
|       Antidiabéticos  |       14  |        5  | 
Fuente: Investigación realizada.
En el grupo de fármacos autoprescritos  en nuestra investigación se encontraron las vitaminas (23 %), los analgésicos  ( 20 %), los laxantes (19 %), los antihistamínicos (14 %) y psicofármacos  (12 %) (tabla 4).    
 
TABLA 4. Grupos de fármacos autoprescritos
|           Grupos de fármacos  |       Cantidades indicadas  |        %  | 
|       Vitaminas  |        26  |       23  | 
|       Analgésicos  |       23    |       20  | 
|       Laxantes  |        21  |       19  | 
|       Antihistamínicos  |       16  |        14  | 
|       Psicofármacos    |       14  |       12  | 
Fuente: Investigación realizada.
Las reacciones adversas atribuibles a los  fármacos consumidos por los adultos mayores, del total de fármacos  utilizados, se refirieron 36 reacciones secundarias o adversas, que representó  el 37,2 %. En el 100 % de los casos estas reacciones fueron observadas en regímenes  prescritos por el médico, y todas fueron consideradas leves, aunque algunas  de ellas obligaron a la suspensión del fármaco. He aquí las  reacciones: cefalea en 15 casos (9 atribuidas al nifedipino y 6 al nitrosorbide);  edema maleolar en 5 casos, todos atribuidos al nifedipino; la astenia y debilidad  se observó en 7 casos, 4 atribuidos a la hidroclorotiazida y 3 a la furosemida;  el calor cefálico estuvo presente en 3 casos, atribuidos todos al ácido  nicotínico; poliuria en 2 casos, atribuidos al nifedipino; y el acné  se vio en 2 casos, atribuidos a la prednisona (tabla 5).    
 
TABLA 5. Reacciones adversas atribuidas a los fármacos prescritos
|       Reacciones adversas   |       Fármaco  atribuido   |       Cantidad de casos  |        %  | 
|       Cefalea   |        Nifedipino Nitrosorbide   |       9     6  |       9,3     6,1  | 
|       Edema  maleolar   |       Nifedipino  |       5    |       5,2  | 
|       Astenia    |       Hidroclorotiazida  |       4    |       4,1  | 
|        Furosemida   |       3  |        3,1  | |
|       Sensación  de calor en la cabeza   |       Ácido  nicotínico   |       3  |        3,1  | 
|       Palpitaciones    |       Propranolol  |       2  |        2,1  | 
|       Poliuria  |        Nifedipino  |       2  |        2,1  | 
|       Acné    |       Prednisona   |       2    |       2,1  | 
|       Total    |       36   |        37,2  | 
Fuente: Investigación realizada.
    
 Discusión
    Los aspectos referentes a la distribución de la población por grupos de edades, sexo, nivel ocupacional y educacional es coincidente en nuestra investigación con los datos aportados por el Diagnóstico de la Situación de Salud Geriátrica del área, y con trabajos similares realizados en la atención primaria de salud en la capital (Martínez CC. La actividad de educación al paciente geriátrico y su orientación al uso correcto de medicamentos en afecciones cardíacas Trabajo de Diploma en Ciencias Farmacéuticas, Ciudad de La Habana, 1996).
En cuanto a la morbilidad de nuestros ancianos,  el rasgo más relevante lo constituyó la morbilidad múltiple  que acompaña al adulto mayor, que en comparación con los grupos  más jóvenes, aquellos sufren más enfermedades crónicas  y menos agudas, siendo la pluripatología el rasgo distintivo de este grupo  poblacional, hecho reiterado en la bibliografía revisada. 1-3    
      
 Los problemas de salud de los ancianos incluidos en esta investigación  son similares a los que se exponen en el Diagnóstico de la Situación  de Salud Geriátrica del área, donde la HTA, la osteoartrosis, la  cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus, etc. ocupan los primeros  lugares en el área, así como se observó también en  otros estudios nacionales (Sanabria L. Educación para la salud y gerontogeriatría.  Instituto de Desarrollo de la Salud. Ciudad de La Habana, 1987) y (Carrasco M.  Morbilidad general de los ancianos en el área de salud del Policlínico  Reina. Trabajo de Terminación de Residencia, Ciudad de La Habana, 1981).    
      
 Referente a la cuantía de preparados farmacológicos consumidos  por los adultos mayores, tanto por prescripción como por automedicación,  se apreció una cifra significativamente elevada. Para Bliss el 75  % de la población mayor de 75 años recibe más de un medicamento  de cualquier tipo.8 Rofoed publica que  del 40 al 60 % de los ancianos se automedica, fundamentalmente por la artritis,  el insomnio y la constipación,9 hecho  corroborado en nuestra investigación, en la que el 41 % de nuestros casos  se autoprescribían medicamentos. Igualmente, en trabajos revisados en la  literatura médica española realizados en 1995 se observó  que el 74 % de la serie estudiada consumía medicamentos, siendo los fármacos  del aparato cardiovascular, nervioso y respiratorio los más utilizados,  con predominio particular de los antianginosos y los vasodilatadores, asociándose  el mayor consumo de drogas a la edad, el sexo femenino y el padecimiento de enfermedades  crónicas no transmisibles.9-11 Estudios  realizados en Norteamérica señalan que pacientes de 70 y más  años toman 4,5 preparados promedio prescritos por los facultativos, y 3,5  preparados promedio autoprescritos.12    
     
