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Revista Cubana de Medicina General Integral
versión impresa ISSN 0864-2125
Rev Cubana Med Gen Integr vol.28 no.3 Ciudad de La Habana jul.-set. 2012
TRABAJO ORIGINAL
Intervención sobre ITS/VIH/sida en adolescentes pertenecientes a dos consultorios del policlínico "Plaza"
Intervention on STI/HIV/AIDS in adolescents who belong to two medical practices of the polyclinic Plaza
MSc. Alejandro Luis Fadragas Fernández
Policlínico "Plaza de la Revolución". La Habana, Cuba.
RESUMEN
Introducción: se observa en el mundo una tendencia ascendente en el padecimiento de las infecciones de transmisión sexual, debido al comienzo de las relaciones sexuales a edades cada vez más tempranas.
Objetivo: incrementar el nivel de información acerca de las enfermedades de transmisión sexual.
Métodos: se realizó un estudio experimental de intervención, sobre ITS/VIH/sida en un grupo de adolescentes pertenecientes a dos consultorios. De un universo de 125 adolescentes se seleccionó una muestra de 70 de ellos. Se aplicó una encuesta previa al programa de intervención, luego se implementó el curso y después se aplicó nuevamente el cuestionario.
Resultados: inicialmente 65 adolescentes (92,8 %), respondieron tener información sobre el tema tratado, y después de la intervención se elevó a un 100 %. Dentro de las fuentes de obtención de la información, la familia fue la más identificada por 47 encuestados (67,1 %) y después de la intervención por 67 (95,7 %). Al analizar los grupos de edades a los que afectan las infecciones de transmisión sexual, 62 encuestados (88,5 %), identificaron que puede ser a todas las edades y después se elevó a 64 (91,4 %). Con respecto a la eficacia en el uso del condón para evitar las infecciones de transmisión sexual, al comienzo respondieron afirmativamente 41 (58,5 %) y luego se elevó a un 100 %.
Conclusiones: en primera instancia los adolescentes conocían muy poco sobre algunos de los aspectos estudiados, y después de impartido el curso, se observó un aumento del conocimiento sobre estas enfermedades en sentido general.
Palabras clave: adolescentes, infecciones de transmisión sexual, VIH/sida, prevención, promoción.
ABSTRACT
Introduction: there is an upward trend in the world related to sexually transmitted infections, due to the onset of sexual intercourse at increasingly early ages.
Objective: to increase the level of information about sexually transmitted diseases.
Methods: an experimental study intervention was carried out on STI/HIV/AIDS in a group of teenagers from two medical practices. From a universe of 125 adolescents, we selected a sample of 70 adolescents. These persons had a survey before the intervention program. This survey was implemented one more time after the intervention.
Results: initially 65 adolescents (92.8 %), responded to have information on the topic, and after the intervention this number rose to 100 %. Among the sources for obtaining the information, the family was the most identified by 47 respondents and after the intervention the number increased to 67 (67.1 % and 95.7 % respectively). When analyzing the age groups for those who can be affected by sexually transmitted infections, 62 respondents (88.5 %) identified at all ages and then the number rose to 64 (91.4 %). With regard to the efficient use of condoms to prevent sexually transmitted infections at the beginning 41 (58.5%) answered affirmatively and 100 % after the intervention.
Conclusions: firstly, teenagers knew little about some of the aspects studied, and after the course was over, we observed there was an increase of knowledge about these diseases in general.
Key words: adolescents, sexual transmitted diseases, HIV/ aids, prevention, promotion.
