INTRODUCCIÓN
Los avances científicos y tecnológicos han elevado la esperanza de vida e impactan en la tasa de mortalidad, generando un aumento de la edad promedio, lo cual provoca que el perfil demográfico se oriente hacia el envejecimiento poblacional.1
El adulto mayor, anciano o geriátrico es un individuo que ha alcanzado la edad de 60 - 65 años. La vejez parte del ciclo vital que se caracteriza por el deterioro continuo de las funciones normales y la capacidad de adaptación del cuerpo humano.2
El aumento de la longevidad determina que la mayor parte de los países desarrollados y algunos como Cuba, en vías de desarrollo, exhiban una expectativa de vida al nacer suprior a los 70 años, mientras se incrementa la tendencia decreciente en la fecundidad, lo que ha modificado en forma notable la pirámide poblacional.3
Uno de los sistemas que advierte significativos retos en este sentido, es el sector de la salud, que necesita plantearse nuevas metas que prolonguen aún más el indicador de esperanza de vida al nacer pero con mayor salud y calidad de vida.3
La OMS define la polifarmacia como un “síndrome geriátrico que comprende el uso simultaneo de más de tres fármacos, sin incluir vitaminas ni suplementos alimentarios.4
La morbilidad múltiple que acompaña al envejecimiento facilita comprender el aumento del consumo de drogas en este grupo, lo que complica más el tratamiento.5,6) Los ancianos tienen de dos a tres más probabilidades de tener una reacción adversa a los fármacos,7,8) hay una mayor respuesta ante igual nivel sérico que los jóvenes, así como una mayor posibilidad de recibir múltiples medicamentos.7,8
La polifarmacia constituye, junto con el delirio, las demencias, las caídas, la inmovilidad y la incontinencia, uno de los grandes retos de la geriatría de estos tiempos. Asimismo se encuentra dentro de los criterios aceptados categóricamente de fragilidad en los ancianos.1
En el municipio Los Palacios, al igual que en el resto del país, el índice de envejecimiento poblacional se ha incrementado con el transcurso de los años, lo que ha provocado a su vez un aumento en el uso de fármacos.
El objetivo de este estudio es caracterizar el consumo de medicamentos en los adultos mayores, y así contribuir a un mejor manejo de la farmacoterapia en los mismos.
MÉTODOS
Se realizó una investigación cuantitativa descriptiva y transversal, en el consultorio médico de familia No 7, perteneciente al Policlínico "Isabel Rubio Díaz" de San Diego de Los Baños, municipio Los Palacios, de enero a diciembre del año 2018.
El universo lo conformaron la totalidad de pacientes de 60 años y más (280 pacientes). La muestra quedó conformada por 265 pacientes de 60 años y más que cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión.
Criterios de inclusión: Adultos de 60 años y más pertenecientes al consultorio de San Diego de los Baños y dar su consentimiento para participar en la investigación.
Criterios de exclusión: Ancianos encamados por enfermedades terminales, enfermedades mentales que impidieran a los ancianos participar y cooperar con la investigación y no dar su consentimiento para participar en la investigación.
Las variables estudiadas se presentan en el cuadro.
Los datos fueron tomados de la historia clínica individual y de la historia de salud familiar; además, se utilizó una encuesta elaborada acorde a los objetivos propuestos, que fue aplicada a los pacientes previo consentimiento informado.
La información obtenida fue procesada con el programa estadístico SPSS versión 13, utilizándose frecuencias absolutas y relativas porcentuales para su mejor comprensión
A todos los pacientes se les explicó en qué consistía la investigación y dieron su consentimiento para participar en la misma, lo cual fue determinante para incluirlos y para esto firmaron el documento de consentimiento informado.
RESULTADOS
En la tabla 1 se muestra que predominó el sexo masculino (52 %) y las edades de 60 - 69 años (46,7 %).
Edades | Masculino | Femenino | Total | |||
---|---|---|---|---|---|---|
No. | % | No. | % | No. | % | |
60 - 69 | 66 | 47,9 | 58 | 45,7 | 124 | 46,7 |
70 - 79 | 44 | 31,9 | 47 | 37,1 | 91 | 34,3 |
80 - 89 | 22 | 15,9 | 18 | 14,1 | 40 | 15,0 |
90 y más | 6 | 4,3 | 4 | 3,1 | 10 | 3,7 |
Total | 138 | 52,0 | 127 | 48,0 | 265 | 100,0 |
En la tabla 2 se puede apreciar la superioridad de osteoartritis (54,0 %) e hipertensión arterial (32,0 %) entre las enfermedades crónicas.
Enfermedades N= 265 | No. | % |
---|---|---|
Osteoartritis | 142 | 54,0 |
Hipertensión arterial | 85 | 32,0 |
Diabetes mellitus | 23 | 8,7 |
Enfermedad pulmonar crónica | 22 | 8,3 |
Cardiopatía isquémica | 12 | 4,5 |
Otras | 4 | 1,5 |
Enfermedad cerebrovascular | 3 | 1,1 |
Insuficiencia cardiaca | 3 | 1,1 |
Cáncer | 2 | 0,7 |
Existió predominio de los medicamentos prescritos (46,8 %), aunque 21,5 % de los adultos mayores había consumido medicamentos autoprescritos (tabla 3).