  En un trabajo realizado en Granada, España, con 416 ancianos de residencias  geriátricas se pudo apreciar que el 46 % estaba a nivel de autoprescripción,  sobre todo con los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), antiácidos  y laxantes, influyendo notablemente el número de enfermedades de los ancianos.10  Otra investigación realizada en Navarra, España, por Martín  Carrasco encontró una tasa de consumo de psicofármacos en los  ancianos del 39,6 %, y de ellos, los más usados fueron los ansiolíticos  e hipnóticos.11 En nuestra investigación  los psicofármacos prescritos por los médicos ocuparon el tercer  lugar (19 %) y los autoprescritos el quinto (14 %). Los trabajos de Nolan  y O'Malley ponen de manifiesto que en varios grupos de pacientes adultos  mayores el aumento de la ingestión de fármacos es notorio, y el  porcentaje de los que ingieren al menos un medicamento es del 55,8 al 90 %, en  diferentes países, con un promedio de 3 medicamentos por anciano, siendo  los más prescritos los analgésicos, la digoxina, los diuréticos,  los laxantes y los tranquilizantes menores. 13,14    
      
 La OMS definió como reacción adversa a un medicamento cualquier  respuesta perjudicial, que no fuere buscada, y que aparece a las dosis empleadas  en el hombre para el tratamiento, profilaxis o diagnóstico de las enfermedades.15  En estudio realizado por Cobos y García en España,  las reacciones adversas en ancianos que se autoprescribían fue de un 15  %, y los fármacos más consumidos fueron los AINES, los antiácidos  y los laxantes.10,16    
     
 Las reacciones  adversas se incrementan con el envejecimiento y los ancianos ingieren el doble  de los medicamentos que los jóvenes, por lo que no es raro que tomen entre  5 y 6 productos. En muchos estudios se ha establecido relación directa  entre la polifarmacia e incidencia de reacciones adversas. 17      
     
 En nuestra investigación se recogieron 36 reacciones adversas  atribuidas al tratamiento medicamentoso que recibían los gerontes (37,2  %), todas por fármacos prescritos por los médicos, y en la inmensa  mayoría de los casos en pacientes que recibían 3 o más medicamentos  al día.
    
 Conclusiones
-  La prevalencia de la polifarmacia  en la población estudiada ascendió a la cifra de 46 casos, lo que  representó el 39 % de la muestra. El grupo de edades predominante fue el  de 65-69 años y el sexo el femenino. Igualmente, la enseñanza primaria  concluida y los jubilados constituyeron los niveles educacionales y ocupacionales  más relevantes.    
 -  Predominó la HTA, la osteoartrosis  y la cardiopatía isquémica como causas de morbilidad, aunque también  el déficit visual por trastornos de refracción y la hipoacusia fueron  significativos en la serie estudiada.    
 -  Un porcentaje importante (25  %) de los adultos mayores practican tabaquismo, y el comportamiento cuantitativo  de la morbilidad evidenció la presencia de 2 o más enfermedades  crónicas en un por ciento elevado.    
 -  Se constató un  promedio de 3,1 fármacos prescritos como promedio por cada uno; y los grupos  de fármacos más frecuentemente indicados fueron los hipotensores,  los diuréticos, los psicofármacos, los analgésicos y los  antidiabéticos; aunque también se evidenció que la autoprescripción  estuvo al nivel de 2,3 preparados por anciano. Los más autoprescritos por  nuestros adultos mayores fueron las vitaminas, los analgésicos, los laxantes,  los antihistamínicos y los psicofármacos.    
 - Se apreció una cifra moderadamente elevada de reacciones secundarias adversas, todas de tipo ligeras, y en enfermos que consumían 3 o más preparados diariamente.
 
Summary
Polypharmacy in the older adults
A descriptive cross-sectional study was conducted  among 118 senescents from the population of older adults of the family physician  office 80.1 of "Ana Betancourt" Polyclinic, in Playa municipality. All  of them answered a questionnaire to collect their general data, as well as information  about the chronic diseases and disorders of the sense organs they suffered from.  The drugs they were taking, both prescribed and self-prescribed, with their doses  and periodicity were related, and the adverse reactions attributed to the drugs  consumed were also exposed. The classification registries and the individual medical  histories were reviewed. The prevelance of polypharmacy detected was of 46 cases  (39 %), The total of preparations prescribed was of 303 for an average of 3.1  per patient. The figure of self-prescriptions was of 49 cases (41 %) with 113  drugs and an average of self-prescribed preparations by aged person of 2.3. The  drugs prescribed the most by the physicians were the lowering pressure drugs,  diuretics, psychotropic drugs, analgesics and antidiabetes drugs. The most self-prescribed  drugs were vitamins, analgesics, antihistamines and psychotropic drugs. The adverse  reactions were observed in 36 cases (37.2 %). They were mild and attributed to  drugs prescribed by the physicians.    
 
Key words: Elderly, polypharmacy, self-prescription, adverse reactions.
    
 Referencias bibliográficas
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Recibido: 1ro. de noviembre de 2004.  Aprobado: 14 de enero de 2005.    
 Dr. César Martínez Querol.  Calle 5ta C # 9011 entre 90 A y 92, municipio. Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.
1  Especialista de I Grado en Medicina Interna. Profesor Asistente.     
 2  Especialista de I Grado en Psiquiatría y Medicina General Integral. Profesor  Instructor.     
 3 Psicóloga de  la Salud.     
 4 Especialista de I Grado en Administración de Salud.  

 