INTRODUCCIÓN
Las infecciones de transmisión sexual, término que vino a sustituir en 1970 el de enfermedades venéreas, restringido este último a enfermedades clásicas (sífilis, blenorragia, chancro blando, linfogranuloma venéreo y granuloma inguinal), en el momento actual han sido reemplazadas por las infecciones de segundo y tercera generación como son: infecciones por el virus del papiloma humano, herpes genital, sida, hepatitis B, citomegalovirus e infecciones producidas por clamydeas, entre otras.1,2
En Cuba, el Programa Nacional de Prevención y Control de las Infecciones de Transmisión Sexual y el VIH/sida, se inició desde 1986, con el objetivo fundamental de evitar que el proceso de la infección-enfermedad se convirtiera en un importante problema de salud para la población cubana.3
En 1995, los adolescentes de 10 a 19 años representaron el 4 % del total de casos reportados de ITS-sida en América Latina, y se consideraba que el total de casos diagnosticados estaba entre los 20 y 24 años de edad, la mayoría contrajo el virus durante la adolescencia.4
El síndrome fue notificado por primera vez en 1981, pero en los Estados Unidos y en otras zonas del mundo (Haití, África y Europa), se produjeron casos aislados en el decenio de 1970. A comienzos de 1995 se habían notificado más de 500 000 casos de sida en los Estados Unidos. Si bien el mayor número de casos se ha registrado en dicho país, se han notificado casos de sida en casi todos los países del mundo y entre todas las razas, edades y clases sociales.5
En Cuba actualmente, según el Anuario del año 2002, ha habido un incremento en las cifras de infecciones de transmisión sexual debido a blenorragias, sífilis y VIH-sida; a partir de los años 80 referente a las dos primeras enfermedades y al VIH/sida a partir del año 1990. Se reportaron 12 838 pacientes con blenorragias para un 114,5 por 100 000 habitantes; un total de 4 612 casos de sífilis para un 41 casos por 100 000 y un número de 408 pacientes con VIH para un 3,63. Se comprende entonces la importancia que debemos concederle a la detección de estas infecciones, a su prevención, declaración obligatoria, pesquisa de todos los posibles contactos y al tratamiento adecuado de estos pacientes, a partir de la labor de todos los médicos y enfermeras del Sistema Nacional de Salud, sobre todo los de la atención primaria de salud.
En el 2003, casi 5 millones de personas en el mundo, se infectaron por el VIH, la cifra más alta de infecciones en un solo año desde el comienzo de la epidemia. A nivel mundial, el número de personas que viven con el VIH continúa creciendo, de 35 millones en el 2001 a 38 millones en el 2003. El mismo año, cerca de 3 millones de personas fallecieron por causa del sida. Desde que se identificaron los primeros casos, en 1981, han fallecido más de 20 millones de personas.
En el año 2006, el comportamiento de personas que vivían con VIH/sida en Cuba, mostró un ascenso similar a años anteriores, se encontró un total de 326 pacientes diagnosticados para una tasa por 1 millón de habitantes de 28,9, lo que muestra un ascenso con respecto a la tasa del año anterior que fue de 25,4 (Departamento de Estadística Nacional del MINSAP).
En el primer trimestre del año 2007 en Cuba, se registraron un total de 8 338 personas que viven con VIH/sida, del sexo masculino 6 726 para un 80,4 % y del sexo femenino 1 612 para un 19,6 %; de estos viven con sida 3 252 pacientes.
En el año 2008 se registró una incidencia de 365 casos para una tasa de 32,48 y para un total de pacientes de 8 747 (Departamento de Estadística Nacional del MINSAP).
Existe en el mundo una tendencia muy generalizada a realizar investigaciones con adolescentes que presentan dificultades en su conducta sexual, es poca la información sobre indicadores positivos de sexualidad en la adolescencia, o de lo que se considera como adolescentes sexualmente sanos. Los programas de atención al adolescente, fundamentalmente en América Latina, se centran, en gran medida, en conductas problemáticas específicas e intervienen cuando los comportamientos ya están arraigados. Cuba no está exenta de estos problemas, aunque en la actualidad se va a la búsqueda de percepciones y comportamientos sobre la sexualidad en adolescentes que no han manifestado problemas en este sentido, lo que no quiere decir que sus conocimientos y percepciones sean los adecuados.6
Teniendo en cuenta estos elementos, nos propusimos realizar una investigación con el objetivo de incrementar el nivel de información que sobre estas enfermedades tenía la muestra de estudio, pertenecientes a dos consultorios correspondientes al policlínico "Plaza de la Revolución" en el año 2008.
MÉTODOS
Se realizó un estudio experimental de intervención, de un universo de 125 adolescentes, que pertenecían a dos consultorios del área de salud correspondientes al policlínico "Plaza de la Revolución" en el 2008, se tomó una muestra de 70 adolescentes, que aceptaron participar en la investigación. Se aplicó una encuesta a todos los adolescentes incluidos (anexo 1), que nos sirvió para valorar los conocimientos esenciales de los participantes. A cada adolescente se le aplicó el cuestionario en un aula, posteriormente se les implementó un curso sobre los aspectos más importantes relacionados con las ITS/VIH/sida. El curso fue impartido por el autor del trabajo durante un periodo de cuatro semanas, dividido en cuatro clases (anexo 2) y se utilizaron técnicas participativas. Al finalizar este periodo, se aplicó nuevamente la encuesta, con el objetivo de valorar la adquisición de conocimientos, después del curso.