Medicamentos | Sexo | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Masculino | Femenino | |||||
No. | % | No. | % | No. | % | |
Prescritos | 67 | 48,5 | 57 | 44,8 | 124 | 46,8 |
Autoprescritos | 29 | 21,0 | 28 | 22,1 | 57 | 21,5 |
Ambos | 42 | 30,5 | 42 | 33,1 | 84 | 31,7 |
Total | 138 | 52,0 | 127 | 48,0 | 265 | 100,0 |
La polifarmacia estuvo presente la mayoría de los pacientes (tabla 4).
El 19,6 % de los adultos mayores tuvo algún tipo de reacción adversa a los fármacos ingeridos (tabla 5).
DISCUSIÓN
En nuestro estudio predominó el sexo masculino y las edades de 60-69 años en los adultos mayores, lo cual no coincide con los resultados de varias investigaciones como la de Mondejar y otros6 en Morón, quienes señalaron superioridad de 68 % del sexo femenino y Martínez en México1 que encontró predominio de 56 % del sexo femenino en un estudio de polifarmacia en adultos mayores.
En los estudios de la demografía cubana también se señala9) superioridad del sexo femenino a estas edades, aunque es de destacar que en la investigación presentada la diferencia fue muy poca.
Predominaron los ancianos con osteoartritis e hipertensión arterial entre las enfermedades crónicas, lo cual coincide con las investigaciones de Pelegrín y otros,8) que encontraron superioridad en las enfermedades cardiovasculares y del SOMA, mientras Mondejar6) encontró predominio de la hipertensión arterial.
La osteoartritis es una enfermedad común entre los seres humanos, suele ser recurrente en personas de edad avanzada y se caracteriza por el deterioro de las articulaciones, afectando caderas, rodillas y columna vertebral.10
La frecuencia de la hipertensión en el adulto se eleva con el transcurso de los años, y muestra una alta prevalencia en la población senescente. Debido al proceso de envejecimiento ocurren múltiples cambios en el organismo humano, como la pérdida de la elasticidad de las arterias, que provoca mayor tensión en sus paredes al paso de la sangre, la cual se incrementa por el proceso de ateroesclerosis.10
Existió un incremento de la utilización de los medicamentos prescritos, pero no se puede pasar por alto que más de 20 % de los adultos mayores utilizaban medicamentos autoprescritos, estos resultados son inferiores a los encontrados por Martínez y otros1) (48,9 % autoprescritos).
El sexo femenino destacó en la toma de medicamentos autoprescritos, aunque con cifras menores que Martínez y otros,1) mientras que Pelegrín8) encontró mayor prevalencia en el masculino.
Se estima que más de 85 % de los ancianos mayores de 65 años practican la autoprescripción de medicamentos;12,13,14) esto se debe a que los adultos mayores presentan generalmente más de una enfermedad que los obliga a ser valorados por varios médicos especialistas y no siempre se logra una buena comunicación con estos profesionales, además muchos de los medicamentos que usan los pacientes de la tercera edad los consiguen sin receta médica en las farmacias o en otras ocasiones optan por recurrir a la medicina herbolaria,15,16 por la confianza que les tienen a estos productos naturales, y suelen ingerir varios preparados de conjunto sin tomar en cuenta que pueden interactuar entre sí y provocar reacciones adversas.
En más de 65 % de los pacientes hubo presencia de polifarmacia, inferior a Martínez y otros;1 el factor desencadenante de la polifarmacia fue la prevalencia de las enfermedades crónicas degenerativas, secundarias a los múltiples cambios fisiológicos propios del envejecimiento que se acompañan del incremento de la demanda de los servicios, lo cual genera que las instituciones de salud presenten una capacidad limitada de respuesta y se eleven los costos de atención.17
Múltiples han sido los factores de riesgo que se han identificado para la polifarmacia; factores demográficos (edad avanzada, sexo femenino, bajo nivel educativo), del estado de salud (hospitalización reciente, fragilidad, múltiples comorbilidades, depresión) y del acceso a los servicios de salud (múltiples prescriptores y mayor utilización de los servicios).18,19
La presencia de varias enfermedades y dolencias lleva en ocasiones a una prescripción excesiva por parte del médico o a una automedicación por el propio paciente, con un elevado número de fármacos que no siempre se utilizan correctamente.
Predominaron las reacciones adversas en los medicamentos prescritos seguidas por ambos y los autoprescritos. Estos resultados fueron superiores a los mostrados por el estudio de González y otros14) que reportaron 12 % de eventos adversos y concuerda con lo planteado por Serra y Germán13) en su revisión de polifarmacia en el adulto mayor, donde señalan que los cambios propios que ocurren con el envejecimiento afectan también a la forma en que interactúan los medicamentos en el organismo, se produce una mayor predisposición a padecer efectos anómalos.
Los ancianos son un grupo vulnerable al desarrollo de reacciones medicamentosas, esta predisposición está asociada con una disminución de la reserva funcional, los cambios en la farmacocinética y farmacodinamia que ocurren en el envejecimiento y el gran número de enfermedades crónicas que llevan a la necesidad de múltiples tratamientos.18,19
Los adultos mayores también están en alto riesgo de interacciones medicamentosas debido a la polifarmacia, la comorbilidad y la disminución del estado nutricional, que puede afectar las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas de los medicamentos.18,19
En conclusión, el consumo de medicamentos en los ancianos estudiados se caracterizó por un incremento de la polifarmacia y de los medicamentos prescritos, asociado a la presentación de un conjunto de reacciones adversas.