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Revista Cubana de Medicina General Integral
versión On-line ISSN 1561-3038
Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2007
Resumed
Resúmenes sobre enfermedades reumáticas
1. Aguillón JC, Cruzat A, Contreras-Levicoy J, Dotte A, Pesce B, Aravena O, et al. Terapias emergentes en artritis reumatoidea. Rev Méd Chile. 2005;133:969-76. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872005000800014&lng=es&nrm=iso
Durante los últimos años se ha alcanzado un progreso sustancial en el entendimiento de la inmunopatogénesis de diferentes enfermedades inflamatorias. Además, el progreso en biotecnología ha permitido el desarrollo de agentes biológicos que apuntan a moléculas y mecanismos específicos. Aun cuando es un hecho establecido, la participación de citoquinas proinflamatorias, tales como, interleuquina (IL) IL-1 e IL-6 en enfermedades reumatológicas y otros estados inflamatorios, el factor de necrosis tumoral (TNF) sería el principal efector regulador, con una posición preponderante en la patogénesis de estas. Por este motivo, en recientes estudios, se apunta a la neutralización específica de dichas citoquinas proinflamatorias, enfoque que ha tenido un éxito comprobado en enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoidea, la enfermedad de Crohn y pelviespondilopatías 4, entre otras.
2. Chico Capote A, Estévez del Toro MH, Barbán Alba I, Gutiérrez Rojas Á, Bautista Kourí J. Lavado articular por punción versus artroscopia en el tratamiento de la osteoartritis de rodilla. Rev Cubana Med. 2004;43(4). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/med/vol43_4_04/med02404.htm
Se sabe que el lavado articular y el debridamiento son opciones en el tratamiento de la osteoartritis de rodilla. Se realizó un estudio prospectivo, abierto y aleatorizado que incluyó 100 pacientes con OA de rodilla (criterio ACR) en estadios II y III de Kellgren y Lawrence para evaluar la utilidad y la eficacia del lavado articular por punción en comparación con el lavado y debridamiento artroscópico. Se distribuyeron en: grupo A (lavado por punción) y grupo B (lavado y debridamiento artroscópico). Se consideraron variables relacionadas con el dolor y la función articular que fueron analizadas al inicio del tratamiento y 90 días después; se realizó un análisis estadístico con el empleo del test de Chi cuadrado y el de t-Student, significación estadística p<0,05. Se observó que ambos grupos de pacientes experimentaron mejoría en todas las variables analizadas con las 2 variantes de tratamiento, sin diferencias estadísticamente significativas entre uno y otro grupo, los pacientes en un 90 % aproximadamente de los casos experimentaron satisfacción con el proceder, sin ninguna complicación. Se concluyó que el lavado articular por punción y el lavado y debridamiento artroscópico mostraron ser útiles en el alivio de los síntomas en pacientes con OA ligera y moderada a los 3 meses de observación.
3. Chico Capote A, Estevez del Toro MH, Acuña Aguijarte W, Jiménez Paneque R. Imagen artroscópica y biopsia sinovial como ayuda en el diagnóstico de la artritis reumatoidea . Rev Cubana Med. 2004;43(5-6). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/med/vol43_5-6_04/med51_05.htm
La correlación entre la imagen artroscópica y la histología de la sinovial, puede ser útil en el diagnóstico de cuadros articulares inflamatorios de causa no definida. Se realizó un estudio de cohorte prospectivo que incluyó 23 pacientes con sinovitis de rodilla sin diagnóstico definido, a los que se les realizó artroscopia para correlacionar los hallazgos macroscópicos y microscópicos de la sinovial que permitan detectar la artritis reumatoidea (AR) en casos que no se cumplen los criterios. Se precisaron las características de la sinovial y se tomó biopsia para estudio histológico por hematoxilina y eosina. Se observaron los casos durante 6 años para identificar cuáles eran los que llegaban a cumplir los criterios de clasificación para AR, e identificar qué características de la sinovial se relacionaban con estos. Se aplicaron los tests de Chi cuadrado y de Fischer para el análisis estadístico. Se observó que de los 23 casos, durante el seguimiento, 20 llegaron a cumplir con los criterios de la enfermedad. La visión artroscópica de la sinovial mostró que la presencia de depósitos de fibrina entre las vellosidades proliferadas fue la característica que de forma estadísticamente significativa se asoció a la definición del diagnóstico de AR y, desde el punto de vista histológico, el hallazgo de folículos linfoides se aproximó a la significación estadística. Esta característica estuvo ausente en todos los casos que durante la observación no se les pudo definir el diagnóstico. Se concluyó que la correlación entre los hallazgos artroscópicos y la histología de la sinovial pueden ayudar a sospechar el diagnóstico de AR en pacientes que aún no reúnen los criterios.