Para la realización de este estudio se contó con el consentimiento informado de los adolescentes y sus familiares. La información que se obtuvo fue utilizada para lograr resultados que beneficien a los propios adolescentes; se cumplió con todas las normas de la ética médica.
La información de la investigación se introdujo en una base de datos creada en SPSS versión 10.0. Después se realizaron todas las consultas sobre los datos. El texto se realizó en Microsoft Word en base Windows 98.
Se utilizó el método porcentual para conocer los cambios antes y después de realizado el curso, en una muestra donde se llevó a cabo mediciones en dos momentos.
RESULTADOS
El estudio se realizó con 70 adolescentes, de ellos 39 pertenecían al sexo masculino y 31 al femenino.
Al analizar las nociones que tenían sobre las ITS/VIH-sida antes de la intervención, se encontró que los adolescentes del sexo masculino mostraban una noción mayor que las del sexo femenino 36 (51,4 %) y 29 (41,4 %) respectivamente, para un total de 92,8 %, después de la intervención se logró elevar a un 100 % (tabla 1).
La fuente de obtención de la información más reconocida por los adolescentes antes de la intervención, fue la familia 47 (67,1 %), seguido por las revistas 37 (52,8 %). Después de la intervención se elevó el reconocimiento de la familia como fuente principal de obtención de la información 67 (95,7 %), seguido de los medios de difusión masiva 53 (75,7 %) y de las revistas 50 (71,4 %) (tabla 2).
Dentro de los grupos de edades que pueden ser afectados por las ITS según la consideración de los adolescentes, resultó que antes de la intervención consideraron que pueden ser afectadas todas las edades, 62 adolescentes (88,5 %) y se logró elevar después de la intervención a 64 (91,4 %) (tabla 3).
Al analizar el nivel de conocimientos que tenían los adolescentes sobre las ITS, que con cierta frecuencia se presentan en el área de salud, antes de la intervención, encontramos que era alto para el VIH/sida, 69 (98,5 %), seguido de la blenorragia 50 (71,4 %) y de la sífilis 43 (61,4 %). Después de la intervención se elevó el conocimiento para el VIH/sida en un 100 %, blenorragia y sífilis 68 (97,1 %), gardenella 55 (78,5 %), pediculosis púbica 50 (71,4 %) y la moniliasis 45 (64,2 %) (tabla 4).
Se encontró un elevado nivel de información en cuanto al uso del condón, ya que 60 adolescentes respondieron afirmativamente antes de la intervención, lo que se logró elevar aún más después de esta, para un 100 % de los encuestados.
La identificación de la eficacia del uso del condón por parte de los adolescentes antes de la intervención, fue considerada como aceptable 41 (58,5 %) y después de la intervención, se elevó al 100 % de los encuestados.
Al analizar los argumentos referidos por los adolescentes sobre el uso del condón, 68 (97,14 %), respondieron que constituye un método seguro para la prevención de las ITS, plantearon además que usarlos no constituye una barrera si hay amor 53 (75,71 %). Solo 3 (4,28 %) respondieron que inhibe el acto sexual y 2 (2,85 %), plantearon que usarlo es cosa de viejos.
DISCUSIÓN
En cuanto al nivel de información que tenían los adolescentes sobre las ITS/VIH/sida en el estudio realizado, se encontró que fue aceptable para un 92,8 % antes de la intervención, lo cual muestra que existía información sobre el tema, debido al interés por parte de los adolescentes de encontrarse informados.
En el policlínico "Dr. Diego Tamayo" del municipio Habana Vieja, la Dra. Blanco Cartaya, obtuvo como resultados que el total de adolescentes que tenían nociones sobre las ITS/VIH/sida, fue de un 46,4 %, lo cual constituye un porcentaje menor a los obtenidos en este estudio. Las adolescentes representaron el 33,3 %, lo que evidencia que estaban más informadas que los adolescentes del sexo masculino 26,5 %.7
Durante la intervención se les dio a conocer las fuentes de obtención de la información más importantes, para la adquisición de información ideal sobre las enfermedades estudiadas, aunque ellos antes de la intervención tenían sus propias consideraciones, acerca de las fuentes de obtención de la información sobre el tema de estudio. Tanto antes como después de la intervención, la familia fue reconocida como la principal fuente para un 67,1 % y un 95,7 % respectivamente. La preocupación por parte de la familia, para que sus hijos estuvieran informados en el área que se realizó el estudio, fue determinante.
