EDITORIAL

 

Medicina General Integral, una especialidad joven pero madura

 

Integral General Medicine, a young but mature specialty

 

 

René F. Espinosa Álvarez^I; José Antonio López Espinosa^II

^IEspecialista de II Grado en Medicina General Integral. Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas "10 de Octubre". La Habana, Cuba.
^IILicenciado en Información Científico-Técnica. Investigador Auxiliar. Cátedra "Alexander und Wilhelm von Humboldt" de la Universidad de La Habana. La Habana, Cuba.

 

 

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El pasado año 2009 cumplió un cuarto de siglo la especialidad de Medicina General Integral en Cuba, la cual tuvo como precedente la idea concebida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de proporcionar al sistema de salud cubano un médico de nuevo tipo, capaz de brindar asistencia a la mujer embarazada, cuidar sus riesgos, su evolución y el resultado del parto; luego seguir al niño en su desarrollo y comportamiento en el hogar y la escuela y, ya adulto, velar por su sano desempeño en su vida familiar y social, además de garantizarle una debida atención durante la vejez.

Esa iniciativa empezó a tomar cuerpo con la selección de 10 jóvenes médicos de brillante trayectoria académica quienes, en diciembre de 1983 recibieron un curso introductorio por espacio de 30 días en el policlínico Lawton de Ciudad de La Habana. El 20 de ese mes el Jefe del Estado y del Gobierno cubano se reunió con ellos, con el fin de intercambiar criterios y de ajustar detalles acerca del proyecto, bautizado entonces con el apelativo de "Plan del médico de las 120 familias". Con ello quedó lista la escena para que el 4 de enero de 1984 abrieran sus puertas los consultorios de los primeros guardianes de la salud, que iniciaron su labor en el área del propio policlínico Lawton, para propiciar así el nacimiento de la especialidad de Medicina General Integral.

Tanto estos iniciadores del hermoso proyecto, como los miles de médicos y enfermeras de la familia que han seguido sus pasos durante los últimos cinco lustros, han asumido funciones cada vez más ambiciosas, al punto de haber transformado a la práctica de la medicina familiar en un nuevo paradigma en lo relacionado con la atención de manera integral al individuo, a la familia, a la comunidad, al ambiente; en fin, con todo lo que tenga que ver con la felicidad del hombre. Su perfil profesional se orienta básicamente a la atención primaria de salud y la asistencia que brindan cubre ya a más del 99% de la población cubana.

A lo largo y ancho de la isla llevan a cabo una labor integral pues consideran la unidad de lo preventivo, lo curativo, lo biológico, lo psicológico y lo social; sectorizada por ser responsables de asistir determinado número de habitantes; regionalizada al mantener estrecha vinculación con las distintas instituciones de atención secundaria y terciaria del territorio en el cual operan para remitir a los pacientes que lo requieran; continuada por atender a la población lo mismo en el consultorio, el domicilio, el policlínico o el hospital; individualizada al atender activamente y mantener el control periódico, incluso de los individuos sanos; en equipo al formar parte de un grupo básico de trabajo multi e interdisciplinario que jerarquiza, coordina y controla las acciones individuales de cada uno, tanto en lo tocante a lo asistencial como en los aspectos docente, administrativo y de investigación; y con participación comunitaria porque disponen del apoyo de la comunidad y de las organizaciones de masas que la representan, como los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, junto con las cuales analizan la situación de salud y establecen estrategias para la solución de los problemas.

De esta manera, los residentes y especialistas en Medicina General Integral, distribuidos actualmente en todo el territorio nacional, lideran las acciones de promoción de la salud y de prevención de enfermedades en la comunidad, a la vez que son los responsables de la rehabilitación física, mental y social de sus pacientes. Un gran número de ellos se ha destacado en tareas vinculadas con la organización de los servicios asistenciales, así como con la docencia y la investigación.

Entre otros muchos de los logros más significativos conseguidos gracias a la gestión de los médicos de la familia, se puede mencionar la disminución de la mortalidad infantil y materna; el incremento de la expectativa de vida al nacer; un mejor control de las enfermedades crónicas transmisibles y la puesta en práctica de iniciativas muy bien acogidas por la población, como los círculos de abuelos, los centros comunitarios de salud mental, el ingreso en el hogar y el aumento de actividades de promoción de salud al nivel comunitario, las cuales posibilitaron que se estrechara de manera armónica la relación médico-paciente.

A su papel protagónico en los indicadores de salud que hoy día exhibe Cuba con niveles similares -y en algunos casos hasta superiores- a los de naciones con alto nivel de desarrollo, se agrega la extensión de su benéfica labor a otros pueblos del mundo, donde brindan su solidario apoyo enfrentando las difíciles condiciones de salud sufridas por los habitantes de lugares muy intrincados en los países más pobres.

Desde 1985 se edita la Revista Cubana de Medicina General Integral, testigo elocuente de los logros de la especialidad, pues en sus páginas se divulgan principalmente artículos originales resultantes de la experiencia de los médicos de la familia; además de reseñas sobre variados temas; trabajos de actualidad con respecto a la técnica y estadística médica, la farmacología, los medicamentos y otras cuestiones de utilidad para el mejor desempeño de los profesionales de la disciplina.

Por otra parte, desde junio de 1994 existe la Sociedad Cubana de Medicina Familiar, que agrupa a los médicos de la familia, para contribuir por medio de la actividad científica a elevar el nivel de salud de la población; colaborar con la Dirección Nacional de la Salud en función del éxito de sus programas y de la introducción en la práctica de los logros de la ciencia y la técnica; y aplicar y profundizar los conocimientos filosóficos y los métodos logísticos y éticos del trabajo científico-médico, entre otros objetivos. Un año después, en 1995, el doctor Roberto Álvarez Sintes, quien con el tiempo devino funcionario muy destacado en el área de docencia médica del Ministerio de Salud Pública y hoy día cumple misión internacionalista en la hermana República Bolivariana de Venezuela, se convirtió en el primer médico de la familia de Cuba y del mundo en obtener el título de Especialista de II Grado en Medicina General Integral. Después de él, han sido muchos los jóvenes cultivadores de esta especialidad que han obtenido ese nivel académico.

A los logros asistenciales en los últimos 25 años se han añadido los avances en la práctica de la docencia. El incremento progresivo de las rotaciones de los estudiantes de medicina fue algo fundamental en la creación de los Policlínicos Universitarios, los cuales constituyen actualmente el nivel de atención donde el estudiante de medicina comienza sus estudios.

Este desarrollo vertiginoso ha sido posible gracias a aquella semilla que se sembró el 4 de enero de 1984 en La Habana; que con el transcurso del tiempo germinó y creció; pasó por las etapas de lactancia, niñez y adolescencia hasta llegar a la adultez juvenil que ahora ostenta.

Nuevos y más exigentes serán los retos que deberá enfrentar en lo adelante, dado el nivel de desarrollo alcanzado; aunque muchos serán también los éxitos que cultivará la Medicina General Integral, una especialidad joven pero madura.

 

 

Recibido: 2 de diciembre de 2009.
Aprobado: 3 de diciembre de 2009.

 

 

René F. Espinosa Álvarez. Calle 22 No. 2A e/ Concepción y Baraguá, Lawton, 10 de Octubre. La Habana, Cuba.
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