4. Díaz Machado L, Giraldino Isabel, Dávalos Pantoja L. Reacción de inmunoglobulinas de distintas especies con el factor reumatoideo en inmunoensayos de látex aglutinación. Rev Cubana Farm. 2003;37(3). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/far/vol37_3_03/far02303.htm
El factor reumatoideo es considerado el responsable fundamental de las interferencias (falsos +) producidas en los inmunoensayos, ya que reacciona inespecíficamente con diferentes epitopos de las moléculas de inmunoglobulina G (IgG). El objetivo de este trabajo fue estudiar la IgG de 7 especies (humana, conejo, burro, carnero, caballo, gallina y ratón, de esta última las subclases IgG1, IgG2a, IgG2b). Se utilizaron partículas de poliestireno de 0,8 µ que fueron recubiertas con 3 concentraciones (0,02, 0,01, 0,05 mg/m 2) de cada Ig. La reactividad se evaluó frente a 6 concentraciones de factor reumatoideo (1 000, 500, 250, 64, 16, 8 UI). Se evidenció en todos los casos que la reactividad disminuye a medida que baja la concentración de recubrimiento, y que el orden de reactividad decreciente fue: humana, conejo, burro, carnero y caballo, y para las IgG murinas, fue IgG1, IgG2a e IgG2b. La IgG de gallina no reaccionó frente al factor reumatoideo, la cual constituyó la especie ideal en la elaboración de reactivos de látex para evitar las interferencias del factor reumatoideo.
5. Expósito García ED, Camacho Rodríguez MC, Muarra Álvarez HD. Ultrasonografía de hombro en pacientes con artritis reumatoidea. Mediciego 2004;10(2). Disponible en: http://www.cav.sld.cu/centro/Revista/vol10.no.2/15.htm
Se estudiaron 24 pacientes con diagnóstico de artritis reumatoidea (AR) establecidos según los criterios de la American Rheumatism Association (ARA) de 1987 y que tuvieron hombro doloroso; la edad promedio fue de 49,08 años (rango entre 27 y 60 años). El tiempo de evolución de la enfermedad fue de 1,8 años (rango entre 0,5 y 5 años). El hombro afecto fue examinado clínica y sonográficamente. Las lesiones ecográficas más frecuentes fueron: tenosinovitis de la porción larga del bíceps, adelgazamiento o irregularidad del cartílago, lesión del supraespinoso y bursitis subacromiodeltoidea. Se encontraron lesiones no sospechadas por el examen clínico de la articulación. Se correlacionó el diagnóstico clínico y sonográfico.
6. Hernández Cardosa MF, Ortiz Barral T, García Álvarez J, Hernández Peña AM, Matos Gilbert I, Rodríguez Rodríguez M, et al. Epidemiología de la fiebre reumática en niños. Rev Inf Cient. 2006;51(3). Disponible en: http://www.gtm.sld.cu/ric/ric05306.htm
Se realiza un estudio descriptivo en el Hospital Pediátrico General Pedro Agustín Pérez, de Guantánamo, desde 1999 a 2005, con el objetivo de caracterizar la epidemiología de la fiebre reumática en 58 pacientes, ingresados con este diagnóstico. Se investigaron las variables: incidencia, procedencia, modo de convivencia y género de vida; así mismo se buscaron las secuelas valvulares que tuvieron los pacientes y que limitaron su calidad de vida posterior. Los datos obtenidos son reflejados en tablas y se emiten conclusiones.
7. Lafita J, Pineda J, Fuentes C, et al. Osteoporosis secundarias. Anales Sis San Navarra. 2003;26(supl.3):53-62. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272003000600005&lng=es&nrm=iso
Se denomina osteoporosis secundaria a aquella que es causada por patologías o medicaciones, distintas a la pérdida ósea explicable por la etapa posmenopáusica o envejecimiento. Las posibles patologías que pueden condicionar la pérdida de masa ósea son muy variadas: endocrinológicas, digestivas, genéticas, hematológicas, reumáticas, pos-transplante, farmacológicas y un amplio grupo misceláneo. En el artículo se revisan esencialmente las causas endocrinológicas, con especial énfasis en los aspectos más controvertidos en la actualidad, seguidos de una aproximación clínica para el diagnóstico sistemático de estas patologías, frecuentes en los casos etiquetados inicialmente de osteoporosis primaria.