Los resultados de la Dra. Blanco con respecto a este tema evidenciaron que la principal fuente de obtención de la información fueron los amigos, para un 87,5 %, seguido por la radio y la televisión para un 67 %; la familia para un 54 % y la escuela para un 17 % son las de menor significación en su estudio.7
Al analizar los grupos de edades que son afectados por las ITS, se observa que estas pueden adquirirse a cualquier edad en la que se tenga contacto, con una persona infectada. En el estudio se muestra que a pesar de que se difunde a partir de las diferentes técnicas para promover salud, los medios de difusión masiva, entre otras técnicas y medios para educar a la población, que no hay edad definida para adquirir las ITS y el VIH-sida, sino que pueden adquirirlas cualquier persona que asuma una conducta de riesgo o que se exponga al riesgo en un momento determinado, el 12,5 % respondió que la afectación podía ocurrir en uno u otro de los grupos de edades expuestos.
Enfermedades como el VIH/sida, la sífilis y la blenorragia fueron las más identificadas por los adolescentes antes y después de la intervención. Antes de la intervención por un 98,5 %, 61,4 % y 71,4 % respectivamente, y después de esta, un 100 % y un 97,1 % respectivamente, esto tal vez se deba a que son las enfermedades más divulgadas por los medios de difusión masiva, así como por otros medios, que logran llegar a la población.
Los adolescentes constituyen uno de los principales grupos que practican con mayor frecuencia conductas de riesgo, por lo cual se enferman. Sin embargo, encontramos que enfermedades que tienen una alta incidencia en las consultas de los médicos y enfermeras de la familia, como la trichomoniasis y la moniliasis, son poco conocidas por ellos. Esto tiene una significación importante, si tenemos en cuenta que estas enfermedades constituyen causas frecuentes de cervicitis y facilitan la infección por el VIH-sida.
Este resultado concuerda con lo encontrado en el estudio de la Dra. Blanco Cartaya, en el que las enfermedades menos conocidas fueron: trichomoniasis, moniliasis, hepatitis B y pediculosis púbica.7
Al analizar el nivel de información que tenían los adolescentes sobre el uso del condón, un 85,6 % respondió afirmativamente, lo cual consideramos aceptable, y se elevó a un 100 % después de la intervención, lo que muestra que identifican el único medio de protección conocido para evitar las ITS-VIH-sida, lo cual es favorable en la prevención de estas enfermedades.
Al comparar con un trabajo investigativo realizado en 1999 por la Dra. Domínguez Torres que labora en el policlínico "Wilfredo Santana", del municipio Habana del Este, se pudo constatar que el porcentaje de los adolescentes que tenían nociones sobre el uso del condón fue menor que el nuestro, con un 63,9 %.8
No basta con conocer esta forma de protegerse, si no se sabe cómo usarla de forma eficaz, para lograr que cumpla la función de proteger y prevenir la enfermedad. En la investigación se muestra que los adolescentes conocían el condón, pero cuando se analizó el conocimiento de la eficacia de su uso, solo un 58,4 % respondió adecuadamente antes de la intervención, y luego de esta se elevó al 100 %, lo cual es muy importante, si tenemos en cuenta que muchos adolescentes usan el condón, pero acuden a la consulta con frecuencia refiriendo que se les rompió durante el coito, o no utilizaron la técnica adecuada a la hora de manipularlo para su uso, y su valor como medio de prevención se anula.
En el estudio hecho por la Dra. Domínguez Torres, el 100 % de los encuestados respondió que conocían la eficacia del preservativo. Esta diferencia en cuanto al resultado de las dos investigaciones, muestra un gran valor a la hora de hablar de prevención.8
A partir de los resultados de esta investigación podemos decir, que los adolescentes que formaron parte del estudio, en primera instancia conocían muy poco sobre algunos de los aspectos estudiados, y después de impartido el curso, se observó un aumento del conocimiento sobre estas enfermedades en sentido general.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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7. Blanco Cartaya I. Conocimiento sobre la sexualidad en adolescentes de tres consultorios del médico de la familia. Trabajo de terminación de Residencia de MGI. La Habana: Policlínico Diego Tanmayo, municipio Habana Vieja; 1995.
8. Domínguez Torres A. Estudio de la sexualidad en un área de salud. Trabajo de Terminación de Residencia de MGI. La Habana: Policlínico Wilfredo Santana, municipio Habana del Este; 1999.
Recibido: 18 de mayo de 2011.
Aprobado: 15 enero de 2012.
Alejandro Luis Fadragas Fernández. Policlínico "Plaza de la Revolución". Ermita esquina San Pedro. La Habana, Cuba. Correo electrónico: ale.fadragas@infomed.sld.cu