EDITORIAL

 

La mortalidad materna, un problema a solucionar también desde la Atención Primaria de Salud

 

Maternal mortality. A problem to solve from Primary Health Care

 

 

 

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La mortalidad materna es uno de los indicadores considerados como de mayor importancia para medir el estado de salud en una población, pero este único aspecto no es suficiente para comprender la magnitud de su valor.

Detrás de cada muerte materna se esconde una tragedia personal que puede ser entendida de diversas maneras, pues además de terminar con la vida de una mujer en plena capacidad biológica, social y reproductiva, afecta directamente a su pareja, la estabilidad familiar y la de los miembros de la comunidad que tienen relación con ella.

Cuando el índice de mortalidad materna es elevado, constituye un problema de salud que puede causar consecuencias negativas en una nación, sobre todo si se tiene en cuenta que un número importante de ellas (más del 90 %), son evitables. Lo señalado anteriormente se acentúa cuando se sabe que a escala global, cada minuto muere una mujer por causas relacionadas con el embarazo, parto y/o puerperio.

La mortalidad materna es un problema de salud no resuelto en la mayoría de los países, incluyendo al nuestro, donde la tasa de mortalidad materna es de las más bajas de América Latina, pero aún lejos de los índices alcanzados por los países desarrollados.

La reducción de la mortalidad materna es una de las principales prioridades de varias conferencias internacionales efectuadas recientemente y ha sido incluido entre los objetivos a desarrollar por la Organización Mundial de la Salud.

Se conoce que entre el 70 y 75 % de las muertes maternas se presentan durante el parto, causadas fundamentalmente por hemorragias, y estas a su vez provocadas por factores de riesgo presentes antes del embarazo como son: multiparidad, obesidad, edad mayor de 35 años, antecedentes de padecer anemia y otras enfermedades como púrpura, enfermedades hematológicas, fibroma uterino, etc. También se sabe que desde el propio embarazo hay predisposición al sangramiento que puede predecirse con suficiente antelación, como es en el caso de: gestorragias de la segunda mitad del embarazo, macrosomía fetal, polihidramnio, embarazo múltiple, eclampsia, etc.

Otro dato estadístico de valor muestra que 2 de cada 3 pacientes con hemorragia post parto no tienen factores de riesgo identificables, de ahí que el reto más importante sea lograr identificar a las que tengan un riesgo incrementado.

Esto nos da una idea más clara de la importancia que tienen tanto la adecuada prevención del embarazo, como la identificación temprana y correcto seguimiento que deben hacerse en este grupo de mujeres, los cuales van desde la inclusión en el riesgo preconcepcional con un adecuado método anticonceptivo correspondiente con la edad y el tipo de riesgo, hasta la utilización temprana de los hogares maternos y los servicios hospitalarios.

Por otra parte, el número de abortos y de infecciones de transmisión sexual que conllevan a un aumento de la frecuencia de inflamaciones pélvicas, ha hecho que haya mayor incidencia de casos con embarazo ectópico en los últimos tiempos, aspectos que se pueden prevenir también, desde la atención primaria de salud, con una adecuada educación y control en cada consultorio del médico y enfermera de la familia.

Lo mismo sucede con la enfermedad hipertensiva del embarazo, donde hay factores de riesgo como las edades extremas, la malnutrición por exceso y por defecto y el hábito de fumar, que pueden ser modificados o también pueden trazarse acciones de salud para evitar embarazos en estos grupos de mujeres cuando las condiciones son muy desfavorables.

Es importante comprender que es en la atención primaria de salud donde están creadas todas las condiciones para prevenir estas entidades y como elemento fundamental para este trabajo proponemos las siguientes estrategias:

• Adecuado control y manejo del riesgo preconcepcional y la planificación familiar en el nivel primario de atención: consultorio del médico y enfermera de familia y policlínico.
• Trabajo sistemático para determinar y evaluar la morbilidad de cada paciente, brindar una atención prenatal de calidad y evitar o reducir al mínimo las complicaciones.

Con lo expresado hasta aquí es fácil entender la importancia del trabajo de los profesionales que laboran en la atención primaria de salud en relación a la disminución de la mortalidad materna. El compromiso debe continuar cada vez con más firmeza y sistematicidad, ya que siempre que logremos que una mujer no muera en relación con el proceso reproductivo, tendremos el sincero agradecimiento de la misma, de su pareja, de su familia y de toda la sociedad.

 

 

Dr. MSc. Miguel Lugones Botell. Policlínico Universitario Docente "26 de Julio". 72 entre 13 y 15, Municipio Playa.