8. Llorente Diez B, Alonso Martínez JL, Echegaray Agara M, et al. Ocho casos de reumatismos asociados a cáncer. An Med Interna (Madrid). 2003;20(1):24-8. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-71992003000100004&lng=es&nrm=iso
Con el objetivo de estudiar las enfermedades reumáticas asociadas al cáncer diagnosticadas en un Servicio de Medicina Interna, se realizó un estudio descriptivo retrospectivo de los pacientes diagnosticados durante 1992-2000 de distintas enfermedades reumáticas asociadas al cáncer. De un total de 2 127 pacientes, se identificaron 8 casos de reumatismos paraneoplásicos en un período de 9 años, con una incidencia de 3,7 %, y un predominio de varones. El motivo de consulta en todos ellos fue la clínica de la enfermedad reumática. 6 de las 8 neoplasias fueron adenocarcinomas. Aunque los reumatismos paraneoplásicos no son frecuentes, es necesario tener en cuenta su existencia cuando existan antecedentes de neoplasias, en pacientes varones, y cuando el curso clínico o la respuesta al tratamiento sea atípica.
9. Martínez Oviedo A, Gracia Sánchez P, Pueo E, et al. Artritis séptica como manifestación inicial de endocarditis bacteriana por Staphylococcus aureus. An Med Interna (Madrid). 2006;23(4):184-6. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-71992006000400010&lng=en&nrm=iso
Comunicamos un caso de endocarditis bacteriana por Staphylococcus aureus, sobre válvula mitral nativa, en un varón de 80 años, que debutó con una monoartritis séptica, de la articulación glenohumeral, sin manifestaciones cardiológicas iniciales. La respuesta clínica inicial tras drenaje articular y tratamiento antibiótico fue apropiada, pero la aparición de insuficiencia cardiaca recomendó el recambio quirúrgico de la válvula mitral. El paciente falleció súbitamente, el día previo a la intervención. En la literatura médica (Index Medicus, Medline, Embase, Excerpta Médica hasta 08/2005) están descritos 26 casos, de endocarditis bacteriana con afectación articular inicial, ninguno de ellos séptica, y solamente 1 en la articulación glenohumeral. Queremos incidir en la necesidad de investigar la existencia de endocarditis bacteriana en toda artritis séptica, sin factores de riesgo evidentes, dadas las implicaciones pronósticas y terapéuticas.
10. Menéndez López JR, Felinciano Álvarez V, Cervantes Marichal MA, Ferrer López V. Enfermedades articulares en una comunidad cerrada: experiencia de dos años de trabajo. Rev Cubana Med Milit. 2004;33(4). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/mil/vol33_4_04/mil06404.htm
Las enfermedades reumáticas son enfermedades crónicas no transmisibles que no habían sido objeto de atención individualizada en la población dependiente del Hospital Militar Central "Dr. Luis Díaz Soto", lo que motivó la realización de un estudio de carácter descriptivo y retrospectivo durante 1999 hasta el 2001. Tuvo como objetivos principales conocer la prevalencia de este grupo de afecciones, así como sus expresiones clínicas y el consiguiente impacto en este tipo de pacientes. El estudio reporta los resultados del 100 % de los enfermos atendidos tanto en salas de hospitalización, consulta externa y exámenes médicos de control de salud. La información obtenida fue compatible con los datos siguientes: las enfermedades más frecuentes fueron las artritis reactivas, la osteoartrosis y los reumatismos de partes blandas; la edad promedio osciló entre 25 y 47 años; y el tratamiento de elección más frecuentemente empleado fueron los antiinflamatorios no esteroideos, conjuntamente con la fisioterapia.
