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Revista Cubana de Medicina General Integral
versión On-line ISSN 1561-3038
Rev Cubana Med Gen Integr v.21 n.3-4 Ciudad de La Habana may.-ago. 2005
La interconsulta y la referencia
José Díaz Novás 1 y Bárbara Gallego Machado 2
Resumen
Se aborda el tema de la ínterconsulta y la referencia como habilidades esenciales del Médico de Familia, se explica su naturaleza y cómo llevar a cabo estos procedimientos, enfatizándose en la importancia de su desarrollo correcto, las causas que los motivan y la responsabilidad del médico con el paciente.
Palabras clave: Ínterconsulta, referencia.
Todos los médicos, independientemente de su especialidad, necesitan en ciertos casos los consejos de otros sobre la atención a determinados pacientes. A medida que los médicos centralizan su entrenamiento y limitan su trabajo dentro de los marcos cada vez más estrechos de algunas especialidades, menos oportunidades van a tener de resolver los múltiples problemas que puedan presentar sus pacientes, y más van a necesitar de las opiniones de otros colegas. Los Médicos de Familia, con un perfil de conocimientos más amplio, pueden resolver del 80 al 90 % de los problemas de salud de sus pacientes.
El volumen de conocimientos para practicar cada una de las especialidades es equivalente, lo que varía es el grado de profundidad y amplitud en cada una de ellas.1 Los Médicos de Familia, como parte de su formación, reciben entrenamiento para coordinar la atención a personas que necesitan del concurso de otros especialistas, y a su vez, debe ser capaz de integrar y guiar su actuación para proporcionar una asistencia óptima.
La solicitud y el uso correcto de las opiniones y consejos de otros médicos es una habilidad esencial en la APS que contribuye a mejorar la asistencia a los pacientes. El Médico de Familia debe aprovechar todos los recursos de la medicina y la sociedad para ayudar a sus pacientes. Sin su responsabilidad y cuidados continuos, la atención fragmentada y descoordinada que prestan los especialistas puede resultar, a la vez, cara y peligrosa.2 Por tanto, la comunicación adecuada con otros especialistas es una habilidad muy importante en la APS.
Desarrollo
La interconsulta consiste en la comunicación entre 2 personas con diferentes áreas de experiencia.3 En el caso de la APS es una interacción docente-asistencial entre el Médico de Familia, que requiere asesoría, y el especialista que la aporta.4 El primero radica en el consultorio, mientras que el especialista procede del hospital o el policlínico correspondiente. El objetivo de la ínterconsulta es, además de dar la atención óptima al problema de salud que presenta un paciente, un recurso docente destinado a aumentar el nivel de competencia del Médico de Familia en su labor asistencial.
En la ínterconsulta el médico de la atención primaria solicita orientación en el manejo de un problema del paciente o en su atención total, pero para ello debe existir una adecuada comunicación entre él y el ínterconsultante, con el objetivo de lograr la mejor información posible y llegar a la decisión más efectiva.
El ínterconsultante puede ser un médico de cualquier especialidad, incluido otro Médico de Familia, o un miembro de cualquiera de las profesiones relacionadas con la salud, aunque siempre ese Médico de Familia continuará teniendo la máxima responsabilidad con respecto al paciente.
Se deben haber efectuado las investigaciones y estudios necesarios antes de solicitar una ínterconsulta, y el Médico de Familia debe elaborar una hipótesis diagnóstica. Le expondrá claramente al ínterconsultante el motivo por el cual se solicita su opinión, y al mismo tiempo, se le deben explicar al paciente las razones de esa ínterconsulta, teniendo en cuenta siempre que este se convenza de que es un proceder para mejorar su atención, y no una falta de competencia de su Médico de Familia, o lo que es peor aún, evitar un rechazo, riesgo que se presenta muchas veces en las ínterconsultas con el psiquiatra.
Después de haber analizado el caso con el ínterconsultante, el Médico de Familia debe continuar con la responsabilidad de la atención al paciente, total o compartida con el especialista, en los casos en que se necesite un seguimiento continuado por este último. Nunca se debe perder el contacto con el paciente.
Las razones fundamentales para la ínterconsulta son:
- Necesidad de un diagnóstico o terapéutica de mayor complejidad.