11. Mera Varela A, Blanco Rodríguez J, Caamacho Freire M. Aproximación al coste del tratamiento farmacológico en la artritis reumatoidea en España. An Med Interna (Madrid). 2003;20(3):10-9. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-71992003000300002&lng=es&nrm=iso
Con el objetivo de estudiar el coste directo derivado de la utilización de fármacos en el tratamiento de la artritis reumatoidea (AR) en España, se realizó un estudio prospectivo de 150 pacientes (125 mujeres/25 varones) con AR en un hospital público de la Comunidad de Galicia. La edad media fue de 60,2 años, con un tiempo de evolución de la enfermedad de 11,2 años (1-53); el 64,4 % de los pacientes procedía de medio rural. Se realizó entrevista personal con registro completo de todos los datos: demográficos, actividad de la enfermedad (VSG, número de articulaciones inflamadas), estadio radiológico, estadio funcional (ACR), manifestaciones extrarticulares y enfermedades concomitantes, así como el coste mensual o anual y coste total final, según correspondiese. El estudio estadístico se realizó con el paquete Excel (Microsoft) y la herramienta Analisis Tool Pack del mismo. El 53 % de los pacientes estaba en clase funcional ACR I y el 52 % en estadio radiológico I o II de Steinbrocker. 16 pacientes estaban en remisión. El 82,7 % de los pacientes usaba algún antiinflamatorio no esteroideo, con un coste mensual de 12,71 € (1,10-80,1 €); estaban recibiendo corticoides el 90,7 %, con un coste mensual 5,17 € (1,24-33,7 €). Un 94 % empleaba algún fármaco de acción lenta (FARAL), el más común de ellos, metotrexato, y tratamiento combinado con más de un FARAL el 21 %. El coste medio mensual para uso de un solo FARAL, en general MTX, fue de 3,63 €. El uso de combinaciones de 2 de estos fármacos supone 13,75 €/mes. El 80 % de todos los pacientes usaba alguna vez fármacos gastroprotectores con un coste mensual medio de 36,9 €, y para otras patologías concomitantes recibían tratamiento con algún fármaco a lo largo de 1 año el 95 %, cuyo coste sumado al de la gastroprotección supone por paciente y año 568,6 €. Se han incluido 23 pacientes que recibían anti-TNF, con un coste mensual medio de 933,8 €. El coste medio anual para una AR en fármacos exclusivos para artritis fue de 342,8 € sin el empleo de anti-TNF, aunque con amplias variaciones (6,47-2910 €). Con la inclusión de fármacos para enfermedades concomitantes, gastroprotección y aquellos que usan anti-TNF, el coste anual por paciente es de 2,587 €. El mayor gasto farmacéutico se produce en edades entre 50 y 70 años. Hemos encontrado una buena correlación entre un mayor coste total y el uso de fármacos para otras enfermedades diferentes de la artritis, el uso de gastroprotección, el uso de anti-TNF, la edad, el grupo de tiempo de evolución de la enfermedad de 5 a 10 años, el número de articulaciones inflamadas, pero no así el estadio radiológico. La carga económica por consumo de fármacos en la AR es muy variable, dependiendo de varias variables que incluyen la propia enfermedad y otras condiciones relacionadas. El mayor coste aparece con el uso de terapia anti-TNF. En los casos más frecuentes, la gastroprotección y la terapia para la comorbilidad suponen el 62 % del gasto total anual, seguido por el uso de FARAL, y en menor medida, por antinflamatorios y corticoides.
12. Moreno Gallego I, Montano Alonso A. Patología articular inflamatoria del anciano en atención primaria. Medifam. 2002;12(4):50-5. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1131-57682002000400004&lng=es&nrm=iso
Las enfermedades musculoesqueléticas agudas y crónicas afectan a individuos de todas las edades. El proceso de maduración y envejecimiento puede ser esquemáticamente dividido en 4 períodos. La prevalencia de las enfermedades aumenta con la edad, a menos que estén asociadas con un aumento de la mortalidad, como en el caso de la artritis reumatoidea y de las enfermedades reumáticas sistémicas. Algunos ejemplos de enfermedades, con diferencias en la incidencia y/o la expresión relacionadas con la edad, incluyen artritis reumatoidea, polimialgia reumática, arteritis de células gigantes, lupus eritematoso sistémico, artropatías microcristalinas y espodiloartropatías. En general, los mismos fármacos se usan en el tratamiento de las enfermedades reumáticas a todas las edades. El peso corporal y las diferencias metabólicas deben ser naturalmente consideradas y las dosis ajustadas para los diferentes grupos de edad.
13. Ortiz Aguilera E, Rodríguez Roca V, Challs Rodríguez E, Figueroa Puente Z. Respuesta al tratamiento y reacciones adversas en pacientes con artritis reumatoidea. Medisan. 2002;6(1). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol6_1_02/san05102.htm
Se efectuó un estudio descriptivo y transversal de 200 pacientes atendidos en la consulta de artritis reumatoidea del Hospital Provincial Docente "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, durante 1998, donde se valoraron los principales esquemas terapéuticos (antiinflamatorios no esteroideos, esteroides, sales de oro, metrotexate y cloroquina, así como sus más frecuentes combinaciones) y reacciones adversas más comúnmente observadas en ellos (gastropatías, síndrome vertiginoso e hipertensión arterial). El índice de Ritchie, la duración en horas de la rigidez matinal y la apreciación del enfermo, fueron los índices de actividad generalmente utilizados para evaluar la efectividad del tratamiento, pero aún se impone realizar ensayos clínicos con combinaciones terapéuticas de inductores de remisiones del proceso para determinar las mejores opciones en este sentido.
14. Rodríguez Acosta R, Pérez Más A, Báez Medina R, Pérez D. Artritis reumatoidea: criterios diagnósticos y severidad radiológica. Arch Méd Camagüey. 2002;6(supl.3). Disponible en: http://www.amc.sld.cu/amc/v6supl3/720%20A.htm
Se realizó un estudio descriptivo con el objetivo de relacionar los criterios diagnósticos de la artritis reumatoidea y la severidad radiológica en todos los pacientes diagnosticados en el Hospital "Manuel Ascunce Domenech", de Camagüey, desde 1996 a 2000. El universo estuvo constituido por 33 pacientes cuyos datos se procesaron utilizando el programa Microstad. Predominaron los enfermos con más de 46 años (69,7 %) de la raza blanca (57,57 %); el índice radiológico de Larsen más frecuente fue el grado III con el 42,43 %. En cuanto a los criterios diagnósticos, la rigidez matinal, la bilateralidad y simetría, así como los cambios radiológicos afectaron al 100 % de los pacientes, seguidos por la artritis de las manos y el factor reumatoideo positivo, en todos ellos los mayores porcentajes se presentaron en el grado III de severidad radiológica.
15. Rodríguez-Hernández JL. Dolor osteomuscular y reumatológico. Rev Soc Esp Dolor. 2004;11(2). Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-80462004000200007&lng=es&nrm=iso
Dentro del dolor osteomuscular y reumatológico encontramos varias entidades. La osteoartrosis u osteoartritis es una enfermedad inflamatoria articular que produce alteraciones estructurales en el cartílago hialino articular y esclerosis del hueso subcondral. Tiene origen multifactorial con síntomas localizados en las articulaciones afectadas, y su tratamiento va dirigido al dolor, inflamación, funcionalidad y prevención de deformidades. La artritis reumatoidea es una enfermedad crónica que afecta el tejido conectivo. Produce sinovitis crónica con afectación de las articulaciones periféricas. Su etiología es desconocida y se han encontrado alteraciones inmunológicas importantes. Su clínica es insidiosa y lenta con aparición de rigidez en las articulaciones de las manos. El tratamiento analgésico es muy importante, así como el de fármacos modificadores de la enfermedad. La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria, sistémica crónica, que afecta sobre todo al esqueleto axial y raramente a las articulaciones periféricas. La mayoría de los pacientes son portadores del HLA-B27 y pueden presentar agregación familiar. Suele ocurrir al final de la adolescencia y más frecuentemente en el hombre. El tratamiento se dirige a mantener la movilidad de la columna, para evitar la anquilosis, al dolor e inflamación. La gota es una enfermedad metabólica que se caracteriza por el depósito de cristales de urato monosódico de los líquidos extracelulares supersaturados. Presenta una clínica que va desde la artritis gotosa aguda, la gota intercrítica y la gota tofácea crónica. El diagnóstico se hace con examen del líquido articular. El tratamiento se hace con colchicina, pudiendo añadirse AINE y ocasionalmente corticoides o ACTH. Los síndromes dolorosos musculotendinosos ocurren a nivel de hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla, tobillo y pie. Presentan una clínica localizada y el tratamiento consiste en infiltraciones locales, iontoforesis, y en algunos casos, TENS y ultrasonidos. El síndrome de dolor miofascial es un cuadro de dolor regional que ocurre frecuentemente en cintura escapular y pélvica. Presenta unos puntos desencadenantes del dolor y contractura muscular. El tratamiento consiste en control del dolor, restablecimiento de la fuerza muscular y movilidad. La fibromialgia es un estado doloroso crónico generalizado, no articular, donde hay una afectación muscular predominante y sensibilidad en múltiples puntos predefinidos. Más frecuente en mujeres de edad media. Su fisiopatología no está clara. Se han encontrado niveles bajos de triptofano y aumento importante del tipo S/S del gen transportador de 5 HT. Además, parece que hay una implicación en este síndrome de los receptores N-metil-D-Aspartato cuando son activados, y también se ha encontrado agregación familiar probablemente por predisposición genética. Los criterios diagnósticos están basados en los creados por el Colegio Americano de Reumatología. El tratamiento es farmacológico, físico y rehabilitador, así como el dirigido a las alteraciones psicológicas.
16. Rodríguez Moreno C, López Vázquez P, Durán Parrondo C, et al. Lugar en terapéutica de los medicamentos antagonistas del factor de necrosis tumoral: Parte I: evaluación clínica. An Med Interna (Madrid). 2006;23(1):37-45. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-71992006000100009&lng=es&nrm=iso
Los anticuerpos monoclonales que antagonizan el factor de necrosis tumoral (ATNF) son unos de los avances terapéuticos de mayor importancia de los últimos años. Han demostrado, no solo poder controlar los síntomas de pacientes que no responden a fármacos modificadores de la enfermedad, sino también detener la progresión, en enfermedades con un componente autoinmune como la artritis reumatoidea, la espondiloartritis, la artritis psoriásica y la enfermedad de Crohn. Sin embargo, los ATNF alteran el delicado y complejo equilibrio de las respuestas inflamatoria e inmune del organismo, por lo que es de temer que su utilización conlleve efectos indeseados importantes y frecuentes. En este artículo hemos revisado la evaluación clínica publicada orientada a valorar su eficacia en las indicaciones donde su uso está autorizado, los datos existentes sobre su toxicidad y efectos indeseados en los pacientes que los han recibido, y las recomendaciones sobre su utilización orientadas a mejorar su relación beneficio/riesgo.
17. Rodríguez Moreno C, López Vázquez P, Durán Parrondo C, et al. Lugar en terapéutica de los medicamentos antagonistas del factor de necrosis tumoral (2ª de dos partes): de los efectos indeseados y recomendaciones. An Med Interna (Madrid). 2006;23(2):86-92. Disponible en: http://wwwscielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-71992006000200009&lng=es&nrm=iso
Los anticuerpos monoclonales que antagonizan el factor de necrosis tumoral (ATNF) son uno de los avances terapéuticos de mayor importancia de los últimos años. Han demostrado, no solo poder controlar los síntomas de pacientes que no responden a fármacos modificadores de la enfermedad, sino tambien detener la progresión, en enfermedades con un componente autoinmune como la artritis reumatoidea, la espondiloartritis, la artritis psoriásica y la enfermedad de Crohn. Sin embargo, los ATNF alteran el delicado y complejo equilibrio de las respuestas inflamatoria e inmune del organismo por lo que es de temer que su utilización conlleve efectos indeseados importantes y frecuentes. En este artículo hemos revisado la evaluación clínica publicada orientada a valorar su eficacia en las indicaciones donde su uso está autorizado, los datos existentes sobre su toxicidad y efectos indeseados en los pacientes que los han recibido, y las recomendaciones sobre su utilización orientadas a mejorar su relación beneficio/riesgo.
18. Werner AM, Kaliski S, Salazar K, Bustos L, Rojas MT, Baumert C, et al. Nivel de conocimiento de los pacientes con artritis reumatoidea acerca de su enfermedad y tratamiento. Rev Méd Chile. 2006;134:1500-6. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872006001200002&lng=es&nrm=iso
Uno de los aspectos importantes en la relación médico-paciente diaria, está relacionado con la comunicación y transferencia de información. Esta transferencia es particularmente importante en pacientes con enfermedades crónicas como la artritis reumatoidea (AR), donde un adecuado conocimiento de la enfermedad por parte del paciente, permite un cambio en su conducta respecto de su enfermedad, cooperación y adherencia a tratamientos, en ocasiones complejos; y en este reconocimiento de la AR, cuyo curso es impredecible, el autocuidado resulta esencial, debiendo el paciente ser capaz de aprender a aceptar e integrar la enfermedad como parte de su vida diaria.